BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

INVERSION EXTRANJERA EN EL DESARROLLO DE LA REGION MINERA DE ANTOFAGASTA (CHILE): HISTORIA Y PERSPECTIVAS.

Jan José Cademartori D.



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2.6. ESTRUCTURA SOCIAL Y POLITICA PARA LA REPRODUCCION DEL ENCLAVE.

En algunos casos aparece intervención política, militar y económica de los Estados para proteger y expandir sus EMN33. Normalmente la intrusión extranjera es más sutil: financiamiento de medios de prensa, avisos publicitarios, campañas electorales, proyectos de investigación, ONGs, ayuda externa condicionada a determinadas políticas económicas, etc. También se ha reclamado contra la transposición de valores y prácticas organizacionales, de una "cultura de empresa multinacional" que permiten reproducir estructuras mentales favorables a la dominación: organizaciones verticales, antisindicalismo, individualismo, consumismo, un estilo de vida importado34. La interacción de esta larga lista de elementos redunda en agravar la dependencia del exterior.

De acuerdo a la experiencia latinoamericana, en los enclaves tradicionales se forma una alianza natural entre las elites locales, las elites nacionales y las empresas extranjeras. Las elites políticas locales obtienen su prestigio de su capacidad de mantener el orden público en los enclaves y de atraer la IED. Los empresarios del enclave presentan cierto grado de homogeneidad pues a menudo comparten educación, origen familiar, social y/o racial, reforzados por matrimonios intra clase; sobre todo dependen de las relaciones personales, del comercio y de los servicios que les son contratados por las empresas extranjeras. Además esta alianza teme la acción organizada de los centros de concentración proletaria en los enclaves, la cual podría hacer peligrar la estructura social. Así, la organización productiva del enclave reproduce una estructura social y política vertical y rígida que permite su reproducción.

Justamente el trabajo de Kopinak (2003) permite redescrubir las semejanzas entre el pasado y el presente. En las maquilas de Baja California, se estableció la alianza estratégica entre un grupo de ingenieros locales organizados, que habían sido educados en los mismos colegios de elite. Estos ingenieros "vendieron" a las EMN el modelo de explotación de una fuerza de trabajo barata y disciplinada con parte importante de los sindicatos controlados por el gobierno. Finalmente, estos ingenieros fueron contratados como administradores de grandes parques industriales.

Actualmente, el prestigio del centro se refuerza por el hecho que las empresas del enclave exhiben las tecnologías más avanzadas. Las elites internas asociadas comparten los beneficios del uso de estas tecnologías a cambio de asegurar la disciplina del resto de la población. El discurso actual de las elites destaca que los sectores de recursos naturales son mucho más intensivos en tecnología que en el pasado. La presencia de las EMN permite alcanzar la "frontera tecnológica mundial", rebalsar tecnología a los proveedores locales, ponerse a tono con las necesidades de la globalización.

Además el poder central depende de las divisas que proporcionan las exportaciones del enclave. Las minorías importan bienes sofisticados y es justamente el enclave quien proporciona las divisas para gastarlas en el exterior. En la literatura se ha destacado el rol de "luxury importers" para explicar la incapacidad estructural de las economías de enclave para absorber los ingresos de exportación creando un mercado local de bienes de consumo. También se ha usado el concepto de "sugar mentality" para explicar la aversión de algunas burguesías locales para invertir en proyectos riesgosos, aversión que contrasta con su disposición a especular y su consumo suntuario.

De esta forma, en los enclaves tradicionales se presenta una "diversificación precoz del consumo" en relación al débil desarrollo económico del enclave. Esta demanda es muy restringida en términos de volumen pero muy diversificada en términos del tipo de productos. Esto genera una estructura productiva dependiente y deforme pues ella no admite la fabricación nacional de bienes de capital, de insumos y de consumo, para servir los mercados internos como ocurrió en los países que primero desarrollaron el capitalismo35. Esto debilita la formación de mercados y de cadenas productivas integradas en donde el consumo facilita la producción nacional de los insumos y viceversa. Además ello restringe el nacimiento de grupos sociales intermedios, y en particular, de una burguesía innovadora capaz de encarnar un proyecto de desarrollo endógeno.

Peor aún, una vez agotados los recursos naturales más próximos y fáciles de explotar, comienza a aumentar el costo marginal de producción. Esto no ocurre en las actividades manufactureras en donde operan economías de escala y curvas de aprendizaje que reducen el costo unitario de exportar. El aumento del costo de producción genera presiones sobre la calidad de vida de los trabajadores36. Al mismo tiempo, los enclaves mineros peligran a causa del reemplazo de las materias primas por sustitutos artificiales, el siempre vigente problema de la caída de los precios de intercambio37 y las crisis cíclicas de la economía mundial. A estos problemas se añaden los conflictos ambientales en grandes proyectos mineros, a causa de la contaminación de ríos y valles campesinos. Estas situaciones modelan los valores identitarios de los actores aumentando la intensidad del conflicto social.

Incluso es frecuente que los recursos minerales del enclave se localicen a gran distancia de las concentraciones de población y en zonas de difícil acceso; para el Estado nacional es tentador no tener que compartir los excedentes del enclave con una población local débil, dispersa, amenazada por países vecinos, poco numerosa38.

En la medida que los recursos que aporta el enclave sean estratégicos, el Estado tiene menos incentivos para modificar su estructura productiva. En algunos enclaves, existe una relación directa entre las empresas extranjeras y el poder central de modo que las políticas que afectan la vida de los enclaves son decididas en la capital39. Una forma de fortalecer esta alianza, consiste en conceder nuevos privilegios fiscales para estimular la reinversión en el enclave. También se busca abaratar los insumos facilitando la competencia de los trabajadores inmigrantes, eliminando la preferencia por el proveedor local y la protección de sus recursos naturales. Así, los grupos dominantes del Estado nacional expanden el excedente apropiable en lugar de captarlos para modificar la estructura productiva del enclave.

No obstante lo anterior, la polarización puede dar lugar a una revisión del destino de los excedentes. Sabemos que el período 1940- 1960, estuvo caracterizado por las "revueltas nacionalistas", en las cuales, como consecuencia de la descolonización, muchos gobiernos regularon sus enclaves en beneficio de la diversificación productiva. Además, el mismo proletariado de los enclaves fortaleció las alianzas nacionalistas en Chile (ver Capítulos 3.3 y 3.5). Siguiendo a Peemans (2002:287) esa realidad parece haber cambiado con la tendencia a una identificación de intereses entre las elites locales y la globalización de tipo neo-liberal.

¿Tiene sentido seguir usando el concepto de enclave en la actual época de globalización? Actualmente, la globalización parece borrar la antigua división del mundo entre países exportadores de materias primas y países industrializados. Por otro lado la lógica del enclave parecía ser resultado del bajo nivel de desarrollo económico del país anfitrión pero países como Chile actualmente presentan varias veces el PIB de décadas anteriores. Esto brinda una oportunidad a sus empresas para conectarse como eficientes proveedores de las empresas extranjeras dando lugar a polos locales de crecimiento. Las empresas extranjeras contratan recursos humanos locales y estos asumen roles de dirección. Había una clase media y una industria local antes del aterrizaje de las empresas extranjeras y la sociedad no se polariza entre una elite funcional al capital extranjero y una masa de trabajadores mal pagados. Sin embargo, la IED en los países menos desarrollados y el progreso tecnológico se aceleran dando lugar a nuevas formas de subordinación o de integración dependiente.


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