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LA COMPETITIVIDAD DE LA INDUSTRIA TEXTIL EN MÉXICO EN UN CONTEXTO DE GLOBALIZACIÓN 1985-2003

Miguel Ángel Aguilar Aguilar



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3. 5 Producción mundial de la industria textil

La producción de la industria textil y su crecimiento, principalmente en los países en desarrollo, puede entenderse primero por los acuerdos regionales, como ya se hizo mención líneas arriba, y por otro lado por la relocalización de las fases de producción en el mundo.

Desde mediados de los años 60s los países en desarrollo realizaban el 15% de las exportaciones de la industria textil, para el año 2000 la concentración de las exportaciones por parte de los países en desarrollo es de más del 50%. Así, mientras aquellas fases de la producción textil intensivas en mano de obra y recursos humanos, se concentraron en los países en desarrollo, mismos que cuentan con ventajas comparativas en estos rubros, aquellas que son intensivas en capital se siguen manteniendo en los países desarrollados.

Los países en desarrollo se han convertido en simples en ensambladores que exportan los bienes terminados a los países desarrollados y reimportan los mismos bienes a precios más elevados. Por otra parte, el comercio de textiles se realiza en mayor medida entre los EEUU y la UE alcanzando el 70% del comercio total de los textiles y la ropa.

Más del 35 por cierto del comercio mundial de textiles ha sido un comercio mutuo entre los países más desarrollados. Es decir, para 1996, las exportaciones mundiales totales ascendieron a 150 mil 200 millones de dólares, de los cuales, 53 mil millones correspondieron al intracomercio de los países desarrollados (comercio entre los países desarrollados. En forma similar, el intracomercio de los países menos desarrollados fue sustancial. Es importante notar que, las exportaciones textiles de los países menos desarrollados se dirigieron en mayor medida a otros países menos desarrollados que a los países más desarrollados ―casi el doble (42 mil 600 millones de dólares para los primeros y 22 mil 500 millones de dólares para los segundos) ― (Dickerson: 1999: Cáp. 6:10).

Este nuevo mapa de la industria textil mundial, presenta una disparidad con respecto al valor agregado, como se puede observar en el cuadro 2, en lo que respecta al valor agregado mundial de todos los sectores manufactureros, encontramos que existe una concentración por parte de los países industrializados, y que si bien, han tenido una disminución desde 1985, siguen concentrando las tres cuartas partes de valor agregado mundial. Esta disminución del valor agregado, puede deberse al incremento de los países en desarrollo y Estados Unidos y Canadá.

En lo referente a la industria textil, encontramos que existe la misma situación, en donde los países industrializados disminuyen 10 puntos porcentuales, mismos que crecen para los países en desarrollo, y esto puede ser explicado, como parte de la relocalización de la producción de la industria textil de ciertas fases de producción de los países industrializados hacia los países en desarrollo, por lo que no existe un crecimiento mayor del valor agregado por parte de estos últimos.

Por lo que, la estrategia exportadora de los países en desarrollo funcionó como un mecanismo de desarrollo económico desde la década de los setentas, principalmente por los bajos salarios pagados, lo cual implica bajos costos de producción. Actualmente, este mecanismo no es suficiente para alcanzar un crecimiento económico, mucho menos ser competitivo en el mercado mundial que a partir del primero de enero del 2005 quedan sin restricciones la industria textil y del vestido.

Es decir, los países en desarrollo tenían una ventaja comparativa suficiente para ser competitivos en el mercado mundial, sin embargo, ahora no solamente es necesario tener una ventaja comparativa, sino que también es necesario desarrollar una estrategia de apoyar aquellos sectores que generan mayor valor agregado, que permita una especialización en dichos sectores que los haga ser competitivos en el mercado mundial, aprovechando de esta manera las oportunidades de acceso al mercado mundial y acelerando la extensión de sus redes de distribución de forma global.

Para el caso de los países desarrollados, este nuevo escenario de libre competencia y apertura comercial resulta benéfico si se considera que dichos países siguen concentrando un mayor valor agregado como resultado de las innovaciones tecnológicas en el proceso de producción, así como por los grandes adelantos realizados por la industria química que ha permitido el uso de nuevos materiales en la industria textil, lo cual se traduce en una barrera a la entrada para los demás competidores.

Para el caso de las exportaciones, nos encontramos que para el año 2000, las principales corrientes regionales en las exportaciones de textiles, se siguen concentrando a nivel intra. Con una participación mayor de las exportaciones por parte de Asia (intrarregional) con un valor de 42.8 MMD y Europa Occidental (Intrarregional) con 38.7 MMD, concentrando la mayor parte de las corrientes de exportación mundial de los textiles.

El cuadro 3 presenta a Europa Occidental (Intrarregional) con disminuciones en las exportaciones mundiales, debido a la unificación de los países europeos, cosa contraria para Asia a nivel Intrarregional que presenta un crecimiento importante.

En las corrientes regionales de exportaciones de América del Norte a América Latina, ha tenido un crecimiento muy importante, con una variación porcentual anual de 24 a 29 en 1999 y 2000 respectivamente, mayor que las demás corrientes regionales.

En cambio, la producción disminuyo en América Latina por vez primera desde la década de los ochenta por efecto de la fuerte disminución de la tasa de crecimiento o de la manifiesta recesión en la mayoría de las economías más grandes. África y las economías en transición se vieron menos afectadas por la desaceleración de la economía mundial, y mantuvieron unas tasas de crecimiento cercanas al 3 y al 4%, respectivamente. (UNCTAD. 2003: Cáp. 1: 3).

Para el caso de las importaciones, en el pasado fueron los países desarrollados, Alemania y Estados Unidos los mayores importadores, hasta la década de los 80s. Sin embargo a partir de la década de los 90s, los países asiáticos se convirtieron en grandes importadores, tal es el caso de Honk Kong, que se convirtió en importador líder en 1992, principalmente porque éste importaba para propósitos de re-exportación.

Sin embargo, a partir de 1998, es Estados Unidos el principal importador de textiles, que presenta un crecimiento constante desde 1990, mientras que Hong Kong, tiene una disminución de sus importaciones en el año 1997, y empieza a recuperarse hasta el año 1999.

Para el caso de Canadá, la UE y los Estados Unidos, la parte de las importaciones mundiales de los textiles ha aumentado de cerca del 35 % a 43.3% en 2002 (excepto comercio intra de UE).

Este cambio, tanto en las exportaciones como en las importaciones de la industria textil tiene que ver, primero, con el proceso de apertura comercial y libre movilidad de capitales y mercancías, como parte del proceso de globalización de las economías. En segundo lugar, por la producción para su re-exportación, es decir, la producción de una de las fases es llevada a cabo por un país, para luego ser exportada y nuevamente (en algunos casos) importada para su producción final, como en el caso de Estados Unidos, que exporta las telas hacia aquellos países que llevan a cabo la siguiente fase de la producción y re-exportada a Estados Unidos para la producción final, para que así nuevamente sea importada como mercancía completa o final hacia los demás países.


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