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LA COMPETITIVIDAD DE LA INDUSTRIA TEXTIL EN MÉXICO EN UN CONTEXTO DE GLOBALIZACIÓN 1985-2003

Miguel Ángel Aguilar Aguilar



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4. 2 La industria textil en la economía cerrada.

En México ha existido una fuerte tradición en materiales textiles, mucho antes de la conquista, en donde el trabajo era artesanal. Tiempo después se gestarían los talleres artesanales, sin embargo existía una clara desigualdad en relación con la metrópoli.

La industria textil se forma con el desarrollo del capitalismo, que para el caso de México, iría plagada de limitaciones que afectarían en el desarrollo de dicha industria en los siguientes años, y que sufriría los vaivenes de la economía en su conjunto debido a su participación importante en el sector manufacturero.

La industria propiamente dicha sólo pudo iniciar su desarrollo con la consolidación capitalista, de ahí que muchos de sus problemas derivaran de la industrialización deformada y dependiente que después del largo proceso de acumulación originaria vivido en países como el nuestro, y bajo una división internacional del trabajo desfavorable para su desarrollo independiente, configuraría el marco de su posterior desenvolvimiento. (Portos: 1992:19)

En la última década del siglo XIX y principios del siglo XX, la industria textil se conformó principalmente por monopolios, con alto grado de capital, así como la incorporación de los adelantos científicos-técnicos más avanzados para la producción textil de esa época, lo cual condujo al cierre ―casi en su totalidad― de los talleres artesanales ante la desigual competencia. Dicha industria se ubicó en los Estados de Veracruz, Puebla, D. F., Estado de México, Tlaxcala, Querétaro y Jalisco, Estados con abundante agua, que en ese entonces era muy importante debido a la utilización de la energía hidráulica como principal fuente motriz para la maquinaria.

Más adelante en la segunda década del siglo XX se da un estancamiento, debido en su mayor parte a los conflictos generados por la Revolución Mexicana, y no es sino hasta 1920 cuando termina el conflicto y se logra restablecer normalmente la situación en el país.

Esto mismo impidió que se aprovechara la coyuntura de la primera guerra mundial para la colocación de nuestros productos en el extranjero, siendo la industria textil una de las actividades que en mayor medida pudieron incrementar su producción y venta al exterior durante estos años. (Portos: 1992: 29).

Otra de las causas que impidió el crecimiento de la industria textil, fue la crisis de 1929, provocando que gran parte la producción de la industria textil decreciera. Esto se tradujo en el cierre de varias empresas debido a la baja de los rendimientos, las técnicas precarias de producción, agregándole una de las situaciones más críticas, la desigualdad de salarios en las distintas regiones. Pequeñas empresas tenían que pagar salarios más altos en comparación con las empresas grandes haciendo de ello una desigual competencia interna resultado de la diferencia en los costos de producción.

Esta situación se mantendría todavía durante algunos años y aquí es importante tener presente la creación de empresas en los años cuarenta, que se dedicaban a la producción de fibras químicas “en México que años más adelante... tenderían al desplazamiento de las fibras tradicionales elaboradas con materias primas naturales,” (Portos: 1992: 42) y que había sido una limitante en el crecimiento de la rama, pues las materias primas naturales en algunos casos tenían que ser de importación, como lo era el algodón, que era uno de los insumos más utilizados en esa época.

Con la implantación de empresas dedicadas a la producción de fibras químicas, las importaciones de materias primas disminuye, y por el contrario la utilización de fibras químicas crece como insumo de la rama, permitiendo la creación de empresas con mayor grado de capital, puesto que las fibras químicas son más susceptibles de texturización y de mejor mezcla, y en donde el Estado nuevamente jugaría un papel importante junto al capital monopolista nacional y extranjero, principalmente norteamericano.

En el período posbélico de la Segunda Guerra Mundial en donde la rama retoma un crecimiento en el mercado interno, bajo medidas proteccionistas y elevados subsidios por parte del Estado, lo cual ayudó en gran medida, al mejoramiento en la producción de la industria textil, pues se trabajaba con equipo y maquinaria viejos y obsoletos, con la desigualdad de los salarios de las diferentes regiones, el poco consumo interno, lo que se había traducido en una baja en la productividad y altos costos de producción, y que se había reflejado en la pérdida de espacios internacionales.

Como se puede observar en el cuadro 1, la participación de la industria textil con respecto al sector manufacturero presenta una pérdida. Con una reducción de 400 empresas, como consecuencia de la pérdida del mercado internacional después del fin de la Segunda Guerra Mundial y la entrada al mercado de productores extranjeros.

Así mismo el valor de la producción de la industria textil, disminuye de 22.6 a 12.2 en 1950 a 1960 respectivamente. Con lo que se argumenta, que mientras se incorporan otros países al mercado internacional de la industria textil, para el caso de México, esta industria aqueja de mantener una planta productiva obsoleta (disminuye el capital total invertido de 19.3 en 1950 a 15.0 en 1960), lo que se traduce en una pérdida de mercado, tanto interno como externo.

En los años setenta la industria textil mantenía un comportamiento a la baja. Una de las causas era la utilización de fibras químicas, que había permitido a las grandes empresas llevar a cabo la modernización de su planta productiva, mientras que por el otro lado las pequeñas empresas que trabajaban con maquinaria obsoleta (que en algunos casos eran desechadas por las grandes empresas) y con costos de producción elevados.

Se presentaba así una situación de monopolio por parte de las grandes empresas con capital extranjero, las cuales tenían dominio del mercado con respecto a las otras, imponiendo las reglas del juego. Convirtiéndose las pequeñas empresas en abastecedoras de materias primas para la producción textil, que era llevada a cabo por las grandes empresas y que no necesariamente deberían estar en el país. Por lo que existía una pérdida del mercado interno.

Los empresarios de este sector proponían medidas en el corto plazo, que pudieran revertir los problemas que aquejaban en esos momentos, mientras que por parte del gobierno la cuestión era fortalecer y consolidar su desarrollo para convertir esta rama en un sector exportador dinámico, que ofrecería una mejor calidad de las mercancías y con un costo que le permitiera competir hacia el exterior.

La década de los ochenta, se caracterizo por una crisis en el comercio internacional de textiles en el sentido de cerrarse algunos mercados como los de los países industrializados para los países en desarrollo exportadores de textiles. Los primeros, recurrieron a la creciente innovación y modernización de sus equipos, el uso de nuevos materiales y la mayor relación entre las tendencias de moda y la producción de telas de acuerdo a las primeras. Además, del reforzamiento de sus barreras arancelarias para protegerse de los productos textiles extranjeros y forzar las negociaciones comerciales para colocar sus propios textiles en países en desarrollo como México. (Portos: 1992: 127)

Por lo tanto la evolución de la industria textil para el período de 1970 a 1983 presenta una pérdida en su tasa de crecimiento promedio anual para sus principales variables, como se puede observar en el cuadro 2.

Resalta la disminución de la producción que mientras en el período de 1970-77, tiene una tasa de 6.5, en el período de 1978-81 es de 4.2 y ya para 82-83 presenta una tasa negativa de -10.3. Para el caso del capital invertido, esta se comporta negativamente en los diferentes períodos presentados en el cuadro 2, alcanzando -15.2 para 1978-81.

A partir de la evolución de la industria textil de 1970 a 1983, podemos observar que se sigue trabajando sin una modernización de la industria, y con fuertes cierres de empresas que se traducen en la disminución del personal ocupado, que mientras en el período de 1970-77 presenta una tasa de -3.4, para el período de 1982-1873 es de -17.4, es decir, tiene una disminución de 14.0.

En 1985 se da la apertura comercial, lo que significo para la industria textil una situación de competencia del mercado interno, con competidores extranjeros.

Por todo lo expuesto líneas arriba, la industria textil en el modelo de acumulación de economía cerrada se caracterizó con serios problemas generados del modelo anterior, como lo son:

• Excesivo proteccionismo por parte del Estado

• Precarias técnicas de producción,

• Desigualdad de salarios vigentes en las distintas regiones,

• Bajos rendimientos,

• Desigual competencia en el mercado interno,

• Medidas proteccionistas,

• Elevados subsidios por parte del Estado,

• Falta de modernización de la planta productiva,

• Monopolios de grandes empresas con capital extranjero, y

• Casi nula competencia, tanto interna como externa.

Por lo que la apertura comercial significó el cierre de muchas empresas, pérdida de la productividad y altos costos de producción.


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