2.3. Caracterización del Centro de Inmunología Molecular (CIM)

2.3.1. Surgimiento, misión y características generales

En septiembre de 1989, en un pequeño laboratorio en el cuarto piso de un hospital capitalino, y a partir de las aspiraciones de un grupo de científicos, con determinada formación académica y proyectos incipientes de investigación, de hacer aportes al desarrollo socioeconómico del país, surge la idea de crear un centro nuevo (Lage, 2007a).

Se empezó a construir en enero de 1991. La Unión Soviética desapareció en 1992, dejando a Cuba sin suministros y sin mercados, generando una caída del PIB de más de un 35 por ciento. Apenas estaban las columnas y las vigas montadas para el nuevo centro y a pesar de la difícil situación socioeconómica del momento y en medio del llamado período especial, se concluyó en 1994 (Lage, 2007a).

El Centro de Inmunología Molecular (CIM), inaugurado el 5 de diciembre de 1994, tiene como principal misión obtener y producir nuevos biofármacos destinados al tratamiento del cáncer y otras enfermedades crónicas no transmisibles e introducirlos en el Sistema Nacional de Salud Pública. Hacer la actividad científica y productiva económicamente sostenible y realizar aportes importantes a la economía del país (CIM, 2004; Castro-Díaz-Balart, 2004).

Apuntan estas fuentes que para el diseño y construcción de este centro se utilizaron las actuales guías para las Buenas Prácticas de Producción (o normas GMP, antes explicadas) adoptadas por Cuba y recomendadas por la Organización Mundial de la Salud. Particularmente aquellas acogidas también por los países miembros de la Comunidad Europea (EUDRALEX, 2007). La edificación es básicamente una construcción biplanta que abarca más de 15 000 metros cuadrados.

En el CIM, institución que también forma parte del Polo Científico de La Habana, laboran alrededor de 600 trabajadores, en su mayoría científicos e ingenieros provenientes de diversas disciplinas y especialidades. Este personal está organizado administrativamente en tres áreas principales: Investigación-Desarrollo, Producción y Aseguramiento de la Calidad (CIM, 2004; Lage, 2007a).

2.3.2. Investigación y Desarrollo (I+D)

El objetivo principal de las investigaciones en el CIM es la búsqueda de nuevos productos para el diagnóstico y tratamiento del cáncer y enfermedades relacionadas con el sistema inmune (CIM, 2004).

La propia fuente y Riera (2006) destacan que las líneas de investigación básica están concentradas en la inmunoterapia del cáncer, especialmente en el desarrollo de "vacunas moleculares", ingeniería de anticuerpos, ingeniería celular, Bioinformática y regulación de la respuesta inmune.

El CIM realiza, en hospitales altamente especializados, ensayos clínicos para el diagnóstico de tumores por imágenes y tratamiento de cáncer de diferentes orígenes y otras enfermedades del sistema inmune.

Esta área posee laboratorios equipados para inmunoquímica, radioquímica, biología molecular, cultivo celular e instalaciones para la experimentación con modelos animales y una Planta Piloto según GMP (o cGMP) (EUDRALEX, 2007) que suministra los productos para Ensayos Clínicos (CIM, 2004).

En reportes recientes, Lage (2007a) explica que en el CIM actualmente se conducen más de 30 ensayos clínicos de tratamiento de cáncer en Cuba y más de 15 en el exterior, incluyendo ensayos en varios países altamente industrializados y hay acuerdos comerciales con más de 47 países, incluyendo Estados Unidos. El gobierno de Washington, a pesar del bloqueo económico y comercial, emitió una licencia especial para la transferencia (de Cuba hacia allá) de la tecnología de una vacuna terapéutica para el cáncer del pulmón. Sobre el caso, dice el documento del Departamento del Tesoro: "In recognition of the humanitarian benefit that may result from the testing, development, manufacturing, marketing, distribution and sale of the Cuban-origin vaccines used to treat lung cancer and other solid tumors".

Este hecho se produjo en julio de 2004, cuando el CIM y la empresa estadounidense CancerVax Corporation, de California, firmaron en la capital cubana, en presencia del presidente Fidel Castro, un acuerdo, el primero en más de 40 años, de transferencia de tecnologías biotecnológicas para la producción cooperada de vacunas contra el cáncer. En EE.UU. el cáncer de pulmón provoca más de medio millón de muertes anuales (Riera, 2006).

Dicha fuente indica que el director y cirujano jefe del Instituto de Cáncer John Wayne, de Los Ángeles, calificó a las vacunas cubanas contra el cáncer, diseñadas para estimular el sistema inmunológico, de “descubrimiento único y sin precedentes”.

Riera (2006) apunta además, que en esa ocasión, el director del CIM, el doctor Agustín Lage, destacó el hecho de que no existe tradición de transferencia de tecnologías, especialmente en la Biotecnología, desde el Sur hacia el Norte. En opinión de los autores de este trabajo, este hecho constituye una fortaleza de la ciencia, la tecnología y la innovación en Cuba que con su política del conocimiento, está sentando las bases de lo que un país subdesarrollado puede lograr cuando se extienden, en la mayor medida posible, los beneficios del conocimiento a todos los ciudadanos.