9) Metodología y estrategias de capacitación

El proceso formativo de las rondas campesinas fue desarrollado con una metodología y contenidos desarticulados de la realidad.

Teniendo en cuenta, estas debilidades es necesario desarrollar capacidades, habilidades, valores y actitudes, a fin de no cometer excesos en el uso de funciones y la resolución de conflictos.

Este programa educativo propicia una práctica pedagógica que privilegia la participación activa y cooperativa de los formandos. Es esta tarea, la labor del facilitador es generar situaciones favorables de reflexión, activación de los diversos procesos mentales y socio afectivas de los ronderos.

En este contexto y con el fin de lograr las competencias antes indicadas los contenidos del programa comprenden: Derechos humanos, instrumentos de gestión ronderil, participación y concertación local, vigilancia y fiscalización ciudadana, planificación concertada y proyectos de desarrollo.

El trabajo en cada sesión de aprendizaje a nivel teórico y práctico se caracteriza por ser:

 La creación de un clima afectivo donde se valora a las personas, se fomenta la empatía y el respeto mutuo, que favorezca una amplia reflexión de los integrantes de las rondas, comprometiéndose en una participación voluntaria para trabajar cooperativamente en interacciones de aprendizajes comunales.

 El reconocimiento y fortalecimiento permanente de las experiencias y conocimientos previos, como punto de partida para abordar los conocimientos nuevos, a fin de promover un aprendizaje significativo y funcional, útil para su vida. Se considera al rondero como agente central del proceso de enseñanza- aprendizaje, por cuanto sus conocimientos, aprendizajes y habilidades son la estructura fundamental para la interiorización de dichos contenidos.

 La participación activa de los formandos en el proceso de aprendizaje y desarrollo comunal, que favorezca progresivamente tanto la responsabilidad, la autonomía y valoración del trabajo en equipo y el desarrollo de actitudes favorables para aprender a convivir.

 Desarrollar de manera articulada capacidades y cursos talleres para promover una visión integral y holística de los formandos.

 El uso de estrategias didácticas que favorezca las relaciones democráticas, el respeto hacia los demás, a las normas de convivencia y que generen un irrestricto respeto a los derechos humanos.

 En todo momento al participante se hace reflexionar, analizar y problematizar sobre su realidad y la de su comunidad, esto se hace con el fin de que este interiorice y cambie de actitud, al momento de resolver conflictos sociales, administrar justicia campesina y promover el desarrollo de la comunidad.

 Los materiales a usar en el desarrollo de cada temática depende de la realidad en la que se interviene, aunque por lo general se utilizara: papelotes, tijeras, cartulina, tarjetas, tizas, plumones, pizarras, lapiceros, cuadernos y afiches para la sensibilización constante, etc.

 El facilitador organiza su práctica pedagógica en forma funcional y pertinente; ya sea al estilo personal o de la institución de quien depende, sin embargo debe ser complementaria con los aprendizajes ronderiles, sin salir del enfoque y la finalidad que persigue dicha propuesta educativa.

 Para el desarrollo de los contenidos es necesario considerarse la disponibilidad del rondero, en todo caso, las reuniones mensuales que hace la ronda en su respectiva jurisdicción.

Cada curso taller tiene una duración de 09 horas y la sesión de aprendizaje de tres horas; por lo tanto, en tres sesiones de aprendizaje se logrará sensibilizar a los ronderos en un tema determinado.

Las fases de capacitación cuentan con visitas de acompañamiento e incidencia en sus propios espacios sociales, con el fin fortalecer su aprendizaje y mejorar el desempeño en la comunidad y/o organización.

 Bajo el criterio de la negociación y sin perder el horizonte, el facilitador puede replantear lo planificado de acuerdo a las necesidades e intereses de la organización y comunidad. Los ronderos propondrán el lugar, los tiempos y fechas de capacitación; así como, las estrategias de convocatoria y de participación, los espacios en los cuales requieren abogacía e incidencia política a favor de los derechos humanos y el desarrollo organizacional.