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EL CAUDAL MÍNIMO MEDIOAMBIENTAL DEL TRAMO INFERIOR DEL RÍO EBRO

Josep Maria Franquet Bernis



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3. LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS

Pero al hablar de la vida piscícola tendríamos que aclarar algunos conceptos relacionados con la casuística de la contaminación de las aguas. Ésta resulta consecuencia de la creación, cada vez más numerosa, de fábricas que vierten en los ríos y del crecimiento de núcleos urbanos cuyas aguas residuales -con frecuencia no depuradas- llegan a los cauces de los ríos, así como las procedentes de la filtración y la lixiviación de los terrenos agrícolas que arrastran las substancias químicas diversas (inorgánicas y orgánicas), como los restos de fertilizantes y pesticidas (acaricidas, herbicidas, insecticidas, nematocidas, funguicidas...).

Todo eso conlleva un cambio en la flora y la fauna acuáticas, así como la aparición, cada vez más frecuente, de ciertas substancias que no se diluyen ni desaparecen a corto plazo. Es el caso de los metales pesados como el mercurio, que son absorbidos por la fauna acuática y que después puede asimilar el ser humano al alimentarse de peces, o bien de los compuestos químicos organoclorados procedentes de los insecticidas, que tienen el inconveniente de no ser fácilmente biodegradables, y otras materias varias en suspensión que comprenden desde los elementos minerales hasta las materias orgánicas y los residuos urbanos, así como las tierras arrastradas por la erosión hidráulica procedentes de las parcelas mal cultivadas. Todos ellos contaminan frecuentemente la mayoría de nuestras aguas.

Para que tenga lugar la descomposición de las substancias orgánicas por los microorganismos presentes en el agua se necesita un mayor consumo de oxígeno diluido (DBO, demanda bioquímica de oxígeno). Esta oxidación de la materia orgánica supone una mayor demanda de oxígeno, y cuando la concentración de este elemento disminuye el agua alcanza, entonces, menor poder biodegradante. De hecho la biodegradabilidad de una sustancia cualquiera se mide por su aptitud para dejarse descomponer por los microorganismos y los hongos. La inmensa mayoría de las materias posee esta disposición. Otras en cambio, como la lignina, lo hacen muy lentamente en forma de residuos estables (“humus”). Las procedentes de productos químicos o minerales, como el plomo y el mercurio, no son biodegradables y se acumulan en cantidades que pueden llegar a ser altamente peligrosas para la salud humana.

Como consecuencia de toda esta polución surge la contaminación en las capas freáticas, en las aguas subterráneas, en los pozos, en los ríos, y se puede llegar a una eutrofización de la mayoría de las aguas continentales. Un lago o un río eutrófico significa que tiene un exceso de residuos orgánicos en las aguas, abundancia de elementos fertilizantes (fundamentalmente nitrógeno y fósforo) o bien residuos procedentes de zonas urbanas. Este exceso de nutrientes es la causa de que se desarrollen exageradamente los vegetales acuáticos, con el consiguiente consumo de oxígeno del agua debido a la oxidación de aquellos cuando mueren y se pudren en el fondo del cauce del río o del lecho de un lago.

Ciertas algas que crecen en aguas eutrofizadas son tóxicas. De este modo, dentro del grupo de las cianofíceas hay que ver que la Microcystis aeruginosa desarrolla polipéctidos cíclicos que son muy tóxicos para el ganado. Con el fin de evitar la eutrofización es necesario depurar las aguas residuales y eliminar los residuos de los fertilizantes, fundamentalmente fósforo y nitrógeno. Para conseguirlo, el procedimiento más útil consiste en añadir sales de hierro y aluminio formándose de este modo los fosfatos que precipitan. También se puede emplear la cal si la hacemos intervenir en el proceso de depuración cuando los compuestos nitrogenados se encuentran en estado amoniacal, liberándose el amoníaco y precipitando los fosfatos. Un método biológico muy interesante consiste en la eliminación de los fertilizantes con la ayuda de algas que absorben el fósforo y el nitrógeno del efluente, siempre y cuando éste sea tratado en lagunas de poca profundidad.


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