BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


CONSIDERACIONES TEÓRICAS ACERCA DE LA ECONOMÍA INFORMAL, EL ESTADO Y LA GERENCIA

Alexei Ernesto Guerra Sotillo



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1.7 Otros Enfoques

De acuerdo al trabajo “Informalidad y Seguridad Social en Uruguay” (2001), existen tres macrocategorías o enfoques que resumirían las visiones existentes sobre informalidad:

-.Enfoque estructuralista, cuyas fundamentos se pueden atribuir a las elaboraciones teóricas hechas por el Programa de Empleo para América Latina y el Caribe (PREALC) en los años sesenta, sobre la existencia de un excedente de mano de obra que mostraba que el proceso de industrialización no lograba un incremento de las oportunidades de empleo (por estrechez del mercado interno, transnacionalización del proceso industrializador y sesgo del progreso técnico). El enfoque estructuralista que se consolidó en los años '80 define la informalidad como una alternativa frente a la falta de posibilidades de la economía y el subempleo como factor determinante de la pobreza, de la marginalidad y del aumento de la desigualdad social.

-.Enfoque regulacionista, (o Neoliberal) que, a diferencia del enfoque anterior centrado en el proceso productivo y en la diferenciación de sectores de naturaleza tecnológica, privilegia la existencia o no de regulación estatal y se centra en el mercado de trabajo. El mayor exponente de esta corriente, es el economista Hernando De Soto, que atribuye la aparición de actividades ilegales a las imperfecciones del sistema impositivo y utiliza la regulación como criterio básico para definir la informalidad. Valida la expresión “economía sumergida”, en el caso de los países desarrollados.

-.Enfoque de la informalidad como opción, que pone el acento en actividades independientes de profesionales y/o técnicos. En este tipo de perspectiva la desregulación y no percepción de un salario no necesariamente significan pobreza. Su máximo exponente, la socióloga P. Silveira, muestra empíricamente que en el caso de Río de Janeiro las actividades informales siempre están asociadas a bajos niveles de ingresos: en algunos casos son estrategias de supervivencia sin embargo en otros significan un ascenso social de una parte de la población. Este enfoque está más cercano a aquel que plantearía la flexibilización como elemento del nuevo paradigma de organización.

1.7.1 La Tesis de Hernando De Soto

En el terreno del enfoque neoliberal, Hernado De Soto es considerado uno de sus más firmes abanderados, y su obra “El Otro Sendero”, publicada a mediados de los ochenta, constituye una referencia obligada al momento de analizar el estado del arte y los aportes al debate sobre la informalidad.

Vale acotar, que De Soto (1987) al elaborar un extenso y completo abordaje teórico, histórico y empírico de la informalidad en el Perú, hace especial énfasis en el tema de la propiedad, como aspecto fundamental de cualquier mercado, en las invasiones urbanas como proceso de informalización de los inmuebles y la vivienda en ese país, a su legalización y a los engorrosos procesos de titularización, como puntos neurálgicos que imposibilitan la obtención de créditos y el uso de estos activos como garantías para los pobres.

De Soto, defiende el impulso y avance de quienes se dedican a trabajar y producir en la economía informal, imposibilitados, por los engorrosos obstáculos legales y los elevados costos de transacción e inserción en el ámbito institucional y de la Ley, de disfrutar de la estabilidad, seguridad y posibilidad de crecimiento que ofrece la economía formal.

El autor, apoyado en el equipo de investigadores del Instituto Libertad y Democracia, presenta un extenso y notable estudio de la economía informal en Perú, específicamente en el segmento de viviendas, del transporte y del comercio, planteando el desarrollo histórico de dicho sector en esa nación, así como cifras estadísticas que reflejaban, para ese momento, el peso mayoritario de la informalidad en la estructura económica peruana.

Le asigna el citado intelectual, un papel preponderante para entender el crecimiento de la informalidad económica en el Perú, al proceso migratorio y de movilización masiva de campesinos y habitantes rurales de la provincia a la capital a partir de 1940, proceso que quizá, con distintas fechas e intensidades, se repetiría en el resto de los países de América Latina, en el tránsito de sociedades rurales y desintegradas geográficamente, a sociedades urbanizadas e industriales.

Así De Soto (1987) plantea que la informalidad se produce cuando el Derecho impone reglas que exceden el marco normativo socialmente aceptado, no ampara las expectativas, elecciones y preferencias de quien no puede cumplir tales reglas y el Estado no tiene la capacidad coercitiva suficiente (p. 12).

Al aportar una definición propia, dicho autor sostiene que no son informales los individuos, sino sus hechos y actividades. La informalidad, a su juicio, no es tampoco un sector preciso ni estático de la sociedad, sino una zona de penumbra que tiene una larga frontera con el mundo legal y donde los individuos se refugian cuando los costos de cumplir las leyes exceden sus beneficios. (p.13)

De Soto no sólo critica el rol del Estado en la economía, en la medida en que obstaculiza con su burocracia ineficiente y un excesivo reglamentismo y normativismo, la formalización de la libre iniciativa individual, dando pie a regímenes de tipo mercantilistas, en el cual predomina un capitalismo de Estado interventor, junto a grupos corporativos del sector económico que buscan acercarse al poder político a través de acuerdos, alianzas e intereses que restringen el desarrollo económico.

Este autor peruano, hace así particular énfasis en el aspecto legal o jurídico de la informalidad, al tratar de identificar sus causas posibles:

El Derecho resulta ser hasta el momento, la mejor explicación de la existencia de la informalidad. Desde esta perspectiva, la elección entre trabajar formal o informalmente es, antes que un designio inexorable derivado de las características de las personas, un ejercicio racional para determinar los costos y los beneficios relativos que resultan de integrar los sistemas de Derecho existentes y realizar sus actividades económicas dentro de ellos. (1987:235).

Parte de la solución al problema de la informalidad es, para De Soto, un reto, el cual consistiría en llegar a un sistema legal e institucional que refleje la nueva realidad, que deje funcionar ordenadamente la economía espontáneamente surgida del pueblo, que les permita producir con seguridad a los empresarios y comerciantes formales competitivos en lugar de obstaculizarlos, y que transfiera a los particulares aquellas responsabilidades e iniciativas que el Estado ha monopolizado sin éxito. La consecuencia de todo esto sería que el Estado cobraría vigencia social. (p. 299).

Más recientemente, en el Misterio del Capital (2001) De Soto sigue este desarrollo argumental, analizando en este caso el proceso de titularización de tierras desde el punto de vista histórico, en Estados Unidos y en los países ex - comunistas de Europa del Este.


 

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