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EVOLUCIÓN DE LOS VÍNCULOS COMERCIALES EN AMÉRICA DEL NORTE Y EL ESTE ASIÁTICO 1994-2004

Alfredo Sánchez Ortiz




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Capítulo 5. Vínculos del TLCAN con los Procesos de Integración Regional en el Este Asiático.

5.1. Introducción

Desde hace pocos años –concretamente a partir de la década de los noventas- se está registrando en el Este Asiático un auge de lo que se denomina “nuevo regionalismo económico”, generado por iniciativas de economía práctica entre países de una región. Se han alcanzado ya dos grandes acuerdos llamados “plurilaterales” (ANSEA+3 y ANSEA-China, estando un tercero, ANSEA-Japón, en fase de estudio). Paralelamente se han firmado o se estudian acuerdos comerciales bilaterales entre países asiáticos. Ese doble fenómeno es novedoso, pues tradicionalmente los países de Asia oriental carecían de esquemas políticos o comerciales de integración regional, con la excepción de la ANSEA. Habían optado por un enfoque multilateral en su política comercial exterior, primero a través del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y luego de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

En este capitulo tratamos de manera especifica los vínculos del TLCAN con los procesos de integración regional en el Este Asiático. En el capitulo correspondiente al APEC se han analizado los Procesos de Integración Regional al interior de dicho órgano. En esta parte de la tesis, se trata de dimensionar comparativamente el grado de vinculación entre el “nuevo regionalismo económico” Asiático y el TLCAN.

El interés en el desarrollo de este capitulo es para identificar, ubicar y comparar los vínculos de integración regional, en Asia Pacifico con el TLCAN pues cada TLC faculta políticas de apertura económica, y se convierte en instrumento de seguridad para el uso eficiente de recursos en un contexto de rivalidad comercial regional, cuya etapa moderna se inicio con la formalización de la UE y el surgimiento del TLCAN. Es obligado que un propósito importante de los arreglos de cooperación regional es facilitar y promover el libre flujo de mercancías, servicios, capital y mano de obra a través de fronteras nacionales. Este papel facilitador o catalítico es una característica invariable, presente en muchas de las iniciativas regionales firmadas en Asia en años recientes.

Poco después de la II Guerra Mundial las naciones del Este de Asia intentaban facilitar el intercambio comercial y financiero; de los simples tratos mercantiles pasaron a los Acuerdos de Libre Comercio, y de las relaciones bilaterales a las relaciones multilaterales; éstas últimas han generado lo que se conoce (Bustelo, 1997) como zonas regionales neoeconómicas, que integran economías de una región geográfica dentro de un marco de promoción económica y financiera. (Bustelo, 1997)

Los esfuerzos de Cooperación Regional además de beneficios comerciales, cohesión política, y armonización social en un nivel informal, aporta a sus miembros colaboración internacional para levar a cabo esfuerzos de liberalización unilateral, o liberarlos de presiones diplomáticas externas que intentan reforzar decisiones políticamente difíciles, concernientes al comercio y a las relaciones económicas con países no socios.

A diferencia de muchas regiones del mundo, en Asia Pacífico la apertura económica unilateral permitió la integración financiera, productiva y comercial de la región. Las estrategias políticas para la atracción de IED hacia la región, aceleraron la industrialización de los países en desarrollo; sin embargo, los gobiernos perdieron su capacidad para regular los procesos económicos rebasados por los agentes privados, que protegiendo sus intereses particulares provocaron efectos negativos sobre las economías nacionales, fenómeno que se explica con la Teoría del Regionalismo Dominó.

La primera característica destacable en los procesos de integración por cooperación en el Este Asiático, es su carácter reciente y característico de los mismos. Otra de ellas es su rápido crecimiento a partir de los ochenta, y su gran diversidad por los países que integran la región sin que ninguno la controle, aunque existen perspectivas en este sentido.

El regionalismo asiático es diferente a la simple vecindad geográfica, pues promueve el libre comercio multilateral definido económicamente como regionalismo abierto. Depende de la interacción económica de los Estados en un marco carente de reglas y normas formales que las constriñan; a diferencia de lo que ha sucedido en América del Norte con el TLCAN.

La cooperación económica entre los países asiáticos, aunque retrasada en comparación con las naciones europeas y americanas, ha ganado en ímpetu en años recientes, atrayendo de forma creciente la atención mundial. Desde octubre de 2003, ha tenido lugar una serie de reuniones internacionales, tales como la IX Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ANSEA) y la cumbre de la ANSEA con China, como señal de una nueva etapa en la cooperación en Asia oriental. En la IX Cumbre de la ANSEA, en octubre, se concluyó la II Concordia de Bali, un ambicioso acuerdo que prevé la formación para 2020 de una comunidad económica al estilo de la Unión Europea (UE). El pliego fija además objetivos más definidos y concretos para la cooperación futura entre los países de la ANSEA. En la reunión de Bali, China se sumó al Tratado de Amistad y Cooperación (TAC), adoptado por la ANSEA en 1976 como pacto fundacional.

La institucionalización del TLCAN provocó cambios importantes en la región de Asia Pacífico. Se cree que entre las naciones y culturas de esa área hay una gran similitud, y que a pesar de lo plural en de las diferencias culturales, económicas y sociales de la región, los países podrán avanzar juntos. Esta actitud ha dado origen a una ‘identidad y conciencia asiática’ cada vez más vigorosa que se materializa en la proliferación de nuevas propuestas subregionales de Acuerdos de Comercio Preferencial (ACP) de índole bilateral o multilateral. Este movimiento se conoce como “el modo del pacífico” o “visión asiática” y consiste en compartir valores y actitudes para enfrentar de manera conjunta los problemas económicos y políticos en la región Asia Pacifico. El surgimiento de un dinámico proceso de integración regional en Asia Pacifico ha servido para que APEC sea más un marco económico-político que proceso integrador.

AFTA derivó de ANSEA como asociación voluntaria de estados que no ceden su soberanía a una autoridad central, limitando su integración a cuestiones funcionales, principalmente en materia de seguridad y economía, sin buscar una integración política más completa como la de la UE . No cuenta con instituciones y estructuras supranacionales (Parlamento o una corte de justicia), tampoco tiene una moneda común, ni cuenta con una autoridad monetaria central (como el Banco Central Europeo). A pesar de contar con un conjunto de políticas arancelarias, y comerciales, cada miembro negocia regulaciones o acuerdos de comercio con otros países y no la Asociación en su conjunto. Sus ciudadanos no se mueven libremente dentro de la región; su Secretariado no tiene autoridad ni responsabilidad supranacional. Los miembros ANSEA han ido entrando a la organización de forma paulatina, hasta incluir a los 10 países del Sureste asiático; sin embargo, la proximidad geográfica entre ellos es menor que la existente entre los 25 países europeos que forman la UE.

El TLCAN es un caso de integración regional muy limitado en su membresía: Canadá, EE.UU. y México. Es de carácter funcional, no ha buscado atender otros asuntos limitándose al terreno económico. Este Acuerdo promueve el libre tránsito de bienes entre los países miembros, mediante la eliminación de impuestos a la importación, y de aranceles o barreras al comercio. Además, busca la apertura de espacios a la inversión extranjera entre los 3 países. En este sentido, establece una similitud con el AFTA creado por ANSEA, que tiene el mismo objetivo funcional, siendo la respuesta más directa del sureste asiático contra el TLCAN. Por otra parte el TLCAN es en esencia un acuerdo intergubernamental que no entraña ninguna delegación de soberanía política al igual que ANSEA, pero a diferencia de la UE.

Por su parte el ANZCERTA (Australia-New Zeland Closer Economic Relations, o CER como también se le conoce) data de 1983 y es mas parecido a la UE. El comercio de los bienes producidos en ambos países no sufre ni restricciones tarifarías ni cuantitativas, y de esa misma forma el comercio de servicios está siendo liberalizado de acuerdo al Protocolo de Servicios de 1988.

En el marco de su proceso de consolidación los países del CER firmaron el Acuerdo de Reconocimiento Mutuo que entro en vigencia en 1988, en el que se establece que el ejercicio de las profesiones legalmente autorizadas y los bienes cuya venta está permitida en unos de los dos países, automáticamente están en condiciones de ser practicadas y vendidos también en el otro.

El CER fue concebido originalmente como un acuerdo comercial de amplio alcance, para una estrecha cooperación entre Australia y Nueva Zelanda en otros foros internacionales. Por eso trabajan cooperativamente en la OMC y en otros foros regionales como APEC. La creciente integración dentro del CER hace que no solo constituya un patrón modelo para otras organizaciones regionales, sino que sus integrantes usan este acuerdo de integración como elemento clave para otros acuerdos comerciales regionales.

Nueva Zelanda es para Australia el tercer socio comercial, el tercer destino de sus exportaciones, el cuarto destino de su IED y ocupa el sexto lugar como proveedor. Actualmente intentan progresar en cuestiones bilaterales de gobernabilidad, facilitación de negocios y trabajos académicos, y a la vez generar y reforzar el comercio y los flujos de inversión con otras organizaciones (Australia, Departamento de Asuntos del Exterior y Comercio; 2005).

En junio de 1991 EE.UU., Canadá y México decidieron entablar negociaciones para el TLCAN. Al año siguiente el gobierno de Malasia presento en ANSEA una propuesta para crear la Agrupación Económica del Este asiático (East Asian Economic Grouping, EAEG) en defensa los intereses regionales ejerciendo un contrapeso al área norteamericana de Libre Comercio.

Para Frankel (1997) en Asia Pacífico los procesos de integración regional se basaron al inicio casi exclusivamente en el comercio. Con el TLCAN, los asiáticos comprendieron que el comercio no es suficiente para tener una región unida. Las ganancias nacionales por comercio son imprevisibles, demasiado pequeñas, y desigualmente distribuidas. Los grupos comerciales en una región tienden o moverse hacia la integración por agrupación institucional más inmediata, resultando así alianzas temporales de los países donde empresas tienen intereses comunes.

Schiff y Winters (2003) señalan que el crecimiento del comercio en Asia Pacífico, así como el aumento del comercio bilateral entre los países de esa área y Japón, se explica por el notable crecimiento de su comercio total, y por su proximidad geográfica. Observación reafirmada con la ANSEA y el AFTA. Señalamiento que refuerza la condición geopolítica de la teoría neorrealista, usada en este texto como marco referencial para explicar la integración regional.

Baldwin (citado por Evenett et al, 2004) observa una tendencia exclusiva de la región y la denomina Regionalismo Domino, a la característica de integración económica en cadena, producida por la falta de instituciones formales como aquellas de la UE y el TLCAN; la integración regional en la Cuenca del Pacífico se presenta en mercados que se encuentran en rápida transformación bajo la confluencia de la globalización y los crecientes vínculos entre las economías nacionales.

Esto lleva a afirmar que en Asia Pacífico antes del TLCAN se dio la regionalización sin regionalismo, puesto que las intensas interacciones económicas entre los países de la región fueron determinadas en principio por la cercanía geográfica, por la ventaja comparativa, por y razones de estrategia económica de las grandes naciones más industrializadas, como Japón y China, tal y como lo señala la teoría geopolítica.

Por otro lado, los objetivos perseguidos y la coyuntura internacional para el surgimiento de cada uno de estos casos de integración regional (ANSEA, UE, ANZCERTA y TLCAN) fueron totalmente distintos. Por ejemplo, ANSEA surgió en 1967 veinte años después de la II Guerra Mundial, tras de una serie de intentos por establecer mecanismos regionales de seguridad, que mantuvieran la paz en una región caracterizada por la diversidad política e inestabilidad postcolonial. En el caso europeo, el proceso de regionalización dio inicio antes de la II Guerra Mundial y después de la I Guerra Mundial, cuando en 1923 Austria propuso el Pan-Europeismo por primera vez. No obstante, el proceso tomó forma hasta después de la II. Guerra Mundial, a partir de los 50’s, en un escenario de devastación bélica pero entre países muy cercanos y muy similares entre sí, lo cual permite afirmar que la actual UE fue producto de una cultura común europea y surgió como respuesta a un pasado común de guerras en Europa .

Doctrinariamente ANSEA nació por cuestiones geopolíticas en países en vías de desarrollo Japón, Taiwan, Corea del Sur, y Vietnam, para fomentar la seguridad regional en un escenario ideológico de Guerra Fría. La UE fue producto de motivos históricos y culturales que comenzaron con la integración en el terreno económico y culminaron con la integración política, con el objetivo de crear una entidad supranacional jurídico-política y monetaria que representara a todos los países miembros en el panorama internacional.

Tal y como sostiene la Teoría Neorrealista, el TLCAN sólo respondió a objetivos económicos obligados, pero bajo una lógica nacionalista de los países involucrados que vieron intereses y beneficios individuales con la firma del Acuerdo, y no por el mero interés regional como en el caso europeo o asiático .

Respecto al Este Asiático Peter J. Katzenstein y Takashi Shiraishi (1997; 16-22) escriben que los intentos de integración en esta región se iniciaron poco después de la II Guerra Mundial y han conducido a la creación de verdaderos mecanismos de cooperación regional como la Association of Southeast Asian Nations (ANSEA) en 1967.

En cambio, para Juan José Palacios (1998; 61) y Robert Gilpin, los procesos de integración regional en Asia son procesos surgidos en las últimas dos décadas en el Pacífico Occidental como respuesta a las zonas geoeconómicas que se están creando por reacciones de rechazo y adecuación al TLCAN. Estos procesos se encuadran dentro de la lógica múltiple del contexto estratégico internacional, como se ha venido planteando en la hipótesis. Los procesos de integración regional responden a proyectos de geopolítica económica confundidos en las lógicas, nacional, internacional, transnacional, y a-nacional que son explicados por las teorías en las que se encuadra el trabajo.

En este contexto, las relaciones comerciales en Asia Pacífico han sido matizadas, a partir de la II Guerra Mundial por una agónica dependencia con EE.UU.. A partir de la creación del TLCAN los países ubicados en esta región han establecido mecanismos de cooperación económica mediante acuerdos comerciales y arreglos de cooperación que han generado una nueva dinámica en sus relaciones. Validando la hipótesis de este trabajo que interpreta a los mecanismos de Cooperación del regionalismo asiático como secuencias reactivas al TLCAN en la región, pues antes de dicho acuerdo la integración regional asiática era débil e informal por el desinterés de los gobiernos, situación explicada con la teoría del Regionalismo Dominó.


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