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EL IMPACTO DE LA CARRERA DE ECONOMÍA DE LA BUAP EN EL MERCADO LABORAL: LA VISIÓN DE LOS EGRESADOS DE LA GENERACIÓN 1995-2000

Miguel Ángel Aguilar Aguilar


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Introducción

La educación ha sido central en el análisis económico de las naciones, principalmente como uno de los determinantes de la productividad. La educación de la fuerza de trabajo permite aumentar su productividad en el trabajo. En este sentido podemos decir que la relación entre educación y trabajo es claramente estrecha, como consecuencia la educación debe un vínculo directo al mercado de trabajo. Es por ello que la educación juega un papel determinante cuando se habla de incrementar el desarrollo de un país. Además la educación contribuye a mejorar la convivencia social. “En la medida en que la educación promueve procesos de socialización en los individuos, desarrolla actitudes y comportamientos tales como: la tolerancia, el reconocimiento a la diversidad, el respeto de derechos fundamentales, entre otros.” (Cuamatzin, 2006). Por lo que hablar de educación necesariamente nos conduce al análisis del mercado de trabajo. La educación enseña habilidades y conocimientos a los estudiantes, quienes en un futuro inmediato pasarán a formar parte de la Población Económicamente Activa. Esta relación entre educación y trabajo es directamente proporcional, por lo que cambios en la educación tendrán efectos en el trabajo y viceversa.

Además, reconociendo la importancia que tiene la educación, por un lado en el aumento de la productividad de las empresas y por consiguiente en el desarrollo económico de las naciones, y por otro en el desarrollo profesional y en el mejoramiento de calidad de vida sus familias. Iniciamos este análisis abordando el mercado de trabajo en tres niveles; mundial, nacional y local en un contexto de globalización. Lo anterior a partir de la apertura comercial e integración de los países al mercado mundial, que han generado reformas a estos tres niveles. Posteriormente se abordó la importancia del Capital Humano. Partimos de la Teoría Clásica del Capital Humano con Adam Smith y John Stuart Mill, quienes reconocen la relación entre educación y trabajo, con sus respectivas características cada uno. También se consideró a la Teoría Neoclásica, siendo William Stanley Jevons, Carl Menger y Leo Walras como sus figuras más representativas. “(…) en la Escuela Neoclásica, el análisis del mercado de trabajo no difiere del que se aplica a una mercancía cualquiera, es decir, centra su atención en la interacción entre la demanda y la oferta de trabajo a fin de obtener el nivel de empleo y el salario de equilibrio (Teoría del Equilibrio General). Esta perspectiva no presta mayor atención a la relación entre la escolaridad y las remuneraciones” (Borges, inédito). Como derivación de la corriente Neoclásica del mercado de trabajo, encontramos la Teoría del Capital Humano, la cual “intenta explicar por qué la educación y la experiencia laboral influyen en las remuneraciones del individuo, así como cuáles son los factores que determinan la cantidad de educación que desean las personas. El Capital Humano es el valor del potencial que tienen los individuos para obtener ingresos” (Borges, inédito). Posteriormente surgieron críticas sobre la Teoría del Capital Humano, que dieron como resultado teorías alternativas, de las cuales destacan la Teoría de las Filas y la de Segmentación de Mercados. En donde nuevamente se pone de manifiesto la importancia que tiene la educación de los individuos, tanto en un mayor crecimiento económico, como en las diferencias de estratos con respecto al acceso a la educación y al mercado de trabajo. Por lo anterior podemos decir que a partir de los cambios que han sido suscitados en la vida económica de las naciones, el papel de la educación ha adquirido nuevas características, pero no por ello ha perdido importancia determinante del aumento de la productividad y la competitividad de las naciones. “Respecto a la educación, organismos internacionales como la UNESCO y la CEPAL, consideran a la educación como factor de desarrollo humano, de cohesión social y como una herramienta necesaria para que los seres humanos puedan sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar plenamente en el desarrollo, mejorar la calidad de vida, tomar decisiones fundamentales y continuar aprendiendo.” (Martínez de Ita; 2006).

Por otro lado, encontramos que “desde los años noventa ha quedado claro que uno de los principales objetivos de la política gubernamental en materia de educación superior es el mejoramiento de la calidad, específicamente de la oferta de servicios educativos de las IES” ANUIES (2007). En particular la ANUIES es quien se ha encargado de estructurar mecanismos de investigación de las Instituciones de Educación Superior, que permitan observar tanto sus deficiencias como sus avances en términos educativos y la relación que ésta tiene con el mercado de trabajo. Dentro de ellos podemos ubicar dos tipos de investigación: los estudios de egresados y el seguimiento de egresados. “Es importante distinguir entre los estudios de egresados, que consisten básicamente en la realización de investigaciones sobre los egresados en un momento en el tiempo y el seguimiento de egresados [que consiste] en seguir longitudinalmente a los egresados y entrevistarlos en dos momentos posteriores al egreso” ANUIES (2007). En lo que respecta a los estudios de egresados, si bien son relativamente recientes, se han dado algunos trabajos al respecto, éstos no han tenido la rigurosidad que actualmente tienen. “Los estudios sobre egresados en México empezaron a realizarse desde la década de los setenta por diversas IES con distintos objetivos, pero es a partir de los años noventa, cuando pasan a formar parte de los mencionados procesos de evaluación. Los primeros estudios, llevados al cabo por iniciativas independientes de instituciones determinadas, tendieron a centrarse heterogéneamente en dos aspectos: 1) en la obtención de la información acerca de la inserción de los egresados en el mercado de trabajo, y 2) en la indagación de la opinión de los egresados sobre la formación recibida. En general, intentaron evaluar el impacto de la educación sólo a través de la ubicación en el empleo. No obstante, algunos estudios recientes han enfatizado la conexión entre la formación y algunos aspectos del desempeño profesional para contar también con mejores elementos para evaluar la primera.” (ANUIES: 2003; 10)

Los estudios recientes están relacionados con marco de desarrollo de Planeación Nacional de la Educación Superior, que centra su interés en la calidad de la educación. Es por ello que los estudios de egresados han sido llevados al cabo por diferentes instituciones de educación superior, aunque de manera heterogénea y con diferentes objetivos. “Las primeras experiencias en torno a los estudios de egresados en México se remontan a la década de los ochenta. Tales investigaciones representan, a la luz del tiempo transcurrido, ejercicios aislados, parciales y poco sistematizados. Algunas IES que los iniciaron desde años previos son la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Autónoma de Nuevo León, Conalep, la Universidad Iberoamericana, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), entre otras.”(ANUIES; 2003:13)

A partir de la década de los noventa, los estudios de egresados cobran mayor relevancia tanto para las mismas Instituciones de Educación Superior, como para los organismos nacionales. En este sentido el interés ha sido manifestado por la SEP y la ANUIES. Así, “la incorporación de tales estudios en los procesos de evaluación y planeación en las políticas educativas manifiesta la urgente necesidad de recabar información acerca de tres aspectos cruciales: 1) la inserción de los egresados en el mercado de trabajo; 2) el desempeño profesional; y 3) la opinión de los egresados sobre la formación recibida” (ANUIES: 2003; 7). Dentro de los aspectos que se mencionan, podemos decir que la relevancia de ellos se deben a que, en el contexto de una sociedad de la información y comunicación, así como de los procesos de globalización, las relaciones económicas se han hecho interdependientes a escala planetaria, y en donde la educación juega un papel importante en esta nueva configuración mundial, lo que ha llevado a una nueva relación entre la educación y el mercado de trabajo.

ANUIES (2003; 8) menciona que de manera sintética se puede decir que en la relación entre educación y trabajo se notan tres tendencias:

1. La profesionalización y mayor tecnologización de las actividades que han llevado a que un número mayor de empleos requieran conocimientos y habilidades actualizados y más sofisticados.

2. El crecimiento cuantitativo de los empleos en el nivel medio, que ha elevado la importancia de la educación superior en la formación y habilitación de la gente que los va a desempeñar.

3. La importancia que ha cobrado la rendición de cuentas cuando se hace uso de recursos públicos, lo que ha impulsado la búsqueda de la optimización y la calidad y el impacto de las IES con uso de recursos públicos.

En este sentido, la toma de decisiones y el diseño de estrategias de las IES se deben basar primeramente en el tipo de calidad de la educación que están brindando, como del medio por el cual pueden medirlo a través de la posición laboral de sus egresados, el desempeño profesional que alcanzan en el mercado laboral y también con el éxito que tienen las IES en la transmisión de valores. Las IES han puesto en marcha estudios de egresados más o menos a partir de la década de los años setenta, y aunque no son sistemáticos y no tienen una metodología general e integradora que permita su unificación a nivel nacional, sí ahondan en la problemática y la fuerte necesidad de las IES por una auto evaluación.

Al considerar lo anterior y teniendo en cuenta la necesidad de abordar el impacto que tiene la educación en el mejoramiento personal, laboral, profesional y económico de los egresados, así como el impacto económico y social en el sector productivo, se propone realizar un estudio de egresados que nos permitan medir el impacto de la carrera de Economía de la BUAP, específicamente el caso de la generación de 1995-2000. Partiendo de la definición de egresado de la ANUIES (2007), que menciona que es una persona que aprueba y acredita todas las asignaturas y actividades que conforman un plan de estudios, diremos que es el alumno que habiendo aprobado y acreditado el 100% de las asignaturas de un plan de estudios, se hace acreedor al certificado correspondiente, restándole presentar el examen profesional, en caso de así exigirlo la institución. Con respecto a este punto nuestra investigación es de corte transversal al medir el impacto de los egresados de economía: generación 1995-2000, en un sólo momento –el año de 2007-. Asimismo, se logro recabar información tanto cuantitativa como cualitativa de los egresados con su situación socio-demográfica, de mercado de trabajo y de su de ubicación, de satisfacción laboral, desempeño profesional y de formación profesional. Lo anterior mediante la aplicación del instrumento de investigación -un cuestionario de 44 preguntas-. En cuanto al tipo de investigación, la nuestra es de tipo exploratorio, en la medida que no encontramos un estudio de egresados de Economía de la BUAP para la generación de 1995-2000, además de que no existe información respecto al impacto que tienen los egresados en el mercado de trabajo y su desempeño profesional.


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