A.4.3 AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO BÁSICO

En la zona de desarrollo integral el contorno natural posee una riqueza hídrica que favorece un suministro permanente de agua, de la que dispone la población para su consumo. De esta forma, el 94% de las familias tiene como fuente de provisión del agua las micro-cuencas, mientras que el 6% la tiene por quebradas, como se observa en el cuadro A.4.1.5.

No obstante a la “naturalidad” en el acceso al agua, las familias padecen problemas relativos a las temporadas estacionales, por cuanto en las épocas de invierno las fuentes al aumentar los caudales enturbian el agua, mientras que en tiempos de verano intenso, los caudales al disminuir sus niveles hasta límites adecuados dificultan la vida social y familiar de la población.

La modalidad más común en la población para la disposición del agua la constituyen las mangueras, que por acción de la gravedad permiten un fluido constante del líquido desde la fuente hasta los predios.

A pesar de la contaminación que se ha estado presentando en las fuentes de agua, a causa del uso inadecuado de agroquímicos y de vertimientos sólidos y líquidos, producto de las necesidades fisiológicas de las personas, en la población aún no existe educación sanitaria que concientice sobre la importancia del tratamiento del agua para su consumo. Por ello, independientemente de donde se obtenga el agua, la población en un 100% no hace ningún tipo de potabilización, lo cual ha repercutido en la aparición de casos de enfermedades intestinales y estomacales.

En relación con los tipos de sistema para la deposición de los residuos sólidos y líquidos, resultado de las actividades domésticas de las familias, se tiene que el 35% de la población vierte las aguas negras en posas sépticas, mientras que el 65%, lo hace a cielo abierto. Esta acción inconsistente con el equilibrio natural, a demás de ser causa de contaminación de los recursos hídricos, también le crea sus problemas a la población, puesto que la calidad de vida se deteriora ante los intensos malos olores que se dan producto de la descomposición de las heces fecales.

Las basuras tienen como forma de tratamiento el entierro, la quema, la deposición a cielo abierto y el arrojo a las fuentes de agua, lo cual a manera de círculo vicioso perpetúa y agrava el problema de la contaminación ambiental.

A.4.4 VIVIENDA

Entre los factores que se consideran para evaluar la calidad de vida y el avance social de la población se encuentra la vivienda. Por tal motivo, dentro de los programas de asistencia social que contribuyen a la dignificación de las familias, la vivienda con la dotación domiciliaria de servicios públicos tiene una significante explicación dentro de los indicadores de pobreza, como lo es el índice de necesidades básicas insatisfechas, NBI.

No obstante a lo anterior, en condiciones socioeconómicas de desigualdad y pobreza, la vivienda representa el único patrimonio con el que cuentan las familias para vivir, cubrirse e integrarse junto a sus miembros.

A.4.4.1 Tipo de vivienda

En parentesco a la situación registrada a nivel de país, la casa es el tipo de vivienda de mayor uso por las familias en la zona de desarrollo. El 100% de las viviendas están representadas por casas fincas.

A.4.4.2 Materiales de construcción

De acuerdo a las características que presente la vivienda así mismo se estará considerando la “salud” económica de la población. En el cuadro A.4.1.7, se hace notar que desde el punto de vista de los materiales de infraestructura constituyentes de la vivienda, gran parte de ellas se encuentran dentro de la clasificación tipo 1 y 2, dando a entender las deplorables situaciones de hábitat de las familias y la existencia de potenciales riesgos por enfermedad ante la presencia de insectos y vectores transmisores del dengue, el paludismo, la lesmaniasis, chagas y fiebre amarilla.

A.4.4.3 Tenencia

La modalidad de tenencia de la vivienda sirve como punto de referencia para establecer el cuadro situacional del déficit al interior de la población.

En la zona de desarrollo, el 73% de la población compró su vivienda, el 11% la obtuvo por construcción propia, el 9% por herencia y el 7% vive en arrendamiento, según muestra en la tabla A.4.4.2.