BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


LATIBEX. EL MERCADO LATINOAMERICANO DE VALORES

Lorenzo Jiménez Almaraz



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8. INVERSIÓN ESPAÑOLA EN AMÉRICA LATINA

8.1) El sueño de generaciones: Multinacionales Españolas.

Por razones muy variadas pero sólidas y poderosas, las grandes empresas españolas sí que se sintieron atraídas por las economías latinoamericanas. Cada una de ellas tuvo sus motivos, su momento y su ciclo inversor en la región. Estas grandes inversiones atrajeron la atención de oleadas de analistas y sus modelos estratégicos y las lecciones implantadas pasaron a engrosar las bibliotecas de numerosas escuelas de negocio de la economía global.

Más allá de las diferencias hay algo que, por lo menos hasta la fecha, todas estas escuelas comparten: la inversión española en Latinoamérica es una crónica de éxito, y no sólo por la rentabilidad alcanzada sino también porque Latinoamérica ha conseguido elevar a la categoría de “multinacionales” a un grupo de compañías inicialmente españolas. La manera más rápida y sencilla de apreciar este cambio en la naturaleza de las empresas que decidieron “hacer las Américas” es acudir a los rankings internacionales de compañías en función de su capitalización bursátil.

Como recordaremos, durante muchos años las empresas españolas prácticamente no tienen presencia internacional. Aunque entre 1980 y 1990, la capitalización de la bolsa española se multiplica por 10, a principios de los 90, el valor de mercado de las compañías españolas cotizadas asciende a 85 mil millones de euros. Si consultamos un poco el archivo histórico bursátil, este dato arroja que, todo el mercado español tiene una capitalización equivalente a la mitad del valor de General Electric.

Pero tras la privatización de varias de las grandes compañías públicas durante la década de los noventa, el mercado valora positivamente las ambiciones de sus nuevos modelos de negocios y el valor de mercado de las grandes compañías se incrementa notablemente, tanto que en Junio del año 2000, de las doscientas cincuenta empresas globales con mayor valor de mercado, seis eran españolas: Telefónica, BSCH, BBVA, Repsol-YPF, Endesa e Iberdrola.

Hay dos hechos muy importantes que debemos tener en cuenta a la hora de evaluar la historia del éxito de las multinacionales españolas:

El primero, que el mercado bursátil español, en los primeros años del siglo XXI, acumulaba una capitalización tres veces mayor que la de General Electric. Viniendo de donde venimos, el salto ha sido realmente espectacular.

El segundo, que las compañías españolas de mayor volumen valen hoy en el mercado más que los más emblemáticos nombres del “capitalismo globalizado”. Sirva como ejemplo que, Telefonica y BSCH tienen hoy mayor valor que Siemens o Walt Disney y BBVA vale más que Merryl Lynch o Macdonald. Muchos analistas afirman que contar con multinacionales españolas que desempeñaran un papel relevante en la escena internacional fue durante décadas el sueño de varias generaciones de economistas y empresarios españoles.

Este sueño se antojaba imposible por una razón muy simple: España había perdido el tren de la Revolución Industrial en el Siglo XIX y ya no había nada que hacer ante los colosos industriales europeos. La relación directa entre inversiones en Latinoamérica y crecimiento del valor del mercado bursátil español es evidente, y además coinciden en el tiempo.

Las tasas a las que, entre 1995 y el año 2006, crece la capitalización de las empresas que han invertido en la región son realmente espectaculares. Según datos de la Bolsa de Madrid, el BSCH consigue que su capitalización aumente a una tasa acumulativa anual del 28,8%, BBVA al 24.9%, Telefónica al 24.6%, Repsol al 14% y Endesa al 6%.

Aunque estos hechos son contundentes, lo más importante quizá sea un simple dato: en 2007, el 42% del negocio de las seis principales multinacionales españolas (BSCH, BBVA, Repsol, Telefónica, Endesa e Iberdrola) se genera fuera del mercado interno español. Según datos consultados en Bolsa de Madrid, un 7% del mismo, se producía en el resto del territorio de la Unión Europa; otro 7 % en el resto de países OCDE y el 28% en el resto del mundo. No hemos conseguido encontrar datos de un mayor desglose de éste volumen de negocio, pero a la vista de las últimas adquisiciones realizadas parece que no sería descabellado asumir que entre el 25% y el 30% del negocio de estos seis “bluechips” españoles se genera en Latinoamérica.

Latinoamérica es una región con una gran volatilidad macroeconómica. Sirvan como ejemplos la tragedia de Argentina a finales del año 2001 con la devaluación de su moneda y la imposibilidad de los ciudadanos de retirar sus ahorros de los principales bancos del país, o las incertidumbres por las que en el 2002 atravesaron Brasil y gran parte de los países de la región. De aquellas vicisitudes aun quedan secuelas en el IBEX 35, pero sobre todo queda la lección de que la globalización también conlleva el problema de importar volatilidad y, en ciertas ocasiones, crisis.

Durante los primeros años de la década 2000-10, el mercado bursátil mundial sufre un severo ajuste de precios. Las compañías crecieron y se hicieron globales invirtiendo en Latinoamérica, y cuando la crisis global llega (explosión de la burbuja tecnológica, quiebra de Enron, que arrastra también a la multinacional auditora Arthur Anderssen, devaluación de la convertibilidad argentina, etc.), éstas se ven alcanzadas por su impacto de manera inevitable.


 

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