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LA MIGRACIÓN EN LA REESTRUCTURACIÓN ECONÓMICA ACTUAL

Jorge Isauro Rionda Ramírez



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LO CONCLUYENTE

Lo primero que salta a la vista de la presente investigación es que los patrones tradicionales de crecimiento de las principales urbes del país, siguen atrayendo población, no obstante, son las llamadas ciudades medias la que ahora también contribuyen a atraer población, especialmente aquellas que son ciudades fronterizas y puertos, que mantienen especial vínculo con el mercado exterior.

El arribo del modernismo y de políticas que fundaron el crecimiento en el gasto fiscal a partir de los años 30, junto con una coyuntura internacional favorable para sostener la continua expansión de la liquidez que representa crédito disponible y barato, son componentes claves para explicar el ascenso urbano – industrial, centralizado y terciarización de la economía mexicana. Cambios en el orden institucional de la regulación de la inversión tanto interna (privada y pública), como extranjera, junto con la apertura comercial son los principales componentes que explican el cambio de patrones en la distribución territorial de la población y la migración. La inferencia estadística muestra como dichos cambios institucionales en la regulación económica del estado son antesala y van aparejados a la desregulación económica, apertura comercial y cambio en la estructura económica que afecta la movilidad y distribución territorial.

Los estados del norte muestran especial incremento en su crecimiento demográfico, atrayendo población del resto del país. Hay una alta interacción entre la franja occidental y noroeste del país lo que revela un alto grado de integración económica de ambas regiones.

Las ciudades de la frontera norte alcanzan las tasas de crecimiento demográfico más altas del país, superando las del centro, especialmente del Distrito Federal y Estado de México, así como de otras zonas de lato dinamismo como el occidente del país y Veracruz.

Por otra parte, en esta nueva dinámica el papel del municipio es vital. En materia de cambio en el orden institucional en materia de la inversión pública federal, a través de dos procesos: descentralización y federalismo, el municipio inicia desde el segundo lustro de los 80 un ascenso en la vida político administrativo de la nación. El nuevo papel que se le confiere como institución básica en el país gestan que las economías locales despierten nuevas expectativas atractivas para que prosperen los negocios locales, lo que hace de la cabecera municipal el centro gravitacional de las localidades periurbanas a la misma, y atraen población. En parte esto explica que las ciudades medias, la mayoría de ellas cabeceras municipales adquieran fuerte atracción poblacional. A esto se suma el cambio en el ordenamiento del territorio así como de la tenencia de la tierra agrícola, propiamente las regulaciones en torno a la pequeña propiedad y el ejido.

Al parejo con el proceso anterior, las pequeñas localidades tienden a desaparecer: unas porque son absorbidas y conurbadas por la principal localidad en tamaño dentro del municipio o municipios colindantes, otras por que son la fuente de expulsión de población a estas localidades de mayor dinamismo económico. Las localidades ejido tienden a disminuir en tamaño y número.

Hay una abierta terciarización de la economía como efecto del desarrollo de servicios financieros, bancarios, aseguradoras de bienes, como aseguradoras de retiro, así como el incremento de los servicios a la producción y al comercio, y servicios públicos donde destaca la educación, la salud, la seguridad y la asistencia social, así como algunos servicios públicos en materia de comunicaciones.

El municipio es entonces la principal unidad de análisis, y bajo esta óptica se descubre que su papel es vital para el debido dimensionamiento del problema a estudiar.

En México se haya suficiente evidencia empírica para correlacionar el cambio del orden institucional, la política económica, la reestructuración económica, la regulación pública de la inversión nacional y extranjera, la apertura comercial y el nuevo papel que se otorga al municipio en la inversión pública, como principales componentes con alto poder explicativo del cambio en la movilidad y distribución territorial de la población.

Los estudios realizados en materia de migración interna no se enfocan a estudiar la interacción migratoria entre las regiones que comprende el país. Con base a las matrices realizadas a nivel regional se sabe que la región noroeste y el occidente observan la mayor interacción interregional del país. Por otra parte, esta interacción aumenta rápidamente con un dinamismo inusitado.

El occidente del país observa un saldo negativo migratorio. Por darse una idea, en esta a inicios de la XX centuria vive algo más de la cuarta parte de la población nacional (28.8% para ser precisos). Según los datos del Conteo de población de 1995, esta participación relativa disminuye a una quinta parte (19.57%). Por lo mismo, se sostiene que el occidente del país esta latamente articulado a otras regiones cuyo dinamismo económico y poder de atracción es superior al local. Estas regiones son el noroeste y el centro del país, como a su vez la migración a los Estados Unidos es bastante representativa. Jalisco, Michoacán, Zacatecas y Guanajuato, entidades que integran en parte el occidente, son a su vez las que ocupan del resto de la República Mexicana los 4 primeros lugares en migración de trabajadores a la Unión Americana.

De 1990 a 2000 las ciudades medias muestran un crecimiento superior a las observadas por las grandes. Arroyo y Olmos, con una metodología muy innovadora aplican el índice de concentración de Gini para medir el grado de concentración poblacional en el territorio. Ellos concluyen que se sigue dando de manera concentrada la urbanización, no obstante son las ciudades medias en contraste de las grandes las que muestran mayor dinamismo en su crecimiento.

La concentración de la población se da en localidades que poseen un desarrollo industrial manufacturero y cierto tipo de servicios financieros, comerciales, y a la producción. Con una consolidad red de comunicaciones terrestres, en valles y bajíos con desarrollos agropecuarios. Sostienen Arroyo y Olmos que es interesante observar cómo fuera de la ZMG, las concentraciones en el país parecen tener vínculo con la difusión y concentración de la ZMCM. Sustentan que en esto han sido las deseconomías de la acumulación capitalina la principal causa de relocalización empresarial en regiones periurbanas o con alto grado de articulación a la principal zona metropolitana del país.

Las empresas en general fundan su plataforma de sustento en las grandes ciudades del país, que son su principal y más seguro mercado, para de ahí aventurarse a otros mercados periféricos como internacionales. En esto destaca el Bajío y las localidades que comprende que muestran una alta articulación con el aparato productivo de la ZMG y la ZMCM, distinto a otras partes como los son los puertos de Tepic, Vallarta y Colima que se articulan más con el mercado exterior al norte del continente y noroeste del país, que hacia los mercados del interior de la República.

En síntesis, el dinamismo que adquiere la innovación tecnológica en materia de electrónica, informática y telecomunicaciones, por citar los más importantes, llevan necesariamente a modificar la organización social del trabajo y en sí la función social de producción. Esto implica un inminente cambio en la estructura económica tanto a nivel internacional, como regional, nacional y local. A esto se le identifica como una transición del esquema de producción rígido propio del modernismo, al de la producción flexible postmodernista. Ante dicho cambio, la regulación del estado viene a modificar su ética administrativa, por lo mismo la reestructuración económica viene acompañada de cambios en el orden institucional, lo que en suma afecta los patrones en la movilidad y distribución territorial de la población.

Con base al desarrollo del presente trabajo, se abren nuevas interrogantes que son necesarias para brindar más fundamento a lo aquí expuesto, por lo mismo se citan a continuación algunas de las investigaciones que son de interés inmediato y sustantivo en materia de investigación social relativo a la distribución territorial de la población y algunas relaciones entre tópicos industriales, laborales y urbanos.

En la nueva agenda de investigación se tienen las siguientes líneas:

 La relación existente entre el cambio en el orden institucional, la política económica y la restructuración económica.

 El efecto regional de la política macroeconómica en la distribución territorial de la población.

 Interacción interregional de los flujos migratorios.

 Metropolización de las grandes ciudades de México.

 ¿Conurbación o metropolización de las ciudades del país?

 Sistema de ciudades de México.

 Agricultura, modernización y su efecto en la migración de la población.

 El efecto laboral en la migración de la población ante la inminente flexibilidad laboral.

 La inversión pública, privada y externa y los mercados de trabajo regionales (nuevas orientaciones y montos).

 Federalismo, descentralización y migración.

Las implicaciones de observar los cambios de los patrones migratorios y en la distribución espacial de la población son que la política social y económica en México no prevé de ninguna forma las consecuencias que implica en materia de atención en servicios públicos y ordenamiento territorial las ciudades que se suman a ser más dinámicas y atrayentes de fuertes flujos de población, como es el caso de puertos, cabeceras municipales, ciudades medias y las ciudades que presentan metropolización.

La población movilizada presenta un espectro específico en la estructura del mercado de trabajo, esta observa una demanda en específico de empleo, los sectores que absorben a este tipo de población son la industria y los servicios. El federalismo puede ser una vía favorable para atender en específico esta tendencia, como garantizar su absorción local.

La inversión extranjera directa que en un 95% va a la industrial maquiladora de exportación, genera que sean las industrias medianas y microempresas las que presenten la mayor creación de empleos, por lo mismo, las entidades fronterizas y aquellas como Jalisco, Veracruz y el Estado de México deben concebir políticas que atiendan la creciente demanda de empleo que este tipo de industria provoca. Otras tantas entidades que no atraen inversión foránea deben implementar políticas favorables para poder presentar atracción a este tipo de fomento e industrialización. Con esto se puede garantizar que por concentración de la industrial maquiladora, la generación de empleos se concentre en geografías específicas, creando polos de desarrollo regional, contrastando con otras entidades que tienen fuerte expulsión de población, en este sentido es de interés de observar el caso del Estado de Zacatecas que de ser expulsora tradicional pasa a tener fuerte atracción, especialmente en Ciudad Guadalupe.

La política económica, por la heterogeneidad y características estructurales de las regiones, opera de forma discriminada. Por lo mismo, es necesario evaluar por región el efecto de la política crediticia, cambiaria, de fomento a la inversión pública y privada y la política salarial. Procurando que su efecto local no favorezca a fomentar la polarización migratoria de las regiones en regiones expulsoras, como atrayentes.

La legislación laboral ante su inminente orientación a favorecer la flexibilidad laboral, obviamente tendrá un efecto en la distribución territorial de la población, fomentando que la población migrante persiga las regiones donde existen distritos industriales consolidados, lo que concentraría más la población en las tradicionales áreas metropolitanas y urbanas.

La evaluación del problema migratorio y su repercusión en la concentración dispersión territorial de la población es un tópico de especial interés, donde la política económica y demográfica debe hacer especial encono en su regulación.

La planeación debe centrarse más en una visión municipal que en una nacional, de tal forma que conciba las especificidades que cada municipio presenta y el tipo de políticas a seguir con base a su estructura económica y vocación industrial, como densidad de población y mercados de trabajo locales e inmediatos.

Debe abatirse la marginación. Debe integrarse las regiones expulsoras de población al esquema de desarrollo nacional, donde estas puedan participar con base a sus potencialidades económicas locales. Los flujos de inversión pública y privada, como foránea, deben orientarse a aplicarse en sectores tales como son los agronegocios, la minería, la infraestructura en comunicaciones y transporte, infraestructura de almacenamiento, servicios públicos con cobertura y calidad, exención fiscal a los básicos en regiones de bajo nivel de ingreso, entre otros aspectos que pudieran favorecer la retensión de la población residente.

El fenómeno migratorio es cada día más significativo, por lo mismo, la estructura de los hogares y la desintegración familiar y los hogares infuncionales son temas de interés para lo política social. Proyectos comunitarios de atención y asistencia a las familias de los migrantes, así como proyectos de fomento de desarrollo económico local deben merecer especial apoyo.


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