BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

EL ESTRÉS PSICOLÓGICO Y SUS PRINCIPALES FORMAS DE EXPRESIÓN EN EL ÁMBITO LABORAL

Yosamne Fonseca Marante




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1.3 Tipos de estrés

La respuesta del organismo frente a un evento externo puede manifestarse de dos maneras diferentes, en forma negativa o llamado distrés, lo que provocará consecuencias nocivas para la salud física y mental, y en forma positiva llamado también eustrés, causando reacciones inversas.

Cuando esta respuesta se realiza en armonía, respetando los parámetros fisiológicos y psicológicos del individuo, es adecuado en relación con la demanda y se consume biológica y físicamente la energía dispuesta por el Sistema General de Adaptación adoptamos el concepto de estrés positivo como eustrés.

El estrés aquí da lugar a una sensación de confianza, de control, y de ser capaz de abordar y llevar a un buen término tareas, retos y demandas concretas. Es la cantidad de estrés necesario para obtener un rendimiento físico y mental que nos permite ser productivos y creativos.

Cuando por el contrario, las respuestas han resultado insuficientes o exageradas en relación con la demanda, ya sea en el plano biológico, físico o psicológico, se produce el estrés negativo o distrés que por su permanencia (cronicidad) o por su intensidad (respuesta aguda), produce el Síndrome General de Adaptación.

Es entonces cuando nos encontramos ante un número creciente o percepción de demandas que nos plantean dificultad o nos constituyen una amenaza y debemos mirar el modo de enfrentarlas. Si respondemos con un “no puedo” entonces la balanza del estrés se inclinará hacia el lado negativo.

Existen situaciones en la vida tales como terminar mucho trabajo en poco tiempo o bien realizar actividades de las que no se tiene conocimiento suficiente para realizarlas; sentir que nuestro contenido laboral es mucho mayor del que podemos realizar; etc., que hace presente el estrés negativo y que nos llevan a pensar que existen factores provocadores de la aparición de estrés en las personas.

1.4 Factores desencadenantes del estrés en el contexto laboral.

Existen ciertas fuentes que provocan estrés en diferentes formas y en diferente grado, y podemos mencionar factores o agentes estresores individuales, relacionados con el trabajo, con el ambiente o con la familia, pero no se debe olvidar la interrelación entre los diferentes factores estresores o del contexto en que un determinado estresor se presenta en una persona, además si varios agentes estresores están presentes pueden producirse diversos tipos de combinaciones que implican diferencias en sus efectos individuales. Existe una gran cantidad de situaciones o factores que generan estrés en el individuo.

El profesor Thomas Holmes y su colaborador el doctor Richard Rahe han realizado estudios sobre los acontecimientos del entorno y la incidencia que estos tienen sobre la salud mental y física de los afectados.

 Factores estresores individuales: Estos factores van a depender propiamente del individuo, constituyen elementos que pueden tornarse estresantes en dependencia del tipo de tarea que se realice. La continuación se mencionarán una serie de factores que ilustrarán esta afirmación.

• Rasgos de personalidad: Existen ciertos rasgos que son más propensos a generar estrés sobre todo en personas serias, tensas, además de personas con un nivel de inteligencia mayor al promedio son más susceptibles a sufrir desórdenes emocionales relacionados con el estrés. Las necesidades, valores o formas en que miran las oportunidades, problemas o demandas son fuente de estrés cuando no están siendo satisfechos están muy por encima o bajo el nivel promedio del sujeto. También la predisposición que tenga una persona frente al cambio, tanto de estructura como funcionales, implican en un mayor o menor grado de estrés. Influyen los valores que tenga el individuo como los religiosos, humanos, si la cultura de la empresa no va de acuerdo a sus ideales provocará estrés, el sentido que tengan del trabajo, si solo lo considera como un medio o un fin, a mayor autoestima menor riesgo de estrés, todas estas son características que influyen en mayor o en menor grado a tener algún nivel de estrés. También la literatura registra la aparición de estrés en personas con patrón de conducta tipo A (Álvarez, 2000). Se plantea que estas personas estarían generando por sí mismas de manera continua situaciones de estrés crónico, como consecuencia de su estilo de relacionarse con su medio.

• Habilidades personales: Constituye otro de los factores a tener en cuenta para el estudio del estrés. Las destrezas que posee la persona para desarrollar su labor, sobretodo si es un trabajo manual que requiere de habilidades específicas, puede constituir un factor estresante en el caso de que ya la persona no cuente con la rapidez necesaria en la ejecución, que puede deberse, a que alguna enfermedad o daño lo esté provocando o que la persona cuente con una edad avanzada donde el ritmo no sea el mismo que cuando joven.

• Interés por la tarea: Es uno de los factores más importantes en esta actividad, que no podemos dejar de mencionar, es el grado de motivación que le imprime el sujeto a su actividad laboral que le genere placer y bienestar. Cuando la persona no está motivada esta actividad se torna una amenaza para la persona que la encuentra tediosa, monótona y no busca razones que le hagan encontrarla atractiva.

 Factores estresores organizacionales: Son aquellos factores que se encuentran en el lugar de trabajo y que son generadores de algún grado de estrés en el individuo ya que es aquí donde la persona pasa la mayor parte de su tiempo.

• Sobrecarga de trabajo: El exceso de trabajo, tanto en términos cuantitativos como cualitativos es una fuente importante de estrés. La sobrecarga cuantitativa es el exceso de actividades a realizar en un determinado período de tiempo, en cambio, la sobrecarga cualitativa se refiere a las excesivas demandas en relación con las competencias, conocimientos y habilidades del trabajador. Por otra parte, la falta de trabajo puede resultar también estresante. La asignación de pocas tareas durante el día o la asignación de tareas muy simples, rutinarias y aburridas en relación a las habilidades y destrezas del trabajador pueden también ser causa de estrés laboral. También en este punto consideramos el exceso de horas de trabajo, que influyen significativamente en la salud física como también las relaciones sociales y la vida familiar. La sobrecarga de trabajo como el exceso de horas está relacionado con la insatisfacción, baja autoestima, conducta de fumar más frecuente, entre otras.

• Clima organizacional: El ambiente físico, psicológico son factores que producen estrés en los individuos. No todos los individuos les afecta en el mismo grado el clima que exista en la empresa. El clima en la organización favorece el buen desempeño de la tarea siempre y cuando existan buenas relaciones interpersonales entre sus miembros. Pero una organización que no favorezca la comunicación, el compartir, la confianza entre sus miembros, donde no se respeten los horarios de descanso y estos no se utilicen precisamente para estos fines, donde el trabajador se sienta contrariado, presionado por el cumplimiento de una norma, hace que el clima que se respire esté cargado de sentimientos negativos y malestar obstruyendo el proceso de la actividad y frenando el rendimiento del trabajador. En este caso, el sujeto comienza a presentar irritabilidad, rechazo a la institución, desmotivación lo que repercute en su productividad. Para un cierto individuo trabajar en un clima que no va de acuerdo a sus valores, le producirá mayor grado de estrés que uno que si está de acuerdo con sus costumbres personales (Ivancevich, 1989).

• Trabajo por horas: El horario en el que se desempeña el trabajo puede ser también un elemento desencadenante de estrés laboral. Cuando se trabaja por el cumplimiento de una norma los horarios de entrada y salida pueden resultar amenazadores en el sentido de que llegada la hora de salida y no se haya cumplido con la norma, en el trabajador comienza a aparecer ansiedad, irritabilidad, nerviosismo, etc., por no haber terminado aún su trabajo.

• Actividad laboral monótona: Las tareas excesivamente repetitivas y monótonas, así como las tareas que resulten poco importantes, y muy fragmentadas (donde la contribución individual al resultado del trabajo es muy difícil de percibir) son generalmente consideradas como tareas potencialmente estresantes. En un estudio realizado en 1976 por Johanson, Aronsson y Lindstrom, mostraron como el trabajo duro y de gran esfuerzo físico y mental mantenía altos niveles de adrenalina. Un análisis mostró que la adrenalina y la irritabilidad se asociaban con un trabajo repetitivo y la necesidad de mantener una misma postura corporal durante toda la jornada. Esta elevación de adrenalina se acompaña de sentimientos de fatiga e irritabilidad (Álvarez, 2000). El trabajador que se enfrenta cada día a una actividad de este tipo debe tener conformados horarios de descansos espaciados, que propicien el compartir y realizar en intermedios, actividades refrescantes que logren relajar la tensión mantenida de la labor. En el individuo la rutina laboral sin incentivos, genera desinterés, desmotivación, pues no le permite desarrollar la creatividad en su quehacer.

 Factores estresores extraorganizacionales: Son aquellos factores productores del estrés que pueden ser estímulos físicos y que encuentran en el ambiente de la organización que no tienen que ver directamente con el logro de los objetivos de la tarea pero que si influyen en el resultado de esta. Pasaremos a mencionar algunos.

• Iluminación: Estos aspectos (luminosidad, brillo, contraste) son relevantes tanto para el rendimiento como para la salud física y el bienestar psicológico. Una iluminación inadecuada puede producir problemas en la visión, dolores de cabeza, tensión, entre otros. Además, si la actividad que se desarrolla le resulta imprescindible determinadas condiciones de luminosidad, repercute en el resultado final de la actividad que puede verse engorrosa debido a errores cometidos (Kalimo,1988).

• Temperatura: Las personas intercambian constantemente calor con su entorno y este intercambio está influenciado por factores personales y ambientales. Trabajos que requieren decisiones críticas y discriminaciones finas son afectados negativamente por el exceso de calor, la destreza manual se deteriora en condiciones de baja temperatura pudiendo ser causa de accidentes (Kalimo,1988).

• Distribución del contexto laboral: La falta de espacio físico o la inadecuación del mismo puede ser un estresor importante en el trabajo, pues es agente estresor tanto el hacinamiento como la falta de personas en un determinado espacio. En las oficinas pequeñas donde deben de cohabitar con equipos que necesitan espacio como computadoras existe el riesgo de provocarse accidentes pero también de producir más estrés que otras por las inconveniencias que introducen en el desempeño del trabajo y los costos en movimientos, esfuerzos y pérdida de tiempo que representan.

Hasta aquí algunos de los factores más importantes y que tienen una mayor incidencia en la aparición del estrés en el trabajador, factores que merecen especial atención pues la presencia de ellos nos conduce a avizorar que en cualquier momento podemos estar manifestando síntomas visibles de la presencia de estrés.


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