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LAS RELACIONES ECONÓMICAS ENTRE ARGENTINA Y VENEZUELA (2003-2008). EL IMPACTO SOBRE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Mariano Roark


 

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1.5 Comercio exterior

Durante los últimos años, el sector externo venezolano ha experimentado un importante progreso en relación a la performance de fines de los años noventa. Durante el período 2004-2008, gracias al incremento general de los precios del petróleo –que paso de los US$36 a los US$97 el barril- las exportaciones venezolanas mantuvieron un ritmo de expansión promedio del 25% anual. Este impulso, hizo posible que en 2006, Venezuela se convirtiera en el tercer país exportador de América Latina, después de México y Brasil.

El volumen de comercio exterior durante 2007, calculado en base al valor total de las importaciones más exportaciones, se ubicó en los US$ 97.436 millones (cifra que corresponde al 53% del PIB venezolano). Durante ese mismo año, el sector externo experimentó un ritmo de crecimiento del 34,2% respecto al 2006, mientras que las importaciones lo hicieron en un 47,5%.

Por otra parte, un rasgo característico del aluvión exportador de los últimos años ha sido su marcado perfil superavitario. Como indica el gráfico N° 15, con excepción de 1998, la balanza comercial venezolana se ha mantenido favorable, lo que ha significado para Venezuela el ingreso de importantes flujos de divisas.

Esta tendencia progresiva al crecimiento de las exportaciones anuales, cuyo punto clave de despegue puede ubicarse en el 2004, responde a una doble influencia: la altísima participación de los hidrocarburos en el total de las exportaciones de este país y el incremento exponencial de los precios del crudo, como consecuencia de la reactivación de la OPEP y de la inestabilidad en Medio Oriente tras la invasión a Irak a mediados del 2003. Esta suerte de doble hélice, que constituye el ADN esencial del perfil de comercio exterior venezolano, explica el movimiento ascendente de las exportaciones durante el período 2003-2008. La identidad o nivel de coincidencia entre estas dos variables (precios del barril de crudo/exportaciones) se expresa claramente en los gráficos 16 y 17.

En cuanto a las importaciones, la tendencia es similar y responde a las mismas influencias. De acuerdo con el gráfico N° 15, las cifras muestran un fuerte aumento a partir del año 2004, experimentando en 2005 un crecimiento de alrededor del 50% respecto del año anterior. Esta situación se vincula con el hecho de que, al incrementarse el valor del petróleo, y por ende el de las exportaciones totales venezolanas, se produjo un crecimiento en la disponibilidad de divisas y consecuentemente de la capacidad para adquirir bienes del exterior.

1.5.1 Composición de las exportaciones

Los principales productos de exportación de Venezuela se vinculan con bienes de tipo minerales (aluminio y hierro principalmente), manufacturas básicas, químicos y petroquímicos. Estos rubros se encuentran presentes en los cinco primeros productos de exportación del 2007 (cuadro Nº 4) representando, junto con los hidrocarburos, el 70,4% del total de las ventas de dicho año.

De este modo, el análisis de las exportaciones venezolanas al mundo pone en evidencia una alta concentración en los bienes de origen primario de tipo energético (gráfico 18). De acuerdo con datos recientes del Banco Central de Venezuela, en los diez años que corrieron entre 1998 y 2008 el sector petrolero aportó un valor promedio de alrededor del 83% de las exportaciones totales venezolanas. Esta tendencia se mantiene durante la totalidad del período, incrementándose exponencialmente a partir del despegue de los precios del crudo en el 2004, hasta alcanzar una participación del 93,1% en el transcurso del año 2008.

Ahora bien, es necesario destacar que el fenómeno de la dependencia y la concentración petrolera de la economía venezolana deben ser analizados cuidadosamente a través de la profundización del análisis respecto a las propiedades especiales que reviste dicha mercancía como producto estratégico fundamental para el desarrollo de la economía internacional . En este sentido, la alta volatilidad de los precios internacionales del crudo y su participación dominante en las ventas totales venezolanas puede hacer variar el perfil comercial nacional sin que se observe una real expansión de la actividad productiva en esa dirección.

A manera de ejemplo, si echamos un vistazo al desempeño comercial durante la década de los noventa, parecería que Venezuela ostentaba un perfil exportador más diversificado que el que se observa durante los nueve años de gobierno de Hugo Chávez. Sin embargo, las diferencias en términos de producción real son mínimas. De acuerdo con el último informe del PODE (Petróleo y Otros Datos Estadísticos) , en 1997 se produjeron un total de 3.398 barriles de petróleo por día, cifra casi idéntica a los 3.396 correspondientes al 2006. De igual manera, las exportaciones de hidrocarburos en términos cuantitativos son menores en 2006 respecto a las de 1997 (2.835 barriles por día contra 3.398 respectivamente). En consecuencia, las diferencias respecto al peso relativo durante ambos períodos responden exclusivamente a las distintas cotizaciones internacionales de los hidrocarburos. Durante la década del noventa, con un barril que giraba en torno a los diez dólares, la participación relativa del petróleo en el total de las exportaciones disminuyó generando la sensación de un perfil productivo menos concentrado. Entre 2004 y 2008, los picos históricos en los precios internacionales del crudo parecen haber llevado la especialización petrolera de Venezuela a niveles altísimos, aunque en términos absolutos se produce y se exporta menos que en los años noventa

Volviendo al análisis sectorial, del total de las exportaciones de tipo petroleras, el Estado, como principal propietario del sector, tiene una presencia mayoritaria, concentrando un promedio del 90,2% del comercio de hidrocarburos entre 1998 y 2008. El sector privado, por su parte, registró un promedio del 9,8% en el mismo período, aunque su performance tuvo una alta dosis de inestabilidad: si bien tuvo una participación del 0,6% en 1998, dicho índice experimentó un lento pero progresivo incremento, que tuvo su pico máximo en 2005 (donde alcanzó la cifra del 18,1%), para luego caer abruptamente en 2008 a una participación casi nula en las ventas internacionales de petróleo , como ilustra el gráfico 19.

En el caso de las exportaciones no petroleras, el desempeño de los sectores económicos venezolanos ha sido diverso. Las ventas al exterior de bienes de tipo agropecuarios, como refleja el gráfico N° 20, presentan una participación irrisoria (0,3% en el 2008) en el total de las ventas internacionales de Venezuela. Los principales productos de exportación de este sector lo constituyen el tabaco, la semilla de sésamo (ajonjolí), el arroz, las pieles y los cueros.

Respecto a las actividades vinculadas a la pesca y la piscicultura, la comercialización de mariscos congelados, sobre todo camarones y langostinos, constituyen un rubro de creciente importancia, superando en 2006 el valor total de las exportaciones sumadas de arroz y tabaco.

El sector minero, excluyendo los hidrocarburos, presenta un desempeño aún más modesto que el de la agricultura, contribuyendo con apenas el 0,1% en el total de las exportaciones venezolanas. De acuerdo con la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), dentro de este porcentaje, los bienes que han obtenido una intervención destacada se refieren sobre todo a las ventas de oro, hierro y bauxita. Una de las razones más importantes que explican este bajo desenvolvimiento en la colocación de bienes de extracción en los mercados internacionales se debe a que gran parte de su producción se destina a la elaboración interna, dado el alto desarrollo de las industrias básicas del país.

Por último, respecto a la correlación publico/privado, dentro del grupo de exportaciones de tipo no energéticas, la dinámica entre ambas esferas, se invierte en favor del sector privado. Entre los años 1998 - 2008, del total de las ventas no vinculadas a los hidrocarburos, el 74% tuvo como protagonista a los actores económicos no estatales, alcanzando crestas de alrededor del 78% entre 2002 y 2004. A partir de entonces, esta tendencia ha comenzado a experimentar un progresivo declive, disminuyendo 5 puntos porcentuales hacia 2008 (69,2%).


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