2.1 Introducción

La teoría económica ha subvalorado las actividades económicas campesinas a lo largo de la historia de la industrialización de los países latinoamericanos. La teoría del desarrollo latinoamericana planteaba la necesidad de disminuir el tamaño del sector agrícola para modernizarlo, lo que significaba, la sustitución de métodos de producción tradicional, caracterizados por la intensidad de mano de obra, por la aplicación de la biotecnología y técnicas incrementadoras de productividad por hectárea. Ese era el secreto, según esta perspectiva teórica, para superar el subdesarrollo de los países del tercer mundo. Por supuesto, esto no sólo aplicaba al sector agrícola; el objetivo final era lograr el crecimiento del sector industrial y aumentar la tasa de ganancia, esto ha significado la sobreexplotación de los recursos naturales y la insustentabilidad social y ecológica del sistema económico. Incomprensiblemente los objetivos no han cambiando, aún cuando la política económica se rige por un modelo teórico diferente; lo único que cambia, son los métodos para lograr estos mismos objetivos. Sin embargo, hay que aclarar que los métodos del neoliberalismo han tenido costos sociales mucho mayores en comparación con los de la teoría del desarrollo y la cruzada contra los campesinos se intensifica.

La racionalidad económica que la teoría neoclásica afirma que es única en todo sistema social es incompatible con principios de equidad intergeneracional y sustentabilidad, la búsqueda individual del máximo beneficio tanto para el consumidor como para el productor hacen que no existan incentivos para disminuir la intensidad de la explotación de los recursos y ocasionan la existencia incontrolable de la emisión de “externalidades sociales y ecológicas”, lo que ahora la Economía Ambiental llama costos externos. El mercado es incapaz de lograr la eficiencia social debido a que si se incluyen cuestiones ambientales que tienen que ver con la producción y consumo las curvas de oferta y demanda se vuelven impredecibles. Los economistas ambientales (economistas neoclásicos) han aceptado que el mercado también es incapaz de resolver cuestiones de equidad, la disposición a pagar de un individuo depende de su nivel de ingreso, por tanto, según esta perspectiva, la valoración de un bien o servicio depende de cuanto se este dispuesto a pagar por él en el mercado. Cuando se trata de cuestiones ambientales la interpretación es que la gente rica está mas dispuesta a conservar porque su disposición a pagar es alta a diferencia de una persona con un nivel de ingreso bajo, por tanto, el mercado es incapaz de resolver cuestiones de equidad y sustentabilidad (Field, 2003). Esto significa que la teoría dominante no cuenta con un marco teórico capaz de resolver dos cuestiones apremiantes para la humanidad, la equidad y la sustentabilidad ecológica.

La búsqueda de la rentabilidad en el sector agrícola ha tenido como efecto inmediato la concentración de la tierra ; la pérdida de biodiversidad agrícola y silvestre; la agudización de la pobreza y la degradación de suelos con perdida de bosques. La pregunta que surge es sí existe forma de lograr la compatibilidad entre la producción y la sustentabilidad social y ecológica. La bioeconomía y la EE afirman que en términos de conservación de la biodiversidad agrícola, silvestre y uso energético, la economía campesina tradicional es superior a la capitalista y reconocen que los campesinos poseen una racionalidad diferente a la capitalista, (Martínez Alier, 1991).

Los estudios sobre las cuestiones campesinas de la EE hacen referencia a las aportaciones teóricas que la economía campesina ha hecho, principalmente las de Alexander Chayanov que construye una teoría de la organización y motivación de las Unidades Económicas Campesinas (UEC), en la cual, demuestra que la economía campesina no puede ser estudiada con las categorías y cuerpos lógicos de la teoría económica porque las UEC se manejan con una racionalidad no capitalista. Por tanto, en este capítulo se presentan las aportaciones de la EE y la Economía Campesina al estudio de la identificación de las racionalidades alternas.