BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


OPORTUNIDADES DE FINANCIAMIENTO PARA LOS ENTES LOCALES EN EL SIGLO XXI

Luis Alfonso Moreno Corredor



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1.3 GLOBALIZACIÓN EN COLOMBIA

Hay que recordar que Colombia tuvo problemas para participar en la globalización del siglo XIX, una de las razones fue las guerras civiles entre liberales que querían entrar a la globalización y conservadores que pretendían mantener su identidad hispánica sin contaminar y a quienes la riqueza les parecía un valor degradante. Frente a los problemas del transporte creados por la compleja topografía y de los precios del mercado mundial que hacían que la producción colombiana fuera marginal (Ocampo), para Thomas Fischer propuso otra hipótesis más sensata: “tan responsable como las dificultades geográficas y los precios del mercado mundial fue la continua incapacidad de las élites colombianas para vencer estos obstáculos a través de inversiones para modernizar el transporte y mejorar la productividad de las empresas nacionales. La incapacidad de las oligarquías para coordinar sus intereses, y así crear condiciones favorables para inversiones productivas, se manifestó sobre todo en los frecuentes conflictos internos que afectaron el país.”

El modelo económico implementado sólo hasta el siglo XX pudo Colombia insertarse en el mundo exportando café desde regiones bastante conservadoras. ¨La clase política estaba liderada por intelectuales formados en el latín y el griego, especializados en filología castellana, lo que era expresión de su apego a la herencia hispánica y de sus posturas anti-capitalistas. El autismo gramatical le impidió a esta clase política entender la necesidad de insertarnos en los caminos internacionales de comercio y capital e importar la tecnología de Occidente para fortalecer a la Nación.

En eso nos parecemos a la China continental que, por el mismo tiempo, tenía una clase política de intelectuales formados en el chino clásico que era ininteligible para el pueblo. Por contraste, como lo relata Patek Lal, en el Japón bajo la restauración Mejí, una burocracia que era más militar que política decidió absorber todo sobre la ciencia y las tecnologías occidentales, dedicándose a devorarlas sin tener que renunciar a su identidad nacional. Mientras el Japón logró industrializarse y llegó a ser una gran potencia mundial, la China y Colombia permanecimos aislados y atrasados. China despertó recientemente y se ha decidido por la globalización, mientras nosotros continuamos recelosos de la misma.¨

Prosigue con su trabajo Kalmanovitz, indicando la evolución de la economía colombiana en el ámbito global, bajo un accionar proteccionista ¨Cincuenta años de protección industrial y agrícola en Colombia en este siglo debilitaron la capacidad tecnológica de sus industrias que, gracias al alto arancel defensivo, podían utilizar bienes de capital de segunda mano, no tener en cuenta la calidad de sus productos y despreocuparse por exportar. La protección a la agricultura significó precios más altos de las subsistencias, salarios más caros para los empresarios pero con menos poder adquisitivo para los trabajadores, una política que en el siglo XIX le sirvió a David Ricardo para deducir su teoría de la renta del suelo y prohijar una alianza entre burgueses y trabajadores a favor del librecambio que derrotara los intereses de los protegidos terratenientes ingleses.

Ese mismo arancel contribuyó a que la moneda se revaluara al deprimir la demanda por importaciones, desincentivando exportaciones distintas a las cafeteras, al petróleo, al carbón y a la coca. Los gremios favorecidos vociferaron que se trataba de la protección del trabajo nacional y confundieron a la opinión pública hasta nuestros días sobre la equivalencia del interés público con sus intereses particulares.¨

Hubo otras formas de intervencionismo estatal más productivas y que beneficiaron en mayor medida al interés nacional. Nuevamente en el caso japonés y repetido por los tigres asiáticos, el estado les ofreció mucho apoyo a las empresas, incluso protección arancelaria, pero estrictamente a cambio de que se modernizaran y exportaran. Es importante despertar esa misma actitud devoradora entre nosotros sobre la cultura y la ciencia, como nos lo sugería el filósofo político brasileño Melquior, ¨que circulan incesantes en una economía globalizada y para eso debemos desplegar las capacidades básicas para hacer esto posible, entre otros enseñar otras lenguas en nuestro sistema educativo. Es claro entonces que una política de apertura comercial no es capaz por sí misma de lograr el efecto de dinamizar las exportaciones nuevas de un país.¨

En la década de los 60 después de un modelo de industrialización por sustitución de importaciones, produjo algunos cambios como la concepción en el tipo de cambio, con la aparición del decreto ley-444 de 1968, donde se empezó a devaluar la moneda frente a al dólar, generando la búsqueda de competencia en los mercados a los productos exportables, la iniciativa de procesos de integración económica, como el pacto andino, y la liberación y desregulación de lo económico. Para la década de los setenta y ochenta, se implementó reformas en el manejo económico, con profundas desregulaciones y liberaciones con apertura económica, y se inicio el proceso de la denominada descentralización.


¨ En su componente de apertura, el peso del comercio exterior en el PIB se ha incrementado considerablemente, no solo por la expansión de las exportaciones, sino también por el crecimiento de las importaciones. La dependencia de un solo producto de exportación como el café dio lugar a la aparición de una muy variada canasta de bienes y servicios exportados entre los que se cuentan las manufacturas, los productos mineros (carbón, petróleo, ferroníquel y esmeraldas), bienes agroindustriales (flores, azúcar y banano) y diversos productos ilícitos como la marihuana, la cocaína y la heroína. Los mercados de origen y destino también se diversificaron, especialmente por la creciente importancia del mercado andino, con énfasis particular en Venezuela y Ecuador.

… En medio de estas transformaciones generales, la economía colombiana ha logrado sostener un ritmo anual de crecimiento cercano al 4%, modesto en el concierto mundial pero muy aceptable en comparación con el resto de América Latina. El ingreso per cápita no se estancó como en otros países del área y consiguió un promedio anual del 2%. En contra de lo sucedido en la mayor parte de los países vecinos, el peso económico del estado creció considerablemente al pasar de un 10% a cerca de un 30% del PIB. No obstante, Colombia es prácticamente el único país del área que se debate en medio de una honda crisis política, marcada por la dispersión y la radicalización de las fuerzas enfrentadas, y expresada en la poca honrosa marca de 30 mil muertes violentas por año, ya en la década de los noventa.¨

La apertura colombiana en los años noventa fue evidente en su comercio internacional pero fue menos profunda de lo que piensan y dicen sus críticos. Según una investigación de Juan José Echavarría, ¨el comercio de bienes y servicios de la economía en el PIB subió de 30% del PIB en 1970 a 37% en 1998, y entre 1990 y 1998 aumentó 2% del PIB. América Latina presentó un índice de comercio 5 puntos por encima de Colombia y los dragones asiáticos muestran un comercio sobre PIB de 78%, más del doble del promedio colombiano. Mientras las importaciones aumentaron de 16% del PIB en 1990 19% en 1998, las exportaciones se redujeron del 20% al 14.2%, explicando buena parte de un déficit en cuenta corriente que era difícilmente sostenible aún en tiempos normales.

Echavarría adscribe el deterioro exportador, primero que todo a la revaluación que propició la entrada de capital, a lo cual se le añadieron los ingresos por petróleo y por las exportaciones de droga; segundo, a un aumento considerable de todos los salarios reales de

la economía durante la década, en la medida que caía paulatina y sistemáticamente la inflación. Según Echavarría, “la economía colombiana continúa siendo sumamente cerrada

a diferencia de otras experiencias..., no es más abierta hoy que hace 30 años.¨

Para Cuervo, en la época de los noventa el crecimiento económico del país tuvo un repunte considerable ¨ El PIB era en 1996 casi un 20% mayor al de 1990, con comportamientos muy distintos por sectores económicos. Colombia registra en el período una acelerada tasa de terciarización puesto que actividades como la agricultura, la minería y la manufactura retrocedieron en su participación en la generación de valor agregado, mientras los servicios públicos domiciliarios, el comercio, el transporte, las finanzas y los servicios personales y sociales la aumentaron. En efecto, el primer grupo de sectores pasó de una participación del 47.5% en 1990 a un 34.5% en 1996, mientras el segundo la aumentó del 49.7% al 59.7%. ¨


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