BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

UNA CONTRIBUCIÓN A LA ECONOMÍA ECOLÓGICA: ACTIVIDADES NO-PROLETARIAS GENERADORAS DE INGRESOS

Mara Rosas Baños




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3.5 Relaciones de intercambio en la producción no capitalista: extracción de plusvalor

En los setenta la investigación sobre las cuestiones campesinas tuvieron gran relevancia, Castaingts (1979) se une a la creciente inquietud sobre el quehacer campesino y afirma como muchos en esa época (Calva, 1988) que la teoría económica y las ciencias sociales contaban con insuficientes instrumentos teóricos para comprender la realidad campesinas que se caracteriza por una racionalidad distinta a la capitalista “el propio campesino no se reduce a lo económico, a lo social, a lo etnológico o a lo agronómico, etc., sino que representa un todo y no es sino a partir de esta totalidad que se le puede comprender” (Castaingts, 1979:13) Como vimos una de las más grandes contribuciones a entender el proceso de progreso de la sociedad la hace Marx, a partir de su análisis de las formaciones socio-económicas precapitalistas, en este apartado se estudia la forma en que las economías aún cuando sean capaces de generar excedentes, la organización de la comunidad, principalmente a través del gasto en la reproducción cultural impide que ese excedente se acumule y sirva para incrementar la desigualdad económica entre las familias, adquirir tecnología ni medios de producción. Una de las aportaciones que hace este trabajo a la comprensión de la realidad campesina es establecer la necesidad de la interdisciplina en la teorización de la comprensión de la realidad campesina que prácticamente se enfoca a identificar la forma de extracción del plusvalor de la economía campesina por parte de la capitalista.

La construcción del modelo de intercambio del sistema no capitalista se sostiene por los siguientes hipótesis, las que son generalmente aceptados por la teoría de la economía campesina y sostenidas por evidencia empírica de su tiempo: 1) El móvil de la producción campesina es la satisfacción de necesidades, es decir, creación de valores de uso, los cuales, se convierten en mercancías posteriormente a ser producidos; 2) La producción implica una relación trabajos abstractos diferenciados por un orden cuantitativo; y 3) Existe un sistema de reciprocidad y de redistribución en el proceso productivo que determina los bienes de uso producidos.

El modelo de intercambio de valores de uso y mercancías se compone de las siguientes variables:

Cij= Monto de instrumentos de producción o materias primas necesarias para producir una unidad del bien “i” (coeficiente que mide la cantidad de trabajo directo e indirecto necesario para producir el insumo en cuestión)

= cantidad física del bien “j” necesaria para la reproducción social del productor.

= tasa de intercambio de los productos.

= coeficiente de la transformación social del producto “i”. Mide grado de apreciabilidad del producto i, hecho pro la sociedad campesina.

= cantidad de trabajo vivo necesario para producir una unidad del bien i.

= cantidad del producto j que, desde el punto de vista de la sociedad campesina, es necesaria para la producción de una unidad del bien i. Según demandas sociales, políticas y religiosas necesarias para la producción de cada bien.

La hipótesis fundamental es que: la tasa de intercambio garantiza la reproducción de la comunidad. Al interior de la comunidad existen mecanismos de sanción y compensación que garantizan un límite (cierto nivel de equilibrio) en el volumen de acumulación de la comunidad. Para que la comunidad pueda reproducirse es necesario que la familia campesina que produce el bien i, tenga ingresos suficientes para vivir, pagar los ritos religiosos y que pueda reemplazar los medios e insumos de producción. Así el sistema de ecuaciones de la tasa de intercambio es:

Donde el índice i representa el bien en cuestión, y el índice k la familia que produce cada bien. La ecuación uno representa las necesidades de la reproducción social: es la reproducción de los medios de producción y materias primas; medios para la reproducción cultural, bienes y servicios necesarios para las ceremonias mítico-religiosas. El coeficiente mide el grado de apreciabilidad del bien para la comunidad, esto quiere decir que los bienes más apreciados tendrán una tasa de intercambio (medido por ) mayor que la de los demás. Esta proposición implicaría que los bienes más apreciados generan un mayor excedente, el cual, rompería con el principio de igualdad social, según Castaingts esto no sucede porque un mayor está siempre ligado a un incremento de gastos ceremoniales.

La ecuación (1) tiene igual número de incógnitas que de ecuaciones, por lo que el sistema de ecuaciones tiene una solución posible. Aún cuando la acumulación no está en la motivación de la sociedad, puede haber buenas o malas cosechas, entonces si las cosechas son buenas habrá un incremento en las festividades. Las leyes de intercambio son:

1) Esta ecuación implica que si las cosechas son buenas los coeficientes son menores, es decir con la misma cantidad de insumos se produce más.

2) La ecuación (3) indica que las condiciones de cambio técnico están determinadas por las relaciones sociales de producción, las cuales, son ajenas a los precios relativos.

3) Si sobrepasa un cierto límite, la consecuencia sería que las familias que producen el bien “i” podrían enriquecerse. Para evitar eso la comunidad obliga a sus familias a aumentar su participación en los gastos de actividades socio-religiosas.

4) La existencia de una relación de parentesco real o ritual, etc., hacen que una misma familia puede intercambiar un bien con tasas de intercambio diferentes según el carácter de la persona que tiene enfrente de ahí:

La restricción social, establece que la diferencia de las tasas de intercambio no permita la explotación entre personas de la misma comunidad, es decir, que la diferencia entre tasas de intercambio aplicadas por una misma familia no debe sobrepasar un cierto límite.

Las leyes del modelo en general garantizan que no haya acumulación, las relaciones de intercambio que favorecen a ciertas familias son contrastadas con un gasto social mayor; no hay explotación de la fuerza de trabajo; la relación trabajo muerto- vivo no tiene repercusión en los precios relativos; entre otras. El modelo garantiza las condiciones de subsistencia de la comunidad.


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