BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

INVERSION EXTRANJERA EN EL DESARROLLO DE LA REGION MINERA DE ANTOFAGASTA (CHILE): HISTORIA Y PERSPECTIVAS.

Jan José Cademartori D.



Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (420 páginas, 1,94 Mb) pulsando aquí

 

 

CAPITULO 13: LOS ACTORES SOCIALES

13.1 INTRODUCCION.

En Capítulos anteriores se ha estudiado cómo las grandes empresas determinan la configuración productiva conexa, los sistemas de trabajo de la población y el modo de vida. En este Capítulo se explora el juego de los actores sociales (1990-2005) para dibujar sus posibilidades de influir en la trayectoria económica. En sus primeras secciones se analiza de qué manera las empresas multinacionales (EMN) desarrollan su agenda política. En las secciones siguientes se analiza la respuesta de las organizaciones y los movimientos sociales.

La selección de estos actores ha sido lo suficientemente flexible para incluir agrupamientos momentáneos y organizaciones más permanentes. Las organizaciones más visibles probablemente sean los centros de estudiantes universitarios y los funcionarios del Estado, sin embargo su ámbito de acción es nacional; aquí se ha seleccionado principalmente a los actores vinculados directamente con la estrategia económica de la Región de Antofagasta (RA). Esto deja fuera centros de madres, centros de apoderados, clubes del adulto mayor, organizaciones religiosas, a las cuales está afiliada la mayoría de las personas que participan en alguna organización social. Los partidos políticos con representación parlamentaria y municipal de la RA fueron excluidos pues en lugar de presentar programas actúan a través del sello personal de sus representantes. En cuanto al gobierno regional, su estrategia se presentó en el Capítulo 4.6. La exclusión de los movimientos de pobladores se debe a la limitación de información.

13.2 EL DISCURSO DEL GRAN EMPRESARIADO.

Se ha explicado que la expresión orgánica del gran empresariado se efectúa a través de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA). La AIA es la organización social más visible en la prensa regional (Cuadro 13.4.1, sección 4). La AIA es financiada principalmente por las grandes trasnacionales mineras representadas por sus gerentes regionales, siendo marginal la participación de empresas industriales manufactureras y en general, de empresarios locales. Su principal logro consiste en traspasar su discurso de desarrollo para la RA al discurso del gobierno regional.

Este discurso promueve la formación de un cluster industrial para la RA, con el objeto que los proveedores locales satisfagan las necesidades de insumos de las empresas mineras (Capítulos 2.4 y 4.3). Este planteamiento tuvo el mérito de reunir varios aspectos: la visión oficial, la ideología de mercado y la dimensión territorial, combinando el anhelo de los empresarios locales de vincularse a la industria minera, con la estabilidad de la estructura de poder. Todo ello fue presentado bajo la idea de la modernización. Hasta ese momento no existía discurso hacia los empresarios locales.

La reproducción de la estructura de poder, se manifiesta en la composición del Comité Ejecutivo del Consejo Consultivo del Cluster Minero (2003). Este organismo quedó conformado por el Ministro de Minería; el intendente, los presidentes de M.E.L. (un extranjero) y CODELCO, el vicepresidente ejecutivo de CORFO y el Presidente de la AIA569. Este fue inaugurado por el mismo Presidente de la República en Antofagasta. En su periferia se diseñó un Consejo Consultivo, sin poder decisorio y más amplio, integrado por representantes de la pequeña empresa y los rectores de las tres Universidades regionales570. En ambas instancias, quedaron fuera las organizaciones populares.

La asimilación de las elites locales a la estrategia de las EMN se evidencia en su resistencia a cambiar las políticas laborales. La Corporación del Desarrollo para Antofagasta (CDP) se opuso a eventuales regulaciones a la flexibilidad laboral571. La AIA criticó la ley de subcontratación presentada en el año 2006, que pretende hacer solidaria a la empresa mandante por los abusos cometidos contra los derechos legales de los trabajadores subcontratados. Asimismo, el Presidente de la Asociación de Grandes Proveedores Industriales de la Minería, rechazó la idea de excluir los servicios subcontratados de la base imponible de un royalty a las EMN. Este dirigente explicó que, en uno de los recientes proyectos mineros - Los Pelambres del grupo Luksic- 100% de los trabajadores pertenecen a empresas subcontratistas, gracias a lo cual posee los costos de producción más bajos de la minería chilena572. Así segmentos del empresariado defienden la precarización de la mano de obra.

El discurso de la AIA contiene tres elementos adicionales: la vocación minera, la modernización educativa y el emprendimiento, la responsabilidad social.

Las elites locales destacan que la RA mantiene "identidad minera". En el aeropuerto, un cartel reza: "Antofagasta, capital de la minería de Chile", intentando ofrecer a la población un sentimiento de orgullo minero, refrescado mediante Ferias Mineras de alcance internacional, suplementos periodísticos pagados, exhibición de los últimos adelantos tecnológicos en la minería, labor social de fundaciones privadas. También forma parte de este discurso alargar al máximo la duración mental de las reservas mineras, información confidencial de las empresas. Los líderes del sector afirman que "tenemos reservas mineras para muchos años". De esta forma, si la RA goza de "identidad minera", cuenta con abundantes reservas mineras y sus empresas respetan el medio ambiente, la estrategia de desarrollo actual es plenamente sustentable.

Otros de los elementos del discurso es la educación para el emprendimiento. En este relato la empresa local tiene que ganarse el derecho a ser considerada por las empresas internacionales, el trabajador debe obtener el derecho a ser contratado. Si ello no ha ocurrido, es por falta de capacitación de los agentes locales. La AIA contribuye a la creación del Liceo Técnico Don Bosco; M.E.L. aporta fondos a una escuela básica entre las pobres de Antofagasta. Pero no se trata únicamente de capacitación tecnológica, se trata de un cambio de actitud frente a la vida.

Parte de los fondos de las empresas mineras se orienta hacia la educación y la capacitación en "emprendimiento". Las autoridades encargadas de promover el "cluster minero" están destinando más recursos para favorecer el "espíritu empresario". Las Universidades, crean "incubadores de emprendedores" con fondos del Estado. Programas especiales de televisión y radio asignan recursos para estos programas de fomento. Algunos entrevistados culpan a la "falta de educación y cultura" de la población o a lo poco especializada de la mano de obra a lo cual se añade "una tradición paternalista asalariada, renuente al espíritu de sacrificio y favorable al conflicto social".

La "cultura del emprendimiento" cumple una función ideológica que estimula el individualismo. Mediante su discurso, las elites transfieren a individuos aislados la responsabilidad de subsanar los defectos sociales y estructurales de su estrategia de desarrollo, vía alternativa a la acción colectiva. Se ofrece una vía de escape simbólica a jóvenes que no encuentran empleo a pesar del aumento en sus años de estudio. Este relato forma parte de la nueva cultura señalada por historiadores y sociólogos chilenos quienes observan que en este país nuevo y pujante, el héroe refundador no es el actor colectivo sino la figura del empresario audaz, competitivo y emprendedor, cuyos objetivos son la autonomía, la ganancia individual y el consumo573. Francisco Tomic Errázuriz, gerente que rota entre M.E.L. y CODELCO define crudamente esta ideología del desarrollo:

"El problema de Chile es que siendo un país señal en el mundo, la gente tiene la práctica de compadecerse y no tiene la capacidad de hacer frente a los retos de la vida, mientras que un economista famoso dijo que el desarrollo no es más que un estado de ánimo574"

Además los programas pro-emprendimiento cumplen funciones económicas reproductivas del actual modelo. En primer lugar, el autoempleo permite saltar regulaciones laborales a la jornada de trabajo, estirada por la fortaleza anímica de los nuevos empresarios. Ello podría abaratar los costos de los polos dominantes que compran estos nuevos productos y servicios. Finalmente, los programas "pro emprendimiento" generan negocios para consultores privados, académicos, periodistas, agencias de publicidad y otros profesionales de la clase media emergente.

Por otro lado el discurso empresarial captura la sensibilidad que despierta el problema medioambiental. Para este efecto, las empresas mineras presentan su producción como tecnológicamente limpia. M.E.L. recuerda que recicla agua de mar para satisfacer parte de sus requerimientos hídricos. Cuenta con un kiosco de información para los turistas. Posteriormente el discurso se engloba bajo el concepto de "responsabilidad social de la empresa", que comprende un conjunto más amplia de áreas externas a las empresas.

Finalmente este lenguaje modernizante es introducido por la elite local como "mega lenguaje". Desde hace un tiempo, las autoridades económicas nacionales desafían a los ciudadanos a jugar en "las grandes ligas" de la globalización. También el suplemento de "El Mercurio de Antofagasta" titulado: "Cluster Minero: Compromiso de Todos" afirma que "comienza a desarrollarse el mega proyecto Región". El nuevo puerto de Mejillones, de tamaño medio, en el relato de las elites locales es el "mega puerto de Mejillones". El alcalde de Antofagasta, parece contagiado con este lenguaje, pues su lema es transformar su ciudad en "mega ciudad". De esta forma la dimensión cuantitativa genera una imagen de desarrollo donde "lo grande es hermoso".

Así, las elites locales disfrazan la reproducción de modelo tradicional de enclave exportador de materias prima con un discurso modernizador (educación, tecnología y emprendimiento, responsabilidad social y ambiental, hiper-crecimiento es desarrollo).

De todos modos, la campaña de imagen no resulta fácil Sólo un 30,2% de los encuestados respondieron que la actividad minera contribuye mucho o bastante al desarrollo de la Región (Cuadro 13.2.1). Asimismo en Arroyo (2003) se pide a los encuestados evaluar la responsabilidad social de la gran minería (Cuadro 13.2.2). El promedio final 4,3 debe interpretarse como una aprobación casi con el mínimo, ayudado por una buena evaluación en la dimensión laboral, probablemente porque los proyectos de inversión han generado nuevos empleos (Cuadro 13.2.3). Sin embargo, otro estudio detectó que la abrumadora mayoría estaba de acuerdo con al establecimiento de un royalty a la minería trasnacional, a pesar que en el momento de la encuesta el Parlamento había rechazado la iniciativa (Cuadro 13.2.3). De lo anterior se desprende que la población duda del aporte de la minería multinacional, luego los actores dominantes requieren aplacar esta vacilación mediante recursos comunicacionales, clientelares y políticos que serán analizados en las secciones siguientes.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles