BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


MARCO INSTITUCIONAL DE LA CONTABILIDAD Y LAS FINANZAS

Alfonso Galindo Lucas



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Capítulo 1. MARCO GENERAL DE LA CONTABILIDAD Y LAS FINANZAS

1.1. Concepto y razón de ser de la sociedad mercantil

1.2. Concepto y utilidad de la información contable

1.3. Inversión y financiación en la empresa

1.4. Nociones de economía industrial e institucional

1.5. Contenido del marco conceptual

Bibliografía

1.1. Concepto y razón de ser de la sociedad mercantil

Se puede decir que la actividad fabril y comercial ha existido siempre. También ha existido siempre una zona ambigua entre lo mercantil y lo político. Grandes campañas bélicas han estado destinadas a robar lo que no se podía comprar, a controlar rutas comerciales o yacimientos de materias primas y mano de obra, incluso a obligar a comprar lo que no se podía vender por las buenas. Todo esto sigue vigente. Lo oficial y lo privado están a veces mezclados, a veces enfrentados, y los debates y disputas se centran en cuál es el ámbito del control político y cuál el de las libertades.

Durante toda la antigüedad, ha coexistido la iniciativa privada con las grandes obras estatales. Entre los asirios, el sistema de incentivos era similar al modelo antropológico anglo-sajón que hoy domina el mundo. En Egipto, en cambio, la economía estaba centralizada, al igual que en Babilonia. Las comunidades hebráicas han seguido también modelos de economía centralizada, pero cuando se han encontrado exiliadas (diásporas), han liderado el mundo del comercio y las finanzas. La Edad Media en Europa no se sabe muy bien cuándo empieza, pero se asocia su comienzo con la pérdida de control sobre el comercio mediterráneo. Las sociedades se vuelven fuertemente agrícolas y las estructuras nobiliarias ejercen de aparato estatal, frente a una débil burguesía que, poco a poco, consiguió organizar ferias y buscar rutas comerciales alternativas con Asia. Aunque, en principio, la iniciativa privada era opuesta al poder oficial, no se dedicaba a las mismas actividades, de modo que siempre contó con el apoyo de los poderes públicos, especialmente el ejército. También existieron ejércitos privados, ejércitos mercenarios, etc. La base de la pirámide fue siempre el campesino y el obrero (todo como hoy en día). Estas rutas se encontraron, primero vía Samarcanda, bajo un control permisivo del bloque musulmán y, por fin, vía cabo de Buena Esperanza.

El intercambio con el continente americano y la explotación de sus recursos supuso definitivamente la liberación de la clase burguesa con respecto a la nobleza (aunque siempre hubo intersección entre ambas clases sociales). Durante varios siglos, la acumulación de riquezas en manos privadas creció de forma exponencial. Pero incluso el paraíso terrenal llegó a mostrar signos de agotamiento: Los problemas del mundo capitalista habían empezado a principios del siglo XX, con las crisis industriales acaecidas en Estados Unidos (Perelman, 2006). En 1905 hubo una revuelta campesina y obrera en Rusia y en 1914 una guerra mundial en Europa (La Gran Guerra), que puso de manifiesto la brutal competencia entre las multinacionales. En 1917 triunfó la revolución en Rusia y este país abandonó la contienda pactando con la Alemania de Bismark. En 1929, el famoso "Crack" y la Gran Depresión pusieron de manifiesto la "supremacía" del bloque soviético que, para mayor poderío", resultó vencedor en la IIGM. El el otro bloque ganador (Estado Unidos), la iniciativa privada fue parcial y temporalmente exceptuada, en lo que se llamó el "Estado de Binestar". Hubo una época de prosperidad en todo el mundo hasta principios de los años 70.

En el pasado reciente, hay un momento de auge ideológico de la empresa privada, que fue la caída del muro de Berlín (1989) y la desintegración de la Unión Soviética (1991), en la que tuvo mucho que ver el presupuesto público del bloque occidental.3 Desde mediados de los ochenta, casi todos los textos de economía se afanaban en justificar la llamada "iniciativa privada" que hoy se da por hecho. Sin embargo, como era de prever (Galindo, 2005b), el sistema capitalista ha entrado en otra crisis de agotamiento que se había anunciado ya en el ataque del capital privado hacia los servicios públicos, el problema de la precariedad laboral (especialmente, en la inmigración) y de consumo (calidad, medio ambiente) y en las guerras en Oriente medio-próximo, allá donde los Asirios y los Babilonios comenzaron a poner en práctica diversos modelos económicos.

La idea intuitiva de lo que todos entendemos por empresa se representa en la Figura 1. Se trata de un esquema válido para cualquier tipo de empresa, ya sea de tipo mercantil u otro tipo de organizaciones productivas, incluyendo los servicios públicos.

La razón de ser de la sociedad mercantil moderna es la limitación de responsabilidad. En la legislación española, todavía se recoge la figura del empresario individual o la sociedad colectiva, que no existen en la vida real, puesto que a nadie le interesa. Hoy en día, el empresario limita su responsabilidad civil al patrimonio adscrito a su negocio, sin que sea extensible a su patrimonio personal.4

También la fiscalidad (3.1) tiene repercusiones en la creación de una empresa. Una persona física o una entidad benéfica, si no consiguen hacer determinados trámites especiales y más o menos costosos (si es persona física, cotizar como autónomo o constituirse como S. L. unipersonal) se ven en desventaja con respecto a las empresas mercantiles por doble motivo. En primer lugar, son sujeto pasivo del IVA (tratándose de una entidad benéfica, se pueden hacer trámites tendentes a la exención y la devolución) y en segundo, tributan por los ingresos, en la declaración de I.R.P.F., en vez de tributar (como ocurre en el Impuesto de Sociedades) por los ingresos menos los gastos deducibles.

Con independencia de los motivos materiales que originan su creación y formalización, la razón de ser primitiva de las empresas es organizar la fabricación de un producto o la prestación de un servicio útil para los demás (la sociedad, el Estado, el mercado, entrando ya en matices políticos). En este esquema, se ha utilizado una noción jurídica (documento) para representar algo que hoy es más común denominar “información” (documento sería una pieza de información o ésta estaría contenida en el documento). Por eso, se dice que la contabilidad es un “sistema de información”. Este es un esquema organizativo, para una primera comprensión del concepto de empresa; más completo, aunque menos evidente, es el que se muestra en la Figura 7.


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