CAPÍTULO II: “Modelación teórico-práctica de la propuesta y su validación.”

2.1 Diagnóstico y determinación de necesidades.

A la etapa de diagnóstico y determinación de necesidades se le concede gran importancia por cuanto posibilita la obtención de la información necesaria para organizar la actividad, el modo de actuación en la dirección del mismo y la actividad de los miembros, así como para planificar y organizar el sistema de influencias sobre los mismos.

Es una etapa en la que participa la muestra seleccionada, con el fin de que exista una implicación de cada uno de los miembros.

El diagnóstico como primer paso metodológico permite precisar las necesidades educativas concretas que se presentan en un contexto dado.

Para realizarlo se pueden emplear diversos métodos, técnicas y vías que conduzcan a determinar de forma objetiva las necesidades y potencialidades; dentro de estas se pueden utilizar: encuestas, entrevistas individuales y grupales acompañadas de diversas técnicas participativas y estandarizadas, así como la observación, la experiencia acumulada por el profesor respecto a cada estudiante y su grupo como resultado del control sistemático de la práctica educativa y de la caracterización escolar, la familia y la comunidad. Es el punto de partida donde se realiza la revisión de documentos, se constata el nivel de desarrollo, carencias, necesidades, opiniones, intereses, actitudes e insuficiencias a través de la observación, la prueba pedagógica, encuestas a estudiantes, entrevistas a profesores y consulta a expertos con el objetivo de recoger sus criterios valorativos sobre la pertinencia y factibilidad de la propuesta elaborada.

La situación actual del desarrollo de una sexualidad responsable y las condiciones que facilitan la transformación del estado diagnosticado en un estado deseado, se expresan a continuación con la información recopilada y analizada en el proceso de investigación inicial.

Análisis de los resultados de la revisión de documentos.

La revisión de documentos posibilitó consultar y analizar diferentes documentos para constatar en qué medida los mismos contribuyen a informar y enriquecer los conocimientos sobre la sexualidad responsable.

Se analizó el Programa Director de Promoción y Educación para la salud, el Programa Nacional de Educación Sexual, la estrategia cubana de desarrollo y las estrategias de salud del centro y del departamento de servicios, estos documentos evidenciaron que no existe una asignatura para la educación de la sexualidad.

Análisis de los resultados de la observación a actividades.

Se realizó la observación de diversas actividades, esto permitió constatar el modo en que la muestra seleccionada expresa su conducta sexual.

(Ver anexo 1)

Se realizaron 10 visitas a clases donde se observa que:

En la evaluación de la primera dimensión, los indicadores que tuvieron mayor influencia en la evaluación de la misma fueron el uno y el dos, referentes al dominio de las terminologías y contenidos de la sexualidad y las manifestaciones de vínculos afectivos en relación con la sexualidad, que obtuvieron el 50.0% de evaluaciones de nivel bajo. (Ver anexo 2, dimensión I)

En el indicador tres acerca del dominio sobre las conductas relacionadas con una sexualidad responsable, se observa que el 60.0% de la muestra los conoce, evaluados en el nivel medio. (Ver anexo 2, dimensión I)

En la segunda dimensión, los indicadores que tuvieron mayor influencia en la evaluación de la dimensión fueron el ocho y el nueve referentes al desarrollo con disciplina y conciencia de una sexualidad responsable y compromiso de forma espontánea en la toma de decisiones ante una sexualidad responsable. Estos obtuvieron el 40.0% de evaluaciones de nivel bajo.

(Ver anexo 2, dimensión II)

El indicador siete sobre el compromiso hacia una conducta responsable ante la sexualidad, el 60.0% de la muestra lo aplica, evaluados en el nivel medio. (Ver anexo 2, dimensión II)

Análisis de los resultados de la encuesta a estudiantes.

La encuesta a estudiantes permitió comprobar sus carencias, necesidades, opiniones, intereses y actitudes referentes a una sexualidad responsable así como del sistema de valores que tipifican su accionar. (Ver anexo 3)

En la pregunta 1 del listado de valores el 100.0% de la muestra ubican la honradez en el número uno y la responsabilidad en el último lugar; por lo que existen dificultades pues no le conceden a la responsabilidad gran importancia dentro de sus relaciones sociales. (Ver anexo 4, tabla1)

En la pregunta 2 en la que se les cuestiona si tienen una pareja estable, respondieron afirmativamente diez estudiantes (33.33%), lo que se interpreta que aún no tienen una visión precisa de lo que es sexualidad responsable. Los veinte estudiantes restantes (66.67%) dicen no practicar el cambio frecuente de pareja. (Ver anexo 4, tabla 2)

En la pregunta 3 referente a si utilizan el condón en sus prácticas sexuales, el 33.33%, o sea, diez estudiantes, respondieron positivamente; el 66.67%, once estudiantes, negativamente, y el 30.0%, a veces. (Ver anexo 4, tabla 3)

En la pregunta 4 referente a si la escuela contribuye a una sexualidad responsable, el 33.33%, o sea, diez estudiantes, respondieron positivamente; el 50.0%, quince estudiantes, negativamente, y el 16.67%, cinco estudiantes, a veces. (Ver anexo 4, tabla 4)

En la pregunta 5 referente a si la familia contribuye a una sexualidad responsable, el 16.67%, o sea, cinco estudiantes, respondieron positivamente; el 50.0%, quince estudiantes, negativamente, y el 33.33%, diez estudiantes, a veces. (Ver anexo 4, tabla 5)

Análisis de los resultados de la entrevista a docentes.

La entrevista a los docentes se realizó para determinar la preparación que poseen para enfrentar los diferentes modos de actuación en torno a la vida sexual responsable de la muestra seleccionada. (Ver anexo 5)

La mayoría de los docentes tienen 10 o más años de experiencia, lo que muestra que son conocedores del trabajo que realizan.

Mientras que una minoría tiene entre 0-5 años de experiencia, por lo que se trata de un personal docente joven y poco experimentado, incluyendo profesores en formación. (Ver anexo 6, tabla 1)

En cuanto al conocimiento de los indicadores del valor responsabilidad existen graves dificultades, pues solo el 40.0% de los docentes los conocen, lo mismo ocurre con las actividades que tienen manifestaciones de vínculos afectivos y con actuación de independencia en la toma de decisiones en relación con su sexualidad y sentido de satisfacción de la misma. (Ver anexo 6, tabla 2, 5 y 6)

En cuanto a los conocimientos sobre la sexualidad responsable y los objetivos formativos que contribuyen a formarla, el 50.0 y el 60.0% respectivamente, responden afirmativamente, existiendo dificultades en los mismos.

(Ver anexo 6, tabla 3 y 4)

Análisis de los resultados de la prueba pedagógica.

Se realizó la prueba pedagógica para constatar el nivel de conocimientos y conducta de la muestra seleccionada, en relación con una sexualidad responsable.

Se pudo constatar que los estudiantes no han logrado vencer los conocimientos y la conducta necesaria para el desarrollo de una sexualidad responsable.

El promedio de notas es de 70.0 puntos, lo que indica que el grupo está bien categorizado en el nivel I del conocimiento sobre sexualidad responsable. Existen tres estudiantes entre 48.0 y 55.0 puntos los cuales se consideran desaprobados, además cinco tienen notas entre 60.0 y 62.0 puntos, por debajo del promedio, para un 46.66%. Todos estos coinciden en la relación de estudiantes en el primer nivel del conocimiento. (Ver anexo 9, tabla 1),

El 50.0% de las notas está alrededor de los 71.0 puntos lo cual indica que los resultados deben elevarse. A pesar de que el promedio de notas y el valor central están entre los 70.0 y 71.0 puntos, es de destacar que diez estudiantes obtuvieron notas altas en comparación con la media del grupo, en un rango de 76.0 y 83.0 puntos y tres en el rango de 83.0 y 90.0, para un 33.33%.

(Ver anexo 9, tabla 1)

Todo lo anteriormente expuesto también se evidencia cuando se realiza la distribución de frecuencias por dimensiones. (Ver anexo 9, tabla 2)

Los estudiantes no conocen la conducta que debe poseer un joven para alcanzar una sexualidad responsable, manifestaron algunos ejemplos de su vida cotidiana, la escuela, la familia y la comunidad, de conductas sexuales responsables e irresponsables, pero sin la calidad necesaria, plantean que la influencia que les brindan sus padres y profesores respecto al sexo es muy poca. Se observa que el nivel cognitivo, afectivo y conductual de los estudiantes relacionados con la sexualidad responsable es bajo.

Consideraciones sobre el análisis de los resultados del diagnóstico inicial.

Se constató que:

- Los resultados revelan que los estudiantes no han logrado vencer los conocimientos y la conducta necesaria para el desarrollo de una sexualidad responsable, comprobándose que tienen bajo nivel. Entre las insuficiencias más generalizadas están:

1. No existe una asignatura para la educación de la sexualidad.

2. Falta de conocimientos relacionados con la esfera de la sexualidad.

3. No le conceden a la responsabilidad gran importancia dentro de sus relaciones sociales.

4. Conducta sexual desordenada con cambios frecuentes de pareja.

5. Las conductas de riesgos son desconocidas por la mayoría de los adolescentes.

6. Deserción escolar por matrimonio.

7. Comienzo temprano de la actividad sexual y la mayoría sin protección.

8. La mayoría de los adolescentes no utilizan el condón en sus prácticas sexuales.

9. La escuela no ha sido el espacio más importante para la educación de la sexualidad.

10. La familia aún no juega un papel esencial en las modificaciones sobre las percepciones y comportamientos del adolescente respecto a su sexualidad.

11. Poca preparación de los docentes para enfrentar los diferentes modos de actuación en torno a la vida sexual responsable.

Los resultados del diagnóstico evidencian la necesidad de elaborar un sistema de actividades para desarrollar una sexualidad responsable en los estudiantes seleccionados en la muestra.