BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

EVOLUCIÓN DEL SECTOR SERVICIOS Y EL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS: EL CASO DE BRASIL

Genilson Valotto Patuzzo


 


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6.2. La teoría neoclásica del comercio internacional

En el último tercio del siglo XIX empezó a cobrar relevancia en el panorama del pensamiento económico lo que, posteriormente, se conocería como la escuela neoclásica, de la que también resultarían decisivas aportaciones a la teoría del comercio internacional. En este sentido, Díaz Mier (2000)69 también hace referencia al nacimiento de la economía que hoy conocemos, pues según el autor, "el último tercio del siglo XIX puede ser definido de esa forma".

Entre tanto, es necesario hacer una distinción entre los conceptos de ventaja absoluta y ventaja comparativa, pues son términos que deben ser entendidos de una forma clara si queremos comprender las diferencias entre la teoría clásica y neoclásica del comercio internacional, las cuales influyen, a su vez, en las causas que generan la competitividad internacional de los países en determinados sectores productivos. Así pues, cuando David Ricardo se refería a la ventaja comparativa estaba haciendo referencia a la ventaja existente entre dos sectores económicos distintos situados en ventaja absoluta, pues ésta hace referencia a la diferente ventaja competitiva existente, dentro de un mismo sector, entre países distintos.

En este sentido, la corriente ortodoxa neoclásica ha optado por englobar bajo el nombre de "ventaja comparativa" una serie de elementos diferentes y contradictorios que proceden de las teorías originales de Ricardo y Smith y que han sido englobados en el "precedente clásico" de lo que, posteriormente, ha sido la teoría neoclásica del comercio internacional. Por este motivo, antes de exponer, de forma somera, la teoría neoclásica del comercio internacional, detallamos algunos aspectos diferenciales que deben ser tenidos en cuenta a la hora de analizar ambas teorías (clásica y neoclásica). Entre estas diferencias destacamos las siguientes:

- Mientras que Smith, cuando se refiere a la ventaja absoluta, realiza una comparación entre las ventajas que tiene un país con respecto a otro para producir un determinado producto, Ricardo hace referencia, mediante el concepto de ventaja comparativa, a la diferencia existente entre países a la hora de producir diferentes mercancías. - La ventaja absoluta, al igual que la ventaja comparativa, es un término relativo que, en contra de los que se piensa, hace referencia a la comparación de unidades económicas. La ventaja absoluta, por tanto, no quiere decir ventaja universal. - En contra de lo que se suele sostener, la teoría de la ventaja absoluta no sólo se basa en la ventaja en productividad, en el valor-trabajo, sino que para Smith la ventaja absoluta venía dada por unos costes unitarios70 inferiores a los de los competidores. Por tanto, la productividad sólo interviene como elemento determinante pero no único, pues esta teoría mantiene que la ventaja absoluta se basa en el menor coste unitario y no en la mayor productividad. - Lo característico de la teoría de la ventaja comparativa es el bajo coste relativo desde una perspectiva inter-sectorial y no intra-sectorial como propone la teoría de la ventaja absoluta. - En contra de lo que hace Smith, la teoría de la ventaja comparativa de Ricardo no incluye el principio general del valor-trabajo y sí una específica teoría del dinero, la teoría cuantitativa. Esto lleva a Ricardo a sostener que los saldos en la balanza comercial tienden a ser a corto plazo, pues existe un mecanismo de ajuste automático que se pone en marcha cuando se dan los primeros desequilibrios. Debido a este mecanismo monetario, los costes monetarios se desvían de los costes del trabajo, por lo que se elimina la eficacia predictiva de los valores-trabajo de los que parte la teoría de la ventaja absoluta. Para la teoría de la ventaja comparativa, por tanto, la productividad del trabajo y su constante mejora no se tiene en cuenta a la hora de explicar los patrones del comercio internacional.

Vale la pena resaltar que, como Markusen et al. (1995) señala, "un concepto fundamental en la teoría del comercio internacional es la ventaja comparativa. (...) las características económicas de las naciones y los productos básicos se combinan para explicar el patrón del comercio internacional"71.

En definitiva, podemos apreciar como la teoría de la ventaja absoluta no debe confundirse con la teoría de la ventaja comparativa, pues ambas parten de supuestos diferentes y, por lo tanto, tienen implicaciones muy dispares a la hora de actuar para incrementar la competitividad de los países en determinados sectores o subsectores económicos. En este sentido, mientras que la teoría clásica del comercio internacional, basada en la ventaja absoluta, concede un importante valor a la productividad del trabajo a la hora de incrementar la competitividad de algunos países en ciertos sectores económicos, la teoría neoclásica del comercio internacional basada en la ventaja comparativa considera que los modelos del comercio internacional no depende de la productividad del trabajo y sí de las condiciones del entorno (LÓPES MARTÍNEZ, 2003)72.

La teoría clásica del comercio internacional fue completada y corregida por los autores neoclásicos, dando lugar a la teoría neoclásica del comercio internacional73. En este sentido, López Martínez (2003) expone:

A este cuerpo teórico neoclásico también se le denomina la teoría pura del comercio internacional o la teoría de proporciones factoriales. Los neoclásicos implementan una nueva teoría del valor, basada en la utilidad de los bienes, y el modelo de equilibrio económico general, que interrelaciona las variables económicas más representativas para llegar a una solución de equilibrio.74

Esa teoría encontró su máximo exponente y perfeccionamiento en el teorema de Heckscher-Ohlin75, formulado en el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales. Este modelo, conocido como el modelo H-O, explica la existencia y composición del comercio internacional a partir de un nuevo concepto, el de la abundancia relativa de los factores de producción de cada país, lo cual originará la ventaja comparativa (LÓPEZ MARTÍNEZ, 2003)76. Entre las conclusiones más importantes a las que llega el modelo H-O destacamos las siguientes, propuestas por Gaytán, (1996):

* La condición determinante del comercio internacional son las diferencias regionales en la oferta de factores. * La principal razón de la localización se debe a que los factores de producción (tierra, clima, recursos naturales, mano de obra, capital, etc.) están distribuidos en proporciones desiguales. * Cada región usará en mayor proporción sus recursos naturales más abundantes por ser más baratos. * La diferencia de factores y de precios influyen en la localización de la producción. * A medio y largo plazo se debe dar una situación de equilibrio en la balanza comercial de los países, pues cuando en el corto plazo aparece una situación de déficit o superávit comercial se activa un dispositivo auto corrector que tiende a equilibrar este saldo.77

En este sentido, Chacholiades (1992) dice que la idea básica del modelo H-O, parte de dos premisas:

1. Los productos se diferencian por sus factores; 2. Los países se diferencian por su dotación de factores.

Así, Chacholiades (1992), aún expone que: "De acuerdo con Heckscher y Ohlin, un país tiene una ventaja comparativa en aquellos productos que utilizan intensamente sus factores abundantes"78. Por otra parte, los autores Krugman y Obstfeld, (2006) también hacen referencia al modelo H-O que, según sus palabras:

En el modelo Heckscher-Ohlin: hay múltiples factores de producción que pueden desplazarse entre sectores. Se trata de un modelo más complicado que los otros dos79, pero que conlleva una comprensión más profunda sobre cómo pueden los recursos determinar los patrones de comercio.80

Así pues, simplificando, podremos llegar a la conclusión de que el modelo neoclásico se produce en un momento en el cual el capitalismo ya se encontraba afianzado como modo de producción dominante, y que los neoclásicos reconocerán el orden capitalista como la forma más apropiada para organizar los procesos de producción, distribución y consumo.

Así, la configuración de las ventajas comparativas entre los países resulta de la interacción entre la disponibilidad relativa de los factores de producción y la tecnología de producción, que determina la intensidad con que los factores específicos de cada país son empleados en la producción de bienes específicos. Aunque este modelo lleva al entendimiento de que la tecnología de producción es la misma para todos los países. Así, el comercio internacional es explicado únicamente por la diferencia relativa en la dotación de los factores, llevando a que cada país deba exportar el bien cuya producción es intensiva en el factor que posea en mayor cantidad relativa.

A partir de estas teorías (clásica y neoclásica), surgen nuevas teorías que procuran incrementar y hasta proponer alternativas a las teorías de comercio tradicionales, adoptando hipótesis como el carácter endógeno de la innovación tecnológica, la existencia de economías de escala y rendimientos crecientes, la existencia de ciclos de productos y otras. Pero al mismo tiempo que estas nuevas teorías intentan ampliar los modelos tradicionales de comercio incluyendo variables como el capital humano y la innovación, aún siguen siendo estáticas y susceptibles de críticas.


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