BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


SISTEMA DE GESTIÓN TOTAL EFICIENTE DE LA ENERGÍA EN LA “CTE CARLOS M. DE CÉSPEDES”

Francisco Ernesto Berroa Borrell



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I.2 Estado actual de la economía y uso de la energía en Cuba.

I.2.1 Desarrollo económico. La Revolución Energética en Cuba.

Nuestro país no esta exento de la crisis energética internacional, y en torno a esto arrastró una de las peores crisis electroenergética de su historia, ya que se contaba con 10 plantas termoeléctricas con una capacidad instalada de 3 958 MW; donde el 72,77 % le correspondía a las termoeléctricas, los autoproductores de Níquel y MINAZ con el 16,52 MW, la Hidroeléctrica con el 1,48 %, las turbinas de gas con el 7,28 %, plantas diesel 1,94 % y el resto pertenecía a la eólica. Todo lo anterior aparece en la figura siguiente:

Estas plantas tienen 46 unidades de generación, sin embargo, debido a varias causas como por ejemplo: averías, la falta de mantenimiento en el tiempo planificado y el uso de combustible no idóneo para su operación, provocaron que la capacidad real de generación llegara a ser de 1 200 MW.

Por su parte la demanda de energía eléctrica en Cuba, se redujo de 2 500 MW en el año 1989 a 950 MW en el 2005, debido al gran número de industrias paralizadas, así como a una baja en el consumo agrícola y doméstico. [6]

Con el derrumbe del campo socialista y la desaparición de la URSS, unido al brutal bloqueo norteamericano, se establece en el país el período especial. Bajo estas condiciones las importaciones del combustible para la generación de electricidad llegaron a valores muy bajos y la caída de generación de electricidad fue abrupta, decidiéndose iniciar el proceso de asimilación paulatina del crudo nacional en las plantas, a pesar de que sus características (alto contenido de azufre, alta viscosidad y otros componentes) no eran las especificadas en el diseño. Al agudizarse aún más las condiciones del bloqueo y considerando el requerimiento de satisfacer las necesidades de la economía y de la población, se acelera más el empleo del crudo nacional y del gas acompañante que se perdía con la extracción del hidrocarburo, llegando al cierre del año 2003 al consumo de 2 300 000 t de combustibles nacionales.

La explotación del crudo nacional, unida al gas acompañante que se expulsaba a la atmósfera con la correspondiente contaminación ambiental y que fue aprovechado para la generación de energía eléctrica, permitió la autosuficiencia energética del país. En esta etapa tuvo una particular importancia la modernización de la centrales termoeléctricas para el uso eficiente del crudo nacional cuyo alcance fue:

1. Adaptación y asimilación paulatina de las instalaciones para la utilización del petróleo crudo nacional como combustible.

2. Mantenimiento general y mejoramiento técnico de las instalaciones.

3. Restablecimiento de los Sistemas de Control Automático de las Centrales Eléctricas, obsoletos y con ausencia de repuestos en el mercado mundial.

La política energética está orientada a alcanzar la independencia energética. Para ello se encuentra fomentando la exploración petrolera a través de contratos de riesgo compartido entre la empresa estatal Cubapetro y las empresas privadas, principalmente costa afuera. Por otro lado y como parte de la estrategia de alcanzar la independencia energética, se apoya en el desarrollo de energías renovables, siendo Cuba el mayor país productor del Caribe de estos tipos de energías, en este sentido, se pretende continuar apoyando la utilización de la biomasa como principal recurso energético alternativo. En medio de esta situación se logran algunos convenios con la República Bolivariana de Venezuela y otras entidades exportadoras de combustibles.

Fue así que entre los convenios establecidos y sumado a esto el descubrimiento de un yacimiento de petróleo de calidad, a escasos kilómetros de Santa Cruz del Norte, con reservas probadas de 14 millones de toneladas de crudo, promete restaurar e incrementar los niveles de extracción y dar un alivio importante al apetito energético de Cuba. Según expertos, los pozos que se perforen en ese yacimiento podrían llegar a producir, de conjunto, hasta un millón de toneladas al año, alrededor de la cuarta parte de la producción actual del país. [7]

De aquí que se mantuvo la política de impulsar la extracción del crudo nacional y del gas acompañante, ya que como se muestra en la figura 1.5, se produce un amplio crecimiento de ambos en el periodo de 1 990 al 2 004, donde para el gas fue de un 25 % con un incremento de 21 veces y el petróleo de un 31 % con un incremento de 5 veces.

Eficiencia energética, uso racional de la energía, uso eficiente de la energía, son frases muy frecuentes encontradas dentro de las políticas que aplican casi todos los países, muy especialmente impulsadas cuando se presentan etapas o períodos de crisis, ya sea por efecto de precios elevados o por falta de oferta.

La escalada en los precios del petróleo en los últimos tres años alrededor de más de $ 70,00 y llegando por encima del nivel de los $84.00 el barril, ha hecho que muchos países se preocupen nuevamente por hacer un uso racional de la energía. Varios de estos países de Latinoamérica y el Caribe están diseñando o reactivando políticas de ahorro y eficiencia para tratar de paliar los efectos que en la economía causan los elevados precios del petróleo y sus derivados.

Así, la realidad muestra que no se trata solo de diversificar la matríz energética, sino de preocuparse por dar un uso racional y eficiente a la energía. Dos condiciones deben ser consideradas a este efecto: primero, mediante buenas costumbres de uso se debe evitar el desperdicio, hábitos que solo se logran a través de una profunda educación, segundo, promoviendo la utilización de artefactos y equipos modernos, altamente eficientes, es decir, que tengan un menor consumo de energía, sin necesidad de disminuir la capacidad deseada. La Revolución Energética de Cuba no es una campaña transitoria ni demagogia política. Se está en presencia de, probablemente, uno de los esfuerzos más planificados y consientes que haya hecho nación alguna para elevar el nivel de vida de su población consumiendo el combustible de manera racional y económica.

Hasta el momento Cuba ha tenido un Sistema Electroenergético apoyado en las grandes termoeléctricas que en muchos casos debían llevar la electricidad al extremo opuesto del país a través de redes deterioradas.

La integralidad de la Revolución Energética cubana es evidente cuando se conoce que los planes gubernamentales también comprenden la reparación de la cablería que llega a cada uno de los hogares reduciendo todavía más las interrupciones, las oscilaciones del voltaje y las pérdidas de energía por la mala calidad de las redes eléctricas. También se emprenden programas de desarrollo de energía limpia como la eólica y la solar, incluso se busca sustituir el consumo de petróleo mediante la utilización del gas acompañante. Según ha expuesto el Jefe de la Revolución, Comandante Fidel Castro Ruz, el mundo de hoy necesita utilizar de forma racional los recursos que están al alcance del hombre 8. De ahí que en los hogares del país, por ejemplo, se emplee de una manera óptima la energía eléctrica.

En Cuba se ha plasmando una serie de transformaciones muy de fondo, que se ha denominado Año de la Revolución Energética en Cuba, y serán explicadas brevemente a contiuación:

En primer lugar, se determina realizar una generación distribuida con motores altamente eficientes, que dejan de lado un sistema de generación centralizada, con equipos antiguos y altamente ineficientes. No sólo se logra un ahorro por el uso con equipos más eficientes en la hora base y pico, sino que se tiene energía continua, en caso de que se presenten más desastres naturales en el futuro. En segundo lugar, está la proyección de lograr mayor cantidad de electricidad sobre la base de gas natural, que es definitivamente mucho más económico que generar con productos derivados del petróleo. Para esto se ha acelerando la perforación de pozos exploratorios y de desarrollo en la zona productora. Las plantas de ciclo abierto y ciclo combinado, que se han instalado y que se tienen previstas, son sin duda una acertada decisión para tener energía más segura y a mucho menor costo.

Tercero, dentro del plan que se aplica, se trabaja en una concientización ciudadana que llega a todas las clases sociales. En el ámbito escolar, a manera de ejemplo, existe un plan educativo profundo para no mantener artefactos encendidos sin necesidad en la hora pico, y, en cuarto lugar -donde está centrado el plan de ahorro en Cuba- está la sustitución inmediata y masiva de una serie de artefactos y equipos bastante antiguos e ineficientes y muchos otros que están disminuyendo tremendamente el consumo por domicilio, comercio e industria. El plan es autosustentable y con el mismo ahorro se paga la inversión muy rápidamente.

Todas estas acciones sumadas constituyen una verdadera revolución energética, que en la medida de las posibilidades, y dadas las características de cada país, deberían tomar como ejemplo en Latinoamérica y el Caribe, principalmente para imitar una voluntad política tendiente al uso racional y eficiente de la energía. Lo anterior no sólo supone beneficios para la economía, sino para la vida sustentable del planeta.

En el año de la Revolución Energética, el Comandante en Jefe afirmó que sin dudas Cuba está en período de transición, pero de la oscuridad a la luz, de la estrechez grande a mejores condiciones.


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