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INVERSION EXTRANJERA EN EL DESARROLLO DE LA REGION MINERA DE ANTOFAGASTA (CHILE): HISTORIA Y PERSPECTIVAS.

Jan José Cademartori D.



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3.4. EL COBRE BAJO EL DOMINIO NORTEAMERICANO.

La producción de cobre en Chile data de la época colonial. En los 1870s Chile llegó a tener 36% de la producción mundial de cobre, dos tercios se exportaban a fundiciones de Inglaterra94. En 1857 un periódico chileno afirmaba que "el mercado chileno del cobre estaba a disposición de tres o cuatro casas inglesas que producen el alza y baja del precio cuando quieren". En 1868 "The Economist" reconocía que los "fundidores ingleses, un poderoso y adinerado grupo, obtenía ganancias que los mineros chilenos consideraban excesivas mientras a ellos no se les pagaba un justo valor por lo que extraían". Cuando industriales chilenos comenzaron a fundir el mineral antes de exportarlo, 39 empresas comerciales e industriales de Inglaterra hicieron una presentación a su gobierno señalando los perjuicios que esto significaba para fundidores y embarcadores británicos. También hubo presiones del Foreing Office para que Chile derogara un impuesto a la exportación de mineral en bruto y otro impuesto a la importación de carbón, medidas adoptadas para fomentar la producción nacional 95.

La participación británica fue cediendo al desarrollo de la industria del cobre en los Estados Unidos. Las compañías norteamericanas Anaconda y Kennecott llegaron a dominar totalmente la Gran Minería del Cobre de Chile a través de sus filiales Andes Cooper Mining (Anaconda), Braden Cooper Company (Kennecott) y the Chile Exploration Company (Anaconda). En 1904 la Braden Company adquirió el mineral de El Teniente en la zona central de Chile. En la RA la explotación a gran escala del cobre comienza en 1914 con la apertura de la mina de Chuquicamata en la RA. Esta mina llegaría a ser la más importante del mundo, especialmente para Anaconda. En la década del cincuenta, el 70% de su producción provenía de ésta 96.

En 1929 estas compañías ya poseían el 20% de la producción mundial de cobre 97.En 1948, los 5 grandes productores aportaban el 60% de la producción mundial. En 1958 el 52% de la producción de cobre provenía de las 5 principales empresas 98. En el período 1948-1970, apenas 7 empresas controlaban el 70% de la producción de mina en el mundo 99. También existía un cierto grado de integración vertical, la cual alcanzaba la producción de productos semi-manufacturados de cobre, como era el caso de Anaconda y Kennecot. La estrategia de los productores de cobre que dominaban la industria era la de ordenar el mercado con la utilización de un precio regulado por los productores (conocido como precio productores).

Ello vino a cambiar recién a fines de los años 1960 con las nacionalizaciones en Chile, Perú, Zaire y Zambia, la entrada de productores más pequeños en Estados Unidos y otros países, la expansión en algunos países de menor desarrollo productivo como Filipinas, Papa Guinea e Indonesia y el mayor número de fundiciones en países sin minas, como Japón, Corea, India)100.

La relación entre las compañías norteamericanas del cobre y el Estado de Chile chileno, entre 1904 y 1965 pasó por tres etapas 101. En la primera etapa, hasta 1939 El Estado aplicó una política de laissez -faire hacia las empresas La tasa de reinversión de las utilidades fue anormalmente baja y la exportación de beneficios muy elevada. Posteriormente, con la declinación de la industria del salitre, fue creciendo la importancia de tener una política hacia el cobre.

De esta forma, en la segunda etapa, de 1940 a 1955, el Estado de Chile aumentó los impuestos y la regulación. Esto coincide con el triunfo del Frente Popular (1938), coalición en la que el Partido Radical (social demócrata) contó con el respaldo de comunistas y socialistas. Los gobiernos radicales necesitaban usar los ingresos de las exportaciones para industrializar al país bajo el impulso de la CORFO. Se estableció un impuesto de 15% sobre las ganancias de la industria para financiar la CORFO con lo cual la tasa total aumentó a 33%.

Además, los gobiernos radicales quisieron compensar con mayores impuestos el subsidio a la política norteamericana durante la Segunda Guerra Mundial y la guerra de Corea. En ese período Estados Unidos fijó monopsónicamente el precio mundial del cobre a un nivel artificialmente bajo y pidió la solidaridad de los países amigos. Sin embargo, en 1952, Chile corrigió estas políticas y puso un tipo de cambio especial para la compras de pesos chilenos de las compañías norteamericanas. Entre 1951 y 1955, el Banco Central procuró controlar los ingresos encargándose de comercializar directamente las ventas de cobre.

En la tercera etapa, entre 1955 y 1965, una política menos intervencionista disminuyó los controles del período anterior para incentivar la inversión en el sector (Ley 11.828 de Mayo de 1955 llamada "Ley del Nuevo Trato). Según "el nuevo Trato" fueron eliminados el tipo de cambio especial y fue establecida una depreciación acelerada con reconocimiento de la inflación del activo fijo 102.

De todas formas, en los años sesenta, los gobiernos chilenos se preocuparon de influir en el precio del cobre pues durante muchos años el precio que pagaban los norteamericanos fue inferior al que se percibía en Londres. En 1962, incluso bajo el gobierno pro inversión extranjera de Jorge Alessandri (1958-1964), Chile redujo la producción mundial de cobre para estabilizar el precio en 31 centavos. Posteriormente, en 1967, Chile organizó a otros países de menor desarrollo (Congo, Perú, Zambia) en el Consejo Intergubernamental de Exportadores de Cobre (CIPEC) con el objeto de contra restar el poder de los países consumidores y estabilizar el precio del mineral 103.

A pesar de estas políticas, con el cobre estaba ocurriendo algo parecido que con el salitre: Chile no lo estaba aprovechando tan bien como las compañías norteamericanas. Durante sus 50 años de operación, las empresas estadounidenses del cobre remesaron a su país 4.000 millones de dólares, cifra muy superior al valor de sus inversiones en Chile, por 800 millones de dólares, financiadas mayoritariamente con las utilidades chilenas 104. La tasa promedio anual de ganancia registrada en los libros de Anaconda en Chile, fue de 21,5% entre 1955 y 1970, mientras en el extranjero sólo alcanzó un 3,7% 105.

Además los planes de expansión comprometidos en la "Ley del Nuevo Trato" habían sido inferiores a lo esperado, igual que la tributación. El país registraba un pobre desempeño económico y social, contaba con un aparato industrial poco desarrollado y una economía dependiente de la norteamericana. La minería del cobre transfería grandes excedentes al extranjero, pero no tenía mayores encadenamientos con el resto de la economía; exportaba cobre sin refinar, bajo contratos de largo plazo entre compañías aliadas. Además en las posiciones claves, los gerentes extranjeros reproducían relaciones discriminatorias contra los trabajadores. Por otro lado, las técnicas de explotación frecuentemente eran perjudiciales para Chile. Todo ello en un contexto donde la conducta de las EMN era criticada en los foros internacionales. Así se fue pavimentando el camino para la nacionalización.

En 1964 asumió el gobierno demócrata cristiano de Eduardo Frei Montalva. El Presidente Frei había recibido apoyo norteamericano para impedir la victoria de Allende. De todas maneras, su gobierno "chilenizó" el cobre, comprando una participación entre 51% y 25% del capital de las compañías extranjeras. La negociación fue aceptada por las compañías como el mal menor, además el gobierno aportó nuevos recursos y redujo la tributación efectiva.

Sin embargo la "chilenización" no era suficiente. En 1970, Salvador Allende, candidato de la Unidad Popular cumplió su programa de nacionalizar las minas de cobre, de salitre y hierro en 1971. Para esa época el cobre representaba más del 70% de las exportaciones de Chile. La nacionalización requirió una reforma constitucional que fue aprobada por la unanimidad del Parlamento chileno, incluyendo los votos de la derecha. El Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores llamaron al día de la Nacionalización, "Día de la Dignidad Nacional".

Ello agudizó el enfrentamiento con las compañías norteamericanas y su Gobierno. En 1971, una Comisión Técnica estableció que la magnitud de las utilidades extra normales liberaba a Chile de una indemnización. El Presidente Allende fue aplaudido en las Naciones Unidas. Por su parte el gobierno norteamericano, que había intentando un golpe de estado desde 1970, boicoteó la economía chilena. Entre las acciones económicas se cuenta el embargo de los cargamentos de cobre chileno en puertos internacionales por parte de las empresas extranjeras más afectadas, Kennecott y Anaconda, el embargo de abastecimiento de productos y maquinarias que Chile tenía que comprar en el extranjero. Además el Presidente Nixon sacó a la venta sus reservas de cobre para bajar el precio del metal en los mercados internacionales 106 .

En 1973 un violento golpe de estado derrocó al Presidente Allende, quien igual que Balmaceda se suicidó. La Junta Militar indemnizó a las compañías norteamericanas y obtuvo una renegociación de la deuda externa en el Club de Paris. A pesar de lo anterior, se mantuvo las minas nacionalizadas en manos del Estado mientras casi todas las otras empresas estatales eran privatizadas. Ello probablemente se explica mediante la Ley 13.196, según la cual estas minas deben entregar un 10% de sus ventas a las Fuerzas Armadas. Como contrapartida el nuevo gobierno abrió el sector a las empresas extranjeras. A estas se les garantizó total libertad económica. Fueron eliminadas todas las regulaciones que había en gobiernos anteriores al Gobierno de Allende.


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