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INVERSION EXTRANJERA EN EL DESARROLLO DE LA REGION MINERA DE ANTOFAGASTA (CHILE): HISTORIA Y PERSPECTIVAS.

Jan José Cademartori D.



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CAPITULO 10: LA CALIDAD DE VIDA EN EL TRABAJO.

10.1. INTRODUCCION.-

En los Capítulos siguientes se exponen las consecuencias del modelo de desarrollo de la región sobre la calidad de vida de sus trabajadores. Como se indicó en el marco teórico una trayectoria de Desarrollo Durable exige una mejor calidad de vida colectiva al menos para compensar la depreciación del stock de recursos naturales. Se evaluará la hipótesis siguiente: ¿La masiva IED ha permitido mejorar las condiciones de vida de los trabajadores de la RA?. Pare responder se hará una comparación transversal que se puede justificar de la siguiente manera: si la RA se ha caracterizado por su liderazgo en materia de IED y crecimiento económico, también debería ser líder en materia de calidad de vida de sus trabajadores.

Desgraciadamente no hay series de tiempo representativas. Básicamente, se compara la situación de los trabajadores de la Región de Antofagasta (RA) con la de los trabajadores chilenos. Aparecen una serie de conceptos, que caben bajo el concepto de "trabajo decente" definido por la Organización Internacional del Trabajo440. Por falta de datos, se han excluido algunos aspectos que cobran creciente importancia441. Las fuentes de información fueron encuestas oficiales, monografías, informaciones de prensa, algunas de las entrevistas a líderes sindicales listadas en el Capítulo 1.4, sobre todo se ocupó la Encuesta Nacional Laboral (ENCLA), contenida en Dirección del Trabajo (2003a) y (2003b) para la RA. Otra de las fuentes fue CASEN (Capítulo 2.11)

El Capítulo se encuentra dividido en varias secciones. En la primera sección se describen el contexto en que se desenvuelve la jornada de trabajo en la RA. Esto sirve para interpretar adecuadamente los promedios estadísticos. Enseguida se analiza la segmentación en el mercado del trabajo (secciones 2, 3, 4, 5, 6). En las secciones 7, 8, 9 y 10 se analizan como esta segmentación se refleja en indicadores cuantitativos sobre inestabilidad laboral, duración promedio de la jornada de trabajo, grado de sindicalización y ambiente físico de trabajo respectivamente.

10.2. CARACTERISTICAS DEL TRABAJO EN LA MINERIA

Es importante tener en cuenta el contexto en que se desenvuelven las jornadas de trabajo de buena parte de los asalariados de la región antes de comparar sus salarios con el resto del país: subcontratación, jornadas especiales de trabajo, trabajo en días domingo, sistemas de turnos y trabajo en altura.

En la jornada ordinaria legal el trabajador ejerce 48 horas a la semana, de lunes a viernes o de lunes a sábado y regresa todos los días a dormir a su hogar. En cambio en las jornadas especiales, se pueden encontrar variados regímenes (Cuadro 10.2.1). Por ejemplo, en el sistema 21x7 el trabajador vive 21 días en un campamento minero y se reintegra 7 días a su hogar.

Los antiguos campamentos además de exigir una infraestructura, eran fuente de construcción de una identidad obrera. Actualmente, el trabajador minero se transforma en un inmigrante permanente pues su familia ya no vive en el campamento minero sino que frecuentemente habita en una región diferente.

La ENCLA 2002 confirma la mayor presencia de las jornadas especiales en la RA que en el resto del país442. Por otro lado, un programa de fiscalización realizado en 1996 a yacimientos mineros, detectó que sólo un tercio correspondían a jornadas llamadas ordinarias443. Una parte importante de las empresas de servicios que proveen trabajadores a las minas están obligadas a seguir jornadas especiales de trabajo. Se excluyen los cuadros de confianza y algunos profesionales que trabajaban en las oficinas administrativas de las empresas. Así, el sistema de jornada establece desde ya una gran diferencia interna en la calidad de vida entre los ocupados.

Teóricamente estos sistemas garantizan que el número total de horas trabajadas respeta los límites de una jornada ordinaria, sólo que repartidos de una manera distinta. En la práctica esto es difícil de controlar. Desde ya, el viaje entre el hogar y el trabajo, rara vez se considera parte de la jornada de trabajo, con lo cual su duración se extiende automáticamente.

Las jornadas especiales tampoco aseguran el retorno del trabajador al hogar en la fecha prevista. Un entrevistado describe su recorrido por diferentes empresas ninguna de las cuales respetaba sus períodos de descanso444:

Hombre, 26 años, soltero, sin hijos, proveedor de su familia de origen, vive con su madre. Técnico Electrónico Industrial. Trabaja en una empresa de ingeniería: "Claro, ahí estábamos en (la mina) Tesoro, igual después estuve en Coyahuasi trabajando, ahí estuve como, bueno es que a veces el turno no lo respetan porque a veces tú te vas por siete días y estás apurado en el trabajo y te quedas diez, entonces después bajas, estás cinco días, tres días y te llaman de nuevo porque necesitan gente y te vas de nuevo, entonces, pero ahí el turno era siete por siete nunca se cumplió ()".

En algunos casos, las jornadas especiales se extienden con el acuerdo del trabajador. Se configura así la práctica conocida como "venta de la bajada" la cual puede acarrear que en vez de los 20 días pactados originalmente, el trabajador permanece 50 días en actividad (20+10+20). En estos casos es difícil la fiscalización porque la adulteración del libro de registro cuenta con la complicidad del trabajador, no hay reloj control automático y los inspectores anuncian su ingreso al campamento un día antes445.

En las jornadas especiales el trabajador se transforma en un elemento disociador de la familia como resultado de la alternancia de ausencias y presencias en el seno del hogar. Ello acarrea conflictos entre los cónyuges por: i) problemas disciplinarios con los hijos motivados por un doble estándar; ii) ausencias en fechas claves; iii) irrupción del padre alterando las rutinas familiares; iv) equidad en los períodos de descanso. Esto se agrava cuando el trabajador asume responsabilidades sindicales o una jefatura que interrumpe la vida familiar durante el descanso. En general la crianza de los niños se transforma en responsabilidad de sólo uno de los miembros de la pareja. En muchos casos estas situaciones llevan a una espiral de distanciamiento que incita al trabajador para no volver al hogar en sus períodos de descanso446.

Estas jornadas se encuentran vinculadas a los sistemas de turnos atípicos. Especialmente el trabajo nocturno invierte el ciclo biológico normal acarreando varios inconvenientes: alteraciones del sueño, de la vida social, de los hábitos alimentarios, dificultades para la concentración en el trabajo447. Aun cuando en la RA un 63% de las empresas no utiliza sistema de turnos, en la mediana y gran empresa, donde existe mayor potencial de acción sindical, el 58% de las empresas utiliza sistemas de turno. Dentro de ellas un 38% emplea turnos de noche. Un 96% de los turnos son reasignados a los trabajadores semanalmente en tanto que un 4% se hace diariamente (a nivel nacional 82% y 4% respectivamente448). Esto significa una alteración continua del metabolismo del trabajador y un desorden permanente en la vida familiar.

Paralelamente, un 23,3% de los encuestados de la RA trabaja en día domingo. En la minería, un 100%, de los trabajadores labora en domingo; en el sector secundario, un 5,6%, y en el sector terciario, un 26,8%. A nivel nacional, esta cifra ha aumentado en un 22,8% entre 1998 y el año 2002.

Otras de las características del trabajo en la minería es el trabajo en altura que en Chile representa aproximadamente a 30 mil mineros. Ellos trabajan en forma intermitente a tres mil metros sobre el nivel del mar o más, lo que expone su organismo al "estrés de altura" que afecta al sistema nervioso central. La altura provoca efectos en las personas debido a la menor cantidad de oxígeno, la sequedad del aire, la menor presión atmosférica, bajas temperaturas, radiación cósmica y solar449. Además la altura obliga a los mineros a aumentar su concentración para evitar mayores accidentes de trabajo. El 96% de los mineros padecen de cefaleas agudas, el 60% de insomnios, el 38% de anorexia, el 27% de mareos, 26 % de cefalea severa, el 14% de vómitos y el 13% de descoordinación motora. El problema no sólo radica en la altura, pues las personas tienen capacidad de adaptación; la situación es más compleja pues los trabajadores no permanecen en sus lugares de trabajo y no tienen las posibilidades de vivir en el campamento como antaño 450.

En resumen, el trabajador de la minería, cuenta con mejores salarios que en otros sectores de la producción pero trabaja horas suplementarias y se distancia de su núcleo familiar. La variabilidad de los períodos de descanso y sus cambios imprevistos deterioran su salud. Además el trabajador pierde contactos con sus vecinos y amigos, se lesiona su capacidad para participar regularmente en organizaciones sociales y ser un actor del territorio. De esta manera el trabajo es una fuente de extracción de recursos naturales y de disminución del "capital humano y social".


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