BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


LA MIGRACIÓN EN LA REESTRUCTURACIÓN ECONÓMICA ACTUAL

Jorge Isauro Rionda Ramírez



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EL PROBLEMA DE ESTUDIO

El planteamiento central es el siguiente:

El nuevo orden institucional y su inminente efecto en la reestructuración económica que el país emprende desde los años 80 modifica los patrones migratorios.

El esquema de sustitución de importaciones implementado desde la post-guerra en México genera el desarrollo de ciudades-mercado. Este es el causal principal de que los flujos migratorios favorezcan a acrecentar la dimensión de tales las áreas urbanas y que la distribución espacial de la población se concentre en los núcleos urbanos, especialmente México, Guadalajara, Puebla y Monterrey.

El cambio al esquema de sustitución de exportaciones modifica los patrones migratorios y la distribución espacial de la población de tal forma que las ciudades fronterizas del norte de la República y los puertos que guardan conexión relevante con los mercados de América del Norte se vuelven nuevos centros de atracción poblacional. Tijuana, Cd. Juárez, Nuevo Laredo presentan tasas de crecimiento superiores a la media nacional. Así también puertos como Puerto Vallarta, Veracruz, Topolobampo y Acapulco muestran una tendencia similar. En el interior del territorio, las ciudades medias atraen población, especialmente de localidades pequeñas de menos de 100 habitantes, las que tienden a disminuir numérica y proporcionalmente.

La migración del tipo rural-urbano pierde importancia ante la preeminencia de la urbano-urbano y la metropolización (Unikel, op. cit.) de ciudades como Guadalajara y León, para el caso de la porción occidental.

Destaca de lo anterior el reparto económico que implica una economía de mercado y que se expresa en lo social en un creciente desempleo tanto en las ciudades como en el campo, lo que trae consigo la emigración tanto interna como externa.

A su vez, colateral a este tópico se tiene que el creciente desempleo urbano también responde a la incapacidad industrial de absorber la fuerza de trabajo local dado que el desarrollo económico regional, así como el nacional es insuficiente ante una Población Económicamente Activa (PEA) que experimenta un aumento sostenido desde los años 40. Asimismo, su efecto más inminente es el incremento del grado de pobreza en la población, el cual se viene agravando a raíz de la reestructuración de la economía de mercado mexicana, ante los procesos de globalización y su inserción en la mutante estructura económica internacional.

Otra cuestión que tiene íntima relación con lo anterior es el propio desempleo urbano. Este es reflejo de la lógica del “desarrollo del subdesarrollo” y del “subdesarrollo del desarrollo” (Frank, op. cit.) que muchos países de reciente industrialización vienen presentando, y que tiene su más claro reflejo en problemas de índole social tales como es la violencia, la delincuencia, el hambre, la morbilidad que trae consigo la indigencia, entre otros aspectos más.

En la región occidental, y en especial para el caso de Guanajuato, la transición demográfica, el contexto de un nuevo esquema productivo de sustitución de exportaciones, su alto grado de integración sectorial con el centro, el occidente y el norte del país -bien fundamentado en una sólida red de comunicaciones-, son el marco explicativo de la emigración y la distribución espacial de la población.

La entidad presenta un alto grado de concentración poblacional en la franja central o Bajío, que es propiamente el corredor industrial que guarda fuertes nexos con los estados de Jalisco, Querétaro, México y ciudades fronterizas.

La parte sur, y especialmente la fracción norte presenta elevados índices de marginación. Es evidente que los municipios de tales regiones muestran un alto índice de migración tanto al propio corredor industrial, como a otros estados, en especial Querétaro, así como la tradicional migración (documentada o no) a los Estados Unidos de Norteamérica.

La clave de esta fenomenología radica en comprender la lógica inherente del esquema de sustitución de exportaciones, y cuál es su expresión en el caso regional, estatal y local.

El problema radica en identificar qué nuevos patrones comporta la emigración y la distribución espacial de la población del estado de Guanajuato, y especialmente -como parte de la transición demográfica-, cuál es su relevancia en el fenómeno a tratar, en el contexto de la lógica reproductiva del esquema de sustitución de exportaciones.

Las razones de la emigración y la distribución espacial de la población en el país corresponden a la reestructuración que presenta la economía mexicana en su ascenso económico durante el periodo del desarrollo estabilizador (1940 – 1984), y al reordenamiento y sobreespecialización regional que ésta significa.

La emigración tiene dos encauces: la migración interestatal (o interna) y la migración internacional (Massey, op. cit.) . El cambio transitorio de un esquema productivo de sustitución de importaciones a otro de sustitución de exportaciones reorienta los flujos migratorios internos a los nuevos centros de desarrollo, especialmente puertos y ciudades fronterizas norteñas.

Como se viene mencionando en el desarrollo del presente trabajo, la migración a los tradicionales focos de atracción tales como las ciudades de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla y León tienden a disminuir. Ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez, Reynosa, Nuevo Laredo o puertos como Topolobampo, Veracruz, Puerto Vallarta, Guaymas o el Cabo adquieren a últimas fechas relevancia en cuanto captación de migrantes se refiere.

Durante el periodo de postguerra, la sempiterna reforma agraria y la explosión demográfica, propicia que se de la migración del campo a las ciudades, como la migración a los Estados Unidos de Norte América.

El ejido como unidad productiva no puede competir con la pequeña propiedad –más extensa-. Esta última con un apalancamiento financiero que le permite la innovación técnica y tecnológica en los cultivos. Al ser su escala productiva menor, su margen de ganancia tendió paulatinamente a estrecharse. Así su vocación productiva esta recluyéndose al autoconsumo y a las economías domésticas de cultivos tradicionales. También influyen los llamados precios de garantía al consumidor que imprimieron una rigidez al alza de los precios de los productos agrícolas.

Por lo anterior, en un esquema reproductivo proteccionista (sustitución de importaciones), el efecto demográfico consistió en la lógica de la concentración y centralización de la dinámica capitalista, que geográficamente se expresó en el desarrollo acelerado y desbordado de ciudades-mercado que fueron el centro gravitacional del desarrollo. En el centro la ciudad de México y Puebla. En el Occidente la ciudad de Guadalajara. En el norte Monterrey. El sur quedó marginado del desarrollo centro-occidente-norte, al menos hasta inicios de 1970 (Margain, 1997).

La conformación de grandes manchas urbanas es característica de este periodo. El depauperio del campo es el sustento del desarrollo urbano-industrial, y la transición demográfica y el reparto agrario –como rasgo estructural del cambio-, es de vital relevancia para comprender el problema .

El crecimiento de la mancha urbana en el territorio nacional se expresa por la virtual y tendencial caída de las reservas territoriales constituidas de 1989 a 1994, por la transferencia a tierras que pasan a ser propiedad privada de uso urbano.


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