BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


LOS ECOSISTEMAS COMO LABORATORIOS. LA BÚSQUEDA DE MODOS DE VIVIR PARA UNA OPERATIVIDAD DE LA SOSTENIBILIDAD

Glenda Dimuro Peter


Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (200 páginas, 4.10 Mb) pulsando aquí

 

 

4.1.1. PATRÓN Y ORGANIZACIÓN

El patrón de organización es el elemento fundamental para el desarrollo de una nueva forma de pensar. “Desde Pitágoras hasta Aristóteles, Goethe y los biólogos organísmicos, existe una continua tradición intelectual que lucha por entender el padrón, percibiendo que él es fundamental para la comprensión de la forma viva.” (CAPRA, 1997, p. 134) La clave para una teoría amplia de los sistemas vivos es el estudio del padrón (forma, orden, cualidad) y el estudio de la estructura (sustancia, materia, cantidad). El patrón de organización de cualquier sistema, sea vivo o no, es la configuración entre las relaciones de los componentes del sistema, determinando sus características esenciales.

Así pues, los criterios fundamentales de un sistema vivo son:

1) El patrón de organización: comprendido por las relaciones que determinan las características esenciales del sistema.

2) La estructura: la incorporación física del padrón de organización del sistema.

3) El proceso vital: la actividad involucrada en la incorporación continúa del padrón de organización del sistema.

Podemos utilizar como ejemplo para la comprensión del patrón de organización la bicicleta, utilizado también por Capra. Una bicicleta posee pedales, asiento, manillar y ruedas, existiendo una relación funcional entre sus componentes. Bicicleta se llama la configuración completa de las relaciones que garantizan al sistema las características esenciales que constituyen el padrón de organización de una bicicleta. El mismo patrón bicicleta se puede incorporar en otras estructuras distintas, pues un manillar de una bicicleta de paseo no es el mismo de una de carrera o montaña, lo mismo pasa con las ruedas, asiento y pedales. Todas las combinaciones son fácilmente reconocidas como diferentes materializaciones del mismo padrón de relaciones que define una bicicleta.

4.1.2. AUTOPOIESIS Y COGNICIÓN

Ya sabemos que una red viva es aquella que continuamente se produce a sí misma, donde el ser y el hacer son inseparables. Según la teoría de la autopoiese, los sistemas vivos interactúan con su medio ambiente por medio de un acoplamiento estructural, o sea, a través de alteraciones recurrentes donde cada una de ellas desencadena cambios estructurales en el sistema. Un organismo vivo contesta a las influencias ambientales mudando su estructura, lo que deberá alterar su comportamiento en el futuro. Un sistema estructuralmente acoplado es un sistema de aprendizaje y, mientras esté vivo, podrá acoplarse a su medio ambiente. El medioambiente solamente desencadena los cambios en la estructura, no las especifica ni las conduce, por lo tanto los sistemas vivos son autónomos.

Una red autopoiética crea su propia frontera y todos sus componentes son producidos por otros componentes dentro de la misma red, cada elemento participa en la producción o transformación de otros. Es un sistema organizacional cerrado pero abierto a los flujos de energía y materia, o sea, son estructuralmente abiertos e interactúan con el medioambiente, lo que eventualmente desencadenan cambios estructurales en el sistema. Según propiedades definidas por Fleischaker, una red autopoiética es un sistema auto limitado, o sea, la extensión del sistema es determinada por una frontera que es parte integral de la red; auto generador, donde todos los componentes, incluso los de la frontera, son producidos por procesos internos a la red; y auto perpetuador, pues continúan a lo largo del tiempo de manera que todos los componentes son continuamente repuestos por el proceso de transformación del sistema.

Según la teoría de los sistemas vivos, la mente no es una cosa pero sí un proceso, el propio proceso de la vida, la actividad organizadora de todos los sistemas vivos. Los seres humanos desarrollaron la capacidad de tener una conciencia auto reflexiva emergida de una necesidad evolutiva cuando la complejidad del sistema se tornó tan grande que el actuar por instintos ya no servía para la supervivencia de la especie. Una teoría desarrollada por Maturma y Varela, llamada Teoría de Santiago, determina que el cerebro no es necesario para que una mente exista, o sea, una bacteria o una planta no posee cerebro, pero si mente. Los organismos más sencillos son capaces de percibir e interactuar con el medioambiente a través del proceso de la cognición. La concepción de la cognición es más amplia que la de pensar pues envuelve percepción, emoción y acción. Cuando hablamos de los seres humanos esto incluye el lenguaje, el pensamiento conceptual y abstracto (símbolos, representaciones mentales, signos) y la conciencia.

La cognición no es la representación de un mundo preestablecido que existe de modo independiente, pero sí es la continua actividad de crear un mundo a través del proceso de vivir y eso depende de la estructura de cada organismo. Cada organismo no crea el mundo, pero su mundo depende de su estructura, organismos semejantes crean mundos semejantes. Los seres humanos compartimos un mundo abstracto de lenguaje y pensamiento a través del cual creamos nuestro mundo. La interactuación cognitiva de un organismo en su medio es inteligente y se manifiesta por su riqueza y flexibilidad de acoplamiento estructural de un organismo.

En un grado de complejidad más grande el organismo no solamente se adapta a su exterior (medio) sino también al interior (a sí mismo). La auto percepción está unida al lenguaje y a la comunicación. La comunicación no es simplemente una transmisión de informaciones sino una coordinación de comportamientos entre todos los organismos vivos, ya que no sólo los humanos se comunican.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios