BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DESARROLLO ECONÓMICO DE SANTANDER

Pedro Alonso Martínez Cortéz




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3.1.2 Infraestructura y Logística

La infraestructura es, quizás, la variable que explica en mayor grado el rezago de Colombia en competitividad. En efecto, diferentes indicadores muestran que la infraestructura en Colombia se encuentra incluso por debajo del promedio de los países latinoamericanos, los cuales, a su vez, están rezagados con respecto a los países emergentes que han logrado insertarse exitosamente en la economía global. De acuerdo con Calderón y Servén (29), el diferencial de inversión en infraestructura puede explicar aproximadamente una quinta parte del diferencial de crecimiento económico entre América Latina y los países del sureste asiático.

Es evidente que, en la medida en que tenga lugar una transformación productiva en la economía colombiana, y que ésta se oriente más hacia el comercio internacional, las presiones sobre la infraestructura van a ser mayores.

El rezago de Colombia en infraestructura se concentra principalmente en el sector de transporte que, junto con los servicios de logística, da cuenta, probablemente, de los principales cuellos de botella de la infraestructura sobre el aparato productivo. Entre ellos cabe destacar el estado de la infraestructura vial, la falta de acceso terrestre y fluvial a los principales puertos, el escaso desarrollo de zonas logísticas y la ausencia de infraestructura multimodal para el uso integrado de diferentes medios de transporte.

29. Calderón C. y L. Servén (2004) “The Effects of Infrastructure Development on Growth and income distribution”

Banco Central de Chile Documento de Trabajo N. 270. Septiembre 2004.

En general, hay un problema de inadecuada regulación sobre el sector de transporte y logística, que obstaculiza el desarrollo del sector y dificulta la implementación de alianzas público- privadas. A la vez, la ausencia de alianzas público–privadas dificulta la atracción de inversionistas institucionales y de fondos privados de financiamiento.

Diversos estudios sugieren que los requerimientos de infraestructura en cobertura y calidad para responder adecuadamente a los retos de una mayor competitividad e inserción internacional de la economía colombiana, demandan elevar las tasas de inversión en estos sectores a niveles superiores al 6% del PIB.

Dadas las limitaciones fiscales, una importante proporción de esta inversión deberá provenir del sector privado, que gracias a los recursos de las AFP y de otros fondos institucionales, pueden contribuir ampliamente a su financiamiento.

No obstante, para que efectivamente afluyan los recursos se requiere un marco regulatorio e institucional que posibilite e incentive dicha participación. Igualmente, es necesario disminuir la informalidad y fortalecer la estructura empresarial del sector transporte, y reducir los costos asociados con las operaciones logísticas.

Para ello es preciso modernizar la infraestructura de los principales corredores viales, de los centros logísticos y de los puertos y aeropuertos, y superar las falencias regulatorias que no permiten una administración logística adecuada (30).

La infraestructura es uno de los principales factores que explica el rezago de Colombia en competitividad. El factor en el cual el país tuvo la peor calificación en la última encuesta del Foro Económico Mundial fue en infraestructura. Mientras que en el índice general de competitividad Colombia ocupó el puesto 69 entre 131 países, en infraestructura se ubicó en el puesto 86, retrocediendo 10 puestos con respecto a los resultados de la encuesta en 2006. (Ver Gráfico 12)

30. Benavides, J. (2007) “Infraestructura y servicios para la producción y el comercio”, en: Aportes del Componente de Políticas del Proyecto MIDAS al Conpes de Competitividad. Mimeo.

El factor en el cual el país tuvo la peor calificación en la última encuesta del Foro Económico Mundial fue en infraestructura. Mientras que en el índice general de competitividad Colombia ocupó el puesto 69 entre 131 países, en infraestructura se ubicó en el puesto 86, retrocediendo 10 puestos con respecto a los resultados de la encuesta en 2006. (Ver Tabla 11)

Colombia no aparece rezagada en infraestructura social, pero sí en infraestructura productiva. De acuerdo con un estudio reciente del Banco Mundial (2007), Colombia presenta un cubrimiento de servicios básicos del hogar (energía, acueducto y alcantarillado y telefonía) por encima del promedio latinoamericano, y en algunos rubros incluso por encima de países de mayor ingreso como Brasil y México, si bien aún existen grandes disparidades entre áreas urbanas y rurales. Sin embargo, Colombia presenta un rezago con respecto a países comparables de la región en infraestructura productiva, especialmente en transporte.

Colombia también está rezagada en la calidad de la infraestructura. Dentro de los diferentes rubros que se utilizan para evaluar la posición de los países en infraestructura en la encuesta del Foro Económico Mundial, Colombia aparece particularmente rezagada en calidad de la infraestructura ferroviaria (puesto 118), calidad de la infraestructura portuaria (108) y calidad de las carreteras (94). Con respecto a éstas, el porcentaje de carreteras pavimentadas en situación regular o mala subió de 22% en 1998 a 29% en 2003 (31).(Ver Gráfico 13)

De acuerdo con este estudio, el costo de rehabilitar la red vial costaba, en 2004, alrededor de US$380 millones. Sin embargo, sin políticas correctivas para 2010 el porcentaje de la red vial en mal o regular estado llegaría al 46%, con un costo de reparación de US$800 millones.

31. Banco Mundial (2004) Colombia: Recent Economic Developments in Infrastructure (REDI) Balancing Social and Productive Needs for Infrastructure. Finance, Private Sector and Infrastructure Unit Latin America and the Caribbean. Volumen 1. Noviembre 2004.

El transporte carretero moviliza el 80% de la carga y el 84% de los pasajeros en el país. Sin embargo, tan sólo el 15% de la red vial (25 mil kms) se encuentra pavimentado, y de éste sólo 560 kms tienen doble calzada (incluyendo 160 kms que se están construyendo actualmente).

Esto, en buena parte, es el resultado de los bajos niveles de inversión en el sector: Colombia redujo la inversión en transporte terrestre de niveles alrededor de 2% del PIB a principios de los años ochenta, a niveles cercanos a 1% a finales de los años noventa. En la presente década la inversión en carreteras ha presentado niveles similares a los de los años noventa, la inversión con recursos públicos se ha mantenido en 0.5% del PIB aproximadamente, mientras que la inversión proveniente de fuentes privadas se ha incrementado alcanzando 0.2% del PIB (DNP).

Los costos logísticos en Colombia son significativamente mayores a los de los otros países de la región. La concentración geográfica de la actividad económica en Colombia y su estructura geográfica hacen que los procesos logísticos tengan un impacto sustancial sobre los costos de las empresas, principalmente para las actividades de comercio exterior. (Ver Tabla 12)

Los costos logísticos varían ampliamente por sector, desde 6% a 8% en el comercio y 10% en la manufactura, hasta más de 23% en el sector de la construcción, y son proporcionalmente mayores para las pequeñas y medianas empresas (32). De acuerdo con este estudio, el 47% de los costos logísticos en Colombia se explica por problemas regulatorios que impiden hacer una adecuada consolidación y compensación de la carga y un trámite aduanero expedito.

32. Benavides, J. (2007) “Infraestructura y servicios para la producción y el comercio”, en: Aportes del Componente de Políticas del Proyecto MIDAS al Conpes de Competitividad. Mimeo.

El principal componente de los costos logísticos es el transporte, El 52% de los costos logísticos en Colombia está representado por los costos de transporte. Mientras que es común que los costos de transporte interno sean mayores a los costos de fletes internacionales (33), la relación entre costos internos y fletes internacionales es mayor para el caso de Colombia. Limão N. y A. Venables (34) estiman, en un estudio para varios países, que un incremento de 10% en los costos de transporte reduce el volumen de comercio entre 20% y 35%. (Ver Gráfico 14).

Es claro, por lo tanto, que si no disminuyen los costos logísticos, y en particular los costos de transporte, no se podrán materializar las ganancias de abrir nuevos mercado.

El porcentaje de contenedores de carga importada inspeccionados en Colombia está alrededor del 50%, muy por encima de países como México o Suráfrica. Debe tenerse en cuenta que en Colombia el 82% de las exportaciones (en volumen) se realiza por puertos marítimos y de éste, el 72% usa el contenedor como medio de transporte. Mientras que países como Sri Lanka o Nigeria inspeccionan rutinariamente todos los contenedores, países como Colombia o Indonesia aplican una inspección aleatoria. Sin embargo, es posible disminuir los costos de inspección si se implementan metodologías con base en análisis de riesgo, como lo hacen España o Alemania. Debe señalarse que la Sociedad Portuaria de Cartagena, está trabajando conjuntamente con el gobierno de Estados Unidos, logró el reconocimiento de puerto SCI para Cartagena, lo cual implica la utilización de los mejores equipos de Inspección No Intrusiva (NII), sistemas de análisis de riesgo y avanzados sistemas de comunicaciones.(Ver Gráfico 15)

33. Concejo Privado de Competitididad. Informe Nacional de Competitividad. 2008-2009 Hausmann, R. y B. Klinger (2007) “Achieving Export-led Growth in Colombia”, Center for International Development, Kennedy School of Government. Harvard University.

34. Limão N. y A. Venables (2001) “Infrastructure, geographical disadvantage, transport cost and trade”, World Bank economic Review.

3.1.3 Inversión privada en infraestructura

Existen condiciones positivas para movilizar recursos para infraestructura, como lo demuestra un estudio reciente del Foro Económico Mundial, donde Colombia aparece entre los cuatro países de América Latina mejor calificados en el índice de atracción de inversión privada en infraestructura. En esta calificación ha incidido la disposición del gobierno colombiano a favorecer la inversión privada en infraestructura (evaluada por el Foro Económico Mundial con el segundo puntaje más alto en América Latina después de Perú), y también por factores como desarrollo y calidad del marco regulatorio de alianzas público- privadas, eficiencia en el otorgamiento de licencias, facilidades para compra de tierras, y transparencia de los procesos de privatización, entre otros.

Sin embargo, el país ocupa una baja calificación en la participación de la inversión privada en infraestructura. A este respecto existe un enorme potencial, si se tiene en cuenta el tamaño que han alcanzado los fondos administrados por inversionistas institucionales en Colombia, y que representan cerca del 30% del PIB.

La mitad de estos recursos es administrada por fondos de pensiones que, debido a su horizonte de inversión de largo plazo, constituyen una fuente potencial de gran importancia para financiar proyectos de infraestructura.

El desarrollo, operación y mantenimiento de la infraestructura y de los servicios de logística requeridos para el avance de la competitividad en Colombia deben buscar los siguientes objetivos: a) desarrollar un marco regulatorio que incentive la participación privada en el financiamiento de la inversión en infraestructura, y propicie el mejoramiento de la eficiencia y la calidad en la provisión de servicios de infraestructura y logística; b) fortalecer la capacidad institucional y técnica del sector público para la gestión de instrumentos financieros para el desarrollo de proyectos de infraestructura; c) generar instancias de coordinación al interior del sector público, y entre el sector público y el sector privado que sirva para orientar las decisiones de inversión, financiamiento y operación de la infraestructura y de los servicios de logística.

3.2 Educación

Dentro de las estrategias para alcanzar la transformación productiva que requiere Colombia, una de las principales es la educación y el desarrollo de destrezas laborales. En un mundo en el cual la economía del conocimiento es cada vez más importante como fuente de ventajas competitivas, la educación y la formación de capacidades laborales son elementos esenciales que debe tener un país para desempeñarse exitosamente dentro de esa economía del conocimiento.

La educación y el desarrollo de destrezas laborales es una estrategia que afecta el conjunto de las actividades productivas: el desarrollo de sectores de clase mundial requiere del desarrollo de habilidades y conocimientos a nivel de las mejores prácticas del mundo.

El aumento en la educación y la formación de capacidades laborales son también un mecanismo para elevar la productividad en sectores tradicionales y contribuye a la formalización laboral y empresarial. Datos del Observatorio Laboral para la Educación muestran que las tasas de formalización son más altas (mayor al 80%) entre los egresados de educación superior (universitaria, técnica y tecnológica) que en el promedio de la fuerza de trabajo. Un trabajador más capacitado y con mayor nivel educativo tiene una mayor probabilidad de conseguir un empleo productivo en el sector formal

Los datos históricos en Colombia muestran que los ciclos de expansión productiva en la economía colombiana típicamente han ido acompañados de presiones al alza en los salarios de los trabajadores calificados. La apertura económica de los años noventa tuvo un efecto similar. La única forma de viabilizar una estrategia de crecimiento sostenido, y hacerla al mismo tiempo más incluyente, es a través de una estrategia explícita de formación de capital humano.

El Indicador de Educación y Recursos Humanos del Banco Mundial es un promedio simple de la tasa de alfabetismo de adultos y de la tasa de matrícula en educación secundaria y en educación terciaria. En este indicador, con las cifras más recientes, Colombia ocupa el puesto 75 entre 137 países, perdiendo cuatro puestos con respecto al que tenía en 1995. Una comparación útil es con Brasil: en 1995 este país estaba en el puesto 85. Sin embargo, entre 1995 y la última encuesta, mejoró 27 puestos y se ubicó en la posición 58, superando ampliamente a Colombia. De hecho, Brasil fue el país que en mayor grado mejoró en este indicador a nivel mundial, gracias a un incremento muy importante en la tasa de matrícula en educación secundaria y terciaria.( Ver Gráfico 17)

Los resultados en 2006 de la prueba internacional PISA ( Program for International Student Assessment), estudio comparativo que evalúa los conocimientos, competencias y actitudes de los estudiantes de 15 años, ubicaron a Colombia en el puesto 53 entre 57 países en ciencias y matemáticas, y en el puesto 51 entre 56 países en lectura.

Estos resultados enfatizan la necesidad de mejorar la calidad de la educación en Colombia, máxime cuando el país ha destinado recursos crecientes a este sector. En efecto, en 2006 el gasto público en educación fue de 4% del Producto Interno Bruto (PIB): 1,9% se destinó a la educación primaria, 1,4% a la educación secundaria y 0,7% a la educación terciaria (todos como proporción del PIB). En comparación, países como Chile y Brasil destinan a educación recursos del orden de 2,6% y 3,8% del PIB respectivamente.

El Ministerio de Educación Nacional (MEN) está aplicando un conjunto de políticas para mejorar la calidad de la educación en el país, cuyos resultados seguramente se reflejarán en el mediano plazo.

Entre 2003 y 2006 se otorgó registro calificado a 3.442 programas que estaban en funcionamiento y a 837 nuevos programas de los cuales 234 son técnicos y tecnológicos, lo que representa el 46% del total de programas de pregrado. Estos programas estuvieron concentrados prioritariamente en áreas como ciencias económicas y administración, humanidades y ciencias sociales e ingenierías.

En diferentes indicadores de educación, Colombia se comporta igual al promedio latinoamericano (tasas de matrícula en secundaria y terciaria, acceso a internet en colegios y fuga de cerebros), pero se comporta mejor que el promedio de América Latina en calidad de la educación en ciencias y matemáticas, tasa de alfabetismo de adultos y calidad de gerencia en colegios. Como ya se señaló, Colombia también supera a la mayoría de países latinoamericanos en la magnitud del gasto público en educación como proporción del PIB.

Ahora bien, el Informe Nacional de Competitividad del año 2007 incluyó un conjunto de acciones para fortalecer la educación en el país. Algunas de estas propuestas fueron adoptadas por el Gobierno e implementadas. Entre ellas vale la pena mencionar las siguientes:

a) Construir un proyecto educativo en torno a competencias:

Con el propósito de fortalecer la educación y el desarrollo de competencias laborales, se debe continuar trabajando en los ejes de la política de pertinencia, promover la formación por competencias básicas, laborales y aquellas dirigidas a aumentar la competitividad del país como el bilingüismo y las TIC, y fomentar la investigación aplicada como mecanismo para responder a las necesidades y prioridades de nuestras regiones.

b) Fortalecer y consolidar el Observatorio Laboral de la Educación

Para lograr que los jóvenes colombianos tomen las mejores decisiones relacionadas con su inserción en el mercado laboral, es muy importante proporcionarles información de calidad, que muestre cómo está el mercado y cuáles son los requerimientos, necesidades y oportunidades del sector productivo.

c) Modelo para identificar las necesidades de competencias laborales

La experiencia de Irlanda muestra las bondades de contar con un modelo para identificar las necesidades de competencias futuras de acuerdo con las apuestas regionales y nacionales en materia de competitividad. Se propone implementar un modelo similar con la participación del Gobierno, el sector productivo y la academia.

d) Capacitación y actualización de la fuerza de trabajo presente

Experiencias internacionales han evidenciado los grandes beneficios en productividad y competitividad asociados con la capacitación y actualización de la fuerza de trabajo. Si bien es importante capacitar a los jóvenes que son la fuerza de trabajo futura, también lo es capacitar y actualizar los conocimientos de la fuerza de trabajo presente. Se propone que el SENA lidere un programa de capacitación y actualización de los empleados actuales.


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