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USOS Y APROPIACIONES DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN EN LA FORMACIÓN DEL COMUNICADOR SOCIAL, CASO: UNIVERSIDAD VERACRUZANA

María de Jesús Rojas Espinosa


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Usos y apropiaciones de la tecnología

Investigar sobre el concepto “usos” nos remite a la comunicación y esta por consiguiente a los estudios culturales, cuyos máximos exponentes son Raymond Williams, R. Hoggart y E. P. Thompson, esto de acuerdo a la clasificación que hacen Luis Beltrán Pérez Rojas y Norman Velásquez (2006) quienes explican que estos estudios se fundamentan en la doctrina marxista para el análisis de la sociedad desde las estructuras de clase y las instituciones político-económicas. Además, relacionan la comunicación de masas con las funciones ideológicas de los medios de comunicación.

Los estudios culturales tienen como función:

• Suministro y construcción selectiva del conocimiento social

• Reflejarse en la pluralidad de la sociedad: léxicos, estilos de vida, ideologías

• Organizar y unir lo que se ha representado socialmente.

En cuanto al concepto de “apropiación” se encuentra que se puede estudiar desde diferentes disciplinas asi tenemos la economía, la sociología, la psicología y la comunicación, cada autor dan un significado de acuerdo a las necesidades e intereses de su investigación.

Justamente tenemos a Foucault (1990: 2) quien en su libro Tecnologías del yo, lo enmarca en la historia de la subjetividad, es decir, el estudio de cómo el sujeto se constituye en objeto para sí mismo y cómo se forman los procedimientos por los que se le induce a observarse a sí mismo, al analizarse, descifrarse, reconocerse como un dominio del saber posible.

En concreto, las tecnologías del yo son aquellas que permiten a los individuos efectuar, solos o con ayuda de otros, cierto número de operaciones sobre su cuerpo y su alma, sus pensamientos, sus conductas, su manera de ser; es decir, transformarse con el fin de alcanzar cierto estado de felicidad, de pureza, de sabiduría, de perfección o de inmortalidad Foucault (1990).

Martínez Martínez (2000) expone Foucault llevó a cabo en las Tecnologías del yo una revisión de la Antigüedad y planteó la existencia de tecnologías del yo en otras épocas, como es el caso del renacimiento, en Montaigne, asi como en el dandismo de Baudelaire, en la obra de Nietzsche.

Para actualizar esta situación Martínez Martínez (2000) da una nota sobre el dandismo al explicar que quizás se puede encontrar hoy día en tipos de individuos como los yuppies que han hecho del narcisismo su religión, de la dieta y el deporte su actividad esencial, de la castidad (por miedo al SIDA y al contacto con el otro) su principal virtud y del aislamiento y la reclusión privatista hasta caer en lo que podríamos denominar el autismo electrónico su forma de no- relación fundamental. Esta cultura se puede traducir en la apropiación del Chat para realizar operaciones con ayuda de otros como lo señala el propio Foucault. Esto genera prácticas como el cibersexo, que crea nuevas líneas de investigación, entre los investigadores mexicanos se encuentra el maestro en comunicación Edgar Gómez Cruz, quien realizó una investigación titulada Cibersexo: ¿La última frontera del Eros? Un estudio etnográfico, apoyado por el Fondo Ramón Álvarez Buylla de la Universidad de Colima, México. La maestra en comunicación Patricia del C. Aguirre Gamboa, también trabaja su tesis de doctorado en esta línea.

Esto consiente ver que la historia contextualiza las prácticas sociales de los hombres, la sociología investigar sobre el medio social, detectar problemas y posibles soluciones, la psicología comportamiento humano, todas ellas dan un corpus teórico a la comunicación, sin soslayar a las demás disciplinas que hacen su aportación a este campo multidisciplinario.

Cabe disentir que los estudios sobre tecnologías no son nuevos, pero la relevancia de los mismos radica en la modalidad de enfocarlos. (Emanuelli: 1999). De la aseveración de Emanuelli se considera que la relevancia de este estudio es la línea de indagación selecionada enmarcada en los usos. Esta línea se refiere a ¿qué hacen los actores con lo que ven, con lo que leen, con lo que usan?, ¿cuáles son sus gramáticas de recepción, de decodificación?. Bajo esta línea se desarrollan estudios denominados usos y gratificaciones teoría explicada por Jull, de la cual se derivan otros como usos y apropiaciones o bien usos y aplicaciones.

Es necesario enfatizar que estas teorías son interpretadas por los investigadores de acuerdo a sus necesidades de ahi que dan como resultado diferentes variantes, de ahi, que detrás de esta mirada sobre los usos esta la perspectiva de investigación comunicacional basada en la Teoría de los Usos y Gratificaciones en su vertiente internacional (norteamericana - inglesa), abordada desde la vertiente que nace de la matriz latinoamericana y de los estudios culturales, desarrollada a partir de J. Martín – Barbero o S. Hall.

Como explica Orozco (1997), el énfasis en esta mirada no es tanto en las gratificaciones – que tienden a ver a los miembros de las audiencias receptoras o de los públicos en tanto individuos en busca de gratificaciones a sus necesidades o expectativas – sino en que, desde los usos se puede entrar a la pregunta: ¿de qué manera se apropia la audiencia o los públicos de cualquier TIC, de los contenidos que fluyen a través de ellas, de los procesos de comunicación que facilitan o no en tanto son participantes de un grupo social y miembros de una cultura específica?.

Orozco (1997), con su planteamiento coincide con Thompson quien hace un análisis de la comunicación de masas y la interpretación del carácter ideológico de los mensajes de los medios, que se complementan en un enfoque comprehensivo de la comunicación de masas: la apropiación cotidiana de los productos massmediados.

Este análisis lo Thompson presenta seis momentos o etapas fundamentales que son:

a) Los modos típicos de apropiación de los productos massmediados

Para Thompson, este enfoque resulta porque permite apreciar que algunas de las características de la apropiación cotidiana se vinculan con la naturaleza de los medios técnicos de transmisión, en relación con las circunstancias reales en las que se reciben y asimilan los productos massmediados, podemos intentar poneer en claro los modos típicos de apropiación de estos productos, pues, con todo, los medios técnicos de transmisión no determinan los modos característicos de apropiación, ya que estos medios también dependen de las condiciones, convenciones y capacidades que caracterizan a los contextos de recepción y a los receptores (Thompson, 1993: 346).

b) Las características sociohistóricas de los contextos de recepción

La recepción y apropiación de los productos massmediados deben verse como prácticas situadas, esto es, como prácticas que ocurren en contextos sociohistóricos específicos, en tiempos y espacios particulares, aislados o en compañía de otros.

c) La naturaleza y la importancia de las actividades de recepción

Sobre este punto, Thompson sostiene que las formas de recibir los mensajes massmediados son formas de actuar: y dentro de los contextos de la vida cotidiana, estas maneras de actuar pueden ser significativas para los individuos implicados, pueden ser entendidas como maneras de relajarse, de compartir experiencias con los demás.

d) El significado de los mensajes según la interpretación de los receptores

Al recibir los mensajes massmediados, los individuos toman y emplean convenciones de diversos tipos que les permiten decodificar y entender los mensajes, y en este proceso también pueden evaluar, aceptar o rechazar los mensajes, tomar una posición frente a ellos, y así sucesivamente.

e) La elaboración discursiva de los mensajes mediados

Los mensajes transmitidos por medios técnicos no son recibidos sólo por individuos particulares en contextos particulares, sino que también son comúnmente discutidos por los receptores en el curso de la recepción o después de ella, y de este modo elaboran de manera discursiva y se comparten con un círculo más amplio de individuos que pueden haber experimentado o no directamente el proceso de recepción (Thompson, 1993: 348).

Sobre este mismo punto, Thompson aclara que la apropiación de los mensajes mediados no coincide con la recepción inicial de los mensajes, sino que por el contrario, con frecuencia implica un proceso progresivo de elaboración discursiva en una variedad de contextos. Asimismo, puede proporcionar un marco narrativo dentro del cual los individuos refieren aspectos de sus propias vidas, entretejen experiencias personales con la narración de los mensajes mediados o con la renarración de los mensajes vueltos a contar en consecuencia.

f) Las formas de interacción y cuasiinteracción mediada establecidas a través de la apropiación.

Debido a que este rasgo de apropiación es complicado, Thompson distingue cuatro tipos de interacción y cuasiinteracción:

1. La interacción puede ocurrir entre los receptores, o entre receptores y no receptores, dentro de la región de recepción primaria.

2. la interacción puede ocurrir en el curso de la elaboración discursiva subsecuente de los mensajes mediados.

3. La cuasiinteracción mediada se establece entre los receptores y los individuos implicados en la producción de mensajes mediados, o representados en construcción de éstos.

4. La interacción puede originarse si los receptores de los mensajes mediados intervienen en un esfuerzo permanente por comprender, comprenderse y recomprenderse por medio de los mensajes que reciben, interpretan e incorporan.

Llegados a este punto de la investigación, hemos identificado cuatro variables fundamentales que son: la práctica religiosa, los medios de consumo cultural, la apropiación simbólica y los vehículos de comunicación.

Por su parte Gilberto Giménez (1997), se refiere a la apropiación pero desde una práctica religiosa que inicia a partir de que los feligreses y aquellos que no los son tanto incorporan a su propio sistema cultural las reglas, los símbolos y los valores expresados a partir del repique de las campanas, se lleva a cabo un proceso de interiorización capaz de expandirse y reflejarse en el establecimiento de lazos de integración que, dentro del mundo ritual, como sugiere Roberto Da Mata, puede expresar más de lo que expresa en su contexto normal.

La práctica religiosa dice Gilberto Giménez (1997), se ritualiza, los practicantes satisfacen sus deseos y necesidades de acuerdo a la lógica del uso y de la producción de dicha práctica; cabe agregar que mediante esa lógica los individuos determinan el sentido(s) y el significado(s) colectivos. Desde esta perspectiva, la práctica religiosa genera procesos de intra-comunicación que, a su vez, posibilitan el contacto intercomunicativo con otro u otros grupos distintos registrándose así la apropiación.

Cuando Néstor García Canclini (1992: 09) afirma que el consumo puede hablar y, de hecho habla en los sectores populares (clase, la etnia o el grupo) acerca de sus aspiraciones a una vida más digna, nos percatamos de que al asumir -todos y cada uno de los agentes del grupo- esas aspiraciones como factores elementalmente comunes y humanos, tienden a consolidar sus relaciones a través de ciertos lazos de integración. Cabe aclarar que las formas de hablar del consumo están determinadas por el uso y la apropiación, tanto de los medios de consumo cultural como de los objetos consumidos por parte de los agentes sociales.

Si a esto le agregamos dice García Canclini que el uso y la apropiación de los bienes culturales por parte de un grupo o clase social, varían dependiendo de sus capacidades de apropiación definidas por el capital económico, cultural y social que pueden utilizar para apropiarse material y/o simbólicamente de los bienes considerados, lo anterior quiere decir que mediante los medios de consumo cultural empleados por un grupo social, los agentes expresan y comunican su posición en el espacio social y por ende, generan principios de diferenciación social.

Los aportes de García Canclini (1982) acerca de las culturas populares, indican que éstas se configuran por un proceso de apropiación desigual de los bienes económicos y culturales de una nación o etnia -o cualquier grupo social- por parte de sus sectores subalternos, y por la comprensión, reproducción y transformación, real y simbólica, de las condiciones generales y propias de trabajo y de vida.

Se considera que dentro de un grupo la apropiación de los bienes económicos y culturales es desigual, podemos darnos cuenta de que se integran subgrupos, cuya apropiación comÚn de los bienes implica una sólida interiorización (individual y colectiva) del significado(s) y de la función de los objetos utilizados en sus prácticas refiere Toussaint (1982: 217) .

Ahora bien, dice Toussaint (1982: 217) cuando un grupo de individuos produce y reproduce creencias y costumbres mediante ciertas prácticas, sucede la instauración de la identidad como rasgo de reconocimiento y diferenciación social, cultural y simbólica.

Es imposible pensar explica Halbwachs (1990), al referirse a las diferentes apropiaciones que nunca convivan, no se encuentren, no se relacionen o -como diría Jorge González-, no tengan contacto en algún punto. En términos de Bourdieu, esto se explicaría como la relación entre las distintas posiciones de la estructura social dentro de un campo.

Pero ¿cómo explicamos dicha relación? Se pregunta Halbwachs (1990), quien intenta decirlo desde dos puntos:

a) El primero tiene que ver con los procesos de integración social a partir de las prácticas socioculturales colectivas que, a su vez, son resultado de la conjunción de apropiaciones simbólicas.

b) El segundo se refiere a que los miembros de un grupo entran en conflicto al entablar luchas por la apropiación de los bienes económicos y culturales, en tanto signos distintivos enclasados y enclasantes. Los individuos pueden esforzarse por distinguirse con o sin intención, lo cierto es que, la apuesta de las luchas simbólicas es la imposición del estilo de vida legítimo a través de la lucha por el monopolio de sus emblemas de clase, bienes de lujo, bienes de cultura legítima o modo de apropiación legítima de los bienes.

Como ya se menciona, una de las características del consumo es que genera la apropiación de los productos en formas y niveles distintivamente múltiples, como consecuencia del volumen y la estructura del capital. Tal y como sostiene Canclini (1982) el consumo funciona como un mecanismo para comunicar las diferencias sociales de acuerdo a las formas en que se utilizan los objetos que se consumen, es decir, de acuerdo al significados que se le asignan.

La pregunta por las apropiaciones recoge la inquietud por llegar más allá de lo aparente y rescatar los procesos de producción de significado y sentido (Bruhn Jensen: 1993), y también en los de re significación y re interpretación que hacen las personas – y también las organizaciones – de su relación con los diferentes medios y TIC, de los contenidos, de los flujos y procesos que se ponen en juego. (Lull: 1997; Orozco: 1998; Morley: 1997; Martín-Barbero: 1990).

En este sentido, se pueden contar con los aportes de J. Lull (1997: 2000) quien desarrolla una línea de investigación y propuesta desde norteamerica pero más cercana a lo latinoamericano al centrarse de nuevo en lo sociocultural, al insistir en las nuevas posibilidades que ofrece esta cada vez mayor explosión de las comunicaciones tanto a nivel macro como micro.

Es decir, no todo pasa por la preocupación por y en la dimensión de los supuestos impactos globales y locales; de cómo corporaciones transnacionales/americanas se apropian y monopolizan el mundo de las comunicaciones al punto de afectar la identidad cultural o el bienestar de naciones y sociedades menos favorecidas.

Por su parte Carlos Lozano (2000: 47) en su artículo titulado Consumo y lecturas negociadas de noticieros televisivos en Monterrey, Guadalajara y México, D.F., señala que la clase social, por otra parte, es vista por un gran número de investigadores como una de las variables o mediaciones importantes en generar diferencias en el consumo y la apropiación de mensajes comunicacionales.

Las divisiones de clase dice Lozano (2000: 48) son consideradas fundamentales en la estratificación de las sociedades, y pueden asociarse con diferencias en poder y cultura indica Edgar (1999: 64).

Como Asa Berger (1995) señala las divisiones económicas de clase tienen consecuencias culturales: “miembros de clases específicas tienden a tener similares niveles educativos, ocupaciones, estilos de vida, valores, sensibilidades estéticas y se diferencian en estos aspectos de los miembros de otras clases socioeconómicas”.

Numerosas investigaciones han encontrado evidencias de lo anterior, al detectar patrones diferenciados de exposición, consumo y apropiación de acuerdo a la clase social y/o al género (cfr. entre muchas otras Covarrubias, Bautista y Uribe, 1994; Fuenzalida y Hermosilla, 1989; Hobson, 1991; Lozano, 1996b; Lozano, en prensa; Lull, 1988; Seiter, Borchers, Kreutzner y Warth, 1991).

El abordaje del uso y apropiación de la tecnología en este proyecto se ve como la capacidad que tienen los docentes para promover los procesos formativos o de entrenamiento de los alumnos para el uso de las tecnologías, que ponen énfasis en el dominio de los aparatos y sus potencialidades.

Sin embargo, se sabe que uno de los conceptos claves de esta corriente es "cultura" desarrollado por Raymond Williams (1976) como un "sistema total de vida" que se constituye a través de "prácticas" o "actividades significativas", es decir, en la vida cotidiana a través de las actividades e interacción de la vida diaria de los agentes sociales. Se incorpora así una concepción materialista de cultura.

Contextualizar e indagar acerca de condicionantes y desarrollo de los conceptos cultura y tecnología permiten entender que la apropiación y adopción de las tecnologías funciona de manera natural en las sociedades que las usan y esto es de alguna manera lo que ocasiona la llamada brecha digital. Mientras más desarrollado tecnológicamente sea un grupo social, más rápido se apropiara de las tecnologías ocurre lo contrario en los grupos que no cuentan con este desarrollo.

El esquema que aquí se presenta es una interpretación gráfica personal de lo que se quiere explicar sobre los usos y apropiaciones. Luego de hacer un extenso recorrido por un sin fin de fuentes informativas, se logra fundamentar lo que significan ambos para el fin de esta investigación, que cualquiera puede decir que esto no es claro, sin embargo, se considera que por fin se encontró ese justo medio.

Para llegar al punto central de usos y apropiaciones fue necesario comenzar por saber que era técnica y tecnología, tecnología de la educación o tecnología educativa, esta última perteneciente a una de las etapas de la didáctica que a su vez estudia la comunicación didáctica.

Justamente fue necesario fundamentar el concepto cultura y luego cultura tecnológica, fue así como se logró entender que esta se divide en dos etapas para su estudio en lo que a educación se refiere, es decir, de los años 60 a los 80 la tecnología educativa se fortalece y estudia la aplicación de los medios en la enseñanza en todos los niveles, los cuales se refieren en el apartado que lleva este epígrafe.

En los años 90, en donde aparece Internet se fortalece el uso de la computadora, es aquí donde se acuña el concepto de nuevas tecnologías y por consecuencia el concepto de apropiación. Cabe resaltar que el término “usos” es utilizado por los investigadores que se encargan de los estudios culturales en los años 80, relacionados con la comunicación.

Sin embargo, pudiera interpretarse que no es valedero utilizar el término “apropiación” en esta investigación, pero, luego de analizar los conceptos antes mencionados podemos afirmar que esta teoría que se considera incipiente porque hasta el momento no ha sido desarrolla en plenitud, por ser necesario realizar más estudios.

Por tanto, se hace hincapié que al observar que el estudio de la tecnología puede tener varias dimensiones, pero, de las dos que se mencionan en esta investigación, es decir, tecnologías de la información y comunicación y tecnología educativa, se precisa que el enfoque que se da a la presente se basa en ésta última.

Aquí podemos afirmar que del esquema desarrollado todos los seres humanos se han apropiado de la técnica y de la tecnología desde que estas aparecen y su manera de usar o aplicarla es lo que va a formar las diferentes culturas tecnológicas, bien sea en el momento de expansión de la tecnología educativa o en la sociedad de la información y la comunicación.

Para corroborar lo que se dice hasta aquí se presentan a continuación otras definiciones y enfoque que se dan sobre apropiación y las tecnologías.

Como señala Schiavo (2000: 59) la apropiación de estas tecnologías es un proceso lento, desarticulado en la mayoría de las ciudades latinoamericanas y tanto en la ciudadanía como en las culturas institucionales aún se carece del habitus, en el sentido que propone Bordieu (1987: 131), que conduciría al desarrollo de modos adecuados de apropiación, para que estas tecnologías puedan ser una oportunidad concreta de cambio y producción de una nueva cultura urbana.

A manera de la doctora Delia Crovi (1999: 211) las tecnologías deben ser investigadas desde la perspectiva de los usos y apropiaciones. En la medida que modifican los modos de interrelacionarse con los demás y en materia de conocimiento por la facilidad de éstas, en el impulso a la divulgación de información, de datos y de hallazgos.

El surgimiento y transformaciones en las tecnologías y formas de comunicación dependen en gran parte de los usos pautados por el contexto de época y las condiciones político-económicas y socioculturales, por ello, se coincide con Flichy (1993: 45) quien además explica que un nuevo medio o herramienta no sale nunca con todas sus armas del fértil cerebro del inventor y que la utilización de las máquinas no se deriva con toda naturalidad de sus características técnicas, agrega que por esto resulta complejo entender el fenómeno de la apropiación social de la tecnología: exploración, juego y apropiación.

Flichy (1993: 45) advierte que los agentes sociales, en la sociedad de la información, creen con firmeza que forman parte de ésta con tener un teléfono celular y cargarlo de tiempo en el cajero automático, descargarse ficheros de MP3, "chatear" por Internet o disponer de 200 canales de televisión por satélite.

Este perfil de usuarios, despolitizados en lo tecnológico y sobre los cuales resulta complejo construir una verdadera sociedad de la información, encaja bien en las nociones que en su momento Flichy (1995) sugirió para entender el fenómeno de la apropiación social de la tecnología: exploración, juego y apropiación.

Exploración: La cual tiene que ver con la adopción de una determinada tecnología, misma que comienza cambiar los hábitos, el espacio y los tiempos del entorno cotidiano; en este momento aún no existe una concepción sólida acerca de los usos concretos a los que dará lugar (Flichy: 1993: 45).

Juego: Esta fase se caracteriza por la tendencia temprana a relacionarse con la tecnología desde una postura lúdica, que no implica grandes responsabilidades y que sirve como eje para ir descubriendo y apropiándose de un abanico más amplio de posibilidades.

Apropiación: Aquí el usuario ya domina la mayor parte de posibilidades estandarizadas que ofrece la tecnología que adquirió, mismas que utiliza para su beneficio, dando paso a la comunicación interpersonal y a la administración de recursos privados de información.

Como salta a la vista, los usuarios finales pueden ir de la exploración al juego y terminar en la apropiación (instrumental) de la tecnología; empero, en ninguno de estos momentos quedan sentadas las bases para impulsar un uso social que vaya más allá de los niveles instrumental y personal que se proponen, como podrían ser, por ejemplo, su carácter colectivo y/o de innovación social.

Kemly Camacho (2000) en una investigación sobre uso y apropiación de Internet por parte de las organizaciones de la sociedad civil (OSCs) en Centroamérica señala que: una organización, país o persona se habrá apropiado de Internet cuando haya incorporado dentro de su quehacer cotidiano el uso de la red. Cuando pueda discernir cuándo es o no es conveniente utilizar esta herramienta para resolver problemas y cómo combinarlos con otros instrumentos. Cuando pueda preguntarse primero ¿qué deseo resolver? y una vez respondido tenga los recursos y conocimientos suficientes para responder ¿cómo puede Internet ayudar a lograrlo?

El tema de la apropiación desde el campo social puede ser visto desde diferentes perspectivas, una de ellas sería el de la comunicación de la ciencia con el público. En este caso, el objetivo central estaría orientado a la alfabetización científica y tecnológica de los ciudadanos, en tanto objetivo de la educación y comunicación desde los enfoques en ciencia, tecnología y sociedad, ya sea en los niveles de la educación formal, como no formal e informal.

Ante este hecho la Comisión Apropiación Social del Conocimiento, reunida en Bogotá el 10 octubre de 2001, concluyó que existen varios espacios para pensar la apropiación social del conocimiento, alrededor del tema de la ciencia y el público, en la perspectiva de contribuir a la definición.

De aquí Giordan (1994) dice: una manera de concebir la alfabetización es considerarla como un proceso formativo que le permite a las personas, desde temprana edad, acceder al conjunto de conocimientos que ha hecho posible la transformación de la naturaleza por el hombre y participar en los procesos de invención, fabricación y uso de los objetos que se crean con el fin de satisfacer necesidades humanas. Sin embargo, esta primera idea de alfabetización quedaría profundamente limitada sino logramos involucrarle el componente reflexivo, crítico y de participación pública.

Desde ésta óptica, Waks (1990: 42) percibe la alfabetización científica y tecnológica como un proceso en que cada ciudadano puede participar en los asuntos democráticos de tomar decisiones sobre aspectos del desarrollo de la ciencia y la tecnología, para promover una acción ciudadana encaminada a la resolución de problemas relacionados con este desarrollo en las sociedades contemporáneas.

Los enfoques en Ciencia, Tecnología y Sociedad, expresa Cutcliffe (1990: 20) aspiran a que la alfabetización contribuya en la enseñanza de los estudiantes sobre la búsqueda de información relevante e importante sobre las ciencias y las tecnologías de la vida moderna, en la perspectiva de que puedan analizarla y evaluarla, reflexionar sobre esta información, definir los valores implicados en ella y tomar decisiones al respecto, reconociendo que su propia decisión final esta así mismo inherentemente basada en valores.

Araya (2000: 6), señala que también tiene relación con el concepto de "apropiación social de la tecnología", lo que se refiere al impacto y a la potencialidad de Internet como herramienta tecnológica al servicio de iniciativas de transformación y cambio social a través de las personas o de las organizaciones que acceden a ella y la utilizan e incorporan en su trabajo más directo con grupos o comunidades en la sociedad.

Sin embargo, en ambientes de medios escasos de recursos y limitados en cultura tecnológica como los que hay en muchas instancias de las organizaciones de educación superior no puede darse la alfabetización y por tanto tampoco se presentará la adopción y apropiación adecuados a la idiosincrasia y cultura tecnológica del resto de la institución. Debe ser bien dotada en términos de recursos humanos, hardware y software, por ser esta la clave para el desarrollo.

A los elementos anteriores debe añadirse la realización regular y creciente de actividades de difusión y de educación masiva, tendiente a masificar la cultura tecnológica de la institución. Aquí es importante enriquecer la comunidad local con el discurso y la experiencia de líderes de procesos desarrollados en otras comunidades. Esto genera intercambio, emulación y articulación de experiencias lo cual tiene un efecto catalizador de procesos.

En resumen, no sólo deben identificarse las tecnologías, deben idearse estrategias que conduzcan a su apropiación, como oportunidad digital, por parte de la comunidad. Si no se hace así, se perderán muchos esfuerzos y la inercia social acentuará la brecha digital.

Las apropiaciones tienen que ver con las situaciones, experiencias, vivencias que dan cuenta de las formas, modalidades, configuraciones con que se apropian las personas, y a través de ellas cualquier grupo, comunidad u organización, de una tecnología y medio de comunicación como Internet.

A partir de éstas percepciones podemos comprender cómo esa relación se proyecta en acciones y prácticas comunicacionales (externas o de difusión, internas o institucionales, en red o de coordinación) nuevas, renovadas, diferentes a lo que se venía haciendo, innovadoras o que simplemente no sufrieron ningún cambio.

En este sentido, la vida cotidiana en sí misma, como afirma Heller (1991: 59), no es ‘alguna cosa’, sino la experiencia vital moderna y compartida en la que se basa nuestra ínter subjetiva constitución del mundo". Entendiendo por "experiencias vitales", explica Heller (1991: 60), no "sólo a los actos, acontecimientos y sucesos, sino también al marco general de significados, visiones del mundo, instituciones de significación que guían, sintetizan y ordenan el proceso mismo de la experiencia".

La cultural así entendida, se relaciona con el concepto de apropiación (Heller: 1977: 268), donde el sujeto particular se apropia de los conocimientos, usos y costumbres que le son necesarios para sobrevivir en el medio en que se desenvuelve y cómo a partir de esta apropiación contribuye a la construcción de su mundo inmediato”.

En el siguiente apartado se dedicará a las políticas educativas internacionales y nacionales, de las cuales se consignarán sólo aquellas que se consideran relevantes, es decir, que se atribuyen a todas las universidades. De manera particular se hará énfasis en las políticas establecidas para el uso de las tecnologías en las instituciones educativas.


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