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ANÁLISIS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL DE LOS TRABAJADORES SOCIALES EN EL ÁMBITO ESTATAL

Andrea Antonia Oliva (editora)


 


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CAPITULO I Caracterización de la práctica profesional

El espacio del ejercicio profesional se estructura dentro de una práctica social que está históricamente determinada, de la misma manera que está históricamente determinado el Trabajador Social. La práctica profesional del Trabajador Social tiene que ser analizada en el contexto de los cambios que se producen a nivel planetario, no es posible sustraerse del contexto en el cual se desarrolla.

Para estudiar el movimiento en la práctica profesional, en principio recurrimos a las categorías de singularidad, particularidad y universalidad.

Hay que llamar ante todo la atención, y con especial énfasis, sobre la objetividad y la elementalidad de esas categorías de singularidad, particularidad y generalidad. No son "puntos de vista" desde los cuales el sujeto contemple la realidad, o acaso perspectivas que introduzca en ella; son, por el contrario, acusados y destacados rasgos esenciales de los objetos de la realidad objetiva de sus relaciones y vinculaciones, sin cuyo conocimiento el hombre no puede ni orientarse en su mundo circundante, por no hablar ya de dominarlo y someterlo a sus fines. (Lukács, 1966:200)

Abordando el tema desde una perspectiva histórica, realizamos una breve ubicación que permita analizar la universalidad de la dirección política que cruza todas las acciones dentro de las instituciones estatales de Argentina.

Elementos centrales del contexto actual

No se puede comprender la crisis actual en Argentina, si solo se trata de explicar, en forma endógena, a partir de las consecuencias del proyecto neoliberal. El texto de Netto, "Crise do socialismo e ofensiva neoliberal", echa luz sobre la relación de los procesos a nivel mundial vinculando las crisis del Welfare State, el socialismo real2 y el fracaso de las tentativas tercer-mundistas.

Desde una perspectiva que toma posición frente a los embates al proyecto socialista revolucionario y la descalificación de la teoría social de Marx, Netto presenta los temas en el escenario de los años '90, que califica como un episodio más de un proceso histórico de larga duración (Netto, 1993:12).

La crisis global de la sociedad contemporánea, que marca peculiarmente las tres últimas décadas de este siglo, se revela - plena, aunque no exclusivamente - en la crisis del Estado de Bienestar y en la crisis del llamado socialismo real, las dos conformaciones societarias que, cada una a su modo, buscan soluciones a los antagonismos (y sus consecuencias) propios del orden del capital. En estas dos crisis, ellas mismas muy distintas, la crisis global muestra su dramaticidad, que se expresa como posibilidad de regresión social - del cual el denominado neoliberalismo es paradigmático3 (ibid.: 66).

Nos parece fundamental, desde nuestra perspectiva, para comprender la crisis de los Estados obreros burocratizados, como el autor resalta la centralidad política.

La crisis del "campo socialista" tiene sus raíces en este nudo problemático: una limitadísima socialización del poder político pasó a trabar (y en esta medida, luego seguidamente a colisionar con) la profundización de la socialización de la economía - se estableció, de hecho, un haz de contradicciones entre las exigencias dinámicas del desarrollo de las fuerzas productivas en el marco de una economía centralmente planificada y los mecanismos políticos que le dan forma (ibid.:15-16).

Netto diferencia las crisis de los estados obreros burocratizados y las crisis de los países capitalistas incorporando una cita de Ernest Mandel

...en cuanto todos los países capitalistas industrializados, sin excepción alguna, fueron envueltos en el torbellino de la recesión, no hubo en ningún Estado obrero burocratizado ni retroceso absoluto de la producción, ni reaparición de demisiones o desempleo masivo. Al contrario, estos proseguían su crecimiento en 1974-1975, hasta incluso, en ciertas ocasiones, con una tasa de crecimiento superior a los dos años precedentes(apud. Netto, 1993:16-17)

La crisis política y la apertura al ingreso de capitales en estos países se lo identifica como el fenómeno de "la caída del muro". Este fenómeno que es la caída del muro para el ingreso de capitales, nos preocupa particularmente, en el estudio de la práctica profesional, dado que ha impactado sobre los posicionamientos políticos, encontrando menos resistencias el proyecto neoliberal.

El agotamiento del modelo de acumulación capitalista, y la crisis en los países capitalistas, no debe analizarse como una cuestión económica desvinculada de los procesos socio-políticos, como plantea Michel Aglietta:

La crisis del fordismo es, en primer lugar, la crisis de un modo de organización del trabajo. Y se manifiesta sobre todo por el endurecimiento de las luchas de clase en la producción...[que] sientan los límites en la elevación de la tasa de plusvalor (1986: 99).

El análisis que aporta Aglietta pone un punto central para comprender la crisis actual, en la lucha de clases que provocó la crisis de un modo de organización del trabajo dentro del orden burgués. Desde esta perspectiva el sistema de organización del trabajo "fordista" viene sufriendo una crisis, desde fines de los años 6O. Allí se inicia la nueva fase en el modo organización del trabajo. Ricardo Antunes al analizar hoy el "mundo del trabajo", encuentra una precarización del trabajo, el desempleo y el subempleo que se generó,

...porque, por un lado, se dio la expansión nefasta del ideario y la pragmática del neoliberalismo y por otro, por el piso social conformado por la nueva configuración del capitalismo, que ha sido denominada como la fase de la reestructuración productiva del capital, donde el toyotismo y otros experimentos de desregulación, de flexibilización etc. han marcado al mundo capitalista, más intensamente después de la crisis estructural iniciada en los años 70 (Antunes, 2000:99).

De modo que vemos, desde distintos ángulos del análisis de la crisis, se plantea la gestación de un nuevo modelo llamado "neofordista" o "toyotista"4, y la expansión del neoliberalismo.

Tanto en el análisis que realizamos de los usuarios y como de los Trabajadores Sociales, nos importa encontrar las tendencias que caracterizan a la clase trabajadora de hoy.

La primer tendencia que viene sucediendo en el mundo del trabajo hoy es una reducción del obrero manual, fabril, estable, típico de la fase taylorista y fordista. Este proletariado se ha reducido a escala mundial, aunque de manera obviamente diferenciada en función de las particularidades de cada país, de su inserción en la división internacional del trabajo (Antunes, 2000:99).

Esta tendencia de reducción del empleo a escala mundial ha provocado una serie de análisis que han pretendido desalojar la categoría trabajo, y por lo tanto derivar en una anulación del análisis de la lucha de clases, justamente en esta sociedad fundada en la división de clases. El estudio que viene realizando Ricardo Antunes, nos aporta elementos en este debate, al criticar esas posiciones y desarrollar el concepto de clase-que-vive-del-trabajo para dar cuenta de la tendencia creciente del trabajo asalariado. Si por un lado se reduce el proletariado industrial, por otro lado aumenta el trabajo asalariado.

...se efectivizó una expresiva expansión del trabajo asalariado, a partir de la enorme ampliación del asalariamiento en el sector de servicios; se verificó una significativa heterogeneización del trabajo, que se expresa también a través de la creciente incorporación del contingente femenino en el mundo obrero... (Antunes, 1999:41).

Latinoamérica es parte de estos procesos económico-sociales que se dan a escala mundial. La reconversión en los procesos productivos han dejado sin empleo a miles de obreros provocando, entre otros fenómenos, un acrecentamiento del denominado sector informal de la economía.

En Argentina el proyecto neoliberal, orienta su política basada en el cumplimiento del pago de la deuda externa exigida por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Entendemos que a partir de la década del 80 toma ímpetu un modelo Neoliberal que pretende llevar un proyecto político acorde a las necesidades del capital monopolista. Este modelo se caracteriza por la llamada desregulación, la apertura del mercado, el desmantelamiento del sector público y la autonomía del sector financiero (C.f. Vilas, 1997:934). Con el gobierno menemista comienza a perfilarse un nuevo Estado que difiere de los modelos anteriores típicos del fines del siglo XIX de estilo liberal o del llamado Estado de Bienestar o desarrollista (García Delgado, 1997:15). El tema de la reforma del Estado implica mucho más que los cambios que se producen al interior del aparato estatal. La intensificación del proceso de interacciones regionales y globales, ha erosionado la distinción entre asuntos internos y externos, entre política doméstica e internacional (García Delgado, 1997:16).

Los distintos paradigmas de las políticas sociales atravesaron el desarrollo de la profesión imprimiéndole su sesgo particular en cada momento histórico.

...la Política Social se contrae, y sus funciones tradicionales - acumulación y legitimación - experimentan severas adaptaciones. La cuestión de la contracción de la Política social se presta a debate, especialmente en lo que toca a los fondos asignados a su financiamiento.. (Vilas, 1997:935).

La política social del neoliberalismo encuentra su limitación en el propio modelo de acumulación capitalista, que genera que grandes sectores de población se vean 'excluidos' del acceso a los bienes y servicios básicos que produce esta sociedad. Existe una tensión permanente entre la llamada eficacia técnica para 'reducir la pobreza' y la racionalidad del esquema global. Se pretende que sea el mercado quien tienda a resolver los problemas sociales, planteando para la política social mecanismos de privatización, focalización y descentralización (Cf. Vilas; 1997:942).

Respondiendo a los intereses, respondiendo a los intereses del capital en esta fase de desarrollo, surgen créditos otorgados a determinados programas sociales que tienden a evitar o controlar estallidos sociales. Estas políticas intentan mediante la llegada de los fondos directamente o con poca intermediación de los Estados-nación, a los propios actores sociales. Se basan en el supuesto de que más eficiente la administración de fondos en manos de los protagonistas, por lo cual, se trata de abarcar con menos fondos más necesidades. Se abre un nuevo espectro de políticas sociales para la intervención del Trabajo Social, en la formulación de proyectos sociales financiados por organismos internacionales.

Otro elemento a tener en cuenta es que el neoliberalismo tiende a la despolitización de las relaciones sociales; rechaza que el Estado o las instituciones sindicales, por ejemplo, intenten cualquier regulación política del mercado (cf. Netto, 1993:80). Obviamente que esta tendencia no procura erradicar mecanismos reguladores de la economía, como plantea J.P. Netto

Lo que desean y pretenden, en base a la crisis contemporánea del orden del capital, es erradicar mecanismos reguladores que contengan cualquier componente democrático de control del movimiento del capital. Lo que desean y pretenden no es 'reducir la intervención del Estado', sino encontrar las condiciones óptimas (hoy solo son posibles con el estrechamiento de las instituciones democráticas) para direccionarlas según sus particulares intereses de clase (ibid.:81).

La política de achicamiento del Estado; la flexibilización laboral, la privatización de servicios y la seguridad social han provocado la pérdida de cuantiosas conquistas sociales.

Sin embargo este no es un proceso lineal, y no han podido aplicar en profundidad ese proyecto político, ya que existe una resistencia, aunque dispersa y poco organizada, de diversos sectores. Existen tendencias de un endurecimiento de las luchas con eje en el reclamo de puestos de trabajo, donde se han realizado en los últimos años distintas experiencias de cortes de rutas y calles, toma de municipios y puebladas, como elementos nuevos que se suman a las tradicionales huelgas de trabajadores. Bajo distintas expresiones los enfrentamientos en torno al proyecto neoliberal está en vías de crecimiento.


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