BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

INVERSION EXTRANJERA EN EL DESARROLLO DE LA REGION MINERA DE ANTOFAGASTA (CHILE): HISTORIA Y PERSPECTIVAS.

Jan José Cademartori D.



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3.8 CONCLUSION.

La historia social de la RA, hasta 1990 se puede dividir en cuatro etapas. En la primera etapa los actores locales activos están en los campamentos mineros. Es un período en el cual los mineros del salitre y del cobre se enfrentan con el capital extranjero para conseguir mejores condiciones de vida. Para conseguirlo el movimiento obrero del Norte de Chile estableció una alianza con el resto de los actores populares del país a través de los partidos de izquierda los cuales participan por vías institucionales. Uno de los principales logros de esta alianza sería la creación de la CORFO después que el Frente Popular alcanzó el gobierno en 1938. En esta etapa, se va formando una identidad regional y obrera, capital social de actores populares, un embrionario mercado de consumo, una sociedad civil fuerte, espacios culturales y de participación política.

En la segunda etapa, 1940-1960, adquiere importancia la movilización ciudadana en las ciudades por servicios básicos. Se despliega la fuerza de sectores medios que iban llegando a Antofagasta. Para los actores locales, el abastecimiento de Antofagasta estaba limitado por el centralismo de la capital y por los intereses de los productores agrícolas del sur de Chile. La penuria de agua, energía y alimentos afectaba de igual manera al rico que al pobre. Esto permitió generar un movimiento de masas de carácter interclasista, encabezado por pequeños empresarios y profesionales. Este movimiento consiguió un conjunto de leyes de importancia, especialmente la Leyes del Cobre y de Zona Franca Alimenticia.

En los años sesenta adquirió mayor revelancia la política industrial y minera. Los recursos de la Ley del Cobre fueron utilizados en un vasto programa de inversiones. Las coaliciones de actores populares se fortalecen. Consiguen una política industrial activa en el Norte a través de un organismo especializado de la CORFO: el Instituto INCONOR. La CORFO fue parte de un esfuerzo de industrialización del país para disminuir la dependencia de Chile de los enclaves de exportación de minerales, reemplazar el esfuerzo físico por el trabajo con maquinarias y escapar de las crisis económicas en los mercados de materias primas. Estas políticas formaron parte de los que algunos autores llaman el "modelo de industrialización por sustitución de importaciones". Durante el Gobierno de Frei se retoma el rol desarrollista, dando impulso a industrialización y a la desconcentración administrativa del país a través de ODEPLAN, los barrios industriales, las leyes de participación popular y la reforma agraria.

Cuando este modelo entró en crisis se intentaron cambios más radicales. Entre 1970 y 1973 los actores populares tomaron el control del gobierno nacional. En ese momento la nacionalización del cobre integró a parte importante de los trabajadores a un proyecto de desarrollo pues tenían la tarea de demostrar que eran capaces de ser eficientes sin la administración norteamericana.

En estas tres etapas las demandas de los trabajadores y de los otros sectores coincidieron en un punto: el aporte económico de la región no guardaba relación con las duras condiciones de vida de su población. Estas contrastaban con el nivel de vida de las clases acomodadas del centro y sur del país. Para los sectores medios y altos la renta minera era distribuida en forma poco equitativa por el Estado entre las diferentes regiones; para los trabajadores era entregada a las empresas extranjeras.

Después de 1973 comienza una cuarta etapa. Se produce una involución de la acción industrialista pues la estrategia económica centra su acción en el fomento a las exportaciones de recursos naturales. El mercado interno deja de ser importante, la mano de obra ya no es substancial para activar el mercado interno, es parte de la función de costos. La regionalización continúa, pero queda limitada a la descentralización administrativa en un contexto de centralización y acumulación de capital. Los actores populares son reprimidos y las elites exportadoras vuelven a ser los ejes del modelo.


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