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COMERCIO EXTERIOR, PRODUCCIÓN Y DETERMINACIÓN DE PRECIOS DEL MAÍZ EN MÉXICO: IMPLICACIONES Y PROPUESTAS PARA MEJORAR LA COMPETENCIA

Sergio Gabriel Ceballos Pérez


 


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CAPÍTULO 2 PRINCIPALES CAMBIOS DE LA POLÍTICA AGROPECUARIA

Introducción

Los ajustes a la agricultura, aunados a las políticas neoliberales han contribuido a reafirmar la crisis del sector agropecuario, que se vive en muchos países latinoamericanos hoy en día, además de ser un factor de riesgo para la soberanía alimentaria de esos mismos países. Es por ello, que en este capítulo, abordamos el tema de los principales cambios en la política del sector agropecuario, enfocándonos al caso de México, donde quedó desmantelada la protección y apoyo al campo desde los años ochenta. La desregulación de precios, la venta de paraestatales, las reformas al artículo 27 Constitucional, la apertura comercial, la eliminación de subsidios e inversiones en infraestructura son solo algunos de dichos cambios que han traído como consecuencia la pérdida de competencia, el éxodo y la pobreza de la mayoría de la población del sector rural.

2.1 Cambio de políticas enfocadas al sector agropecuario

La reestructuración de las políticas públicas ha implicado cambios sustanciales en las instituciones de apoyo al sector agropecuario. Aunque este proceso se encuentra todavía en marcha y ha tenido diferencias notorias en los distintos países, ha estado orientado, a grandes rasgos, hacia:

 El desmantelamiento o la reducción en el alcance de los bancos de fomento o las líneas de crédito específicas para el sector, asociadas estas últimas a la obligación de los bancos privados de prestar cierta proporción de la cartera a actividades de apoyo al sector.

 La eliminación o la fuerte redefinición de la presencia pública en la producción y comercialización de los productos agropecuarios.

 La drástica reducción o eliminación de la asistencia técnica estatal gratuita y su sustitución por mecanismos de asistencia técnica privada.

 La orientación hacia la demanda y la cofinanciación de la investigación, tanto en los institutos de investigación como en las universidades.

 La introducción, en algunos países, de mecanismos de reforma agraria que operan por intermedio del mercado de tierras y a través de cambios en las reglamentaciones enfocadas a una redistribución de la tierra o cambios en su uso para otros sectores.

 Una mayor descentralización de las políticas de apoyo, orientada a responder a proyectos locales de infraestructura y a prestar servicios a pequeños productores, con la participación activa de organizaciones no gubernamentales y de organizaciones de productores.

2.2 Los efectos de la liberalización en la agricultura

La fuerte inestabilidad institucional derivada de estos cambios ha sido claramente perjudicial para el sector. La transición ha generado, además vacíos, ya que el sector privado no ha llenado los espacios que ha dejado el sector público. Estos vacíos han tenido efectos adversos en especial para los micro, pequeños y medianos productores, cuyo acceso al crédito, a los servicios de extensión agrícola y a los canales de comercialización apropiados se ha visto fuertemente afectado.

En casi toda Latinoamérica el crédito al sector ha tendido a disminuir a partir de las reformas, al tiempo que la puesta en marcha de los nuevos instrumentos de asistencia técnica y comercialización han presentado dificultades prácticas y se han encarecido varios insumos y servicios.

En muchos países se observa también un debilitamiento de los centros de investigación y una reorientación de sus actividades hacia investigaciones de más corto plazo, en deterioro de la investigación básica. Pese a las nuevas orientaciones, no se observa tampoco una actividad importante de fomento de la investigación por parte del sector privado, y por tal motivo, ésta sigue dependiendo básicamente de apoyos gubernamentales (muchas veces reducidos).

Los esfuerzos de las ONG’s, cada una con su enfoque, se han especializado y respondido a las directrices de las entidades que las financian, llenando así, algunos huecos dejados por el Estado en el apoyo a los pequeños productores. Sin embargo sus acciones son generalmente en pequeña escala y se carece de mecanismos que permitan coordinarlas, así como difundir y reproducir las buenas prácticas en materia de desarrollo rural.

Así las cosas, los supuestos macroeconómicos básicos sobre los cuales se cimentó la idea según la cual la apertura comercial eliminaría los sesgos en contra de la agricultura no se han cumplido en la mayoría de los países (CEPAL 2000), al tiempo que en muchos de ellos, el sector se encuentra inmerso en una transición institucional, sin que sus efectos positivos se aprecien claramente hasta ahora.

Aun en aquellos casos en que los incentivos de precio han mejorado, las reformas han trasladado hacia los productores riesgos que antes cubría al menos parcialmente el sector público. Los principales beneficiarios han sido generalmente los productores comerciales integrados a agro negocios orientados a los mercados nacionales e internacionales. De esta manera, el efecto neto de este conjunto de políticas macroeconómicas y sectoriales ha sido positivamente adverso, en especial para los campesinos.

2.3 Disminución de los precios agrícolas internacionales

Para tornar más complejo el escenario que ha enfrentado el sector agropecuario durante el proceso de liberalización, el efecto adverso de los tipos de cambio real sobre los precios ha coincidido con el que han tenido la baja de los precios internacionales y los altos niveles de protección en los países industrializados.

De hecho, los precios reales de los productos agropecuarios descendieron bruscamente en los mercados mundiales en la década de los 80’s, y en permanecieron en niveles deprimidos en los años noventa (Gráfica No.1). Además, durante la década de los 90’s mostraron un claro patrón cíclico, reflejo de fluctuaciones más generales de la economía internacional: descenso en los primeros años de la década, fuerte recuperación a partir de 1993, que alcanzó su punto más alto en 1997, y descenso fuerte durante la crisis asiática, que solo se freno en el curso del 2000.

Como resultado de estas tendencias, los precios reales de los productos agropecuarios se situaron durante los años noventa en un nivel equivalente a la mitad del que habían alcanzado en los años setenta y, obviamente, registran una proporción aún inferior si el punto de referencia son los auges que experimentaron los precios agropecuarios a comienzos de la década de los 50’s o a mediados de los años 70’s.

El comportamiento de los precios durante las últimas décadas tiende a confirmar, por lo demás, la tendencia al deterioro a largo plazo de los precios reales de la agricultura, hecho que quedó corroborado en varios estudios realizados en los años ochenta, entre otras instituciones por la FAO (1987) y el Banco Mundial (Grilli & Yang, 1988). Esta tendencia coincide con la hipótesis sobre la evolución de dichos precios formulada por algunas teorías clásicas del desarrollo, pero sus causas –en especial el papel relativo de los factores sugeridos por dichas teorías en contraposición con aquellos asociados a procesos de cambio técnico- continúan siendo objeto de mucha controversia .

La coincidencia de los procesos de ajuste económico y de la posterior apertura de muchos países en desarrollo con ventajas comparativas en productos agropecuarios, que ha generado un aumento de la oferta mundial de tales productos en los mercados mundiales, puede haber contribuido también a esa tendencia en las últimas décadas.


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