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PROGRAMA DE EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS Y DESARROLLO ORGANIZACIONAL PARA LAS RONDAS CAMPESINAS DE CUTERVO - CAJAMARCA

Abelardo Hurtado Villanueva


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3 CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO FORMATIVO RONDERIL

3.1. Contextualizaciòn del proceso formativo ronderil

En la era del conocimiento y globalización educativa los países en vías de desarrollo enfrentan grandes desigualdades en el acceso a la formación y capacitación, así como en estos países en el Perú se agudiza mas la diferencia entre la zona urbana y rural, en la que no se tiene acceso a estos servicios educativos, descuidando en su mayor amplitud la formación y capacitación de la población adulta y dentro de este contexto a los integrantes de las rondas campesinas.

En la provincia de Cutervo, no existen cifras exactas sobre el nivel educativo de los ronderos, pero a través de un sondeo rápido hecho a 50 personas en un taller de capacitación, el 60% tienen en promedio tercer año de primaria, 30% tienen entre cuarto y quinto año de primaria, 8% secundaria incompleta y un 2% cuenta con educación superior.

Además, en el transcurso del desarrollo histórico de las rondas su proceso formativo, educativo y de capacitación estuvo enmarcado en la concepción de la creación de una sociedad nueva, de igualdad social, contra el imperialista, por cuanto las acciones de enseñanza- aprendizaje fueron promovidas por profesores de tendencia izquierdista.

Cabe mencionar, que esta organización nace en un contexto en que los partidos de izquierda iban copando el escenario político y social del país; de allí que el Sindicato Único de Trabajadores de Educación del Perú (SUTEP) a través de sus maestros logró insertarse con mucha fuerza en los espacios organizativos de las comunidades campesinas, a fin de articular esfuerzos para defender sus derechos, protestar contra la política de los gobiernos de turno y buscar respaldo político, etc.

Como se señala en líneas anteriores el estado no se ha preocupado por la educación de los ronderos, no existe un programa de formación y preparación articulado y coherente que contribuya a fortalecer la organización ronderil, por lo que en algunas ocasiones bases ronderiles han cometiendo excesos en la administración de justicia y resolución de conflictos, los mismos que se ven reflejados en las denuncias y cuestionamientos por no respetar los derechos humanos: maltrato físico y psicológico, tortura y castigos inhumanos.

Es importante precisar que no todas las bases ronderiles son denunciados y criticados por cometer excesos, utilizar mecanismos inadecuados en el proceso de investigación y sanción y, exceso en el uso de sus funciones.

Estos aciertos y desaciertos en el accionar ronderil se debe a que sus decisiones se encuentran sustentadas más que todo en la experiencia de los dirigentes, mas no responde a un reglamento de la organización y al ordenamiento jurídico del país.

El proceso formativo de los integrantes de las rondas campesinas de Cutervo carece de una planificación y de un enfoque pedagógico, en su mayoría responde a temáticas de interés de los ronderos que se desarrollaron de manera improvisada o en su defecto estuvo mas centrado en la formación política de sus dirigentes, mas que en el desarrollo de una propuesta sistemática que permita emprender de manera eficaz la autogestión del desarrollo local.

En este marco los mecanismos que usan en el proceso de administración de justicia, resolución de conflictos y promoción del desarrollo rural en muchos casos carecen de sustento jurídico y técnico por la escasa capacitación y formación de sus integrantes el cual no permite entender el fundamento filosófico, solo práctico, de los derechos humanos, respeto al rol de la instituciones del estado y el marco de la normatividad nacional e internacional.

No cuenta con un programa de formación y capacitación en temas de organización y desarrollo, pero en la práctica intentan analizar e interpretar la problemática local y nacional.

Al interior de la organización poseen valores, conocimientos y experiencias para la conducción de conflictos y del desarrollo comunal donde algunas bases sobresalen más que otras, pero no se universalizan estos saberes a fin de dar consistencia y legitimidad, para ser validado como principio en todas las bases de la organización.

De acuerdo al marco normativo como La Ley, estatuto, reglamento, actas y resoluciones, las rondas campesinas son respetuosas de los derechos humanos pero que, en muchos casos la práctica cotidiana indica que las acciones y decisiones no se sujetan a dicha normatividad primando la interpretación y sometimiento de sus decisiones a la asamblea, la misma que tienen como base las costumbres y tradiciones de cada pueblo.

La Ronda campesina fundamenta su accionar en los principios del derecho consuetudinario, cuya base es la costumbre y tradición de los pueblos y, el consenso de la asamblea. Estos valores colectivos sirven de sustento para que la colectividad pueda ejercer su ciudadanía y participe en las diversas actividades que se programa y ejecuta en la comunidad;

Sin embargo:

Muchas sanciones y castigos no están refrendados en el estatuto y reglamento ronderil, estos dependen mucho de la asamblea general, personalidad y benevolencia de la junta directiva y, grupos de turno que realizan vigilias durante la noche. Las rondas aplican un lógica restrictiva en los casos de robo, abigeato o daños mayores, obligando al infractor a pagar, reparar el daño y cumplir con las sanciones aplicadas como: trabajar en el día en obras comunales, rondar en la noche, ser castigado físicamente (pasar callejón oscuro, recibir pencazos, baños de agua fría) con ejercicios físicos, cadenas ronderiles y otros castigos que la asamblea apruebe. En este proceso es donde se comete exceso y abuso contra los derechos humanos no permitidos en los tratados, declaración de los derechos humanos y la carta magna de nuestro país.

Cabe recalcar, que en el seno del actuar ronderil existe la concepción que castigando severamente a las personas de mal vivir, se mejora la ciudadanía, transparencia y honestidad, se corrige los malos comportamientos y anomalías sociales de sus localidades.

Esta organización no estando capacitada en desarrollo y fortalecimiento organizacional, aunque cuenten con un plan de trabajo en el desarrollo de sus actividades existe la improvisación. Así mismo las decisiones y problemas resueltos no están fundamentados en el marco normativo sino en las experiencias y acuerdos colectivos.

En las diversas reuniones la discusión gira en torno a la resolución de problemas comunales, mas no en evaluar los avances, logros y dificultades de su proceso de gestión organizacional.

Las normas de convivencia, estrategias para resolver conflictos, ejercer sus derechos, la transparencia y confianza al interior de la organización es pertinente, pero en relación a otras instituciones no son las mas adecuadas.

En la toma de decisiones, conocimientos, ideas y concepciones de los ronderos los factores que influyen fuertemente son: la experiencia, el rose social y el grado de estudio.

Las rondas campesinas así como las organizaciones de base cuentan con reuniones, acuerdos y actividades institucionalizados pero no manejan adecuadamente instrumentos de gestión y planificación como: plan de desarrollo, plan anual de trabajo, plan de actividades, etc.

El nivel de participación y capacitación en los diferentes espacios de desarrollo de su localidad es activa y permanente: Presupuestos Participativos, Concejos de Coordinación Local, Mesas de Coordinación y otros espacios naturales de la comunidad, sin embargo carece de propuestas fundamentadas, claras, enmarcadas en aspectos técnicos y de coherencia lógica.

Ante la crisis económica, política y educativa los ronderos buscan capacitarse en diversos aspectos productivos por lo que la mayoría se dedican a la agricultura, ganadería y otras actividades desarrolladas en la zona rural, entonces casi no existe una preparación en cuanto al desarrollo de su organización y el respeto a los derechos humanos.

Por todo estos acontecimientos dialécticos de aceptación y critica constante al actuar ronderil, obliga la necesidad de formar a los ronderos en contenidos y propósitos en los que se respeten los derechos humanos y se fortalezca el desempeño de la ronda campesina, con el fin de promover el desarrollo rural en el marco de las nuevas exigencias sociales y humanas.

Para este nuevo interés educativo, la pedagogía debe ser entendida desde una visión que articule los saberes previos con nuevos constructos formativos, desterrando solamente la reflexión y haciendo uso de la creatividad, argumentación y transformación del formando y su entorno.

La planeación de los diferentes aprendizajes debe ser concertado, atendiendo a procesos instructivos, educativos y desarrolladores, sobre una cosmovisión del conocimiento, autonomía, creatividad y respeto a los demás como formas de establecer paradigmas que atiendan las necesidades y expectativas de los ronderos, plantear propuestas de solución y evaluación en el marco de la practica cotidiana de su actuar.

Esto conlleva a orientar el proceso de actuar ronderil y de las actividades de la organización en una serie de cambios sustentados en practicas de respecto a los derechos humanos, buscando nuevas oportunidades de preparación a fin de contar con mejores conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes en la solución de los problemas comunales.


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