BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

INVERSION EXTRANJERA EN EL DESARROLLO DE LA REGION MINERA DE ANTOFAGASTA (CHILE): HISTORIA Y PERSPECTIVAS.

Jan José Cademartori D.



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13.5. EL CONTROL SOBRE LA PRENSA.

Se ha visto que entre los actores influyentes en Chile destacan los medios de comunicación (en cabeza), los ministros de sector económico y los grupos económicos (Cuadro 4.2.3, Capítulo 4). Los medios no se limitan a transmitir, ellos participan activamente de la (re) creación de la actualidad. En cierta medida llenan el vacío que dejaron los actores del modelo desarrollista; junto a las agencias de marketing y las encuestas de opinión, los medios de prensa generan política creando imágenes publicitarias de candidatos y caudillos sorpresa que carecen de una vida militante.

Los medios de las organizaciones que se opusieron al golpe de estado de 1973, se expropió sin indemnización. Paradojalmente, casi todos los medios de comunicación que lograron sobrevivir a la dictadura, fueron desapareciendo por asfixia económica pues la prensa escrita empresarial controla el avisaje privado y el estatal 583

La televisión es la principal herramienta de información de la población584. Las cadenas de TV abierta (incluyendo al canal del Estado) compiten por los horarios de mayor audiencia con programas de entretención dirigidos a un público poco exigente en contenido cultural pero disputado con ofertas innovativas585. Después del régimen de Pinochet se han consolidado las cadenas empresariales de la TV abierta, controladas por grupos que se desarrollaron en aquella época586. Al mismo tiempo el único canal de televisión del Estado, es supervisado por un Consejo que emana del Senado, elegido a través de mecanismos electorales poco democráticos (Capítulo 13.11). Si el poder de los grupos económicos chilenos se extiende a la televisión abierta, el de las EMN se concentra en los programas envasados en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, en el cine y en el control de la televisión pagada587. En el sector de la radio, cadenas transnacionales se volvieron protagonistas y estaban sustituyendo a las radios locales.

Los vencedores del golpe de estado de 1973, se han expresado tradicionalmente a través de la cadena de periódicos "El Mercurio", el diario más antiguo de Chile, y la cadena de televisión de la Universidad Católica de Chile (TVUC). Actualmente la familia Edwards es propietaria en Santiago de "El Mercurio", "Las Ultimas Noticias", "La Segunda" y 19 Diarios que dominan la prensa regional. Su rival Copesa, pertenece al grupo económico de Alvaro Saieh, que también creció durante el régimen militar. Copesa actualmente maneja el resto del periodismo escrito nacional ("La Tercera", "La Cuarta" y la revista "Que Pasa"). Los grupos Edwards y Copesa ya controlaban las ventas de la prensa escrita en 1978 (85%), 1988 (96%) y 1998 (96%)588.

Los dueños del "El Mercurio de Antofagasta" detentan el monopolio de la prensa escrita de la RA, mediante "El Mercurio de Antofagasta", "El Mercurio de Calama", "La Estrella del Norte", "La Estrella del Loa" (Calama), "La Prensa de Tocopilla". Estos periódicos cubren todo el espectro segmentando sus productos en dos sectores: "prensa seria" (El Mercurio) y "prensa amarilla" (La Estrella) dirigida a los sectores de menores ingresos589. Este monopolio ha tenido importancia en la Región destacando una visión determinada, como se desprende de los siguientes estudios.

En efecto, el análisis de discurso de Campos y Tapia (2002) revela que durante el régimen militar, "El Mercurio de Antofagasta", a través de sus editoriales, sirvió a los intereses comunicacionales del régimen militar, criminalizando las movilizaciones sociales de 1983-1988590. Años después de este estudio, Hernández (2005) analizó la información proporcionada por "El Mercurio de Antofagasta" y "El Mercurio" de Santiago sobre el proyecto de royalty a la minería. Esta monografía concluye que hubo un claro sesgo en contra del proyecto, en un 64% de las referencias, sin contar los editoriales que eran todos negativos. Las referencias a favor del proyecto eran citas textuales mientras que las críticas eran copia del "El Mercurio de Santiago". La cadena argüía que la IED se desplazaría desde Chile hacia otros países, situación que no se produjo ni podía ocurrir como lo demuestran los resultados económicos de las empresas estudiadas en el Capítulo 9 de esta publicación.

Además Díaz y Pérez (2006) analizan el discurso de los dirigentes estudiantiles universitarios de la ciudad de Antofagasta por el conflicto generado por la Ley de Financiamiento de la Educación Superior. Estos líderes coinciden en que la prensa escrita y la televisión regional del gobierno criminalizaron su movimiento de protesta. Estos medios de comunicación se referían exclusivamente a los desbordes de violencia, minimizaban el número de participantes en los desfiles pacíficos y no proporcionaban contenido de fondo sobre las causas de su movilización.

De Martínez, León y Sobrevillo (2003) se concluye que también existen periodistas alternativos, pero qu asumen riesgos. Es el caso de un profesional de la antena regional de la televisión estatal quien investigó la catástrofe ambiental del Río Loa, lo que le valió intervención de su teléfono, seguimiento, amenazas verbales de autoridades de Gobierno. Una vez cubierta la noticia por la televisión, era imposible que el caso no fuera destacado por los restantes medios locales y nacionales. Pero ello requirió de actos de desafío a la estructura de poder.

Otro ejemplo del rol de la prensa proviene de nuestra visita en plena la huelga de los trabajadores de M.E.L. La prensa escrita informaba que los huelguistas compraban nuevos automóviles mientras ocupaban las instalaciones del campamento. Al mismo tiempo, por medio de la cadena "El Mercurio" y la televisión, asesores económicos preveían efectos económicos negativos que jamás se produjeron591. La cadena "El Mercurio" destacó las sumas de dinero recibidas por asesores del Sindicato pero omitió la productividad de los mineros, sus sistemas de trabajo, los sueldos de sus altos ejecutivos y la rentabilidad de la empresa. Así, la prensa escrita regional proporcionó una visión del conflicto adecuada a las necesidades comunicacionales de la empresa.

En "El Mercurio de Antofagasta" en cambio registran escasa presencia las asociaciones de trabajadores y de las pequeñas empresas de la RA. Para comprobarlo, se contó el número de menciones a ciertas organizaciones mediante el buscador Explorer del mismo Diario. Este entrega un máximo de 250 noticias por palabra clave, ordenadas cronológicamente hacia atrás. Ello permite calcular la cantidad de menciones promedio por mes. Como se desprende de la última columna del Cuadro 13.5.1 y del Gráfico 13.5.1: * La AIA ocupa el primer lugar. A continuación le sigue la Fundación Minera Escondida, mientras que el Consejo Minero ocupa el tercer lugar. Estas tres organizaciones empresariales están vinculadas a las elites empresariales extranjeras. * Las organizaciones contestatarias, ambientales, indígenas y de recuperación del cobre ocupan los últimos lugares. Los pequeños empresarios (AGPIA) están cerca del final.

El nexo económico e ideológico entre la prensa escrita regional y la gran minería se refuerza a través de la publicidad en los suplementos (revistas) mineras anexas a la prensa escrita. En estos escritos, pagados por las mismas empresas aludidas, se destacan en ediciones de calidad, las inversiones, los cambios tecnológicos, las Ferias Internacionales, presentando una visión atractiva, responsable y moderna de la minería multinacional, de la AIA y de sus principales proveedores.

Este sesgo empresarial del "El Mercurio de Antofagasta" es compensado con la marca del regionalismo. Lo mismo ocurre con la Prensa Austral, propiedad de la misma cadena. Su estilo se destaca con la portada: "¡Cuando no!: Santiago se llevó 28,7% de los fondos del royalty minero"592. En esa línea, "El Mercurio de Antofagasta", colaboró en la campaña "Yo voto por las regiones", promovida por todo el país por el Consejo Nacional para la Regionalización y Descentralización, organismo donde convergeron: la AIA, el Rector de la Universidad de Antofagasta, la Universidad José Santos Ossa, la Agrupación de Regionalistas por el Desarrollo (REDES), las Cámaras de empresarios del Comercio y de la Construcción entre otros593.

En conclusión, uno de los pilares de la estructura del enclave es el control de la prensa por las elites empresariales. . En la RA, la prensa, especialmente la escrita, continúa en poder de los vencedores del golpe de estado de 1973. Sin embargo, con el propósito de llegar a amplios sectores, la prensa empresarial de la RA matiza su defensa del orden económico establecido recurriendo a la calidad técnica de sus impresiones y a la seriedad de algunos periodistas, a lo cual debe agregarse un discurso regionalista y ambientalista, sin establecer vínculo entre la estructura económica de base y la distribución del poder regional, ambiental y social.

Este control de la prensa probablemente resulta más facil en regiones de mayor concentración de riqueza y con un número menor de lectores que en las grandes metrópolis. En estas condiciones, el avisaje publicitario es decisivo para financiarla. Esto mismo refuerza el cuidado que deben tener las autoridades políticas del enclave frente a la imagen creada por la prensa, a lo cual se suma la restricción política que imponen las decisiones económicas de unas cuantas grandes empresas

13.6 LAS ORGANIZACIONES DE PEQUEÑOS y MICRO EMPRESARIOS.

En la Agrupación Gremial de Pequeña y Mediana Empresa de Antofagasta (AGPIA) existe una visión crítica sobre sus posibilidades dentro del actual modelo de desarrollo. Esta visión crítica se repite en organizaciones de nivel nacional que van radicalizando su discurso a partir del año 2005.

Entre la visión de la AIA y la visión de la AGPIA hay una fosa. Si bien, algunos afiliados de la AGPIA se han integrado a la AIA, a juicio de la AGPIA, esta participación es "oportunista". La AGPIA se ha negado a entrar a la AIA como organización por temor a ser absorbida. Su percepción crítica es histórica, pues señalan que "las grandes empresas se han beneficiado históricamente de los pequeños empresarios", como por ejemplo cuando un dirigente de AGPIA recordó que las grandes mineras habrían aprovechado los descubrimientos de los pequeños mineros para desarrollar sus propios proyectos, presentados como "grandes descubrimientos". La relación actual se califica como de "explotación" de las grandes mineras hacia las empresas chicas, aludiendo a los mecanismos de dominación señalados en el Capítulo 9 y a la forma como se ha implementado la estrategia del gobierno.

De acuerdo a esta visión, los gobiernos regionales se han ido alejando de las PYMES. Durante el Primer Gobierno de la Concertación (1990-1994), a comienzos de los años noventa, la AGPIA consiguió crear el Parque Industrial de la ciudad de Antofagasta. Inicialmente, este Parque Industrial tuvo un importante apoyo del Estado vendiendo terrenos a bajo precio con crédito barato, apoyando los gastos operacionales. Ello permitió la instalación de una variedad de empresas locales, incluso empresas manufactureras. A comienzos de los años 1990, el 70% de las empresas del Parque Industrial eran locales. La crisis de 1998 agravó los problemas de las PYMES y buena parte de las empresas fundadoras del Parque tuvo que cerrar. Actualmente el 70% de los ocupantes son empresas que llegaron desde fuera de la Región; el Parque Industrial subsiste con graves dificultades para pagar los gastos comunes. En la visita pudimos identificar empresas de alta tecnología, pero ellas no pertenecían a empresarios locales.

El líder de AGPIA considera que durante el segundo gobierno de la Concertación (1994-2000), el Gobierno regional, si bien no apoyó el Parque Industrial como el anterior, al menos promovió indirectamente una estrategia de diversificación productiva, vía obras públicas que fomentan el intercambio comercial con los países vecinos. Además estas Obras Públicas generaron empleo y mercado para las PYMES locales.

La situación comenzó a cambiar con el tercer gobierno de la Concertación. En los dos primeros gobiernos regionales, la idea del cluster minero no tuvo mucha acogida pues significaba atarse aún más a los recursos mineros. Según la dirigencia de AGPIA, la AIA logró "vender" la idea del cluster al tercer gobierno regional, cuando éste era presidido por un empresario de la minería; después, aquel intendente quedó como Ministro de Minería de Chile y la estrategia del cluster se consolidó en las esferas oficiales. Otra fuente, vinculada al gobierno, afirma que en esa época, el Intendente de la RA estaba negociando con las empresas mineras la formación de un Fondo de Sustentabilidad, financiado con aportes voluntarios; esta iniciativa habría abortado por la discusión del royalty en el Parlamento

El dirigente de AGPIA concuerda en la necesidad de promover encadenamientos entre la gran minería y las empresas locales, un antiguo anhelo compartido por los pequeños y medianos empresarios locales. Sin embargo, el liderazgo de la AIA determinó una versión del cluster a la medida de las EMN. En primer lugar, porque la AIA obliga a las PYMES a certificar en el cumplimiento de normas ISO, mediante cursos que deben ser pagados por las PYMES. Este costo es una barrera de entrada sorteada por pocas empresas, de tamaño mediano más que pequeño. La mayoría de las PYMES no tenían el dinero o el tiempo necesario para participar en los cursos de certificación. Además muchas de ellas eran incapaces de satisfacer los exigentes requisitos legales y financieros para aprobar la certificación. Ellas estaban debilitadas y con deudas impagas después de la crisis económica de 1998-2000. Para las PYMES que trataban de sobrevivir de la crisis, la imposibilidad de la certificación ha significado su muerte definitiva. Los bancos mantenían cerradas su oferta de créditos para pagar los cursos. Así, los cursos y seminarios para apoyar el cluster se transformaron en un rentable negocio para la AIA, un grupo de profesionales certificadores y una elite de empresas medianas.

Los entrevistados fueron consultados porqué aparecen nuevos parques industriales para las PYMES si su situación es precaria. Su respuesta es que estos Parques surgen de las crecientes regulaciones urbanas que impiden a las empresas mantenerse en zonas habitacionales. Además, buena parte de las nuevas empresas son de tamaño mediano a grande vienen consolidadas desde otras zonas del país. Ello explica que los entrantes sean capaces de pagar los mayores costos de transporte entre la ciudad y los nuevos Parques Industriales. Estos nuevos Parques se encuentran a 25 kilómetros de la ciudad (Parque La Negra) o a 10 kilómetros de la ciudad (Parque la Chimba).

La líder de los microempresarios de la ciudad de Antofagasta, en 2006 había lograr confederar a varias asociaciones de pequeños y medianos empresarios de la ciudad. Ella piensa que el tema del cluster minero es poco relevante para los microempresarios pues apenas saben ocupar un computador. Además pocas microempresas venden bienes y servicios a la minería. Sus afiliados son microempresarios comerciantes, dueños de un kiosco, de una máquina para fabricar ropa artesanal.

De esta manera, la entrevistada demanda al Estado regular el sistema financiero y mejorar la educación. Ella reconoce que el Estado ha prestado ayuda para apoyar y crear micro empresas, a través de programas sociales, en gran parte mujeres desempleadas (programas FOSIS y SERCOTEC). También reconoce el compromiso de funcionarios regionales (SERCOTEC) y una gran cantidad de reuniones, seminarios e invitaciones en las cuales las autoridades toleran sus reclamos594. En realidad, su ayuda no sirve de mucho pues después de un tiempo, la mayoría de estas microempresas muere. El Estado va cambiando a los microempresarios beneficiados con sus programas, constituyendo lo que califica como una "máquina rotatoria".

Entre las causas fundamentales, la entrevistada señala la falta de continuidad de la capacitación y la carencia de educación básica en los microempresarios. También se menciona la falta de acceso al crédito financiero para seguir subsistiendo y la imposibilidad de cumplir con requisitos legales. Además hay quejas que los recursos que proporciona SERCOTEC para ayudar a las pequeñas y micro empresas son muy inferiores a los de CORFO que se dirigen a medianas empresas. Incluso el lenguaje del Estado es percibido como incomprensible ("hablan como extranjeros, no parecen chilenos, visión académica sin conocimiento de la realidad"). Así, tanto para los medianos y pequeños empresarios de Antofagasta, como para los microempresarios de Antofagasta, la estrategia del Estado resulta poco efectiva

No obstante lo anterior, las expresiones de descontento de estos sectores no son radicales. Se traducen en cartas, entrevistas de prensa, comentarios en Internet, pero raramente en movilizaciones callejeras, tomas, u otras manifestaciones colectivas mediáticas. Tampoco se les ve efectuando alianzas sociales y políticas en frentes amplios, como ocurre en otros países de América Latina. En todo caso, participaba la dirigente de las microempresarios en el Comando de Defensa de Recuperación de los Fondos del Cobre y se reclamaba por otorgar preferencia por mano de obra local. Sin embargo las movilizaciones callejeras y tomas en la RA, se concentran en el sector Pesca, en los pequeños mineros de Tocopilla y Taltal y en los agricultores de la provincia de Calama, quienes han salido a la calle para proteger sus recursos naturales amenazados (Capítulo 5).

Ello podría deberse a varias causas. Un primer grupo de variables refiere a la estructura económica regional. De alguna forma, perduran contratos potenciales con empresas y CODELCO. Además algunos empresarios pequeños, comparten los beneficios económicos de la mano de obra flexible. También influyen la falta de tiempo para organizarse, el aislamiento, la desconfianza, el pesimismo y el individualismo general vehiculados por el modelo de desarrollo, agudizados por la dura competencia interna a la cual están sometidos en tanto proveedores de la minería (Capítulo7). Por otro lado las PYMES y micro empresas conforman un sector productivamente e ideológicamente heterogéneo. Así Domínguez, Gatica y Mena (2001) estiman que en la RA pertenecían a alguna asociación gremial las grandes empresas (50%), seguidas muy atrás por las pequeñas empresas (23%) y al último se encuentran las medianas y micro empresas con una participación marginal de sólo un 7,1% y 7,6% (2001).

Así, la mayoría de las organizaciones del sector no cuestionan abiertamente o radicalmente las bases ideológicas del actual modelo de desarrollo sino sus manifestaciones más crudas.


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