BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


APLICACIÓN DEL ENFOQUE PROSPECTIVO PARA IMPULSAR EL DESARROLLO LOCAL EN LA COMUNIDAD 14 DE JULIO (ESTUDIO DE CASO)

Yudy Aguila Cudeiro y otros


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1.3. Una visión prospectiva para impulsar el Desarrollo Local

Pensar en el futuro ha sido un interés constante a lo largo de la historia de la humanidad, pero es a partir de los siglos XVI y XVII cuando el futuro va a estar determinado por los aportes tecnológicos, lineales y progresivos de la ciencia, imponiendo una nueva visión del mundo: los procesos que hasta el momento se establecían en una relación causa-efecto, donde un efecto tan solo tenía una causa única (monocausales) dejan de verse como tal, donde un problema puede llegar a tener diversas causas y a su vez infinidad de posibles soluciones. La primera mitad del siglo XX es el marco donde se desarrollan los esfuerzos más serios para tratar de determinar tendencias o efectuar pronósticos más o menos acertados acerca del futuro.

Los estudios de futuro, como una actividad de basamento científico desplegada sistemáticamente por profesionales y orientada a enunciar la posible evolución de los acontecimientos, comienzan a desarrollarse a partir de la década del cuarenta del pasado siglo, también son nombrados como estudios prospectivos o prospectiva.

La escuela de pensamiento prospectivo tiene sus orígenes en el año 1948, cuando se funda la Rand Corporation, en Estados Unidos, con el objetivo de analizar alternativas de políticas vinculadas con las tecnologías. El más divulgado estudio de futuro se desarrolla en los años cincuenta con el título “El año 2000” dirigido por el Hudson Institute, en el cual se aplican las técnicas de escenarios.

Las décadas del cincuenta y el sesenta del siglo XX estuvieron marcadas por los estudios de Willis Harman (1918-1997) con el análisis de las políticas sociales en el Stanford Research Institute, John McHale (1922-1978) que contribuyó al estudio de la disponibilidad de recursos humanos, materiales y energéticos para el avance de la humanidad y Herman Kahn (1922-1983) cuyos principales aportes devinieron en la fundamentación teórico-práctica de la técnica de escenarios, en el período en que trabajaba como investigador de la Rand Corporation, considerándola “una secuencia hipotética de eventos construida con el propósito de focalizar la atención en procesos casuales y puntos de decisión”.

Similar al proceso evolutivo experimentado por las teorías del desarrollo, la capacidad efectiva de los estudios prospectivos ha estado determinada por los distintos enfoques y métodos empleados para desarrollarlos, provocando que la equivocación en los pronósticos influyera (de manera negativa) en la aplicación práctica de los mismos.

El hecho de que, en determinados estudios, los posibles eventos de futuro no coincidieran en el largo plazo con la realidad no indica que se debe desechar del todo la metodología que propone la prospectiva. Aunque no se intenta justificar los resultados, sí se debe aclarar que la inexactitud de los datos es un factor influyente en las respuestas, variando el abanico de eventos pronosticables.

Actualmente se hace uso de esta ciencia como un soporte indispensable de la planificación estratégica desde el nivel gubernamental, en casi todos los países, hasta las empresas cuyo éxito económico e incluso su supervivencia dependen de una apropiada percepción de la evolución de variables sociales, económicas y políticas en el corto y el mediano plazo, esto está condicionado por el rápido ritmo de evolución que presentan las sociedades actuales.

Existen diferentes enfoques relacionados con el futuro, pero entre las premisas más importantes se puede mencionar la visión del futuro como una proyección del pasado , definida sobre la base de la interpretación de tendencias o extrapolación de tendencias. En estas se asume que no varían los factores sociales, políticos, económicos y tecnológicos. La deficiencia de esta premisa se encuentra, precisamente, en el hecho de no considerar la rapidez con que cambia el entorno cada vez más complejo e interdependiente. Esta dimensión extrapolativa o futuro tendencial emplea fundamentalmente modelos econométricos y datos estadísticos para su análisis, marcando una visión de futuro unidireccional.

Otra de las premisas asume que el futuro puede ser diferente al pasado, presentándose múltiple e incierto. En esta tesis existen diversas alternativas que pueden ser moldeadas sobre la base de la exploración de la complejidad, la evaluación de la dirección de la velocidad y la intensidad de los cambios que acontecen en el seno de la sociedad . Esta dimensión exploratoria o futuro exploratorio admite cambios en las tendencias históricas y la aparición de nuevas tendencias, explorando la complejidad y la multidireccionalidad.

Se puede considerar una tercera premisa en la que se entiende que el futuro no está predeterminado y que este pude ser construido por los individuos a partir de la información disponible que les permita tomar decisiones acertadas. La incertidumbre que representa este futuro normativo puede llegar a generar variadas interpretaciones a la hora de su comprensión, donde los individuos adoptan diferentes actitudes:

• Una actitud pasiva influenciada por el determinismo religioso de pensar que el futuro está predeterminado y es inevitable.

• Una actitud adaptativa donde las personas admiten la anticipación de los cambios y dan importancia a la planeación de acciones.

• Una actitud preactiva o proactiva determinando al hombre como el único responsable de su destino y que solo él puede desarrollar acciones en el presente que le permitan alcanzar el futuro deseado.


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