BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

UNA CONTRIBUCIÓN A LA ECONOMÍA ECOLÓGICA: ACTIVIDADES NO-PROLETARIAS GENERADORAS DE INGRESOS

Mara Rosas Baños




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1.4 Actividades No-proletarias Generadoras de Excedentes: ¿Por qué es necesario crear una categoría para explicar el fenómeno?

La economía campesina logró identificar algunos aspectos fundamentales del comportamiento y vinculación de los campesinos con el mercado, pero enfrentó un debate conceptual profundo que Shanin (1979) formuló de la siguiente manera: es necesario construir un marco de referencia que trascienda las fronteras interdisciplinarias y se centre sobre la economía campesina, su estructura, dinámica, cambio y su amplio marco social. En este reto estaba presente además la confrontación de los diferentes conceptos de campesino (Calva, 1988). Pero, el análisis teórico se enfocó principalmente al estudio de las posibilidades de desaparición o permanencia de los campesinos, campesinistas vs descampesinistas y las propuestas para crear un aparato teórico capaz de explicar el funcionamiento y dinámica social quedo estancado.

Si bien, hoy hay menos gente viviendo en las zonas rurales que hace tres décadas, para el 2010 se estima que la gente del mundo rural sea 3.3 billones y la gente en las zonas urbanas de 3.5 billones (Borras, 2009). Los diferentes conceptos de campesinado no son capaces de dar cuenta ya de las formas productivas y la vinculación con el mercado capitalista, dificultando el estudio de los nuevos fenómenos a la luz de esta corriente teórica, muchas de las actividades productivas comunitarias hoy ya no son exclusivamente agrícolas, la Nueva Ruralidad da cuenta de ello (Barkin, 2001, 2004; Cartón de Grammont, 2004; Pérez, 2006; Tapella, 2004) No obstante, la discusión teórica que proviene de Lenin y Chayanov nos deja enseñanzas importantes para nuestros análisis actuales como son: el primero nos aporta una discusión aún vigente acerca de la cuestión de la diferenciación de la población rural y las posibilidades de que esta población lleve adelante una estrategia revolucionaria. Y el segundo, Chayanov ofrece un estudio sobre las motivaciones de producción de las unidades domésticas campesinas, enfocándose a un segmento de la población rural que mantiene un tipo de equilibrio entre esfuerzos físicos y producción. Coincidiendo ambos en que es la motivación (la lógica) la que permite identificar a los agentes sociales (Cortes y Cuellar, 1986:97). Y este es el punto de partida de la propuesta que se incluye aquí, las ANGE como categoría que permite la identificación de actividades productivas que no responden a la lógica de producción capitalista, pero que por sus particularidades tampoco responden a la lógica que plantean los estudios de la economía campesina.

La respuesta de las comunidades a los desastres ecológicos se ha dirigido a la búsqueda de cultivos que sean compatibles con las cualidades del suelo y condiciones climáticas de sus territorios. Un ejemplo más es el amaranto, cultivo que no requiere un uso intensivo de agua ni suelos muy fértiles y además es un alimento valioso porque sus granos y hojas son una importante fuente de elementos nutritivos como el hierro y el calcio (Clint, et al., 2006) La diversificación productiva en función de las necesidades ecológicas de los suelos y bosques; donde se desarrollan estrategias agroecológicas para recuperar humedad y fertilidad del suelo; la creación de centros ecoturísticos que no destruyen bosques, ni biodiversidad, más bien buscan una armonía entre la naturaleza y la inquietud de exploración del hombre; el rescate de semillas nativas, que conlleva la recuperación de la información genética de especies en peligro de extinción (como el caso del algodón de color en Perú o de la variedad de mezcales en México, entre otros muchos casos) con la construcción de viveros y plantas medicinales que por encontrarse en laderas también peligraban por la búsqueda de suelos de cultivo. La creación de comités de vigilancia por parte de la asamblea general de varias comunidades representa una de las bases más importantes de conservación y producción sustentable.

La diversificación productiva es una de las características de la producción comunitaria sustentable, es necesaria para generar un manejo sustentable de los recursos naturales. Se basa en la planificación y ordenamiento del territorio que considera corto, mediano y largo plazo, sobre la base de cultivos que se deseen fortalecer, en los que se determinan subsistemas de producción agrícola complementaria que provea humedecimiento al suelo (como pueden ser subsistemas agroforestales y frutícolas, leguminosas, entre otros); abono orgánico y animal, que involucra adquisición de ganado; además de la crianza de aves cuyo alimento proviene de la propia siembra. En los casos de las empresas comunitarias forestales la diversificación comenzó por la adquisición de aserraderos y en algunos casos continuó con la adquisición de carpinterías o fábricas de muebles, maquinaria para molduras, hornos de secado, maquinaria de extracción, transporte e infraestructura industrial, planta de destilación de resina, astilladoras, almacenes, tiendas comunitarias, huertas, servicios ecoturísticos, o servicios ambientales, entre otras muchas. No obstante, en las comunidades ya existía un nivel de diversificación productiva, pero no suficientemente organizada, por lo que, se desaprovechaban recursos naturales del sistema y sólo permitían la reproducción familiar.

La diversificación productiva se encuentra ligada a la creación de infraestructura productiva (aquí es necesario recordar que en las comunidades también existe la creación de infraestructura no productiva con sus propios ingresos) y los fondos para crearla pueden ser propios, es decir, por ingresos excedentes de las ANGE, por ingresos obtenidos en actividades remuneradas fuera de la comunidad, o también pueden provenir de financiamientos por parte de las instituciones que ya se mencionaron anteriormente. A su vez, la diversificación productiva y la adquisición de infraestructura productiva hacen que los productos agrícolas sean de mejor calidad, la producción de bienes de consumo final tenga un embasado y presentación adecuada para el mercado, la calidad de los productos maderables y no maderables sea óptima y todo ello como es evidente por el tipo de diversificación productiva en función de la sustentabilidad de los ecosistemas.

La diversificación productiva utiliza la sinergia entre conocimiento tradicional y tecnología moderna, a la cual las comunidades han accedido por diferentes vías. La interacción de las comunidades con Asociaciones Civiles con fines no lucrativos, ONGs, Institutos de Investigación, y con la adquisición de financiamientos de organismos internacionales y gobiernos nacionales. Vinculación que hace evidente la capacidad que las comunidades han ido desarrollando en gestión de recursos naturales y monetarios; selección de proyectos a través de consensos en el máximo órgano de decisión comunitaria, la AG, que generalmente buscan la sustentabilidad; creciente interés de capacitación y adquisición de infraestructura que derive en un producto terminado y de calidad.

Las falsas ideas propagadas por programas de desarrollo agrícola nacionales e internacionales (como la Revolución Verde) acerca de los beneficios del uso de agroquímicos y monocultivos cambiaron los sistemas de producción tradicionales y crearon las peores condiciones de producción agrícola: la pérdida de fertilidad del suelo, impacto en las variedades de plantas que en algunos casos son medicinales, etc., generándose círculos viciosos de degradación ecológica y perdida de espacios de siembra que ha orillado a los campesinos a buscar constantemente nuevas áreas de cultivo, con los impactos ecológicos que ello acarrea. Además, el uso de agroquímicos como fertilizantes y plaguicidas también contribuye a la perdida de fertilidad del suelo.

El conocimiento que las comunidades tienen sobre sistemas de retención de humedad, compatibilidad de cultivos en una misma cosecha, manejo de semillas nativas, remedios medicinales naturales para curar aves y ganado, conocimientos sobre plantas medicinales, entre otras han sido conocimientos sumamente útiles en la implementación de proyectos productivos exitosos. La tecnología moderna la han utilizado, por una parte, para reorientar los sistemas productivos, lo cual en muchos de los casos implica el rescate de métodos realmente tradicionales, los cuales tienen resultados positivos en términos agroecológicos. Por otro lado, se ha orientado a la asesoría en cuestiones administrativas, búsqueda de semillas adecuadas para ciertos tipos de suelo y solución de problemas ecológicos y la creación de infraestructura y maquinaria.


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