BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


MARCO INSTITUCIONAL DE LA CONTABILIDAD Y LAS FINANZAS

Alfonso Galindo Lucas



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1.6. Conceptos útiles

Algunos de los conceptos que deben quedar claros, de una vez por todas, para poder comprender los esquemas que se representan y los comentarios que se argumentan, se recogen en este apartado. En primer lugar, estudiaremos los conceptos fundamentales para la comprensión de la empresa como actividad y del sistema económico en general. Dichos conceptos aparecen definidos, de una manera más jurídica en el "marco conceptual". Más adelante, se comentarán algunos términos importantes de técnica contable.

Actividad normal o habitual de la empresa: Es un concepto muy importante, desde el punto de vista jurídico y también en sentido económico. Delimita aquellas actividades económicas para las que la empresa se constituyó (definidas como objetivos en sus estatutos) y de las que espera obtener, de forma regular el lucro que le es inherente a la actividad mercantil. También se considera habitual la actividad lucrativa que la empresa realice con asiduidad, aunque no lo reconozca en sus estatutos y aunque no le termine de resultar rentable.

Activos: Son sinónimo de inversión. Los “activos” son derechos de la empresa. Pueden ser derechos de cobro sobre alguien, de recibir un servicio o derechos reales, es decir, derechos de propiedad sobre cosas (edificios, mercancías, dinero, etc.). En la práctica, existen otras partidas de activo que no encajan perfectamente con estas definiciones. Por eso, daremos otras definiciones más teóricas. Cualquier desembolso efectuado (o por efectuar) que sea susceptible de generar ingresos en sucesivos periodos puede activarse (registrarse como activo).

Esta última definición (“desembolso que puede generar ingresos”) tiene el problema de que no incluye ni los bienes que se inscribieron a la explotación de la empresa en el momento de la fundación (aportaciones no dinerarias), ni tampoco los activos que la empresa pueda recibir en especie como pago de créditos o como precio por algo o como donación. Pero lo bueno que tiene esta definición es que hace referencia a la “proyección plurianual” que es realmente lo que define una inversión. Por eso, hay activos que no son ni cosas (derechos reales) ni créditos (derechos de cobro), sino que son gastos activados. Como veremos, puede haber otras partidas extrañas en el activo del balance, como los créditos que no son exigibles a nuestros deudores, cuando éstos son accionistas de la empresa (hoy más correctamente clasificadas en el pasivo con signo negativo).

Los activos se caracterizan por su rentabilidad, su liquidez y su seguridad. La rentabilidad es la medida en que dichos activos incrementan el valor de la empresa (aunque muchos criterios de rentabilidad lo que miden es la generación de dinero). La seguridad es el antónimo de riesgo y, más técnicamente, la probabilidad asociada al valor esperado de esos activos. La liquidez se puede definir como la "seguridad" e inmediatez de la conversión de dichos activos en dinero. Existe normalmente una relación inversa entre rentabilidad y seguridad y entre rentabilidad y liquidez. También se da una relación directa entre liquidez y seguridad.

Pasivos: Son sinónimo de financiación. Son las obligaciones de pago, es decir, las deudas. Llamamos “deudas” al dinero que la empresa debe a prestamistas y otros acreedores. Es frecuente confundir el término “deudas” con el término “crédito”, pero esta palabra designa en contabilidad al dinero que alguien le debe a nuestra empresa, por lo tanto es un activo; no un pasivo. Las deudas que tiene la empresa se denominan, más propiamente “pasivo exigible” o “pasivo ajeno”, porque hay una parte del pasivo contable que no hay que devolverlo, esto es, la aportación de los socios o del propio negocio. Cuando veamos la estructura del Balance, observaremos que hay otros pasivos de una naturaleza extraña, como las provisiones o los ingresos periodificables.

Riqueza o patrimonio: Es lo que tiene la empresa, menos lo que debe, es decir, los activos, menos las deudas. En definitiva, es aquella parte, del total de la financiación, que pertenece a los socios o propietarios de la empresa, ya sea porque procede de sus aportaciones o bien de los beneficios acumulados por la propia empresa. Como veremos, esta masa patrimonial se denomina también de otras formas: Patrimonio neto, neto patrimonial, capital propio, recursos propios, fondos propios, pasivo no exigible, etc.

El patrimonio neto de la empresa no sólo varía en función de los gastos, ingresos, pérdidas y ganancias obtenidas, sino también con la distribución de los resultados a los accionistas y socios o las aportaciones externas de éstos. También puede variar —como reconoce el marco conceptual del IASB—, por cambios en los criterios contables (por ejemplo, de valoración).

Tanto los activos como los pasivos, propios o ajenos, son un tipo de magnitud que en economía se llaman “variables estáticas”, porque se miden en euros en la fecha tal. Estas variables también se llaman patrimoniales, fondos, saldos o stock. Pero existe otro tipo de magnitudes que se miden en euros durante el periodo tal, desde fecha uno hasta fecha dos. Son las denominadas “variables dinámicas”, también llamadas renta, flujo, corriente, variación o flow. Son corrientes, por ejemplo, los ingresos, los gastos, los cobros y los pagos que se producen durante un año o el dinero que gano al mes o el IVA que se declara en un trimestre.

Se denominan masas patrimoniales a las variables estáticas o sus agrupaciones y subdivisiones. Por ejemplo, son masas patrimoniales el pasivo, los fondos propios, la auto-financiación, la tesorería, el activo circulante, etc.

Es fácil comprender que las variables rentas se pueden definir como una variación de las patrimoniales, transcurridas entre dos fechas (por ejemplo, entre 1 de enero y 31 de diciembre). Del mismo modo, determinadas partidas patrimoniales se pueden definir como acumulación de corrientes anuales. Las que se definen a continuación son variables flujo o corrientes.

Ingresos: Se pueden definir como incrementos de activos o disminuciones de pasivos (o una combinación de ambos efectos simultáneamente), es decir, la adscripción de nuevos elementos a favor de la empresa o bien la desaparición de obligaciones. Normalmente, los ingresos se corresponden con un cobro, pero no tiene por qué coincidir la fecha de cobro con la de ingreso, ni el importe de los vencimientos parciales de los ingresos con los de los cobros correspondientes.

Gastos: Se pueden definir como incrementos de pasivos o disminuciones de activos15 (o una combinación de ambos), es decir, la desaparición o la disminución del valor de los objetos y derechos o bien la aparición de nuevas obligaciones. Normalmente, los gastos se corresponden con un pago, pero no tiene por qué coincidir la fecha de pago con la de gasto, ni el importe de los vencimientos parciales de los gastos con los de los pagos correspondientes.

Cobros: Son entradas de tesorería, es decir, de dinero. Cuando te hable de “periodificación”, veremos que un cobro no representa necesaria e inmediatamente un ingreso por el mismo importe. Entendemos por tesorería el dinero que tienes en la caja registradora o también en una cuenta bancaria a nombre de tu empresa.

Pagos: También se llaman desembolsos. Son salidas de tesorería, ya sea en efectivo o en la cuenta bancaria16. Como veremos, no representa necesaria e inmediatamente un gasto por el mismo importe. La variación de tesorería ocurrida durante un periodo será la diferencia entre los cobros y los pagos ocurridos durante ese periodo.

Resultado: Es el saldo o diferencia entre ingresos y gastos (igualdad 1.9). Como se demuestra más abajo, mide la variación del patrimonio neto de la empresa durante un periodo (o entre una fecha y otra).

Pérdida: Es el resultado, cuando no favorece a la empresa. También se designa con este nombre a los gastos que no se originan en la "actividad normal".

Ganancia: Es el resultado, cuando favorece a la empresa. También se designa con este nombre a los ingresos que no provienen de la "actividad normal".

Es importante no confundir las corrientes monetarias o de dinero (cobros y pagos) de las corrientes de valor (gastos e ingresos), del mismo modo que es preciso hacer distinción entre variables de estáticas y dinámicas. Aunque no forma parte del contenido del "marco conceptual", es un buen lugar para analizar cómo se relacionan estos dos tipos de variables económicas, las estáticas y dinámicas. No es muy necesario comprender este desarrollo analítico para llevar bien la contabilidad, pero puede aclarar dicha relación. En primer lugar, las partidas patrimoniales, el activo (A), el pasivo exigible (PE) y el Neto (N) se relacionan mediante la siguiente ecuación.

A = N + PE (1.1)

Esto significa que todo cuanto tienes (A) lo has conseguido tú mismo (N) o te han ayudado a conseguirlo (PE). Es así de simple. Ahora, esta ecuación es válida tanto para 2007 como para 2008. Si restamos las ecuaciones patrimoniales de los dos años, podremos expresar la situación patrimonial en términos de variaciones (incrementos, △, y disminuciones, ▽).

A08 – A07 = N08 – N07 + PE08 - PE07 (1.2)

▽△08A = △▽N08 + △▽08PE (1.3)

△ 08A - ▽08A = △▽08N + △08PE - ▽08PE (1.4)

En la notación que se ha utilizado, el subíndice indica el saldo a final del año en cuestión. La última expresión (1.4) se puede reagrupar, para lo que veremos luego.

△▽08N = △ 08A + ▽08PE – (▽08A + △08PE) (1.5)

A continuación, veamos las definiciones que hemos dado de ingresos (I) y gastos (G), tal como las he enunciado, pero de forma analítica, como variaciones de activo y pasivo ocurridas durante el año 2008.

I08 = △▽08A + ▽08PE (1.6)

G08 = ▽08A + △▽08PE (1.7)

Y sustituimos estas dos expresiones en (1.5). De modo que nos queda…

△▽08N = I08 – G08 (1.8)

… que la variación que experimenta la riqueza (variable fondo) de una empresa es igual a la corriente de ingresos, menos las de gastos. A esta variación de riquezas le llamamos Resultado del ejercicio 2008.

R08 = I08 – G08 (1.9)

El resultado se representa normalmente como una renta, compuesta por la diferencia entre otras dos variables renta, que son los ingresos y los gastos. Pero si volvemos atrás en las ecuaciones que hemos utilizados, podríamos definir también el resultado como la variación del patrimonio final (2008) con respecto al inicial (2007).

Basta con tomar (1.4) y llamar R08 a la variación del neto patrimonial.

R08 = △▽08A - △▽08PE (1.10)

Todas estas divagaciones tienen nombres. El cálculo del resultado según la ecuación (1.9) se llama “enfoque transaccional” o basado en las rentas y el de la (1.10) se denomina “enfoque económico” o basado en el patrimonio. Ambos procedimientos deben conducir exactamente al mismo número de euros, R08.

Como vemos, el resultado del ejercicio se define como un elemento independiente de las variaciones de tesorería, pues aquí no influyen los cobros y los pagos, sino los ingresos y los gastos. Si no entiendes esto, regresa al inicio de este epígrafe.

En las empresas se producen hechos que afectan al resultado y otros que no. Cuando un hecho contable implica, por ejemplo, un incremento de activo y un incremento de pasivo por el mismo importe y en el mismo momento, entonces se dice que ese hecho contable no afecta al resultado.

Una vez comprendidos estos desarrollos, resulta evidente que se está aplicando la técnica contable de la "partida doble", basada en las identidades (1.1) y (1.9), es decir, la suma de los "cargos" debe ser igual a la suma de los "abonos". Es conveniente recordar los siguientes términos.

"Debe": Se le llama así al lado izquierdo de una cuenta, estado contable o asiento. Se denomina "cargo" a un apunte realizado en el debe.

"Haber": El lado derecho de una cuenta, estado contable o asiento. "Abono" es un apunte realizado en el haber.

Cuenta: Representación en partida doble (izquierda y derecha) de un elemento patrimonial (activo, pasivo, gasto, ingreso y saldos netos de patrimonio y renta).

Saldo: Diferencia entre el debe y el haber de una cuenta. Es un concepto que ya hemos usado y cuya comprensión puede ser intuitiva.

Bibliografía

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Galindo Lucas, A. (2005d): La pieza que falta al enfoque institucional, I Encuentro Internacional 'Las PYME en el Siglo XXI', internet, del 5 al 25 de julio. ISBN 84-689-2428-8.

Gertz Manero, F. (1976): Origen y evolución de la contabilidad. Ensayo histórico. Trillas, México.

Greenwood, R. y Suddaby, R. (2003): Institutional Entrepreneurship in mature fields: The big five accounting firms, documento de trabajo Universidad de Alberta.

International Accounting Standards Commitee (1989): Framework for the Preparation and Presentation of Financial Statements. IASC, Londres, julio 1989.

Iruretagoyena (1985): Contabilidad de costes.

Kalmanovitz, S. (2004): El neo-institucionalismo como escuela. Actas del I Encuentro Virtual de Economía "Desarrollo e Instituciones Económicas". Universidad de Málaga.

Perelman, M. E. (2006): Railroading Economics. The creation of the free market mythology. Monthly Review Press.

Suárez Suárez, A. S. (1998): Decisiones óptimas de inversión y financiación en la empresa. 18ª de. Pirámide.


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