3.5. UNA CONTABILIDAD NACIONAL O GLOBAL PARA LOS RECURSOS NATURALES

El Producto Nacional Bruto (PNB) es el parámetro y medida de la situación económica de un país, habiéndolo determinado los economistas, se considera que un crecimiento del PNB como medida de prosperidad en el mercado y economía saludables. A nivel mundial, y desde el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, el PNB es utilizado como medición en los programas de desarrollo y políticas de instituciones internacionales, así, el éxito económico se traduce en que la tasa de crecimiento del PNB per cápita es adecuada. Esta medida del PNB es con la que se hacen las diferenciaciones entre los países ricos y pobres, y en general, es ampliamente utilizado por economistas, políticos, financieros, humanitarios, investigadores, etcétera, ya que se supone que el PNB mide algo importante para la economía “El progreso”; ligando algunos teóricos al bienestar humano. El PNB es parámetro aceptado como indicador de bienestar, lo cual origina preocupaciones entre algunos estudiosos que cuestionan si el crecimiento de la economía puede ser medida en el PNB, existiendo una crítica fuerte sobre no incidir en el bienestar social de la población, y acerca de los costos del crecimiento del PNB en términos psicológicos, sociológicos y ecológicos .

Los críticos ambientales de la economía, ponen en tela de juicio, que las contabilidades nacionales no incluyan costes ecológicos, observándolas como limitadas en su estudio, dando origen a dos posturas: Una que apuesta por la corrección de los valores monetarios (más cercano a la economía ambiental) y la otra que propone complementar las cuentas económicas globales con estados de indicadores físico-químicos (economía ecológica).

El primer enfoque, trata de redefinir los parámetros de la contabilidad nacional y de la renta nacional, propone no limitarse a los costes inmediatos por el mercado, sino tomar en consideración un coste social global que incluya los deterioros eco-sistémicos por la explotación financiera de la naturaleza.

El segundo enfoque propone una contabilidad de cuenta física de la naturaleza (número de hectáreas del bosque, hectáreas de suelo libre, toneladas de minerales, número de especies de animales, etc.) y otra contabilidad de uso por el ser humano (la convencional para contrastar). La razón que exponen, es que existe una imposibilidad de la contabilidad nacional de reflejar las relaciones entre el sistema económico y su medio ambiente, ya que sólo considera los objetos económicos valorados y con derechos de propiedad definidos; la contabilidad de recursos naturales es previa al cálculo monetario, para lograr una complementariedad entre los dos enfoques, como se presenta en el siguiente cuadro.

3.6. SISTEMA SATÉLITE DE CONTABILIDAD DEL MEDIO AMBIENTE

SCN

tradicional SCN tradicional disgregado Datos físicos adicionales Datos adicionales en términos monetarios

Actividades de protección al medio ambiente Cuentas de recursos naturales Agotamientos de los recursos naturales

Cuentas tradicionales de flujos y de activos Costes efectivos debidos al deterioro del medio ambiente Cuentas de los flujos de desechos Degradación del medio por los desechos

Cuenta de los flujos de productos (balance de materia / energía) Análisis global de los daños

La contabilidad física del medio ambiente se aplica desde 1974 en Noruega, y con algunas variables en países como Canadá, Francia, Países Bajos, Alemania, España, Italia, Finlandia, Australia, y algunos organismos internacionales como el Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, los cuales, han manifestado su interés por este enfoque y de hecho son debate en la revisión del Sistema de Contabilidad Nacional de las Naciones Unidas, sin embargo, la cuestión es que, de hecho, son los parámetros de mediciones de bienestar social de todo proyecto económico, tomando como referente, la salud mental y física de la población, las enfermedades frecuentes, años de vida, nivel educativo y conservación de recursos naturales de conformidad a las tradiciones de cada pueblo.

Considerando exponer claramente y palpar las diferencias entre la economía clásica, la economía ambiental y la economía ecológica, sus mediciones, instrumentos referenciales, políticas, etc., con cuadros comparativos obtenidos de estudiosos de estas materias.

De igual manera se presentan una serie de cuadros con acciones encaminadas a preservar el medio ambiente, que han sido una instrumentación de prácticas en diferentes países con resultados positivos, estos, dados por políticas públicas ante realidades de la contaminación, sin embargo, no hay que olvidar que se reconoce la necesidad de comunicación de las diferentes ciencias administrativas, sociales con las naturales, anteponiendo la asesoría de especialistas en cada materia y la aplicación de métodos de estudio ecológicos u holísticos, que partan de problemas locales con visión global en soluciones.

El aspecto jurídico se vincula con la economía ambiental y ecológica desde los permisos para el establecimiento de negocios, industrias, cultivos hasta los niveles permisivos de contaminación, dando origen a licencias, pago de derechos, impuestos, etiquetas verdes, etc., que se estudiaran en el apartado de instrumentos económicos jurídicos protectores del medio ambiente y que por efectos pedagógicos de continuidad se incluyen en este capítulo y no en el jurídico ambiental.