BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


RISARALDA, EVOLUCIÓN Y PERSPECTIVAS DE DESARROLLO

Mario Alberto Gaviria Ríos



Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (168 páginas, 1.07 Mb) pulsando aquí

 

 

2. Los indicadores de desarrollo humano

El desarrollo humano ha convocado una reflexión continua tanto sobre su naturaleza y alternativas de política pública, como sobre su cuantificación. En relación con esto último, desde 1990 el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha promovido la idea de evaluar el progreso de las naciones y regiones a través del Índice de Desarrollo Humano (IDH), el cual ha sido exitoso porque ha logrado concretar y medir empíricamente una concepción multidimensional del desarrollo. El IDH incluye tres dimensiones que se consideran deseables: un ingreso suficiente para tener acceso y disfrutar tanto de la propiedad como de los bienes básicos; una vida larga y saludable (esperanza de vida); y un nivel educativo que le permita a la persona aumentar la capacidad de dirigir su propio destino.

De acuerdo con el comportamiento de este índice, en los últimos años la población del departamento ha observado retrocesos en el desarrollo humano y al momento sólo conserva los niveles de ocho (8) años atrás. Como puede observarse en el cuadro 1 y gráfico 1, el comportamiento del desarrollo humano presenta resultados irregulares, lo cual se traduce en un retroceso en las condiciones humanas, sociales y económicas de la población de Risaralda.

Según el indicador de desarrollo humano IDH, al igual que el país, el departamento se mueve en un nivel medio de desarrollo (anexo 1). Sin embargo, esas condiciones se han mantenido por debajo del promedio nacional y se observan claras diferencias económicas y sociales entre los municipios risaraldenses en las cuales, si bien la capital se acerca al logro de índices de alto desarrollo, otras localidades como Quinchía, Mistrató y Pueblo Rico tienden hacia niveles de bajo desarrollo.

Para entender lo sucedido en el departamento en materia de desarrollo humano es necesario introducirse en los componentes del IDH. En lo que tiene que ver con el índice de esperanza de vida (IEV), en el cuadro 2 se presentan las estadísticas de los últimos 20 años, elaboradas a partir de información censal, las mismas que revelan que en el departamento se sigue avanzado de manera positiva en el ofrecimiento de oportunidades de vida saludable y duradera .

En una mirada de género, se han obtenido mayores avances en la esperanza de vida para las mujeres, la cual hoy supera en casi 10 años la de los hombres. Esa diferencia obedece fundamentalmente a factores de violencia, fenómeno que en el país y la región se ha encargado de frustrar los avances en la esperanza de vida para los hombres.

En el componente índice de logro educativo (ILE), la evolución de la tasa de analfabetismo entre 1985 y 2003 en el Departamento indica avance positivo tanto en lo urbano como en lo rural, pero aún con enorme inequidad e inestabilidad. En cuanto a lo primero, mientras entre 1985 y 2001 en el sector urbano la tasa de analfabetismo se redujo en cerca de dos (2) puntos porcentuales, en el sector rural lo hizo en algo más de seis (6) puntos, pero aún la diferencia es de 4.5 puntos a favor de las cabeceras municipales (cuadro 3).

En otro sentido, la evolución de las tasas de analfabetismo es diferente por género, dado que para los hombres la tasa de analfabetismo se redujo entre 1993 y 2001 en 1%, mientras que para las mujeres se redujo en 1,5%. Sin embargo, en todos los casos, la evolución de la tasa de analfabetismo ha sido irregular, denotando alguna falta de continuidad en las acciones emprendidas para eliminar por completo este fenómeno en la población risaraldense; no obstante, el departamento sigue siendo una de las cinco entidades territoriales de ese orden con menor tasa de analfabetismo en población mayor de 15 años (gráfico No 2, anexo 2).

El índice de nivel de vida (INV) es el componente que ha estado determinando en mayor proporción el comportamiento del IDH del departamento. Durante el período 1990 - 2005 la tasa media de crecimiento del PIB de Risaralda fue del 2.6%, lo que quiere decir que, si esa dinámica se mantiene, para duplicar su PIB el departamento requiere por lo menos 27 años. Pero, ¿qué significa una tasa de crecimiento económico de ese orden de magnitud? Una forma de responder es comparar ese comportamiento con el de sus similares del país (gráfico 3). Como se puede observar, la media del conjunto de tasas anuales de crecimiento de los departamentos fue 2.98%, tasa ligeramente superior a la dinámica económica de Risaralda.

Bajo tales patrones de comparación, el desempeño económico de Risaralda en el período no resulta deplorable; sin embargo, cabe destacar que muy pocas economías regionales (Quindío entre ellas) mostraron tasas de crecimiento promedio inferiores a la risaraldense, lo que evidencia que el departamento no observó avances con relación a los demás entes territoriales departamentales.

En otros términos, el ritmo de crecimiento económico de Risaralda ha sido, en el mediano plazo, ligeramente superior a lo que podría considerarse mediocre; al punto que continuó siendo insuficiente, al menos en gran parte de los años noventa, para lograr que el departamento pudiera reducir su brecha frente a las economías departamentales más desarrolladas del país. Esto último se hace más evidente si se considera el análisis del comportamiento del producto per cápita, el cual es un indicador más completo de crecimiento económico y nivel de vida.

En el gráfico 3 se observa una tasa de crecimiento per cápita promedio 0.7% para el departamento, ampliamente inferior a los promedios del resto de departamentos del país. Una tasa de crecimiento como esa significa que, si ella se mantiene y teniendo como referencia el producto per cápita en 1990 de un millón cuatrocientos mil pesos constantes de 1994, serán necesarios unos 58 años para lograr un incremento del 50% en dicho producto per cápita; lo cual es muy superior a la diferencia media de edades entre una generación de personas y la siguiente.

Por todo lo anterior y porque la desaceleración del ritmo de crecimiento económico en Risaralda parece ser un fenómeno prolongado, que se agudiza en los años recientes, resulta necesario avanzar en la discusión de los asuntos referidos a los motores del crecimiento.


 

Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios