BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ANÁLISIS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL DE LOS TRABAJADORES SOCIALES EN EL ÁMBITO ESTATAL

Andrea Antonia Oliva (editora)


 


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Relación Recursos - Educación

Los recursos profesionales son el eje por excelencia de la esfera educativa, dado que están mediando todas las actividades, ya sea en el encuentro cara a cara como en otro tipo de acciones grupales, con la utilización de medios de comunicación. En relación a las entrevistas aparece claramente como habilidades del Trabajador Social

Entonces ahí es donde hay que desplegar otra serie de habilidades, para que la persona se lleve otro tipo de recurso que es todo aquello que pueda llevarse de la entrevista[E-1]

En el lenguaje que utilizamos cotidianamente, pareciera que el significado es unívoco, por ejemplo: toalla, frazada, jabón. Pero hay toallas que no secan, frazadas que no abrigan, jabón que no lava. Y así podríamos seguir con una lista interminable de productos que se utilizan en la vida cotidiana para la reproducción de los individuos. Las mismas palabras por lo tanto tienen connotaciones diferenciadas, de acuerdo a quien las dice y quien escucha.

Después creo que lo que usás es un lenguaje diferente. Y así como el lenguaje diferente puede traer un problema en la comprensión del otro,... ...Entonces, cuando no hay un escollo de comprensión, es decir que este lenguaje se convierta en un escollo y el otro no te entienda, creo que esto es un recurso que ponemos nosotros[E-3].

La entrevistada coloca la necesidad de usar un lenguaje diferente, que está en íntima relación con las posibilidades de comprensión del usuario.

Porque, como trabajamos con la pobreza, hay gente que viene muy cansada y muy agotada emocionalmente, tanto que a veces no llegan a darse cuenta. Es muy difícil que paren y reflexionen sobre su misma práctica. Entonces es todo un trabajo que requiere distintas herramientas. Hay que tratar de que la persona baje los decibeles, haga la catarsis, se ponga a pensar en lo que le pasa y después tome decisiones. Eso se puede hacer, aunque se cuentan con los dedos[E-1].

Aquí se pone de manifiesto, la connotación de agobio sobre la vida cotidiana que es donde se pretende que parta la reflexión para poder situarse frente a los problemas. Ese trabajo que según la entrevistada requiere distintas herramientas, es su forma de plantear que apela a los recursos profesionales, luego aclara que sobre la vida cotidiana es donde más dificultades encuentra.

[En el trabajo con lo cotidiano] es justamente donde no tenemos mucha formación sistemática. Aunque a mi me hizo el quiebre y me ayudó mucho a trabajar esa bibliografía72 que no emana específicamente del Trabajo Social. Yo aprendí muchísimo de ese marco. Digamos usar la conversación como herramienta, somos lo que conversamos. No es solo una herramienta del Trabajo Social sino de todos. El límite que tenemos de la acción es el límite que tenemos con las palabras, con el lenguaje[E-1].

Aquí se presenta, el aporte de los recursos teóricos le han servido a la Trabajadora Social, para plantearse la entrevista desde otro ángulo. El énfasis que pone en cuanto a las posibilidades y límites de la acción centradas en el lenguaje, demuestra, por una parte, el convencimiento de poder generar una reflexión que permita tomar decisiones, pero a su vez formula la restricción de la acción en las palabras. Como ya hemos planteado la tarea educativa no se reduce a lo que se expresa en palabras, también se ha comenzado a valorizar el impacto que tienen las imágenes en los procesos de reflexión. Por ello, se ha iniciado un camino de utilización de distintos recursos visuales y audiovisuales. Claro que este trabajo tiene íntima relación con los recursos que se encuentran disponibles para el funcionamiento, encontramos que se utiliza con fines educativos por ejemplo: pizarras, audiovisuales, TV y videocassetera, etc. Estos dispositivos visuales pueden generar una comprensión diferente, allí donde las palabras pueden ser un obstáculo. No se puede desconocer el lugar que ha adquirido la imagen en la cultura, en virtud de ello los profesionales también, buscan apoyos visuales para incentivar la reflexión. Por ejemplo en las experiencias de cine-debate, se apunta a analizar el contexto sociocultural, caracterizar modalidades vinculares de la familia, analizar factores de riesgo y opinar sobre la intervención profesional. En la realización de videos73, las imágenes son utilizadas como recurso para documentar distintos momentos de un proceso, que al ser proyectados a los propios protagonistas colaboran en la reflexión y evaluación de ese proceso. Así encontramos, que en los últimos años, se han volcado experiencias, evaluación de proyectos y planteamientos de problemas sociales a través de la video- filmación y la producción de videos74. En cuanto a la producción de fotografías con fines educativos, no tenemos muestras fehacientes de su utilización. Se parte generalmente de un registro fotográfico que se ha realizado en forma imprevista, es decir por la disponibilidad de algún participante, dado que difícilmente se encuentre en una institución, como recurso de funcionamiento, una cámara fotográfica. Estos constituyen obstáculos al momento de trabajar estos recursos en formas más complejas, intentando plasmar procesos o construir mensajes, como ocurre con los fotomontajes o el periódico mural o los videos documentales. El recurso tiempo es fundamental desde el punto de vista educativo, ya que el aprendizaje requiere del desarrollo de un proceso, que puede ser más o menos acelerado de acuerdo al momento histórico. Tal como fue expresado por las entrevistadas, en un solo encuentro es muy poco lo que se puede hacer, por ello es necesario contar con tiempo de proceso, es decir una disponibilidad que no es solo de horas, sino de meses/años de relación con los mismos usuarios, para avanzar en las posibilidades de desarrollo de ese proceso educativo. En este sentido es un gran escollo la actual inestabilidad laboral de los Trabajadores Sociales, las formas precarias de contratación están determinando esos procesos. Por último, se presenta en forma conflictiva la utilización de los recursos prestaciones con fines educativos. Por una parte, encontramos que se han subestimado, presuponiendo que el Trabajo Social desempeña una acción profesional "estrictamente" educativa. De este modo, se fragmenta la intervención tomando a la labor educativa como una tarea de transmisión de información y a la asistencia como la tarea irremediable de entregar mercaderías para "poner parches" a los problemas sociales. Pero también se presentan alternativas que intentando su utilización en tareas educativas específicas, como talleres o charlas, no logran superar su utilización asistencialista. Más adelante trataremos algunos ejemplos de ello.

Adaptación versus Emancipación

La educación, condensa la teleología de la intervención, en este sentido se encuentra en permanente tensión. La contradicción principal que se presenta puede ser analizada en sus polos adaptativo o emancipatorio. La adaptación al orden establecido se basa en el modelo de educación imperante, que impone la lógica de la economía de mercado, y de acuerdo a ello las tareas para orientar, asesorar o explicar a los usuarios tienden a reproducir esa lógica. En cuanto a las campañas de prevención, como tarea educativa, tienden a depositar en la población la responsabilidad de los problemas sanitarios o de salud, escondiendo el trasfondo de la falta de infraestructura y equipamientos urbanos. Por ejemplo, en las campañas para prevenir el cólera o la diarrea infantil los Trabajadores Sociales tienen la misión de instruir para "hervir el agua", cuando el problema es consecuencia de la falta de redes de agua potable y cloacas. En otro aspecto, se apunta a una mejor "socialización" de los usuarios que entran en conflicto con las normas o pautas socio-culturales, las acciones del Trabajador Social desde esta perspectiva son una contribución al sometimiento de las personas. Desde el otro polo de la función educativa, se encuentra la tendencia hacia el cambio de esta sociedad. En muchos casos negando las tareas de asistencia y gestión, el movimiento de Reconceptualización dejó un sesgo particular sobre la tarea educativa, basada en los aportes de las corrientes de educación popular, que derivó en las tareas de concientización. No cabe duda que en ello, ejerció una influencia fundamental Paulo Freire, como referente principal para definir la educación "liberadora". Para este autor toda situación educativa implica:

El sujeto que enseñando aprende y el sujeto que aprendiendo enseña. Educador y educando (1994:88).

El planteo de Freire ha servido para repensar la dimensión educativa del Trabajo Social75 Es exactamente esta necesidad de ir más allá de su momento actuante o del momento que realiza - directividad de la educación - que, no permitiendo la neutralidad de la práctica educativa, exige del educador la asunción, de forma ética, de su sueño, que es político. Por eso, imposiblemente neutra, la práctica educativa coloca al educador el imperativo de decidir, por lo tanto, de romper y de optar, por un sujeto participante y no por un objeto manipulado (ibid.:88).

Se presentan elementos claves en la tarea educativa: la direccionalidad que se imprime, que implica una posición ético-política, y la trascendencia del momento en que acontece la acción. Los usuarios, también determinan el carácter de la educación, dado que bregan por un Trabajador Social que sea consejero, que oriente en su beneficio para resolver los problemas. Aún desde la posición menos crítica del usuario se presenta frente al Trabajador Social para conseguir algo que las reglas del mercado no le permiten tener. En esta entrevista, la Trabajadora Social incentiva las demandas

Entonces yo le digo a la gente "usted vaya al Servicio Social del hospital y le pide que hagan algo!! [...] Se les dice esto para que insistan en los otros servicios sociales, para que asuman esos problemas que les competen, por una cuestión de especificidad o de particularidad de los recursos que tienen [E-3].

De esa relación esperan extraer de la función educativa del Trabajador Social, elementos que los capacite para cambiar su situación. Esto se expresa en forma de pedidos de información, asesoramiento, consejos, opinión. Las tendencias hacia el cambio social, presentes en la práctica profesional, están atravesadas por los niveles de conciencia, organización y movilización en un momento histórico determinado. Lo que posibilita un principio de cambio, es el reconocerse no sólo en lo singular, sino trascenderlo, para alcanzar la comprensión del nivel de particularidad y vulnerabilidad.

Creo que siempre hay que empujar el límite de lo que la gente te dice. O sea, la gente, los usuarios en general, vamos usamos el recurso, o el servicio y nos vamos a casa. En cambio esto es una manera de empujar el límite de la práctica cotidiana de la gente [E-1].

Empujar el límite, a mi forma de ver, es tener presente cuál es el grado de conciencia alcanzado, si trasciende lo singular o no, si está en condiciones de entender el significado de algunas determinaciones, para de allí buscar siempre el reconocimiento de la conciencia humano-genérica.

Ahora, el acceso a la conciencia humano-genérica no se realiza en este comportamiento: solo se da cuando el individuo puede superar la singularidad, cuando asciende al comportamiento en el cual no moviliza todas sus fuerzas sino toda su fuerza en una objetivación duradera (menos instrumental, menos inmediata) se trata, entonces, de una movilización anímica que suspende la heterogeneidad de la vida cotidiana - que homogeiniza todas las facultades del individuo y las direcciona en un proyecto en que el trasciende su singularidad en una objetivación en la cual se reconoce como portador de conciencia humano-genérica. En esta suspensión (de la heterogeneidad) de la cotidianeidad, el individuo se instaura como particularidad, espacio de mediación entre lo singular y lo universal, y se comporta enteramente como hombre (Netto,1996: 69).

En este sentido, los movimientos de desocupados, además del reclamo de puestos de trabajo que llevan a cabo, sirven para que los propios protagonistas se reconozcan como parte de un conjunto que es afectado por políticas económicas. Algo muy parecido podemos decir en relación a los grupos de autoayuda, que apuntan a que el individuo que padece una adicción, sea alcoholismo, drogadependencia, bulimia, etc. reconozca en otros el mismo problema que padece.

En relación a sectores de usuarios organizados, y donde entran en juego proyectos comunitarios o sectoriales se suman, además, pedidos para que el Trabajador Social aporte elementos ya sea para la redacción de cartas, el diseño de proyectos, la organización y conducción.

En esta dirección, la tarea educativa del Trabajo Social es tomada en cuanto práctica que se realiza en el desarrollo de experiencias que contribuyan a quebrar la idea de apropiación individual como única forma de acceso a bienes y servicios. Se apunta al desarrollo de una organización, con la disposición de recursos, herramientas, maquinarias y espacios a nivel colectivo.

Lo que puede brindar el Trabajo Social es la posibilidad de una experiencia que amplíe el campo de reclamo, a partir del conocimiento y de poner como posibilidad el mejoramiento de las condiciones de vida. Cuando se sentencia la condición de inasequible no se demanda, por eso la experiencia y su análisis, son claves en la tarea educativa, no es cuestión de transmisión verbal de conocimiento sino de posibilitar procesos educativos.

Resumiendo el Trabajador Social en su accionar puede impulsar a los usuarios/pobladores a reclamar, poniendo en conocimiento sus derechos, haciéndolos partícipes e impulsores de procesos que tiendan a luchas reivindicativas.


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