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EVOLUCIÓN DEL SECTOR SERVICIOS Y EL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS: EL CASO DE BRASIL

Genilson Valotto Patuzzo


 


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3.1. La Composición de las Actividades de Servicios

Dentro del ámbito de los servicios y para hacer un examen de cómo se encuentran el sector servicios y las ramas de servicios en Brasil, conviene señalar las clasificaciones que realizan la OMC y el SCN (Sistema de Cuenta Nacional) del IBGE.

El documento MTN_GNS/W/120 de la OMC (1991)48 clasifica sectorialmente los servicios y está compuesto por 12 sectores y 55 subsectores; entre tanto, para nuestro análisis nos centraremos en los sectores, debido a que el SCN presenta sus cuentas según sectores, no identificando los subsectores. Pero para el Sistema de Cuentas Nacionales de Brasil los sectores de servicios son 14, incluyendo algunos y no haciéndolo con otros. En el cuadro 5 establecemos la comparación entre la clasificación de la OMC y la del SCN de Brasil. En virtud de los datos que se presentan y están disponibles por el IBGE, tendremos en cuenta en este apartado los presentados por este organismo hasta el año 2006, y estableciendo una discontinuidad entre los años, ya que hasta el año 2000 existía una clasificación sectorial, y en 1998 hubo la necesidad de adecuar los análisis de los datos por parte de los organismos gubernamentales, y a partir del año 2000 hasta 2006 se haría una nueva clasificación. En 2006 se pasó otra revisión que inicia su utilización en 2007.

En el análisis de los datos presentados observamos que las tasas de crecimiento anual para los servicios revelan un crecimiento en torno al 7% en el periodo 1950-70, y un poco por debajo del 10% en la década de los setenta, para presentar un crecimiento moderado en torno al 3% en la década de ochenta. El examen separado de la evolución de los géneros de servicios, sin embargo, revela comportamientos diferentes entre ellos, plasmándose las modificaciones en la composición sectorial a lo largo del tiempo, como se comprueba en el cuadro 6. La dificultad de obtener informaciones consistentes para el periodo anterior a 1970 para el conjunto del país limita el análisis a periodos a partir de este año, lo que se refleja en una fase de rápida aceleración de las actividades.

Como muestra la tabla 4, en el inicio del periodo de mayor crecimiento de la producción global del país, en 1970, la participación de las actividades de comercio era superior a los Otros Servicios49 y juntamente con la administración Pública y los Servicios Inmobiliarios, representaba cerca del 60% del PIB generado por los servicios. En las décadas posteriores, aun creciendo en términos reales, la producción generada por los servicios comerciales fue perdiendo relativamente importancia en la participación, si la comparamos con el comportamiento de los Otros Servicios. El año 1990 la caída de la participación de Otros Servicios y de las Instituciones Financieras y el aumento de la Administración Pública reflejan el periodo recesivo de los primeros años de la década, frente a las políticas gubernamentales de la nueva gestión presidencial iniciada en 1990. Ya en el año 2000, la composición sectorial muestra nuevas transformaciones. El sector público vuelve a reducir su participación y el comercio también pierde representatividad en el PIB generado y en contrapartida, los sectores de Otros Servicios, Actividades Financieras y Comunicación ganan espacio. Esta diferente composición de los sectores es el resultado de tasas ampliamente diferenciadas de crecimiento anual del PIB para las diversas actividades, debido la heterogeneidad de la naturaleza de estas actividades, a las diferentes intensidades de capital y consecuentemente su productividad, y aunque la reacción sea de forma diversa a los impactos de las políticas públicas y privadas.

En el cuadro 1 podremos observar la evolución, participación e importancia de cada rama de servicios en el valor añadido y de manera más desglosada. Vemos que el sector servicios fue el que más creció en el periodo 2001-2006 en relación con los sectores primario y secundario, agropecuario e industria respectivamente. En el sector servicios podemos destacar el crecimiento de la Educación Privada, pero su participación en el valor añadido tiene una cuantía pequeña. Además, entre los cuatro sectores principales, Servicios Inmobiliarios, Comercio, Administración Pública y Servicios Financieros, podemos destacar el primero como el sector que más creció en el periodo analizado. Este crecimiento lo podemos destacar por los cambios en la economía, porque la población percibió unos mayores ingresos, por el aumento del crédito destinado a compra de la primera vivienda, por la expansión y calidad de los préstamos hipotecarios, con una cultura de crédito inmobiliario seguro por la reducción en los tipos de interés como consecuencia del control de la inflación.

Esta estabilidad económica ha hecho que varios sectores del sector servicios se incrementasen en el transcurso de este periodo. Dentro de esos sectores podemos señalar los segmentos de Información (comunicación), servicios prestados a las empresas y actividades financieras. Algunos sectores presentan relativa estabilidad en el periodo, como son la administración pública, comercio, y servicios de mantenimiento. Esto se debe a la evidencia de la modernización en las actividades de servicios, de manera que las actividades tradicionales, que utilizan mano de obra de menor cualificación, ceden espacio a las actividades modernas, más adaptadas a las nuevas tecnologías que en general precisan de trabajadores más cualificados.

Esta tendencia también estuvo presente en la evolución reciente del sector servicios de las economías modernas, con la reducción de los servicios menos especializados en la creación de empleo y renta, y la ampliación de segmentos de servicios modernos, que emplean mano de obra especializada, como los servicios inmobiliarios, de comunicación, prestados a las empresas y servicios financieros, que han sido estimulados fuertemente por la demanda de otros sectores de la economía que buscan modernizarse ante los nuevos desafíos lanzados por el nuevo escenario económico en la inserción económica en el mercado internacional, facilitado esto por el reciente ambiente de estabilidad económica que logró alcanzar el país en los últimos años, principalmente por las políticas económicas de estabilización del Gobierno Collor y posteriormente con el Plan Real.

Las empresas y particulares incorporan a su actividad cotidiana nuevas tecnologías de un modo generalizado, impensable en otras épocas en las que las tecnologías se reservaban para actividades muy determinadas. La extensión del uso de tecnologías ha posibilitado, entre otras cosas, la flexibilización de los procesos productivos y la creación del compuesto bien-servicio. La misma incorporación de tecnología en los servicios ha posibilitado nuevas oportunidades dentro de los diversos escenarios que existen.50

Los cambios producidos por las nuevas tecnologías han acercado enormemente los espacios geográficos. Los mercados están más próximos, aunque se vuelven más complejos, puesto que el éxito de cualquier empresa reside cada vez más en la información y la formación que posee el factor humano.

Observemos el gráfico 5 desde el punto de vista de la relación entre el valor añadido y el empleo, y veremos en el cómo está distribuido el empleo por sectores. Podemos encontrar sectores con baja participación de empleos, pero con gran participación en el valor añadido, como los sectores inmobiliario, financiero, servicios prestados a las empresas e información (comunicación). Estos sectores son de características tales que emplean mano de obra cualificada, o sea, con gran valor en el factor humano.

Por otro lado, vemos sectores que emplean un gran número de trabajadores y no tienen su respectiva proporcionalidad en la composición en el valor añadido, como son los casos del comercio, de otros servicios y administración pública. Los dos primeros pueden ser explicados por ser trabajadores provenientes en su gran mayoría del sector primario y con baja cualificación profesional (MORAIS, 2005)51. Entre tanto, la administración pública está vinculada a baja productividad debido a la burocracia y a su tamaño.

En el estudio de Morais (2005) se aborda el caso del sector de "otros servicios", cuyo bajo rendimiento puede explicarse porque estas actividades están ligadas a personas de características étnicas menos valoradas. En esta línea el autor cita a Cardoso de Mello y Novais (1998):

La devaluación del trabajo, legado de la esclavitud, se redefine por el juicio de cada ocupación, de acuerdo con sus características más o menos agradables, es decir, conforme a la visión y, también al mismo tiempo, la jerarquía capitalista del trabajo: es más limpio o más sucio, más leve o más pesado, más rutinario o más creativo, más subordinado o más de dirección.52

En este contexto, los datos revelan que aproximadamente el 50% de los empleos en los servicios están concentrados en sectores de baja cualificación profesional, lo que ayuda a explicar los malos resultados económicos del sector servicios en la balanza comercial durante el período en cuestión que estudiaremos en la parte IV.

En los años subsecuentes, principalmente a partir de 1998, los datos recogidos permiten identificar ciertas mejoras en los datos de las pesquisas realizadas, por supuesto, que existan espacio en este sentido, principalmente después del año de 2000, que siguieron las normas internacionales de estandarización de las actividades, y en año 2004 hicieron los ajustes finales a CNAE, Clasificación Nacional de Actividad Económica (ver anexo 1, pp. 158).


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