BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

INVERSION EXTRANJERA EN EL DESARROLLO DE LA REGION MINERA DE ANTOFAGASTA (CHILE): HISTORIA Y PERSPECTIVAS.

Jan José Cademartori D.



Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (420 páginas, 1,94 Mb) pulsando aquí

 

 

4.6. LAS ESTRATEGIAS EN LA REGION DE ANTOFAGASTA 1990- 2000.

A partir de 1990, los Gobiernos regionales elaboran documentos estratégicos. Con ese propósito, el Gobierno de la RA coordina un proceso de debate al cual concurren talleres participativos que establecen un diagnóstico de los sectores productivos y sociales de la región. Por último, el debate selecciona 400 ideas de la base, resumidas en el documento "Once Proyectos para el Desarrollo" de junio de 1991. Se afirma la necesidad de que la RA sea un protagonista capaz definir su destino propio. Para reforzar esta voluntad, en 1992, el Gobierno regional de Antofagasta organiza un Encuentro para la Identidad Regional, que consigue el Proyecto número 12: "Identidad Regional". Así pues, el documento final y los acuerdos celebrados parecen expresar la atmósfera de optimismo y unidad de fuerzas que habían resistido a la dictadura.

Esta estrategia indica la tarea prioritaria de la RA: eliminar su dependencia de un recurso no renovable. Con este fin, declara la necesidad de fundir y refinar el cobre en la región, de promover un programa de desarrollo pesquero, de administrar de manera duradera el Salar de Atacama (para la industria minera no metálica) y de crear una zona de integración económica con las regiones de los países limítrofes. Es decir, esta estrategia identifica nuevos sectores económicos que deben desarrollarse y proyecta industrializar los recursos naturales antes de exportarlos. Otra característica de este documento es la inclusión de la empresa oficial CODELCO en la estrategia, lo que no se repetirá en los documentos posteriores. Por lo tanto, estas ideas implicaban el deseo superar el modelo de desarrollo económico anterior. Este planteamiento no solamente resulta coherente con el programa nacional de la Concertación, reanuda la solicitud histórica de los actores sindicales y regionalistas (Capítulo 3).

Más tarde, la relación de fuerzas va a cambiar. El Gobierno y los jefes de empresa crearon en 1992 la Corporación para el Desarrollo Productivo de Antofagasta (CDP) 1992. En la CDP colaboran el sector privado (en Chile es sinónimo de los empresarios), el sector público y las universidades de la región. En principio, el Gobierno regional pretende integrar a los representantes de los trabajadores. Se opusieron los jefes de las grandes empresas, arguyendo que los sindicatos no disponían de recursos que aportar y que podrían utilizar la CDP en favor de sus aspiraciones económicas. Después de un año, el Gobierno acepta la exigencia de los managers. A continuación, la asociación de los pequeños industriales de Antofagasta (AGPIA) abandona la CDP a pesar de su interés en participar. De este modo, en el CDP perduran el Gobierno regional, las universidades, CODELCO y las grandes empresas privadas de la región, entre las cuales empresas extranjeras. Estas últimas influyen sobre los recursos económicos de la CDP pues las cuotas son proporcionales al tamaño económico de cada asociado221. De esta manera el poder real comienza a desplazarse de fuerzas que habían resistido a la dictadura hacia los medios económicos.

En 1994, una vez elegido el Presidente Frei Ruiz Tagle, el Gobierno de Antofagasta elabora un nuevo documento llamado "Doce Lineamientos Estratégicos"222. Este documento intenta traducir "las seis grandes tareas nacionales" anunciadas por Frei en abril de 1994. Contrariamente a la estrategia anterior, este documento procede de los representantes de cada Ministerio en la Región (los Seremis). Ellos utilizan el concepto de "lineamiento" que es más flexible y menos vinculante para el Estado que el de "proyecto" empleado en 1991. Además las materias económicas concretas son menos importantes que objetivos generales como "el desarrollo de la persona humana". Este estilo ratifica el rol preponderante del "sector privado" en definir los proyectos.

En cuanto a su contenido, la nueva estrategia conserva las ideas básicas. Sin embargo cambia el orden de prioridad en materia económica. Su primer "lineamiento" es la integración económica con las regiones de los países vecinos, mientras que la diversificación productiva se relega al tercer nivel. La integración económica se traduce en infraestructura caminera para facilitar el transporte con Argentina y la promoción de contactos personales. Con todo, la visión empresarial va estar focalizada en la reproducción del modelo trasnacional. Esto se refleja en el programa CDP-CORFO.

En 1995, el CORFO y la Comunidad Económica Europea aportaron fondos a la CDP para subsidiar a las empresas mineras para que formasen a sus proveedores locales. Después de un año de "calificación", este programa obtuvo que un grupo de proveedores vendiera un millón de dólares a las grandes empresas. Los evaluadores del proyecto concluyeron que éste fue insuficiente para lograr que los beneficiarios obtuviesen más de un cliente y para que respondiesen a los costosos y variados sistemas de evaluación de cada comprador 223.

En 1997, la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), el Servicio de Cooperación Técnica del Gobierno (SERCOTEC) y la CDP implementaron un programa similar. AIA aportó su estructura organizativa y personal224. AIA representa a los gerentes de las grandes empresas, entre las cuales las EMN de la minería (Capítulo 13.2) Este programa piloto permitió a 15 proveedores de la minería convertirse en "aptos", según las condiciones exigidas por las grandes empresas . A partir de ese momento, casi todos los seminarios organizados por AIA y el Gobierno regional colocaron este tema en el orden del día de debate 225.

Esta evolución se consolida a partir del año 2000 bajo el Presidente Lagos. Entonces, el Gobierno elabora un nuevo documento que pretende ser una actualización de la estrategia de desarrollo regional226. En su sección económica, se retienen solamente dos sectores de trabajo: la integración fronteriza y el cluster minero. Para justificar esta reducción era común escuchar en los pasillos que las estrategias anteriores, eran "demasiados generales", y dispersaban el gasto del Estado.

Este primer lineamiento intenta "consolidar a la Región RA como un eje de integración de la Zona Centro Occidental Sudamericano (ZICOSUR) y como un eje del comercio entre ZICOSUR y los países de la cuenca del Pacífico". Al Norte de Chile, esta línea de trabajo tiene continuidad histórica, reforzada gracias a los encuentros periódicos de las empresas, de los hombres políticos e incluso de las universidades del ZICOSUR. En los años noventa, estos esfuerzos se materializaron en rutas, gaseoductos y redes de telecomunicaciones. En particular, se completó la pavimentación de una autopista que conecta a Antofagasta con el Paso de Jama en la frontera con Argentina, y la de Tocopille-Iquique por la costa; se comenzó a construir el futuro puerto de Mejillones, más moderno y más extenso que el actual puerto de Antofagasta. Del mismo modo, la integración económica fronteriza es interesante para los municipios cerca de la frontera, diferentes de Antofagasta, especialmente Calama y San Pedro de Atacama. De esta manera, el futuro de la región parece menos dependiente de la minería, más abierto a la integración latinoamericana y capaz de aprovechar la situación geográfica de la RA.

Sin embargo, los fondos de fomento productivo van destinados principalmente al paradigma del cluster minero, clave de la estrategia económica, (Capítulo 2.4). En esta visión pragmática, se asume que la minería arrastra a los otros sectores de la región. La diversificación productiva vía integración fronteriza queda restringida al comercio, al transporte de mercaderías, al turismo, al desarrollo de la economía importadora y exportadora, es decir, a la integración con la globalización. Este documento incorpora por primera vez la necesidad de promover la defensa del mercado minero ante las barreras no comerciales, y de favorecer el desarrollo científico en los sectores de la minería. En su introducción, en sintonía con la tradición ortodoxa, el crecimiento económico y el aumento de la productividad laboral se consideran como los motores del desarrollo de la sociedad para superar la pobreza. Así pues, en esta nueva versión, el desarrollo minero, dominado por EMN, es visto como la fuente del crecimiento económico, sustituye a la aspiración histórica de eliminar la dependencia minera.

Se sostiene la formación de parques industriales con aportes públicos y privados de $373 millones de pesos, apoyando proyectos como CITEN, Plaza de Negocios La Negra, CIEM La Negra y CIE La Chimba; iniciativas correspondientes a la ciudad de Antofagasta, que pretenden agrupar 100 empresas, las cuales esperaban generar 7.950 empleos. Además, se están apoyando parques industriales en otras ciudades de la RA: Puerto Seco Empresarios de Calama, AGPIM, Mejillones; CESMIN Antofagasta; APIAT y Barriles de Tocopilla. Estas iniciativas contemplan otros 250 a 300 empresarios aproximadamente. Para justificar el cluster minero se financian charlas, talleres, seminarios, diálogos ciudadanos, artículos de prensa, programas en televisión y radios227.

En resumen, el discurso de la estrategia del cluster refleja la creciente influencia de las EMN y la centralización del capital en Chile. Resulta coherente con la estrategia macro - económico y especialmente con la política de promoción de las inversiones extranjeras. Las grandes empresas incluso podrían reducir sus costes de producción trabajando con algunos proveedores locales. El modelo de cluster (contrariamente a los impuestos y a las tarifas de importación), no se opone a las fuerzas del mercado. Tampoco exige recuperar el rol de la inversión pública.

En vez de crear nuevas líneas de producción, la estrategia actual privilegia la descentralización productiva, la subdivisión de las tareas, de los empleos y salarios. El "toyotismo" implica los procesos de subcontratación de personal. Esta no se restringe a las EMN, se ha visto como se incorpora en CODELCO. Este tipo de desarrollo es consistente con las estrategias patronales favorables a la flexibilidad del trabajo.

Desde el punto de vista político- social, la estrategia cluster pretende integrar orgánicamente al enclave a sectores de las clases medias de la sociedad. El "toyotismo" oferta recoger los frutos de su integración con el sector moderno de la economía chilena: las exportaciones. Todo ello en el marco del discurso modernizante. La "modernización" es la palabra clave el discurso de la coalición de Gobierno. El fracaso de esta estrategia sería resultado de la incapacidad de los que "se niegan a modernizarse". De esta manera, el paradigma de la modernización puede transferir la responsabilidad de la aplicación de la estrategia del nivel macro a cada agente económico.

Además, la estrategia del cluster ofrece una imagen de coherencia al discurso del Gobierno regional. Siendo la minería la actividad dominante, casi cualquier inversión puede asociarse como un beneficio para ella o como sus consecuencias. Por ejemplo el subsidio a la formación profesional, las obras públicas, el nuevo barrio industrial, la Zona Franca Industrial de Tocopilla (creada en 2001) o el desarrollo científico han sido mencionadas como ejemplos de aplicación de esta estrategia. Eso contribuye también a comprometer distintos sectores sociales con la estrategia regional.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles