BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


CITAS FUNDAMENTALES PARA COMPRENDER LA HISTORIA ECONÓMICA MODERNA DE MÉXICO

Jorge Isauro Rionda Ramírez



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2.4 CONCLUSIÓN

La revolución mexicana es resultado de las reformas liberales que logran los presidentes Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada, que afecta tierras tanto de la Iglesia católica, que en algún momento controla más de la mitad de las tierras arables del país, como de los terrenos comunales, propiamente de comunidades indígenas. Ello causa que crezcan los latifundios a dimensiones aún superiores en extensión que los que se dan durante el periodo colonial. Contraparte, también se profundizan las diferencias sociales y la población desposeída queda recluida a la más lastimosa de las miserias y vejaciones ante la abierta carencia de derechos civiles para la clase trabajadora, como campesina.

Durante el porfirismo, el régimen otorga concesiones a extranjeros, quienes traen importantes inversiones en renglones de la economía que son estratégicos tanto para el desarrollo de la nación como de su autonomía. Se trata de sectores energéticos como el petróleo y la energía eléctrica. Así también de insumos industriales imprescindibles como lo son el acero y el carbón (la minería en sí). Controlan las comunicaciones como son los ferrocarriles, así como las comunicaciones electrónicas como el teléfono y el telégrafo. Pronto, los extranjeros se subsumen a la empresa nacional a condiciones monopólicas como monopsónicas, así como su influencia en el medio político es patente en todo momento.

Asimismo, los extranjeros no solo traen procesos de modernización organizacional como tecnológica y productiva. También se traen de sus países de origen personal calificado que son los operadores de la maquinaria importada para sus factorías. Estos obreros internacionales desde luego tienen contratos, muchas veces pactados desde sus propios países donde son presentes prestaciones laborales, como derechos, que los trabajadores mexicanos no obtienen. La presencia de este grupo inmigrante influye al movimiento obrero nacional para promover luchas a favor de adquirir las prestaciones que se dan a la clase obrera en naciones como Inglaterra, Francia, España, Alemania y Estados Unidos de América, principalmente. Este movimiento urbano es el origen de la social democracia en México.

La necesidad de pacificar al país, como el gran rezago educativo prevaleciente en la nación mexicana, son las causas de que Porfirio Díaz termine, como de costumbre, por ser un dictador. Régimen que por otra parte protege a las clases hegemónicas como son la burguesía, los terratenientes latifundistas, el clero, los militares, ricos comerciantes y extranjeros. No obstante el corte liberal de la constitución de 1857, las libertades, derechos y obligaciones, no son derechos civiles para el pueblo que respete el régimen. Todo lo contrario, aún hay mazmorras, tribunales especiales como el clerical, canonjías a ricos y extranjeros, como abierto desprecio y abandono a los humildes cuya humillación es permanente y cada día más intolerable.

También se trata de un régimen centralista, lo que causa la inconformidad de la burguesía provinciana. Esta inconformidad es respaldada desde los Estados Unidos de América quienes apoyan a Francisco I. Madero en su búsqueda de establecer el sufragio efectivo y la no reelección. El interés norteamericano atiende a que Porfirio Díaz otorga más concesiones a las potencias europeas, que a las estadounidenses. Se desea establecer un gobierno que les sea obediente a sus intereses.

La Iglesia católica no encuentra respaldo en las clases revolucionarias. Ni en el medio urbano entre los demócratas pequeño burgueses, ni con los intereses de extranjeros (dominantemente de naciones protestantes), ni con lo obreros de inclinación social demócrata y tan jacobina como los liberales, ni con los campesinos que luchan por un reparto agrario y quienes no secundan la existencia de ningún latifundio, especialmente si se trata del Clero.

La profundización de las desigualdades sociales, de la injustita, la enorme inequidad, la impunidad, los privilegios civiles a ricos y extranjeros, los grandes rezagos sociales existentes, la pobreza generalizada y extrema que convive con una opulencia altamente concentrada en una plutocracia que propiamente aparece como aristócrata. El fascismo de un régimen dictatorial y de una clase militar cuya prepotencia se patente en muertes civiles e intolerancia ideológica, y especialmente a los movimientos de los trabajadores del país, entre otros componentes, son los insumos que nutren la inconformidad que alienta al pueblo a la disrupción con el régimen.

La revolución mexicana es efecto de la inclusión de su economía en la estructura económica internacional fordista o moderno, donde se rompe con las instituciones liberales utópicas o clásicas, se recrudecen las contradicciones de una sociedad que posee una constitución liberal, de jure pero no de facto, y un Estado fascista que ve por los ricos y extranjeros y se olvida de los pobres.

Las reformas liberales de la última mitad del siglo XIX miopes del efecto social de la implantación de la propiedad privada como de la proletarización, inician reformas que no son viables, o bien lo son de forma traumática, para una sociedad que tiene un fuerte lastre atávico de instituciones estamentals.

El régimen post revolucionario enfrenta problemas ya no de tipo solo estructural sino de organización social. La existencia de caudillos, la presencia y pertenencia a extranjeros de sectores industriales claves para el desarrollo autónomo e independiente nacionales son un lastre que debe abatirse. La implementación de un solo partido como un único planteamiento de oferta política, como proyecto de nación, parte del corporativismo estatal, la impostura partidista y la postura ciega a un desarrollo endógeno y autónomo cuyo sustento o baluarte es la revolución mexicana.

Coyunturas favorables como la primera y segunda guerras mundiales dotan a la nación de reservas financieras suficientes como para promover un Estado fuerte. El término de los cacicazgos y la organización social del trabajo y la producción pertinentes a la modernización de la planta productiva nacional, otorgan al país paz social, bienestar y crecimiento con estabilidad a largo plazo.


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