BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


EL TÚNEL MÁGICO DE LOS PARADIGMAS ….LA CIENCIA REGIONAL AL ALCANCE DE LOS JÓVENES

Andrés E. Miguel Velasco y otros



Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (724 páginas, 1.48 Mb) pulsando aquí

 

 

CUARTA PARTE. LA SALIDA DEL TÚNEL MÁGICO

CAPÍTULO 32. COROLARIO DEL TÚNEL MÁGICO DE LA CIENCIA REGIONAL

Las aventuras de Donají, José Pablo con Quetzalcóatl, y todos sus amigos como los Niños Binigulazas, Flor de Luna, Uno Venado Corazón de Jade, Adivina Ruborosa y los Niños de la Ciencia, transcurrieron hace muchos años, y fueron rescatadas gracias al apoyo de las Ciencias Blandas, particularmente de la Historia, sin la cual, la memoria humana se perdería en la inmensidad del tiempo, obligando este olvido a la Humanidad a repetir sus mismo errores, sin posibilidad de corregirlos. Gracias a la meticulosidad de la metodología científica se rescató el siguiente códice, que fue escrito en la época en que Donají y José Pablo retornaron a su realidad, y dice así:

“Bezelao y la Matlacihua, al ser derrotados, regresaron a la Tierra, donde continúan haciendo sus travesuras, sobre todo asustando a los vivos, y también contribuyendo, en la medida de sus posibilidades, con el desorden del mundo: protegen la intolerancia, el fundamentalismo y el dogmatismo. En especial, estimulan las metodologías dogmáticas que confunden la Ciencia.

¿Que sucedió con Donají y José Pablo?. Éstos, después de probar el alimento que los dioses antiguos les proporcionaron en la dimensión mágica de Monte Albán, cayeron en un profundo sueño, cuyo despertar los condujo de regreso a la Tierra, donde emocionados contaron a sus papás y amigos sus aventuras.

Con pesar descubrieron que su mundo era más inequitativo en cuanto a la distribución de la riqueza y el Bienestar, que el Universo de los Niños de la Ciencia. Por eso, desde su regreso a su realidad, en la medida de sus posibilidades se propusieron construir el Bienestar de las personas, los seres vivos y las regiones, aplicando afanosamente los conocimientos de la Ciencia Regional, la Ciencia de la Armonía y el Bienestar.

En su última aventura, Donají y José Pablo comprendieron que la razón de ser de la Ciencia Regional en las regiones y ciudades es proporcionar Bienestar y Armonía a la sociedad, a las familias, a las personas, y a los demás seres vivos; y que el conocimiento de cómo lograr esto también puede visualizarse a través de “paradigmas”, los cuales son las “miradas intencionadas” con que puede entenderse la realidad.

En la dimensión mágica donde transitaron, Donají y José Pablo aprendieron que el “paradigma mágico-religioso” de Monte Albán del Pasado relegó la Armonía y el Bienestar de la gente; y lo mismo propició el “paradigma de las Ciencias Duras” de Monte Albán del Futuro, el cual indujo a un desarrollo científico y tecnológico importante, pero acompañado de muchas inequidades sociales, debido al descuido de las “Ciencias Blandas”, ya que cuando se pierde de vista que el objetivo de las Ciencias es proporcionar Armonía y Bienestar, las regiones y ciudades terminan siendo “territorios de dominación” de los grupos que ostentan el poder económico, que son los que finalmente acaban apropiándose de la riqueza de los demás.

En el mundo de Donají y José Pablo, es a través del “paradigma del desarrollo” como pretende entenderse el Bienestar de la sociedad. El concepto de “desarrollo” sugiere la propiedad de las sociedades modernas de generar riqueza económica y de todo tipo, y convertir ésta en Bienestar social.

Sin embargo, en el mundo de estos valientes hermanos continúa relegándose el aporte de las “Ciencias Blandas”, y en consecuencia, la inequidad es algo que no logra eliminarse de su sociedad, tal y como sucede en muchas regiones y ciudades, en las cuales las expectativas creadas por el concepto de "desarrollo" no han encontrado una comprobación plena, sobre todo en las llamadas “regiones pobres”, en "vías de desarrollo" o de "economías emergentes". Para estas regiones por ejemplo, durante décadas su “desarrollo” ha sido insuficiente para superar su incapacidad de acumular más allá del autoconsumo. El “desarrollo” cotidianamente ha sido puesto en entredicho para satisfacer las necesidades de la gente pobre, sobre todo cuando en este campo se trabaja sin método, sin una Ciencia de la Armonía y el Bienestar.

Pero no debe perderse de vista que es importante lograr la Armonía y el Bienestar de las ciudades y regiones del planeta, y que el “desarrollo urbano-regional” es la capacidad social adquirida para generar riqueza económica y de otro tipo, y convertir esta riqueza en bienestar social. Interpretado desde un punto de vista social, este desarrollo puede concebirse como el proceso permanente de mejoría en los niveles de armonía y bienestar social, alcanzado a partir de una equitativa distribución del ingreso y la erradicación de la pobreza, observándose índices crecientes de mejoría en el empleo, la alimentación, educación, salud, vivienda, medio ambiente y procuración de justicia en la población.

Cuando la generación de riqueza económica no es un fin en sí mismo, logra privilegiarse el impulso al “desarrollo sustentable”, definido como aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la sobrevivencia de las generaciones futuras. También las sociedades poco a poco privilegian la concepción del “desarrollo humano”, que puede definirse como el proceso conducente a la ampliación de las opciones de las personas en todas las esferas.

En nuestros días, existe una preocupación cada vez más creciente por lograr un “desarrollo equitativo, no vulnerable”, y éste se refiere a la necesidad permanente de elevar la calidad de vida evitando los sucesos caóticos, y contrarrestando los fenómenos naturales que permanentemente aquejan a las sociedades actuales.

También se ha vuelto una preocupación la falta participación de la gente ocasionada por decisiones que se generan en contextos ajenos a las personas y a las regiones, y por lo mismo se propone el “desarrollo local”, el cual se ha concebido como un esquema de participación para promover estrategias y mecanismos para la satisfacción de las necesidades básicas de la población, a través de la intervención de todos los actores sociales trabajando por un solo objetivo.

En resumen, el “desarrollo” puede considerarse el proceso que permite a una nación, a la región, a las comunidades locales y a los individuos residentes en ellas, el logro de riqueza económica y de otro tipo, así como la armonía y un bienestar social basados en una convivencia humana sostenible, apoyados en procesos técnicamente posibles, económicamente viables, socio-culturalmente aceptables, y ambientalmente adaptables.

Donají y José Pablo aprendieron en la dimensión mágica de Monte Albán que la Ciencia es más que las Matemáticas, la Física o la Química, y que existen Ciencias, como las Sociales y Humanas, que tienen como propósito inducir el logro de la Armonía y el Bienestar de la gente, e incluso de todos los seres vivos. Que el descuido y la falta de aplicación de los conocimientos de estas Ciencias es lo que induce a que la pobreza, el desempleo, la carencia de servicios públicos, el deterioro del medio ambiente y los conflictos sociales que poseen las regiones y ciudades sean tolerados como algo “normal”, cuando deben evitarse.

Donají y José Pablo comprendieron que si llega a descuidarse el lado humano de la Ciencia --como ocurrió en Monte Albán del Pasado y en Monte Albán del Futuro--, el conocimiento científico se convierte en una “herramienta de poder”, que en la práctica conduce a los desequilibrios ambientales, sociales, a las desigualdades regionales, e incluso, a propiciar las guerras entre las regiones, y en fin, a perder la oportunidad de desarrollar un mundo más acorde con las ideas de armonía y felicidad humanas, haciéndose daño el hombre mismo al estropear la Madre Tierra.

Donají y José Pablo aprendieron del valor de sus amigos Uno Venado Corazón de Jade, de la capitana Adivina Ruborosa y sus piratas de la Ciencia, que no deben dejar que los valores de la oscuridad como los fundamentalismos escudados en la Ciencia, produzcan el deterioro de la Calidad de Vida de los seres vivos.

Hasta siempre Guerreros de la Luz,

Quetzalcóatl.”

Gracias a este códice, hoy sabemos que cada vez que el Arco Iris brilla a plenitud en la inmensidad del cielo, se nos recuerda que Quetzalcóatl está trabajando con la humanidad --como hace muchos años lo hizo con Donají y José Pablo--, para que ésta pueda alcanzar su Armonía y Bienestar, navegando siempre en la inmensidad del Arco Iris del conocimiento proporcionado por la Ciencia.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios