BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ESTUDIO DE LA INCIDENCIA ECONÓMICA DE LA ESCLAVITUD NEGRA EN CHILE SIGLOS XVI, XVII Y XVIII

Enrique Francisco Avilés Vidal


 


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IV.2 LA TRATA EN CHILE

El siglo XVIII tiene un aumento substancial en el comercio negrero por el Atlántico, debido a que disminuía en México y Colombia para concentrarse en Venezuela y el Brasil por la explotación principalmente de café y algodón y el aumento de la demanda angloamericana y francesa, en circunstancia que la hispánica se mantenía estacionaria. El comercio en Buenos Aires por los ingleses hizo que los precios fuesen más baratos comparativamente con los esclavos de Lima y por lo mismo las importaciones a Chile eran desde Argentina y exportaba hacia Lima desde Chile.

Chilenos y argentinos ejercían actividad comercial. El General Las Heras, según confesaba, vino a Chile arreando una partida de africanos (1800). Los bonaerenses Francisco de Suero y Francisco de Vieyra tenían, con idéntico fin una sociedad, hacia 1740. El segundo proporcionaba el dinero “para la compra de negros, fletes y avíos hasta Mendoza”; el primero transportaba las “piezas” a Chile y las subastaba. El 19 de noviembre de 1738 compraba Suero 284 esclavos que se detalla así: a)84 hombre y 57 mujeres, marcados en el brazo derecho (navío “El Asiento”), b) 3 hombres marcados en el pecho derecho (navío “Ana Galera”), c) 89 hombres y 49 mujeres, marcados en el brazo derecho (navío “Asia”) y d) 1 hombre marcado en la espalda derecha (navío “Galera de Génova”) y 1 hombre marcado en el mismo lugar anterior (navío “Princesa Amalia”). Suero trajo a Chile 276 esclavos y por esta venta ganó 72.000 pesos.

De los residentes en Chile a modo de ejemplo se pueden mencionar que en 1736 y 1737 practicaban la trata José Montes García y Francisco García Huidobro (que fundara la Casa de la Moneda). Este último aprovechaba la Villa que poseía en Buenos Aires y en una escritura de enajenación suya, se tienen, 55 “piezas”: 34 varones y 21 hembras. Por otra parte, las ventas en Chile y Perú le reportaron una suma total superior a los 20.000 pesos.

Pero no sólo el ingreso formal existió, del cual queda registro, sino también aquel clandestino que hizo escribir al jesuita Molina, que en Chile los negros “solo se han introducido por vía de contrabando”.

Esta forma tenía algunas variantes como ser: se facilitaba a veces a negros fugitivos el cruce de los Andes como hombres libres y ya en Chile el contrabandista los vendía seguro que no protestarían, temiendo verse castigados por la fuga. Otra forma era introducir los “trajineros” que vienen de Buenos Aires y Mendoza, una o dos “piezas” de esclavos, afectando ser los de su servicio, que posteriormente se venden en Santiago, completándose con ellas una partida considerable que se conduce a Lima con igual pretexto.

Pero si eran sorprendidos, el Prevoste General y tropa de Dragones, apresaba a los sospechosos y confiscaba la “mercadería” y los negros decomisados se vendían deduciendo los Oficiales de Real Hacienda los derechos de Alcalaba y Almorifazgo, además de las costas procesales, el pago a los jueces de Comercio y una parte al denunciante y una parte ingresaba al haber fiscal. Antonio Corrales, Francisco Ortiz y Santiago Pinero fueron sorprendidos hacia 1764 internando en forma ilegal 16 esclavos. Tres “piezas” decomisadas se subastaron en 760 pesos cuyo detalle es el siguiente:

1. Alcabala y Almojarifazgo .................68 pesos, 3 reales

2. Costas procesales ..............................162 pesos, 7 reales

3. Jueces de Comercio............................ 88 pesos, 1 real

4. Denunciante .......................................146 pesos, 6 reales

5. Real Haber...........................................293 pesos, 6 reales (Gonzalo Vial: Ibidem p.86).

¿Chile país exportador de esclavos?. Para contestar esta pregunta hay que analizar dos de los motivos principales. Uno de ellos es que las disposiciones reales imponían que los esclavos que llegaran al Perú debían hacerlo por Panamá y el segundo que la creciente actividad agrícola costera de Guanra, San Jacinto, Belén, la Macona, Huanta, Humaya, etc. Necesitaba una creciente mano de obra esclava durante fines del siglo XVII y todo el siglo XVIII. Como los precios de los esclavos eran mas baratos en la ruta Atlántica, es lógico que comparativamente los precios de los esclavos puestos en Santiago eran menores que en Lima y por lo mismo empujara a un comercio creciente.

Unos datos de los esclavos salidos de Valparaíso desde 1769 a 1790 da cuenta del movimiento comercial.


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