BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

CATARSIS POR BARRÍOS

Mario Antonio Turcios Flores


 


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Capítulo 4: La sangre corría en Río Seco

La amaba en silencio, la vio crecer entre el cerro y el río. Su piel canela le inspiraba la más sublime de la ternura, nunca imagino que ese amor secreto saldría a la luz en el marco de la revolución y de la venganza.

Le decíamos el sargento Tapón, era bajo de estatura y doble de cuerpo, obligado por las circunstancias fue capturado por la Fuerza Armada y logró ascender a sargento. El un campesino igual que nosotros también era capaz de amar y mostrarlo con sangre. Era vecino de Deysi y se enamoró de ella desde que era una niña.

Un día la Guardia de Montecristo y del Río se le pasó la mano; agarraron al Señor Posada, padre de Deysi, lo ataron de dedos pulgares y manos hacia atrás y se lo llevaron, le vendaron los ojos y a los tres días apareció muerto, con claras señales de tortura, cerca del puente del Río Seco. El Río Seco fue testigo de tanto dolor.

Deysi reconoció y recogió el cadáver de su padre; los recuerdos de niña llegaron a su mente. El hombre que la protegió y dio la vida estaba ahí inerte y victima de la injusticia. El dolor y el deseo de venganza la asaltaban.

El sargento Tapón, era enemigo de los jóvenes revolucionarios y eterno enamorado de Deysi, estaba de alta y llegó a visitarla. Ella se asustó y pensó que lo peor iba a ocurrirle. Él le ofreció vengar la muerte de su padre. Él le confesó que estaba enamorado de ella.

Pese a la desconfianza, los compañeros aceptaron hablar con él. Desconfiaban porque muchas veces se habían enfrentado a balazos y desde diferentes bandos. Tapón se quedó en el cantón y les entregó armas y municiones y prepararon un plan de ataque que ejecutarían juntos.

Llegaron al puente del Río Seco y cuando los Guardias de Montecristo pasaban frente en su camión, Tapón hizo explotar una Cleimor M.18 antipersonal es un explosivo fabricado para usarlo en la guerra; Los guardias quedaron vivos y consientes. Uno a uno fueron ejecutados con una pistola 3.57 mm. Regalo de Tapón a su enamorada. Doce guardias murieron en venganza por el asesinato del Señor Posada. Después la Guardia monto un cateo pero no encontró a nadie.

Tapón y Deisy se volvieron inseparables, junto a otros compas atacaron a otros Guardias del Puente y del cerro de Ato Nuevo, los mataron a todos y les quitaron las armas. Luego de eso Tapón desapareció con su novia. Meses después los compas recibían noticias de ellos; los nuevos esposos, enamorados de la revolución, apoyarían económicamente desde Estados Unidos.

Éramos un ejército popular muy joven, casi niño o casi adolescente pero consciente de la represión militar, de la desigualdad económica y de la injusticia social. Esa era la realidad en nuestros cantones, en nuestro país y en América Latina. El socialismo tenía tierra fértil en estas regiones, estábamos ansiosos por ser libres, apoyaríamos aún a costa de nuestras vidas todo proceso revolucionario.

Morazán uno de los catorce departamentos de El Salvador, ubicado al oriente del país se ha caracterizado por albergar a la extrema pobreza; su nombre es honor del libertador Francisco Morazán, y su ciudad principal es San Francisco Gotera, sede de la tercera orden de Franciscanos y donde tuvo aceptación la lucha del pobre por el más pobre.

Eran los años 80 del siglo pasado, el conflicto armado entraba en apogeo, el concilio Vaticano II o conocido como Concilio de Medellín que se celebró en esa ciudad de Colombia daba sus frutos entre sacerdotes católicos, catequistas y feligreses comprometidos. La práctica de la Teología de la Liberación, establecida en ese concilio llevo a muchos a ser mártires de la revolución.

Los helicópteros del Destacamento Militar número 4 de Morazán “galanteaban” frente a la iglesia cercana, el ruido de sus elipses no permitían que los fieles escucharan el sermón del sacerdote. Los padres nos hacían énfasis en la necesidad de un verdadero cambio; aún con el guerrero camoflageado desde el aire el sacerdote no apagaba su voz, gritaba desde el pulpito a la luz del Evangelio, mostraba la falta de equidad social. La feligresía meditabunda salía rumbo a sus comunidades, podía comparar el mensaje pastoral con la realidad que le rodeaba.

Miles de historias de pasión, de entrega, de venganza, de impotencia se tejieron en torno a la revolución, los jóvenes que engrosarían el ejército popular llegaban de todas partes:

De San Carlos, de San Francisco Gotera, del cantón San Pedro Río Seco, del cantón El Castaño de San Pedro Chirilagua, de San Miguel, del cantón Río Seco y otros cantones ubicados entre San Miguel y Morazán. Cada sitio tenía su propia característica.

Mapa de la revolución

En San Carlos se celebraban la fiestas en honor a San Carlos Borromeo, la gente era muy pacifica. Cerca estaba el cantón San Pedro Río Seco, aquí los jóvenes, muy cerca del puente valientemente formaron un frente revolucionario. Se preparaban políticamente con catequistas que venían del cantón El Castaño, su misión era la concientización social y trabajaban en los cantones ubicados entre San Miguel y Morazán.

La Cañada era un caserío al sur de Barríos dedicados a la herrería, fabricaban cumas, piochas, azadones y todo utensilio de labranza y cultivo de la tierra, eran muy tranquilos como espectadores a diferencia de Barrios que era muy activo en términos revolucionarios. En San Antonio Chávez y Altomiro, al sur oeste de Barríos nunca se involucraron directamente con el movimiento pero eran hospitalarios y donaban lo que era posible por la causa. Se dedicaban al cultivo y la ganadería.

Al Oeste de Barríos estaban las planadas de los terratenientes. Era la hacienda Tangolona en San Jacinto. El resto de sus habitantes estaban hundidos en la miseria y la ignorancia, se les negaba el derecho a la salud, a la educación y a la buena alimentación. Los campesinos se dedicaban a cultivar zacate pangola, alimentar ganado y a labrar la tierra. Enormes cuadrillas de campesinos marchaban por la mañana a tomar cada quien su tarea en la pangolera.

Río Seco fue el primer lugar donde comenzó la revolución, sus habitantes se dedicaban a la extracción de oro y plata de la mina El Taladro, el gobierno no tardó en establecer puestos de seguridad en el cantón, construyeron enormes trincheras en el puente y el Cerro del Valle Nuevo, eran especies de laberinto, una trinchera llevaba a la otra. Desde el Cero Valle Nuevo nos observaban. Con frecuencia nos imponían toques de queda, no podíamos salir de nuestras casas después de las 6 de la tarde. Entre más fuerte fue la opresión, fue más fuerte la reacción. Pronto aquellos jóvenes se harían sentir, y lucharían con sus semejantes para conseguir la libertad.

Luego del capítulo de Deysi y Tapón nos vimos obligados a extender el área de operación; nos desplazamos hacia Barríos. Los maestros, políticos y catequistas hacían su parte: concientizaban a los habitantes de los demás cantones.

Actores claves de la revolución

Fueron claves en ese proceso Rodolfo y nuestra cuñada Julia que era la esposa de mi hermano Javieron. Ellos eran el equipo que organizaba en Barríos. Eran noches de zozobra, los perros ladraban desesperadamente, escuchábamos ruidos en el río, los soldados se acercaban al caserío. Un día mi primo Mito encontró dos cadáveres a la orilla del río, estaban irreconocibles y en estado de putrefacción, nunca supimos quienes fueron; los fueron a tirar ahí para atemorizarnos.

A mi hermano Armando tenía 17 años de edad, cuando se lo llevaron, apenas si era un niño. Días después apareció muerto en la cuesta del Capulín, camino al Cuco con señales de tortura. A Julia, mi cuñada estaba lavando en el río, cuando los soldados se la llevaron en un camión y la fueron a matar al cerro de Valle Nuevo en Río Seco. Ella estaba embarazada.

Mi hermano Javier se unión a las filas del Ejército Revolucionario Popular (ERP). Muchos nos quedamos en el caserío, pero ya nada era seguro, éramos objeto de persecución, los cateos ya no eran sólo en Río Seco, nos robaban la comida y nos mataban los animales. Recuerdo a Darío, venía bajando de la loma con su caballo; cuando se encontró con los soldados disfrazados de compas, el otro que lo acompañaba, los reconoció y le gritó a Darío diciéndole que eran soldados. Darío lucho cuerpo a cuerpo con el soldado. Darío murió junto a su compañero, un compa que había desertado para unirse al ERP.

También venía una compa, que al ver la situación escondió el fusil y se metió a la casa fingiendo que hacia tortillas junto a mi hermana Lolita. Los soldados entraron y la violaron. Después de lo que sucedió ahí, la gente encontraba refugio en la religión. El 15 por ciento de los habitantes de Barríos eran adventistas y el 85 por ciento católicos, de ahí que era de los caseríos más activos.

De la Hacienda llamada Tangolona y de sus enormes cuadrillas de campesinos estaban dos valientes muchachos, les llamaban Leos, porque abreviaban los nombres de Evelio de 17 años y de Vitelio de 15. Ambos tenían fama de rebeldes y altaneros, eran insubordinados e inconformes con el trato de los campesinos- Tangolona era zona de operación del Frente Popular Revolucionario (FPR) y de La Liga Popular 28 de febrero (LP 28), no eran tan fuertes ni militarizados como lo eran el ERP. Los compas Leos se unieron a las ERP. Pronto adquirieron fama y se les buscaba vivos o muertos, quien los capturara o matara recibiría una jugosa recompensa de parte de los dueños del Tangolona y de el gobierno.

El cuto Zabala era el sargento de la Tercera Brigada de Infantería, muy conocido en Ciudad Barríos y Chapaltique, cada vez que lanzaba un operativo, su objetivo principal eran los hermanos Leos. El Comandante del ERP en San Miguel era Danilo, pero casi no permanecía en la zona, vivía en San Miguel y tenía muchos amigos militares, le regalaban armas que él posteriormente donaba a la revolución, así que quien pasaba al mando era Diomenes.

Diomenes era cinta negra en artes marciales, se había entrenado en Vietnam y Cuba, países que se solidarizaron con la lucha social en ese momento. Diomenes organizó el primer frente en Río Seco, con apenas 27 años de edad era un verdadero líder. También nos acompañaban Juancito de 25 años y su hermana Sonia de 19 años. Los gemelos de 22 años de edad Darío y Jimmy, ambos eran muy admirados pues ellos eran el contacto con los comandos urbanos y las filas militarizadas del ERP. Cada vez que iban a San Miguel provocaban a los guardias del puente Urbina en la entrada de la ciudad. Se hacían perseguir y después les tendían una emboscada o cualquier sorpresa les tenían.

A Jimmy se le conocía como el gato por sus profundos ojos verdes y la habilidad de escapar del enemigo, le encantaba el riesgo y cumplir con las misiones más difíciles. Estaba en la cabeza de la lista de los guardias, soldados y escuadrones de la muere, sería el primero en morir en caso de ser capturado. Cateaban el cantón una vez por semana buscándolo.

Recuerdo cuando el DM4 y la Tercera Brigada de infantería metieron un operativo rodeando la zona. Los soldados del DM4 entraron por Río Seco, San Carlos, El Chaparral y el Kilómetro 18, los soldados de San Miguel entraron por San Jacinto, La Trinidad, San Antonio Chávez y el Llano de Santiago. Por San Jacinto entró el famoso Cuto Zavala, los hermanos Leos le dieron una “agradable” bienvenida. Tres horas después del combate el Cuto Zavala pidió un helicóptero. Los hermanos Leos comenzaron a disparar con una ametralladora M.60 y un fusil FAl, impactaron el helicóptero, la nave se precipitó a tierra. El piloto y el transmisor que operaba el radio sobrevivieron y se rindieron los soldados artilleros. Tres rehenes cayeron en manos de los compas. Cada día los combates eran más cruentos.

Al tercer día de enfrentamiento los compas estaban ya rodeados y comenzaron a negociar los prisioneros. El Gato recibió el mensaje por la radio, su posición en ese momento era El Chaparral. Los soldados habían abandonado la zona de El Chaparral y se habían concentrado en el cantón El Corozal. El Gato traía con él 40 hombres, era jefe de pelotón, había ordenado a sus hombres hacer un combate abierto contra más de 500 soldados.

Los prisioneros fueron llevados al campamento de El Limón, Morazán cerca del cerro Cacahoatique, una vez más se demostraba la valentía de un guerrillero. Se dice que un guerrillero es capacitado para pelear con 30 soldados. Los prisioneros fueron entregados a cambio de la liberación de compañeros sindicalistas que estaban en calidad de presos políticos en las cárceles clandestinas del gobierno en turno.

Desde la historia de amor de Deisy y Tapón, hasta la valentía del Gato todos tuvieron parte en la construcción de esta revolución.


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