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EFECTO DE LA ADOPCIÓN DEL RIEGO POR GOTEO EN MAÍZ FORRAJERO SOBRE LA GERENCIA DE EMPRESAS AGROPECUARIAS EN LA IRRIGACIÓN MAJES, 2005

Neil Sandro Alata Olivares


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2.1.3. Disponibilidad de agua en el mundo

En la lucha contra el problema del hambre, el papel del agua es fundamental, la FAO (2003) plantea que el incremento de la seguridad alimentaria estará basado en tres estrategias, como la de elevar la productividad agrícola, aumentar la superficie cultivable e incrementar la intensidad del cultivo, siendo la disponibilidad del agua un factor principal.

La falta de acceso al agua es la expresión de la carencia de acceso a otros recursos como el crédito, sistemas eficientes de comercialización, insumos a mejores precios y a la propia representación política (FA0, 2003).

Según el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá (IDRC, 2006), indica que los límites entre muchos países están marcados por los cuerpos de agua, donde cerca de 40% de la población mundial vive en cuencas fluviales compartidas por más de un país. Muchas comunidades como Israel y Palestina dependen del agua potable de los mismos acuíferos sobreutilizados. Por esto la escasez de agua, mal manejada, es con frecuencia un riesgo de conflicto. También por esto es tan importante que la gente encuentre los medios de manejar el agua que comparten más por cooperación que por confrontación armada, por ello un buen manejo del agua requiere tanto como exige la acción nacional, regional e internacional.

Este interés por la situación de escasez de agua dulce en el mundo es actualmente una preocupación prioritaria en importantes reuniones internacionales. Vemos así que en las últimas recomendaciones del FAO (Séptima Reunión de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe, Kingston, Jamaica, 13-17 mayo 1996) se destaca la necesidad de uso racional del agua, especialmente agua dulce, y fomentar el desarrollo agrícola y pecuario en forma armoniosa con la naturaleza. Se recomienda a los gobiernos: fomentar corrientes de opinión de conservación de recursos naturales a través de los medios de comunicación social sobre la relevancia del agua y su escasez cada vez creciente en el mundo; reforzar actividades de capacitación a los agricultores para brindar los conocimientos que constituyen el implementar sistemas de riego tecnificados y mejorar las prácticas de riego, entre otros aspectos (UNESCO, 1996).

De acuerdo a la UNESCO (2003), la gran cantidad de agua dulce de las capas polares, glaciares y acuíferos profundos no es utilizable. El agua dulce que puede ser usada procede esencialmente de la escorrentía superficial del agua de lluvia generada por el ciclo hidrológico.

La información que la UNESCO (2003) detalla que el promedio anual de precipitación sobre la tierra alcanza 119,000 km3, de los cuales alrededor de 74,000 km3 se evaporan a la atmósfera. Los 45,000 km3 restantes fluyen hacia lagos, embalses y cursos de agua o se filtran en el suelo alimentando a los acuíferos. Este volumen de agua se denomina convencionalmente recursos hídricos. No todos estos recursos son utilizables, porque parte del agua fluye hacia ríos remotos y parte durante inundaciones periódicas. Se estima que 9,000 a 14,000 km3 son económicamente utilizables por el hombre.

Según la UNESCO (2003), la disponibilidad del agua no se distribuye de manera equitativa a lo largo del planeta, habiendo una disparidad por región como el caso del continente Asiático en donde habita cerca del 60 por ciento de la población mundial y sólo cuenta con el 36 por ciento de los recursos hídricos del planeta, en contraste con América del Sur que vive 6 por ciento de la población mundial y cuenta con 26 por ciento de recursos hídricos del mundo.

Los esfuerzos para optimizar el uso del agua competen a áreas bien identificadas como la industria, agricultura, ganadería, reservas naturales y los centros urbanos de cualquier extensión, algunos países han implementado el uso de plantas de tratamiento para reutilización del agua y en la agricultura se instrumentan sistemas de riego por goteo, recubrimiento o entubamiento de canales de riego para abatir fugas por filtración y o evaporación. Por ello a la agricultura se le plantea una creciente demanda de productos al igual que a la ganadería, por lo que se tiene que incrementar la producción de alimentos acorde a la dinámica demográfica, con una oferta de agua dulce que se vuelve cada vez más inelástica (FAO, 2003).

La actividad agrícola es la que mayor consume agua. Al año 2003, según el Informe de la UNESCO-WWAP, Naciones Unidas sobre el desarrollo de los Recursos Hídricos, celebrado en París, Francia indica que aproximadamente 3,600 km3 de agua dulce son extraídos para consumo humano es decir 580m3 per cápita por año, la agricultura extrae el 69 por ciento del total, consumo doméstico es del 10 por ciento y la industria utiliza el 21 por ciento.

En América del Norte y Europa el mayor consumo de agua está destinado al sector de la Industria (47 y 51 por ciento respectivamente), pero en los demás continentes la actividad agrícola es la que utiliza los mayores volúmenes de agua. En el Lejano Oriente más del 90 por ciento del agua para consumo humano es empleada para la agricultura. En Asia y África el 85 por ciento del agua para consumo humano se destina también a actividades agrícolas.


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