BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

UNA CONTRIBUCIÓN A LA ECONOMÍA ECOLÓGICA: ACTIVIDADES NO-PROLETARIAS GENERADORAS DE INGRESOS

Mara Rosas Baños




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5.5 La organización social de la producción comunitaria

La producción es la transformación de los recursos naturales por parte de las familias en el seno y por intermedio de las relaciones sociales comunitarias. Independientemente de que el régimen de propiedad sea comunal, ejidal o pequeña propiedad, la apropiación de la naturaleza en este proceso se da a través de reglas claras de inclusión y exclusión de acceso a los recursos naturales, generadas al interior de la AG.

En el sistema productivo comunitario existe una relación estrecha entre la forma de autogobierno y las actividades productivas comunales. El trabajo administrativo en las principales actividades productivas se considera como un servicio comunitario que se traduce en responsabilidades que caben en el sistema de cargos, como una extensión del mismo. Como el sistema de cargos dura un período máximo de tres años, la administración es rotativa y los cargos son designados en consenso en la AG. Los miembros de la comunidad que ocupan puestos administrativos tienen capacidad limitada en la toma de decisiones y ejecutan las decisiones tomadas en asamblea, como se mencionó algunos de éstos cargos en la producción ya son remunerados económicamente. Actualmente esos puestos son ocupados por personas que se han capacitado para adquirir las habilidades técnicas necesarias para efectuar dichas labores. Además existe una tendencia que muestra que algunos miembros de la comunidad que han estudiado carreras técnicas y universitarias están ocupando los cargos administrativos. En algunas comunidades se designan fondos para financiar vía becas a jóvenes de nivel medio superior o superior que provienen de los excedentes de las actividades productivas.

En este sistema, las familias practican dos tipos de producción, la producción de traspatio y la producción a mayor escala que llamaré comunitaria. En la primera, las mujeres y los ancianos son los que generalmente llevan la responsabilidad de dicha producción y se organizan con el resto de los integrantes de la familia para distribuir tareas. No se contrata trabajo externo a la unidad familiar; no obstante, la producción de traspatio puede ser tanto para autoconsumo como para intercambio. Existen actividades de traspatio que se sofistican, se combinan tecnologías y se producen bienes con términos de intercambio favorables, se mantiene la escala pero se involucra la comunidad en esta producción generalmente dirigida por mujeres.

El segundo tipo de producción surge del rescate de la capacidad de autogestión de los recursos comunitarios. En éste tipo de producción, se parte de una organización productiva estructurada, en la que se utilizan los recursos naturales que le pertenecen a la comunidad; esto puede entenderse en el sentido del tipo de propiedad que rija a la comunidad. La producción se destina al intercambio en mercados locales, regionales e inclusive en algunos casos nacionales e internacionales. El trabajo que se despliega en estas actividades puede ser pagado o no pagado; en algunas comunidades los puestos administrativos ya empiezan a tener una remuneración económica, como ya se mencionó, pero esto todavía no es un hecho generalizado. Ambos montos de remuneración económica de la fuerza de trabajo desplegada tanto directamente en la actividad productiva, como puestos administrativos son designados en asamblea. Los sueldos que se pagan están generalmente en promedio 30% por arriba de los salarios pagados fuera de la comunidad en actividades parecidas, pero esto no aplica a los puestos administrativos.

La aparición de la producción comunitaria obedece a la transición de la producción de traspatio y a la implementación de proyectos que desde el inicio plantean la participación de toda la comunidad. Existe evidencia en algunas comunidades de que la producción de traspatio puede llegar a convertirse en producción comunitaria. El conocimiento que la experiencia y la información trasmitida de generación en generación hace que ciertas actividades productivas basadas fundamentalmente en el tipo de recursos naturales que cada comunidad posee, al conjuntarlas con innovaciones tecnológicas (que generalmente se adquiere en la interacción con ONGs e instituciones de investigación) se conviertan en la principal actividad de la comunidad y se amplié la escala de producción con la creación de infraestructura. Esto sucede principalmente cuando la producción de traspatio se enfoca al intercambio, y se vincula a la capacidad organizativa de la comunidad, e incluso puede trascender a la comunidad creando redes con otras que producen bienes semejantes. Debido a que la producción de traspatio es dirigida principalmente por mujeres, en algunos casos esta transición productiva favorece la aparición de asociaciones de mujeres que trabajan bajo una estructura organizada en la que se encuentran tanto áreas como la administrativa, comercialización, contable y de transformación.

La situación de la mujer de esa manera se transforma al ritmo de su participación en la generación de ingresos excedentes derivado de la organización para la implementación de nuevos proyectos productivos. Pero la participación de la mujer campesina e indígena en la generación de ingresos familiares y comunitarios no es un asunto nuevo. El hecho era que la mujer era mal vista si trataba de hacerlo de forma diferente al rol de actividades que tradicionalmente ejercía y por supuesto que la transición de la producción para autoconsumo a la producción de traspatio para el intercambio tiene grandes diferencias. En primer lugar, porque se requiere más dedicación a cuestiones organizativas y de capacitación, cuestión que de inició en muchas comunidades era mal visto. De hecho en muchos casos, se narran experiencias en las que las mujeres han tenido que enfrentarse a sus esposos o a las críticas de la comunidad para colaborar, capacitarse y construir proyectos productivos cuyas características son: sustentabilidad, sinergias tecnológicas y diversificación productiva.

La producción comunitaria vía proyectos tiene diferentes formas, en algunas comunidades aparece después de recuperar de manos de empresas privadas y estatales, la gestión de sus recursos naturales. La infraestructura rescatada por la comunidad hace que en algunas ocasiones los proyectos inicien con una base que incluye la capacitación porque en algunas comunidades se empleaba a miembros de la comunidad en esas empresas. En otras ocasiones, surge de modificaciones en la forma de producción, la conversión de producción con agroquímicos a producción orgánica de diversos bienes, que en la mayoría de ocasiones se venden en mercados de comercio justo o solidario. También existen asociaciones productivas que crean productos de alto contenido nutricional con presentaciones que compiten con el alimento chatarra producido en el sistema capitalista, productos medicinales envasados y etiquetados que compiten también con los del mercado capitalista y productos que únicamente pueden encontrarse en comunidades, por ejemplo el mezcal que encuentran canales de comercialización directa.

El tipo de propiedad de la tierra determina la organización de la asociación productiva. En el régimen de propiedad comunal o ejidal, se encuentra una organización productiva que opera bajo una estructura administrativa dirigida y vigilada por consejeros designados en AG. Cuando existe el régimen de pequeña producción la organización es a través de cooperativas, en las que también se crea consejos y asambleas que presentan algunas diferencias con la AG, especialmente en el ámbito económico. Esto se debe principalmente al hecho de que las comunidades indígenas y las campesinas poseen diferentes estructuras sociales internas.

Pero para cualquiera de las dos asambleas, las actividades productivas más importantes de la comunidad representan una fuente de empleos, conservación de sus recursos naturales, -en asamblea se decide sobre el volumen de extracción o nivel de explotación de los recursos naturales; reparto de excedentes, que significa la producción para el bien común y una manera de preservar y fortalecer la estructura comunitaria. Con esta forma de organización de la producción existen relaciones de cooperación, solidaridad y reciprocidad en las diferentes actividades productivas que involucran a campesinos al interior y en redes de comunidades.

En general, el proceso de producción comunitaria se encuentra regulado y configurado desde la estructura social como una extensión de la misma forma de interacción comunitaria. La cooperación es una fortaleza productiva dentro de la organización institucional, en la interrelación con las herramientas del trabajo y con los insumos, el trabajador se recrea a si mismo como sujeto creador, en el que la cooperación es una cualidad fundada por las formas interactivas de la comunidad. El trabajador como dueño de su fuerza de trabajo contratada por un salario, es capaz de comportarse como propietario independiente de los bienes que produce por el hecho de que el resultado de la producción beneficia a la colectividad a la cual él pertenece. En esta sociedad el capital no es el elemento dominante del sujeto.

Figura 5.1

La propiedad independientemente de sus regimenes es relativa, básicamente por un reconocimiento general de la cosmovisión indígena y campesina de que la naturaleza no se puede poseer, porque representa el medio de reproducción de la vida. El medio de control de su uso es regulado a través de la máxima institución de la comunidad la AG. Esta es quien hace compatible el uso de los recursos naturales con el interés colectivo. Por lo tanto, las decisiones sobre cuánto, cómo y qué producir se toman en consenso en la AG.


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