BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ANÁLISIS DE LA PRÁCTICA PROFESIONAL DE LOS TRABAJADORES SOCIALES EN EL ÁMBITO ESTATAL

Andrea Antonia Oliva (editora)


 


Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (132 páginas, 309 Kb) pulsando aquí

 

 

Aproximaciones a una concepción de recursos del arsenal operativo

Consideramos que el conjunto de recursos deben ser tratados como medios de la acción profesional para el cumplimiento de sus funciones. Marilda Iamamoto hace referencia a la cuestión de los recursos desde esta perspectiva

Ahora reglamentada como una profesión liberal en la sociedad, el Servicio Social no se realiza como tal. Esto significa que el asistente social no tiene todos los medios necesarios para la efectivización de su trabajo: financieros, técnicos y humanos necesarios al ejercicio profesional autónomo. Depende de recursos previstos en los programas y proyectos de la institución que lo requiere y contrata, a través de los cuales es ejercido el trabajo especializado. En otros términos, parte de los medios o recursos materiales, financieros y organizacionales necesarios al ejercicio de ese trabajo son proporcionados por las entidades empleadoras (1999:63).

Iamamoto presenta aquí dos aspectos importantes para el análisis de los recursos. Por una parte, el vínculo entre la acción profesional y la provisión de recursos por parte quien emplea al Trabajador Social. A la vez considera estos recursos sólo como parte de lo que es necesario. Es decir, que la autora aunque plantea la práctica profesional como proceso de trabajo, deja entrever que existe algo más, que cabría preguntarse entonces que sería lo que está por fuera de lo que provee la institución empleadora.

Como primer medida, consideramos que es necesario distinguir los recursos en relación de su condición de ser asequibles o inasequibles. De modo de que nos ubicamos en una perspectiva que, contemple todo aquello que ha desarrollado la sociedad y en relación a ello, su condición de ser recursos disponibles para la intervención. Es decir, no negamos que todo lo que ha desarrollado una sociedad sean recursos, pero no todo es asequible en términos de intervención.

Recursos inasequibles son aquellos que, si bien tienen existencia real, no son posibles de ser conseguidos, ya sea por las determinaciones universales dentro de un orden social, o por determinaciones particulares de la práctica profesional. Podemos recurrir nuevamente sobre nuestro ejemplo del hotel cinco estrellas, como ejemplo de recursos que es inasequible en términos de intervención.

Nos preguntamos si existe un muro infranqueable entre recursos asequibles e inasequibles. Dentro de este orden social, organizado en clases, no es una cuestión de voluntad para definir los límites, pero esos límites nunca son infranqueables, y dependen del interjuego político-económico. Existe todo un movimiento para convertir esos recursos inasequibles en asequibles. Por otra parte la asequibilidad se relaciona directamente con la función que cumpla el recurso, ya se como uso o consumo.

El recurso puede ser asequible como soporte e inasequible como prestación, no es igual conseguir un TV y Video para desarrollar una actividad educativa, que para entregar a una familia; un espacio físico se puede conseguir para realizar una reunión, pero no para atender un problema habitacional; una mesa puede estar disponible para usar de escritorio pero no para ser entregada.

Desde esta perspectiva no nos interesa tanto la existencia material del recurso en su inmediatez, sino el papel que puede tener dentro de la intervención. Por otra parte, hay que introducir que existe un flujo de recursos que no provee la institución, sin embargo son asequibles en la práctica profesional.

Tratando de captar el modo particular en que se presentan los recursos en el ejercicio profesional en las instituciones estatales de Argentina, pasamos a una categorización que nos permita profundizar en cada una de ellas, aunque teniendo presente que son interdependientes. Desde esta perspectiva presentamos a continuación una aproximación a los recursos categorizados como: prestaciones, de funcionamiento, escritos, visuales, tiempos, profesionales.

Recursos - prestaciones

Son la materialización de las políticas asistenciales, que a través de bienes, servicios u ordenes de pago cubren determinadas demandas. Ese conjunto de bienes y servicios que se denominan prestaciones, varían de acuerdo a la institución y al área.

La prestación puede ser de acceso directo, es decir que estén en la misma institución o de acceso indirecto, que está disponible en otras instituciones o reparticiones y ello requiere entonces la mediación de gestiones.

La condición ser asequibles o inasequibles, se determina por la relación institución-usuario, pero también por el juego político que cruza los recursos de la asistencia, tal como se presentan las modalidades asistencialistas o reivindicativas32.

Las prestaciones pueden ser de entrega directa por parte del Trabajador Social, o a través de un documento que habilite su uso o propiedad.

Recursos de funcionamiento

Este rubro se refiere a todo aquello que sirve de soporte para el desarrollo de las actividades. Lo que define estos recursos es su vinculación con las simples determinaciones de la práctica del Trabajador Social, ya sea dentro de la institución o fuera de ella.

Nos estamos refiriendo a espacios físicos, material bibliográfico, muebles, equipamientos, archivos, bibliotecas, servicios, artículos de librería, medios de comunicación, transporte, caja chica, artículos de camping, deportivos, recreativos, etc., es tal la variedad que la lista se hace interminable33. Hay ciertos equipamientos que son específicos de acuerdo al área o proyecto, sea de salud, vivienda, educación, discapacidad, microemprendimientos productivos, etc.

La disponibilidad de herramientas de construcción, máquinas de sellar bolsitas, de pañales, o de pastas que se usan en proyectos actuales, no son de apropiación por parte de los usuarios sino que son medios que se ponen a disposición para lograr una prestación. La prestación no es la máquina, sino que es el valor de cambio de los productos en el caso de microemprendimientos, y el valor de uso en el caso de autoconstrucción.

En cuanto a la cuestión edilicia no nos referimos solo a la cuestión de tener un lugar, ya sea para reunirse o desarrollar una actividad educativa, recreativa, cultural sino al significado que ese lugar adquiera. La existencia de un espacio físico en el lugar de trabajo no significa que sea asequible para hacer reuniones si los usuarios no aceptan concurrir. La condición de ser asequible o inasequible un lugar de reunión está principalmente determinado por la relación usuario-usuario, más que por cualquier otro condicionante edilicio o de localización, no decimos que no estén determinando sino que tienen menores implicancias para el funcionamiento. Vinculado a ello los espacios físicos se convierten en lugares asequibles o inasequibles en términos de funcionamiento existiendo múltiples determinaciones que los están condicionando.

En cuanto a los servicios es preciso diferenciar los servicios de funcionamiento, de los servicios que se constituyen en prestaciones, dado que aquí nos referimos a los que son necesarios para el desarrollo del trabajo pero que no son de apropiación por parte de los usuarios. Podemos hablar de los mismos servicios públicos, por ejemplo de la luz eléctrica, pero mientras siendo una prestación se refiere al usufructo por parte del usuario, a través de la orden de conexión o excepción del pago, aquí será utilizada como medio para desarrollar tareas. Aunque en esas tareas participen los usuarios, tiene otro significado, en tanto no corresponde a un servicio a ser otorgado.

Otros recursos de funcionamiento que se han incorporado comúnmente son las computadoras, que están siendo utilizadas como reemplazo de las máquinas de escribir, para hacer informes, más que como base de datos o medio de comunicación vía Internet, ya que aún está muy acotado su acceso.34

Estos recursos no son provistos únicamente por la entidad empleadora, sino que son, en gran parte, los que se generan en el trabajo de gestión. Un dato importante de destacar es que también son provistos por los propios Trabajadores Sociales. En muchas ocasiones los propios profesionales disponen de su vehículo, el teléfono, útiles, computadora, cámaras fotográficas, videos, etc. que son utilizados en la intervención.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios