III. Fase de Aplicación y Evaluación

Esta fase corresponde al período en que el estudiante se enfrenta a la implementación de las distintas estrategias diseñadas al respecto, fundamentalmente la utilización de facilitadores. Es la fase más compleja, pues los estudiantes, deben ser capaces de crear sus propios algoritmos, que le permitan apoderarse de la lógica propuesta en cada herramienta de trabajo, alcanzando el aprendizaje esperado. El estudiante, desempeña un papel activo y protagónico en la construcción de sus conocimientos, logrando una interacción no arbitraria y sustantiva entre una estructura cognoscitiva ya existente, a partir de lo que el estudiante sabe y la nueva información, lo que debe saber.

En esta fase, el profesor le ofrece al estudiante las herramientas necesarias para el éxito de su aprendizaje, ejerciendo su función como orientador o facilitador del proceso. El educando debe estar consciente que lo más importante está en encontrar la respuesta a las interrogantes planteadas, sentir interés hacia determinado cuestionamiento y tener la motivación o la inquietud hacia el aprendizaje. La motivación y la comprensión deben ser concebidas, de manera que el estudiante sienta la necesidad del aprendizaje, de buscar y encontrar la solución a los problemas enfrentados.

Las habilidades generalizadoras propuestas, tiene su realización en la disciplina, permitiendo precisar el sistema de objetivos y contenidos previamente definidos para la ésta, auxiliándose de técnicas, que contribuyen a la mejor formación y desarrollo de dicha habilidad. Estas son: la hermeneútica jurídica y valorar. Ambas conllevan a una habilidad en el sujeto, que garantizan su integración al sistema de habilidades.

Procedimientos de la estrategia de aprendizaje del Derecho:

• Identificar el qué y para qué se estudia, buscando su aplicación en la praxis jurídica.

• Elaborar heurísticamente las ideas previas, teniendo en cuenta, qué se conoce, el grado de esencialidad del contenido, la elaboración de sustentos a defender.

• Análisis de las respuestas a las interrogantes hechas por el sujeto activo, teniendo en cuenta el autocontrol, valoración y evaluación: ¿es correcto lo realizado?, ¿cómo mejorarlo?, efectividad, concreción, aporte y novedad.

• Caracterizar el contenido, identificando sus invariantes; analizando hechos, fenómenos, normas, casos, procesos, en todos los casos se describirán las características identificadas, así como su confrontación y comparación. Se diagnosticarán las características generales y específicas de los fenómenos analizados.

• Explicar la relación teoría – práctica, sobre la base de la ejemplificación, argumentando lo antes planteado en la comparación y en la valoración de cada sujeto que intervenga.

• Clasificación de los fenómenos objetos de análisis, a partir, de los criterios existentes de clasificación, según las características identificadas.

• Argumentar, teniendo en cuenta el contenido analizado, el carácter esencial del contenido, precisando qué se afirma y qué se niega. Valorar críticamente lo referente a la posición asumida respecto al juicio a argumentar.

• Trabajar con los facilitadores didácticos, a partir, de la elaboración de mapas conceptuales. Identificando los conceptos y su ordenamiento de lo general a lo particular. Se determinará la elaboración de un glosario de términos, como resultado del mapa elaborado, construyendo en la medida de las posibilidades nuevos paradigmas del conocimiento.

• Analizar las ideas elaboradas, entorno a la defensa de lo que se quiere demostrar como fundamento epistemológico; identificando puntos comunes con el fenómeno inicial previamente analizado, se precisarán los puntos de vistas personales.

• Interpretar el contenido de la norma jurídica, teniendo como fundamento los tipos de interpretación jurídica existente, de acuerdo al intérprete, al contenido o alcance de la norma y al método. Se validará la habilidad a través de la identificación de la norma, dentro del ordenamiento jurídico, así como su conexión con el resto del cuerpo normativo.

El resultado, hasta el momento, es parcial, pues se comenzará a implementar la estrategia a partir del próximo curso. El aporte teórico consiste, en la propuesta de una estrategia didáctica para la sistematización de las habilidades generales más aplicadas en la Disciplina Principal Integradora de la carrera de Derecho. Delimitando, las habilidades propias de la enseñanza del derecho para la disciplina objeto de análisis, así como la metodología de su implementación.

Como significación práctica, aparece el sistema de acciones para la sistematización de las habilidades generales más aplicadas en la Disciplina Principal Integradora, la que, a través de sus tres momentos, permite demostrar el marcado enfoque holístico que se manifiesta actualmente en dicha disciplina, así como las habilidades generalizadoras y su estructura funcional, lo cual es recogido en un programa, que incluye un sistema de facilitadores didácticos y la metodología para su utilización.

La novedad del presente trabajo está dada, en incursionar en el campo de la pedagogía y la didáctica desde la perspectiva jurídica, facilitando una nueva alternativa, basada en acciones específicas que tienden a resolver un problema tangible en la ciencia objeto de estudio; contribuye además, como facilitador al perfeccionamiento de los planes y programas de estudio y en la búsqueda de estrategias, para favorecer el proceso docente-educativo, y profesionalizar el proceso enseñanza-aprendizaje, encaminado a la elevación de la calidad del graduado universitario.

Las asignaturas que conforman la D.P.I. tienen la responsabilidad social de contribuir a la formación humanista del futuro Licenciado en Derecho y aportaran conocimientos necesarios para el desempeño del futuro profesional cubano. El estudiante con estas materias se apropia de la concepción teórica y práctica del Derecho como ciencia, aunque algunos estudiosos no la reconozcan como tal, acceden a una metodología práctica y viable que ofrece las coordenadas para el análisis de problemas, tanto profesionales como de la vida social.

Adquieren los educandos los fundamentos para la interpretación adecuada de los cambios que ocurren hoy en el mundo y su influencia en el entorno inmediato. Con el perfil de la disciplina académica, el futuro jurista se forma en la responsabilidad social de ser eficiente en el aprovechamiento de los adelantos científico-técnicos, por lo que de él se exige la interpretación correcta de las relaciones entre la ciencia y la técnica, la tecnología y la tecnociencia y el desarrollo que se encuentra en el centro de la estructura social contemporánea.

La necesidad de formar en los estudiantes una cultura general integrada, a través de las estrategias curriculares, les permite a los futuros egresados proyectar acciones para las transformaciones socioeconómicas y políticas, ya sea a nivel internacional, nacional, territorial, y de la comunidad local, lo antes expuesto posibilitó al autor, proponer la estrategia didáctica en función de sistematizar habilidades dentro de la D.P.I, contribuyendo a pertrechar a profesores que trabajen las asignaturas y a estudiantes, de un material que se convierta en mera creación intelectual por parte de los principales protagonistas, y que el mismo sea materializado en la praxis, con un alto nivel de excelencia y motivación. La independencia cognoscitiva, a través del conjunto de actividades que se proponen, acompañados del uso de las tecnologías, contribuirán al logro de un mejor graduado del Derecho.