BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

INVERSION EXTRANJERA EN EL DESARROLLO DE LA REGION MINERA DE ANTOFAGASTA (CHILE): HISTORIA Y PERSPECTIVAS.

Jan José Cademartori D.



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CAPITULO 5: LOS POLOS DE ACUMULACION Y EL DESARROLLO LOCAL.

5.1. INTRODUCCION.

En este Capítulo se analizan los sectores productivos y el desarrollo de las provincias de la Región para mostrar los polos de acumulación dominantes. En las primeras secciones se presenta una descripción global de la economía de la Región de Antofagasta (RA) a nivel de especialización productiva, estabilidad del crecimiento, principales encadenamientos productivos y evolución de la productividad. Enseguida se examinan los sectores de mayor crecimiento: infraestructura, servicios y comercio. El desarrollo industrial se deja para el Capítulo siguiente. En las últimas secciones se discute cómo el desarrollo minero ha afectado las ciudades de Calama, Tocopilla y Taltal que dependen de otros recursos naturales.

En este Capítulo se identifican los actores empresariales líderes, distinguiendo entre internos y externos a la región

5.2. CRECIMIENTO ECONOMICO Y ESPECIALIZACION PRODUCTIVA.

El Cuadro 5.2.1 muestra que la RA viene creciendo más rápidamente que el promedio desde hace varias décadas y este crecimiento se aceleró en la última década. En 1960, RA registraba un PIB por habitante 153% del nacional, en 1990 este indicador había alcanzado un 200% y en el año 2000, a un 239%. Su prestigio como polo de crecimiento regional ha sobrepasado sus fronteras228.

Conjuntamente con el PIB, han crecido el empleo y la población. Entre los censos de 1992 y 2002 la población de la RA progresó en un 20%, siendo la región con mayor incremento poblacional del país (13% en Chile). El aumento del empleo también ha sido significativo (Cuadro 5.3.2, Gráfico 5.2.1); entre 1988 y 2002 aparecen 61 mil nuevos empleos de los cuales sólo 2 mil figuran en el sector minero. El crecimiento del empleo ha sido superior al promedio en los sectores Electricidad, Gas y Agua (EGA), Construcción, Comercio y Servicios Financieros y a Empresas. En consecuencia, este patrón es diferente a la lógica del enclave tradicional sin conexión entre las empresas extranjeras y el resto de la economía regional.

No obstante lo anterior la participación de la industria minera dentro del PIB de la RA pasó de 49% en 1960-1970 a un 64% en 2000-2001 (Cuadro 5.3.2 sección siguiente). Sin embargo, la especialización no depende de una sola actividad productiva. Un valor de coeficiente de especialización (CE) igual a cero indica que la estructura productiva de una región es semejante a la estructura productiva nacional. Formalmente, el CE de la Región, cuyos límites son cero y uno, es la mitad de la suma del valor absoluto de las diferencias de participación de cada uno de los n sectores productivos i:

Con esta definición se obtiene el Cuadro 5.2.2 donde la RA aumenta su especialización desde 1961; además es la región más especializada de Chile (con excepción de Magallanes231 en la primera década).

Ello no resulta extraño considerando que, entre los años 1981-1990 y el año 2000, la mayoría de las regiones de Chile se especializa (exceptuando aquellas marcadas en gris en el Cuadro 5.2.3). Como se ha indicado en el Capítulo 3.7, esta especialización resulta de la integración de las regiones a las cadenas productivas internacionales, exportando sus ventajas geográficas naturales en un ambiente legal favorable a las compañías extranjeras. Ahora bien, en general, las regiones que disminuyen su especialización, presentan menores tasas de crecimiento económico relativas al resto del país. Este resultado no habría sorprendido a Francois Perroux para quien el crecimiento lo impulsan determinados polos. Desgraciadamente en el caso chileno, son polos con grados limitados de elaboración industrial (Capítulo 6.10). Esta mayor especialización aparentemente no se ratifica con el indicador (CE2) propuesto en Wandeschrigth y Wautelet (2003). Este mide la especialización del sector dividiendo su participación regional con la participación nacional (en vez de restando). También obtenemos una función creciente con la especialización, en este caso afortunadamente siempre positiva y que asume el valor 1 si la Región presenta la misma estructura productiva que el país:

En esta definición alternativa la RA aparece disminuyendo su especialización, tanto en el promedio de lo sectores, como en el CE 2 del sector minero, especialmente en la época del boom minero 1991-2000. (Cuadro 5.2.3). Este resultado es contradictorio con el aumento absoluto y relativo de la Minería en el PIB regional de la RA. Tampoco CE 2 refleja que la participación del PIB minero de la RA en el PIB minero nacional aumentó entre 1990 y 2001, desde un 49,3% a 54,4%, aportando individualmente 58,2% del valor de la mayor producción del período (Cuadro 5.2.4).

Este paradojal resultado de CE2 se debe a un crecimiento acelerado de la minería en las vecinas regiones de Tarapacá, Atacama y Coquimbo, en las cuales los puntos de partida son mucho menores que en la RA (Cuadro 5.2.4). Asimismo el PIB minero de Chile incrementó su participación en el PIB nacional (de 6,8% a 9,3% entre 1990 y 2001), a una velocidad que supera a la minería de la RA (desde 55,2% a 63,1% de su PIB regional). Sin embargo la participación nacional minera era de 6,8% (versus 55,2% en la RA). En otras palabras, la definición alternativa CE 2 parece menos adecuada para comparar evoluciones que parten de niveles iniciales de especialización extremadamente diferentes. De todas maneras, en este índice basta redefinir a la RA como parte de una zona más amplia (que incluye a las cuatro primeras regiones del Norte) para dar cuenta de una especialización zonal que crece a ritmos distintos al interior de sus cuatro áreas.

El crecimiento del empleo en el Comercio (COM) y en SFE, los Servicios Financieros y a Empresas (Gráfico 5.2.1), en lugar de diversificación duradera, refleja una expansión provisoria, de la actividad minera. Los Servicios a Empresas registran el empleo de las empresas subcontratistas (Capítulo 7.2). El Comercio se satisface básicamente de importaciones que efectúan grandes cadenas comerciales (Capítulo 5.8) mientras la industria regional de bienes de consumo permanece estancada (Capítulo 6.6).

Finalmente, en el Gráfico 5.3.1 de la sección siguiente, se puede observar que las variaciones del PIB regional han seguido las variaciones del PIB minero y que la distancia entra ambas curvas disminuye después de 1990, lo cual puede interpretarse como otra señal de la especialización y vulnerabilidad.


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